Tras desayunar, nos despedimos con mucha pena de Ela, que tan bien nos ha cuidado! Tomamos el equipaje y sobre las 07:00 nos montamos en el Toyota de Chaski, junto con dos chicas canadienses, rumbo al Volcán Cotopaxi. Los tours habitualmente van y vuelven desde Quito por la carretera más directa hasta el volcán, realizan la ascensión desde los 4.600 mt hasta el refugio (4.900 mt) y vuelta. Chaski en cambio, tiene sorpresas muy interesantes guardadas para el día de hoy.
Saliendo de Quito paramos en un mirador. Las vistas son impresionantes y no tiene nada que envidiar a las del teleférico o las de Panecillo. Fue una bonita despedida de Quito. El camino de ida al Cotopaxi lo hicimos por una ruta alternativa por pistas, y paramos varias veces para que Chaski nos explicase los valles y volcanes que nos rodeaban. Llegamos a la entrada del parque y vemos la cima del Cotopaxi bastante despejada.
Realizamos un par de caminatas de aclimatación paseando entre caballos salvajes. El paisaje es espectacular!
Pasamos por las pistas del valle,
hasta llegar al parking del Cotopaxi a 4.600 mt. y aquí emprendemos la ascensión a pie hasta el refugio que está a 4.900 mt. Esta parte es mejor hacerla poco a poco, porque el corazón se acelera muchísimo con cada paso. En el refugio nos tomamos un chocolate caliente y es una pena, pero la cima del Cotopaxi está encapotada en este momento. Como se suele decir, es la magia de la montaña.
Tras descender, volvemos por la carretera principal que suelen utilizar habitualmente los tours, y nos damos cuenta y valoramos muy positivamente, las pistas por las que nos ha traído Chaski atravesando los campos y valles! Nuestra última parada fue en la laguna Limpiopungo, donde se reflejaban las montañas.
Para finalizar la excursión fuimos a comer un almuerzo. Desde el restaurante tuvimos la suerte de admirar el Cotopaxi totalmente despejado. Empieza a diluviar y en principio habíamos acordado con Chaski que nos iba a dejar en la panamericana, cerca del restaurante, para tomar el bus a Quilotoa, pero como el mismo dijo: no, Chaski no te va a abandonar en medio de la carretera lloviendo, Chaski no! Tuvo el detallazo de acercarnos hasta el mismo cruce de Latacunga en la panamericana, donde estaba el desvío hacía Quilotoa, llamado “paso lateral” por los propios ecuatorianos. Además esperó un rato a que parase de llover...que más se puede pedir? Chaski, gracias por todo amigo!
Son aproximadamente las 17:00 cuando tomamos un bus directo a Quilotoa que tarda dos horas (2,50$). Teníamos apuntada la opción alternativa del bus Latacunga - Zumbahua (1,50$) y luego un camión Zumbahua – Quilotoa (5$).
Nuestro Hostal Chukirawa no tiene pérdida, es el último hostal siguiendo la carretera principal que hace una curva hacia la izquierda. Nos damos cuenta que la ubicación es la mejor de Quilotoa porque se encuentra en frente del mirador y donde comienza el sendero de bajada a la laguna. Este hostal no tenía buenas valoraciones en booking y la verdad que en mi opinión por 45,60$ tener media pensión, las habitaciones bastante nuevas con toque rústico, que te enciendan la chimenea a la noche, y que sea el mejor ubicado de Quilotoa...
Estoy de acuerdo en que tal vez la atención de los propietarios podría estar un poco más enfocada a los turistas, interactuando algo más con ellos, y atendiéndoles con mayor alegría y algo de información. Pero nos pareció una opción excelente. Lo único que no me gustó es que nosotros preguntamos los horarios de la cena (19:00) y el desayuno (07:00-09:30) al llegar, pero una pareja que no lo hizo se quedó sin cenar porque no les avisaron del horario, y llegaron a cenar a las 20:30 cuando la cocina ya estaba cerrada.
