3 de Julio de 2015
Abandonamos la granja de guepardos bien temprano, despidiéndonos de nuestro vecino, nos dió muchísima penita ahí solo...
Hoy nos dirigimos a Spitzkoppe, otro lugar de paso hacia Sesriem, una excusa para dividir los largos kilómetros por las polvorientas carreteras en varias jornadas. Ya de entrada os diré que no es un lugar para ir expresamente a Namibia ( posiblemente si eres escalador deportivo no compartas esta opinión, nosotros hacemos escalada pero somos unos paquetes y subimos escaleritas, aspirando a un 6a como mucho, así que ni nos planteamos llevarnos material para hacer el cazurro en Spitzkoppe). A mí me recordó en algunos aspectos a Montserrat y en otros a The Needles en Canyonlands ( USA), todos ellos diferentes aunque con parecidos razonables ( o no).
Para escaladores:
leonclimb.blogspot.com.es/ ...mibia.html
Si buscáis información en google, seguramente encontraréis enlaces sobre la aventura de Jesús Calleja en Spitzkoppe.
Los caminos de grava hasta llegar a Spitzkoppe estaban en bastante mal estado durante esta jornada, aquí encontramos varios puestos de mujeres Herero y Himba vendiendo artesanía, también había gente vendiendo minerales ( que por cierto, si paras el coche en medio de la nada, te bajas y empiezas a caminar, te encuentras esos mismos minerales esparcidos por todas partes


A medida que nos acercábamos a Spitzkoppe el paisaje iba cambiando, durante este trayecto los cambios en el paisaje eran continuos y es algo que llama la atención en Namibia y se ha mencionado en algún otro diario.
Algunas fotos tomadas durante nuestras continuas paradas para admirar los lejanos horizontes de Namibia:


Se nos cruzó alguna jirafa, baboons...la anécdota del día, encontrarnos un carro cuando llevábamos 187 kilómetros, tirado por burros, con una mujer, tres niños y un hombre que nos metió un rollo patatero, diciéndonos no se que le había pasado a su vehículo, que lo tenía en la cuneta, que algo le había pasado con un elefante...vamos que se le olía la tostada a 1kilómetro. Nos pedía que le lleváramos en sentido contrario hacia donde íbamos nosotros, a una población para comprar gasolina ( llevaba una garrafa en la mano) y que le dejáramos dinero para la gasolina


A medida que devorábamos kilómetros nos acercábamos a Spitzkoppe, a 65 kilómetros de destino nos cruzamos con unos springboks. Hay animales por todas partes, no únicamente en reservas o parques nacionales.

Nos situamos en el campsite número 5, junto al arco de piedra, que nos recordaba vagamente a Arches en Utah...Arches, The Needles, Montserrat, en qué quedamos?

Pasamos absolutamente toda la tarde y el inicio de la noche recorriendo la zona, campando a nuestras anchas. Unos Sudafricanos quisieron ponerse en nuestro sitio, nos decían que ellos habían reservado ese campsite y nos vinieron con muy malos modales, nosotros ya teníamos montado el chiringuito y con lo maleducados que eran nos plantamos ( si me hubieran conocido, con una sonrisa y buenas palabras me hubiera faltado tiempo para moverme a otro sitio), pero como no tenían razón, se fueron con sus coches tras una nube de polvo llevándose su mal rollo con ellos, posteriormente hablamos durante un buen rato con otros sudafricanos muy majos que estaban viviendo actualmente en Namibia.
Tengo que reconocer que soy un sociópata ( y por el foro se que no soy el único

Vale la pena recorrer a fondo este lugar, os dejo unas fotitos:


El arco:



Nuestro campsite abajo:



Nuestro vehículo a la derecha de la imagen:


Anocheciendo:

Por la noche y tras la cena nos quedamos un buen rato charlando y contemplando el firmamento antes de ir a dormir.
Ya lo he comentado, no es un lugar para ir expresamente, pero como suele entrar en el trazado habitual y obligado entre Etosha y Sesriem, es un buen lugar para descansar de kilómetros y curiosear.
No hicimos excursiones guiadas para ver las pinturas, no nos dió tiempo
