ETAPA 2: NEUSCHWANSTEIN-OBERAMMERGAU-PALACIO DE LINDERHOF ✏️ Diarios de Viajes de Austria

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Hoy era uno de los días más esperados desde que empecé a imaginar el viaje, por fin iba a ver el castillo de NeuschWanstein (Castillo del Rey Loco)…OMG!!
Como leimos en el foro que había unas colas enormes de más de 2h pues cogimos las entradas por internet (12€ + 1.80€ de tasas) con audio guía en castellano. Puedes escoger diferentes horas pero contando que se tarda 1h y ½ en llegar y que tienes que estar 1h antes para recoger los tikets pues cogí a las 10.05h para poder hacer el caminito tranquilo.
El camino de Munich al pueblo de Hohenschwangau, (donde está el castillo), es precioso viendo esas casas de colores, esos prados y campos tan cuidados con sus vaquitas…vamos idílico! Casi todo el viaje me tiré diciendo:”Me quedaría a vivir aquí”, a lo que mi maridín siempre me contestaba: “Si hay tanto verde será porque llueve mucho”, esto lo pude comprobar en Salzburgo que nos llovió todos los días y se me quitaron las ganas de golpe ja ja ja
Dejamos el coche en el parking que hay a los pies del castillo de Hohenschwangau y fuimos a recoger las entradas para Neuschwanstein.
Se recogen en el Ticketcenter (Direc Tikets: Alpseestrasse 12, Hohenschwangau) que tiene 2 colas, 1 para las compradas por internet y la otra para las que se adquieren allí mismo. La verdad que a las 9h no había casi nadie, unas 5 personas delante nuestro y unas 15 en la de venta general, pero más vale ser precavido a tener que esperar mil años de cola, no?
Para subir al castillo hay varias formas:
A pie que son unos 30 minutos cuesta arriba (que tenía muy claro que no iba ha hacer). Para los que quieran ir de turista total el Coche de caballos con salida desde el Hotel Müller, en la calle Alpseestraße de Hohenschwangau. Subir cuesta 6 euros y bajar 3 euros. Y por último el autobús con salida desde el Hotel Lisl 1.80 subida o 2.60 subir y bajar
Nosotros subimos en bus para ganar tiempo y poder hacer foticos en el puente de Marienbrücke que tiene unas vistas de vértigo y nunca mejor dicho!. El autobús te deja a 5min del puente, en pleno bosque, vas caminando (está señalizado)y de pronto ves aparecer el puente colgado de montaña a montaña sobre un precipicio y el castillo en frente, Dios que maravilla!! Siempre recordaré esa imagen al llegar.
Bueno después de hacer las mil fotos con el castillo de fondo y recrearte bien los sentidos con esas vistas, nos fuimos, antes de que se nos pasase la hora de entrada. Del puente se llega en unos 10 minutos a pie, hasta la entrada del castillo donde está organizado todo por números para los grupos de las visitas. Es espectacular cuando cruzas las puertas del castillo y ves la cantidad de gente que hay allí metida esperando su turno!!. Pero como están muy bien organizados y los horarios de entrada se respetan mucho pues entramos bastante rápido.
Cuando entras es como un viaje al pasado, increíble la sala de la coronación, el techo de estrellas y la enorme lámpara. Ves el concepto medieval que quiso dar LudwinII a todo el castillo y su obsesión por Sir Precival con quién se sentía tan identificado. Me pareció un hombre solitario y excéntrico que vivía en un mundo imaginario que no le pertenecía.
La visita se nos hizo muy cortita y al peque le encantó y se le hizo muy ameno. Al finalizar te hacen pasar por varias tiendas de recuerdos y es increíble las diferencias de precio dentro del mismo castillo, hasta de 1€ de la primera tienda a la última, vamos nos tangaron pero bien con el ansia de comprar!!
Como el peque se portó tan bien en la visita y le hacía gracia bajar en coche de caballos pues allá que fuimos a hacer el turisteo. Tratan realmente bien a los caballos y los cambian cada xhoras, pero no te deja de dar pena los pobres aguantando tanto peso y tantos viajes…vamos que no creo que vuelva a subir más!
Sacamos el coche del aparcamiento que ahora ya estaba a reventar de coches y autocares (Bendita la hora que decidimos madrugar) hacia Oberammergau. (Patrimonio de la UNESCO situado a 44min del castillo). El camino de nuevo maravilloso, prados increíblemente cuidados, casas de madera con ventanas llenas de flores y esos puestos en mitad de la carretera para comprar calabazas sin nadie vigilando, en España no se lo que durarían o si ganarían un duro ja ja ja
Cuando llegas al pueblo te indican que hay varios parkings, ojo que los del centro son de pago, nosotros dejamos el coche en el primero que sólo está a 5 minutos andando al centro y que es gratuito, así que ahí que lo dejamos y empezamos a callejear y perdernos. Es un pueblo super religioso y con unas casas pintadas cada cual más llamativa, las más famosas pintadas con imágenes de Caperucita Roja , Hansel y Gretel, músicos de bremen etc.
