Al igual que el día anterior, amanecimos bajo una cortina de lluvia. Desayunamos y nos recogieron puntualmente en una van con aire acondicionado. La primera parada fue el Tiger Cave Temple. Lo más destacado de este templo es un santuario que se encuentra a 600 metros de altura, en una de las montañas kársticas tan típicas de Krabi, y al que se accede subiendo 1260 escalones. Llovía, así que antes de emprender la subida nos pusimos nuestros chubasqueros ponchos de emergencia. Pronto nos dimos cuenta de que no nos hacían falta, ya que con el calor y la humedad el plástico solo nos hacía sudar, y nos íbamos a mojar más por dentro que por fuera. Así que nos los quitamos, y al rato dejó de llover.
¿He dicho que había que subir 1260 escalones? Creo que sí, pero es que es un dato que se me ha quedado grabado, ya que la subida me costó bastante. La mayoría de los escalones eran gigantes, y aun así los primeros 200 los hice bien. Estaban numerados, para poder ver el progreso, o lo que aún faltaba. La subida es bonita, en medio de la jungla, con estupas doradas a los lados. Pero llegó un punto en el que pasaba más tiempo descansando que subiendo. A la mitad de la subida nos encontramos con monos, muchos monos. Estaban bajando, y eran todo un espectáculo, utilizando la barandilla de la escalera con un tobogán. Hay que tener cuidado con ellos, según he leído a veces atacan a los turistas para robarles la mochila. Afortunadamente, no tuvimos ningún problema con ellos.
Cuando había subido la mitad de los escalones, me dije que ya no podía volver atrás, y poco a poco, conseguí llegar. Las vistas desde arriba eran impresionantes. Hay un gran Buda, un pequeño santuario para ofrendas y una campana. Pero por lo que realmente merece la pena subir los 1260 escalones es por las vistas. En un día despejado tienen que ser realmente alucinantes.
Hicimos muchas fotos y bajamos, poco a poco, que las piernas ya estaban cansadas. Aunque la bajada nos costó menos que la subida. Abajo estaban todos los monos, jugando en las estupas, cableado eléctrico o en los templetes que había por allí.
Visitamos la cueva del tigre propiamente dicha, que es donde está el templo, con una estatua de un tigre y muchas figuras de Buda. Por lo visto es uno de los templos budistas más venerados del sur de Tailandia. Pero realmente no me gustó mucho.
Después, nos montamos de nuevo en la van para ir a Emerald pool. Antes de visitar las piscinas, comimos en un restaurante que hay a la entrada. Fue de los días que peor comimos. La comida no era muy buena, y encima nuestros compañeros de mesa, que eran chinos, se pasaron el rato discutiendo y ni nos dirigieron la palabra ni probaron la comida.
Después de la comida nos fuimos a Emerald Pool. Hay que caminar 800 metros por un sendero muy bonito, en medio de la jungla. Es una laguna de aguas termales de color verde, donde había gente bañándose. Nosotros decidimos dejar el baño para más adelante, y continuamos el sendero otros 600 metros más para ver Blue Pool, una pequeña laguna de agua cristalina, con un color azul turquesa precioso. Aquí no se permite el baño, pero siempre tiene que haber alguien dando la nota.

Retrocedimos y fuimos a bañarnos a Emerald Pool. El agua estaba calentita, creo que a 30 ºC, y se estaba muy bien allí. Nos acercamos al chorro que alimenta la laguna, y allí el agua estaba muy caliente. Había bastante gente, pero sin llegar a estar masificado.
Nos secamos y volvimos al punto de encuentro, para la última parada del viaje, Hot Springs. Son pozas de aguas termales, como jacuzzis naturales, con una temperatura de 35-40 ºC. Nos bañamos y se estaba a gusto. En teoría nos dejaban estar allí 30 minutos, pero cuando llevábamos 20 minutos empezaron con las prisas. No es que en el agua se pudiera estar mucho más, que no es recomendable estar mucho tiempo en remojo con el agua tan caliente. Pero nos hubiera gustado estar más tranquilamente, explorar los alrededores...
Y con este baño, terminamos la excursión y nos fuimos de vuelta a Ao Nang, nos quedaba una hora de camino. Lo que más nos gustó del día, las vistas desde lo alto de Tiger Cave Temple, y la laguna azul. En general, una excursión recomendable, aunque se pasa mucho tiempo en carretera, en relación al que se está en los sitios que se visitan.
Después de un baño en la piscina del hotel y de un rato de descanso, salimos a cenar y a contratar la excursión del día siguiente. Parece que ese día sí que habían salido los tours en speed boat, y nos arriesgamos a hacer una excursión marítima, pero por si la mala mar, no nos atrevimos a ir muy lejos, y contratamos la excursión a 4 islas en speed boat, por 700 baht por persona. Cenamos en el restaurante de pescado fresco del primer día, gambas, almejas y fideos con pollo.
GASTOS DEL DÍA (2 PERSONAS)
Excursión: 1600 baht
Cena: 450 baht
Cervezas + snacks: 150 baht