Nos levantamos cansaditos y nos fuimos como el día anterior a desayunar antes de irnos al parque. Hoy íbamos más relajados puesto que solo nos quedaban algunas atracciones de los dos parques y repetir alguna de días anteriores. Así que desayuno rapidito, unos sándwiches para la mochila y camino que nos vamos para el parque. Primero nos dirigimos a Disney Studios ya que queríamos hacernos fotos con algunos personajes que nos quedaban por ver y tenían cita esa mañana allí. Primero fue el turno de nuestro amigo del espacio, el gran Buzz Ligthyear!!
Aquí aprovechamos para montarnos en la atracción “RC Racer” que no pudimos montarnos el día anterior. Es súper divertida, vas montada en el coche verde de la peli Toy Story. Son dos barras verticales y vas subiendo y bajando. Adrenalina a tope! Muy divertida, aunque el tiempo de espera suele ser bastante largo. Nosotros esperamos unos 40 minutos aproximadamente y eso es lo peor, yo iba viendo la atracción y más me iba mareando conforme nos tocaba…pero nada! Es peor lo que parece por fuera que lo que realmente es la atracción. Completamente recomendable!
De aquí nos fuimos a ver si podíamos sacar fast pass para “Aerosmith” pero las máquinas que servían para extender los fast pass seguían cerradas igual que el día anterior. Vimos que justo al lado estaba la sala donde Spiderman recibe a sus fans y vimos que no había nada de cola, solo una pareja por delante de nosotros. No lo dudamos y entramos a conocer al súper poderoso Spiderman.
El tío era un cachondo. Hablaba un poco español y nos reímos lo más grande con él. Nos hizo varias coñas, como por ejemplo colocarnos para la foto e irse de puntillas por detrás y hacernos la foto mi chico y yo solos o hacernos que hiciéramos como que nos sacábamos las telas de araña de las manos…en fin, un gran rato que echamos con el muchacho.
De ahí fuimos a sacar el fast pass de la Torre de Hollywood (teníamos que repetir si o si) y viendo que nos lo dieron para primera hora de la tarde decidimos irnos a Disneyland para ir a ver a mi querida Minnie. No podía irme sin hacerme una foto con ella. Cuando llegamos la cola no era muy larga, pero se nos hizo eterna ya que se paraba mucho rato con los niños. Luego también están los que van por la cola de los fast pass, que creo entender que se los dan a aquellos que se alojen en hoteles Disney, por lo que si llegaban a la cola entraban directamente. Pero bueno, echamos algunas risas con los niños que, al igual que con Mickey, algunos lloraban, otros la abrazaban y otros se enganchaban a su vestido y no la querían soltar.
Cuando ya teníamos nuestra foto hecha nos fuimos dirección Fantasyland para montarnos en algunas atracciones que nos quedaban pendientes y de camino nos encontramos con el Pato Donald, pero ahi la foto fue desde lejos, no estábamos para esperar más colas...
Por supuesto durante el camino no podía parar de echar fotos a todos los ángulos del castillo.
Nos montamos en la atracción de los cuentos, donde vas en un barquito a través de varios cuentos Disney en pequeñas dimensiones, muy muy bonito. Y finalmente nos fuimos a montarnos en el tren de Dumbo, mi primera película favorita…
Me encantó el castillo de la ciudad esmeralda
Caminando nos encontramos al malvado Capitán Garfio y a su fiel Smith.
Nos paramos en un par de tiendas para ir comprando ya algunos recuerdos y viendo que se nos acercaba la hora de comer nos fuimos a un restaurante italiano que había en esta zona del parque. En el restaurante había, además de platos sueltos, unos menús consistentes en platos de pizza o de pasta con bebida y postre. Yo pedía pasta y no pude comerme la mitad…sosa y sin ningún gusto… Mientras comíamos vimos una pequeña cabalgata de Ana y Elsa de Frozen, lo que supuso la locura de todas las niñas que estaban a nuestro alrededor y sí, yo no pude evitar cantar a plena voz…let it go, let it gooooooo….
Después de comer nos fuimos paseando hacia Disney Studios ya que se acercaba la hora de nuestro Fast Pass de la Torre de Hollywood, que me gusta esta atracción!
Interiores de la atracción
Y luego volvimos a montarnos en Aerosmith, una pasada! Aprovechamos para hacer fotos de las guitarras y discos firmadas por los Rockeros más célebres
Luego vimos que empezaba el espectáculo de Cine Magique de Mickey, así que viendo que todas las atracciones estaban atestadas de gente y las colas eran de hora u hora y pico, decidimos entrar a ver el espectáculo. Divertido, musical y animado. Trata de un recorrido de Mickey sobre varios cuentos a través de la magia. Nosotros disfrutamos mucho.
Luego nos volvimos a ir a la zona de Ratatouille por si la cola no era muy grande pero si, era de dos horas así que quedó completamente descartado. Nos fuimos a la zona de ToyStory y nos hicimos algunas fotitos.
Seguimos paseando por la zona y nos paramos a tomarnos un café. Poco más había que hacer ya que las atracciones que más nos gustaron estaban hasta los topes de gente y no nos apetecía nada pasar nuestra última tarde en Disney esperando en colas. Así que nos hicimos un par de fotos más y disfrutamos del ambiente.
Decidimos que iba siendo hora de despedirnos del parque Disney Studios que tan buenos momentos nos ha dado y encaminarnos de nuevo hacia Disneyland.
Main Street
Desde luego era inevitable pasar por el castillo y no hacerse algunas fotos.
Nos fuimos a la parte de Adventureland esta vez entrando por la zona de Aladdin, entrando en la atracción, que más que atracción es un pasaje donde vas viendo las distintas partes del cuento.
Volvimos a ir a la atracción de Piratas del Caribe y dimos una vuelta de nuevo por las pocas zonas que no estaban cerradas por reformas.
Intentamos ir a Peter Pan otra vez pero lo dejamos por imposible porque la cola era de una hora. Desde aquí os recomiendo que si cabe en vuestros planes intentad ir al parque entre semana, la diferencia de gente es abismal.
Nos fuimos de vuelta a Fantasyland y aprovechamos para montarnos en el maravilloso carrusel.
Entramos en algunas tiendas y decidimos irnos para la zona del castillo para volver a ver el espectáculo de Disney Dreams. Como era medianamente temprano pudimos coger sitio casi en primera filas y sentados en el suelo, con lo que pudimos disfrutar el doble que el día anterior. Quizás puede que nos gustara hasta más que la primera vez, nos fijamos en detalles que el día anterior no habíamos visto y al estar sentados pudimos disfrutarlo mucho mejor.
Nos fuimos mirando cada dos por tres el castillo para atrás, pues sabíamos que era la última vez que lo veríamos iluminado. Antes de salir volvimos a pararnos en una de las grandes tiendas que hay en Main Street y volvimos a Disney Village para cenar. Nos entretuvimos un poco más de la cuenta en las tiendas y entre que se nos había echado la hora encima y lo cansados que estábamos pedimos en el McDonald para llevar y cenar en la habitación del hotel.
Llegamos, cenamos, ducha caliente y dejamos organizadas las maletas porque ya, esta vez si, era nuestra última noche en el país vecino.