Antes de ir a cenar, vamos al mirador de la laguna para ver el atardecer. La cena está rica, es básicamente un almuerzo con su sopa, carne con arroz y un jugo. Tras la cena, nos piden las llaves de las habitaciones para encender las chimeneas. Nos vamos a dormir que hoy ha sido un día largo.
Saliendo de Quito paramos en un mirador. Las vistas son impresionantes y no tiene nada que envidiar a las del teleférico o las de Panecillo. Fue una bonita despedida de Quito. El camino de ida al Cotopaxi lo hicimos por una ruta alternativa por pistas, y paramos varias veces para que Chaski nos explicase los valles y volcanes que nos rodeaban. Llegamos a la entrada del parque y vemos la cima del Cotopaxi bastante despejada.
Realizamos un par de caminatas de aclimatación paseando entre caballos salvajes. El paisaje es espectacular!
Pasamos por las pistas del valle,
hasta llegar al parking del Cotopaxi a 4.600 mt. y aquí emprendemos la ascensión a pie hasta el refugio que está a 4.900 mt. Esta parte es mejor hacerla poco a poco, porque el corazón se acelera muchísimo con cada paso. En el refugio nos tomamos un chocolate caliente y es una pena, pero la cima del Cotopaxi está encapotada en este momento. Como se suele decir, es la magia de la montaña.
Tras descender, volvemos por la carretera principal que suelen utilizar habitualmente los tours, y nos damos cuenta y valoramos muy positivamente, las pistas por las que nos ha traído Chaski atravesando los campos y valles! Nuestra última parada fue en la laguna Limpiopungo, donde se reflejaban las montañas.
Para finalizar la excursión fuimos a comer un almuerzo. Desde el restaurante tuvimos la suerte de admirar el Cotopaxi totalmente despejado. Empieza a diluviar y en principio habíamos acordado con Chaski que nos iba a dejar en la panamericana, cerca del restaurante, para tomar el bus a Quilotoa, pero como el mismo dijo: no, Chaski no te va a abandonar en medio de la carretera lloviendo, Chaski no! Tuvo el detallazo de acercarnos hasta el mismo cruce de Latacunga en la panamericana, donde estaba el desvío hacía Quilotoa, llamado “paso lateral” por los propios ecuatorianos. Además esperó un rato a que parase de llover...que más se puede pedir? Chaski, gracias por todo amigo!
Son aproximadamente las 17:00 cuando tomamos un bus directo a Quilotoa que tarda dos horas (2,50$). Teníamos apuntada la opción alternativa del bus Latacunga - Zumbahua (1,50$) y luego un camión Zumbahua – Quilotoa (5$).
Nuestro Hostal Chukirawa no tiene pérdida, es el último hostal siguiendo la carretera principal que hace una curva hacia la izquierda. Nos damos cuenta que la ubicación es la mejor de Quilotoa porque se encuentra en frente del mirador y donde comienza el sendero de bajada a la laguna. Este hostal no tenía buenas valoraciones en booking y la verdad que en mi opinión por 45,60$ tener media pensión, las habitaciones bastante nuevas con toque rústico, que te enciendan la chimenea a la noche, y que sea el mejor ubicado de Quilotoa...
Estoy de acuerdo en que tal vez la atención de los propietarios podría estar un poco más enfocada a los turistas, interactuando algo más con ellos, y atendiéndoles con mayor alegría y algo de información. Pero nos pareció una opción excelente. Lo único que no me gustó es que nosotros preguntamos los horarios de la cena (19:00) y el desayuno (07:00-09:30) al llegar, pero una pareja que no lo hizo se quedó sin cenar porque no les avisaron del horario, y llegaron a cenar a las 20:30 cuando la cocina ya estaba cerrada.
Antes de ir a cenar, vamos al mirador de la laguna para ver el atardecer. La cena está rica, es básicamente un almuerzo con su sopa, carne con arroz y un jugo. Tras la cena, nos piden las llaves de las habitaciones para encender las chimeneas. Nos vamos a dormir que hoy ha sido un día largo.