MIERCOLES, 20 DE MAYO
Hoy nos toca Versalles.
Nos levantamos como el día anterior prontito y después de coger fuerzas con un buen desayuno nos cogimos el metro para ir a St. Michel en donde enlazamos con la línea RER C a Versalles.River Gauche. Compramos el billete correspondiente en la taquilla (no nos entraba en el Navigo) y la taquillera nos informó que el que debíamos coger era el 2º que iba a llegar (anunciado con VICK) y que están perfectamente indicados en unos paneles en el anden.
Fuimos prácticamente solos y me parece recordar que tardamos unos 40 minutos. Como el plano del metro que llevábamos no estaba completo hasta Versalles sino que acababa en Issy, creo recordar que paramos 2 o 3 veces más y ¡ojo! Hay una parada que se llamaba “noseque” River Gauche en donde me entró la duda, pero esa no es.
Una vez en la estación, sin problemas. Todos los que nos bajamos ibamos al mismo sitio, así que a seguir a la masa, aunque hay letreros indicando en donde está el Palacio al que llegamos en unos 5 minutos. Nos fuimos a la cola de la entrada que está a la izquierda para pasar el detector de metales sin pasar por las taquillas (que están antes) por aquello de que llevábamos el Museo Pass y fue todo rapidito. Vimos el Palacio un poco agobiados pues había un montón de gente pero una vez terminamos esa visita y nos fuimos a los jardines, pudimos ver el resto a nuestro ritmo y tranquilos. Cogimos el trenecito que nos fue llevando al Gran Trianon, al pequeño y después al Canal en donde comimos bastante bien en uno de los restaurantes que hay. Descansamos junto al canal tirados en la hierba y paseamos a nuestro antojo por donde nos pareció viendo las fuentes y los jardines. Lastima que a las rosas les faltaran unos días para abrirse, pero estaba todo repleto de capullos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Como estábamos bastante acalorados (hizo un día genial), decidimos regresar a Paris y nos fuimos a la estación, compramos nuestros billetes (cualquier tren que salga) validamos los mismos en unas maquinitas que están al comenzar el anden (lo hacen todos) y nos subimos en el que estaba parado. Esta vez fue más incomodo pues iba lleno, pero al final nos pudimos acoplar y echar una pequeña siesta. Cuando llegamos a St. Michel de nuevo tuvimos que pasar unos tornos con el billete que llevábamos para salir del cercanías y después cogimos el metro hasta nuestro hotel. Nos cambiamos y de nuevo a la calle. Fuimos a ver un arco que habíamos visto de lejos y nos “perdimos” por las calles del barrio hasta que volvimos a estar en el rio en donde paramos a tomar algo en un McDonal que encontramos cerca del Hotel de la Villa. Nos volvimos a “perder” por otras calles para ir a la Place de Vosges e ir regresando al hotel tranquilamente, contemplando todo aquel barrio. Fue un paseo muy agradable y tranquilo en donde pudimos ver algunos palacetes e iglesias, con lo que dimos por terminado ese tercer día.