La famosa Pilatushaus es una casa en 3D que es toda una sorpresa.
No os perdáis entrar en la iglesia, su altar es precioso y tiene unos frescos en el techo que te dejan con la boca abierta, además que está rodeado de un cementerio con unas lápidas talladas en madera que son auténticas obras de arte. Se nota que es un pueblo con una gran tradición maderera, todas las tiendas te venden autenticas maravillas hechas a mano, eso sí, si os quereis dar un caprichito ir preparando la cartera…En este pueblo en semana santa cada 10 años se montan unos festivales de mucho cuidado, una “Pasion de cristo” catalogada como Patrimonio de la Humanidad.
Bueno como ya eran las 14h el pequeñajo entró en modo hambre y cuando eso sucede ya no hay vuelta atrás, o come o te come!. Así que decidimos seguir la recomendación de otro forero e ir al pueblo de al lado y comer en Klosterbräu Restaurant (Kaiser-Ludwig –Platz 10-12, Ettal) y probar su ternera con salsa de rábano picante (Münchner Tellerfleisch). Cuando llegamos vimos que era un 4 estrellas, pero ya no había vuelta atrás, nuestro sobrino estaba a punto del colapso y nosotros con él. La comida estaba realmente buena, cogimos 4 primeros, el plato del niño, las bebidas y un prestzel 65€, juzgar vosotros…el sitio muy rústico y típico del tirol con banquetas de madera, sus camareras típicamente vestidas etc… Durante la comida nos calló una lluvia de esas veraniegas que son muy fuertes pero duran menos de 1h, lo justo para acabar de comer y que nos saliera un sol radiante!. Como ibamos con el tiempo super justo no fuimos a la visita de la Abadia Benediktinerabtei Ettal (está al lado del restaurante) porque sino no llegábamos a Linderhof, así que nos fuimos y fue de las mejores decisiones que tomamos, luego os contaré porqué.
El Palacio de Linderhof está abierto diariamente de 9-18h y hacen una especie de espectáculo de agua muy sencillo en su fuente principal cada ½ hora de Abril a octubre. Puedes pasear libremente por la inmensidad de sus jardines o entrar en el palacio que cuesta unos 7€.
La visita sólo está permitida con guía por lo que frente a la fachada barroca del palacio se espera en fila y luego se junta a la cantidad de gente suficiente, la guía es en inglés y al resto nos dan una carpetita con la misma visita en tu idioma. Entras en la sala del palacio y allí te dan las indicaciones y comienza la visita que tú vas siguiendo con la carpeta. Es un palacio rococó en el que el rey vivió varios años, y decir que es lujoso es quedarse corto, el interior te deja con la boca abierta y las excentricidades del rey ya sin nombre, como un montaplatos que le subía la comida para evitar ver al servicio, con esto ya os podeis imaginar el tipo de personaje excéntrico que era… Después de la visita al palacio, nos fuimos a ver su famosa “Gruta de Venus”
Imaginar que en los jardines se construyó una gruta artificial con un escenario, un lago, una barca, unas cascadas artificiales, una máquina de olas y otra de arco iris, un lugar idílico para escuchar sus operas favoritas. Por los jardines exteriores hay mil sitios para visitar incluido un Kiosco morisco que originalmente estaba instalado en la exposición universal de París de 1867 y que fué comprado para el parque de Linderhof por orden de Luis II. Estuvimos paseando por ellos un buen rato y persiguiendo a los cisnes que había por allí, bueno al revés ellos eran los que nos perseguían a nosotros.
De vuelta al apartamento convencí a todos para volver a parar en Ettal (está al lado) e ir a ver aunque sólo fuera la fachada de la Abadía Benediktinerabtei Ettal (Kaiser-Ludwig-Platz 1) es una abadía Benedictina donde viven los monjes y elaboran su propia cerveza y cual fue nuestra sorpresa al irnos acercando a esa maravilla de la construcción y oir cantos gregorianos. Cuando entramos había misa y estaban todos los monjes alrededor del pulpito cantando…Los pelos de punta!!!!
Que manera de cantar, una de las mejores experiencias para los sentidos y una maravillosa manera de despedir el día.

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