La ruta la realizamos el sábado 22 de agosto, fue la última del verano y sirvió como despedida de mis amigos antes de irme de Erasmus a Hungría. Nos tocó una buena mañana y disfrutamos como enanos haciendo esta famosa ruta añadiendo la variante de bajar por Valdolayés para hacerla circular.
COMO LLEGAR
Arrancamos en el Área Recreativa Les Xanes, en el concejo de Santo Adriano, está en la Senda del Oso. Para llegar tomamos la A-63 hasta Trubia y seguimos las indicaciones a Proaza. Seguimos unos kilómetros la carretera hasta llegar, pudiendo aparcar el coche en un pequeño aparcamiento, sobre todo en verano es recomendable ir pronto para tener sitio.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 9.9 kms
Dificultad: Baja
Desnivel positivo: 500 metros
Cota máxima: Dosango (649 metros)
Itinerario: Circular
Niños: No tiene dificultad, pero hay que tener cuidado con los desfiladeros.
Señalización: Buena, pero en la Senda de Valdolayés no tanto (recomendable GPS)
LA RUTA
Arrancamos de buena mañana del Área Recreativa Les Xanes para acabar la ruta prontito e ir a comer un buen cachopo a Proaza.
La ruta empieza subiendo desde el principio por un cómodo camino empedrado.
En la primera parte de la ruta vamos subiendo las paredes que rodean el Valle del Oso; lo vamos viendo a nuestros pies.
Cuando el camino se estrecha y empiezan los desfiladeros a nuestro lado, tenemos una cuerda a la que agarrarnos para estar más seguros, si bien no es necesario, no hay demasiado peligro y el camino está en muy buen estado.
A los pocos minutos empezamos a ver el Desfiladero de Les Xanes, tapizado de bosque.
Si os fijais a mitad de montaña se ve la ruta, un par de kilómetros más adelante. Es espectacular como corta el precipicio.
Entramos ya en la parte más espectacular de la ruta, con vistas a la foz formada por el Arroyo de las Xanas.
En un recodo bajamos hasta un arroyo a darnos un bañito en una poza, el agua estaba helada (casi que literalmente eh, dolía como si fueran alfileres) pero nos prestó por la vida un baño después de caminar unos kilómetros bajo el sol. Una buena despedida de Asturias.
Seguimos subiendo y remontando el desfiladero, y nuevos cursos de agua surgen. La verdad es que no pude captar en una foto lo preciosa que es esta ruta, no hacen para nada justicia a lo que vimos.
Y salimos del bosque (creo que perdimos la ruta) y remontamos un prado para alcanzar Pedroveya, el final de esta corta y conocida ruta. El Aramo se recortaba al final de la subida.
A nuestras espaldas dejábamos el Desfiladero de Les Xanes y los Valles del Oso.
Al llegar a la carretera nos encontramos con la pequeña Iglesia de San Antonio, unos metros por encima de Pedroveya.
Y esta es la carretera local que nos lleva a Pedroveya, sin tráfico y muy tranquila.
Y tras 5 kilómetros llegamos a Pedroveya, donde ya había estado un mes atrás para atacar La Mostayal y donde las berzas de Casa Generosa tienen una fama totalmente merecida. Tomamos un refresco para recuperar fuerzas y afrontamos la bajada. Se puede retornar por Les Xanes, pero no nos gustan especialmente los recorridos lineales (si no queda otra se hacen, pero habiendo alternativa...) así que tomamos la Senda de Valdolayés (PR AS-187) para volver al Valle del Oso.
Esta senda transcurre paralela a Les Xanes, pero no tiene ni de lejos su fama, simplemente baja por el tranquilo Valle de Valdolayés.
Salimos de Pedroveya en bajada y pronto tenemos una buena vista a nuestras espaldas del pueblo.
Pero la bajada es un mero espejismo, rapidamente nos salimos de la carretera para subir por un camino a medio asfaltar hacia Dosango.
Y llegamos tras una pindia subida a Dosango, una pequeña aldea de Santo Adriano.
La niebla ha ido tapando al sol, y cuando iniciamos el descenso por el Valle de Valdolayés ya está completamente cubierto. Es un valle tranquilo y tapizado por praderas, sin apenas actividad humana.
Y bajamos por él por un camino marcado entre la hierba, no tiene la belleza de Les Xanes, pero frente a las hordas de turistas que lo transitan este lo tenemos para nosotros solos, y eso que es un fin de semana de agosto.
Enfrente deberíamos ver las pequeñas sierras que cierran el otro lado del Valle del Oso, pero la niebla nos lo impide; solo vemos la pequeña Sabadille (o eso creo) en el fondo del valle, en Santo Adriano.
Como nos indica un cartel, este paraje tuvo cierta importancia durante la Reconquista, ya que se cree que aquí murió Munuza a manos de los asturianos tras la Batalla de Covadonga.
El valle desemboca en una carretera que nos va a dejar al coche, no nos cruzamos con ningún coche. Es odioso caminar por asfalto, pero de lo malo aquí el tráfico es nulo.
Y ahora que abrió algo el día vemos recortarse al fondo del Valle del Oso la Sierra de la Sobia, con La Siella que subimos hace unos días.
Y al llegar al coche ponemos rumbo a Proaza, comiendo en La Casona de los Santos, donde nos ponemos las botas con tortos y cachopos, una comida brutal para cerrar un día redondo. Y de ahí a casa comentando la jugada y con planes para el invierno, que ya veremos como cumplimos.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Track de la ruta: es.wikiloc.com/ ...d=10584668
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