Nos volvemos a despertar a las 5 a m, y me acuerdo de la cena por el dolor abdominal, el picante ha causado estragos en mi estómago.
Esta claro que si queremos aguantar debemos tomarnos este día con más calma. Hemos quedado con nuestros amigos a las 8:00 am para ir la misa gospel en Harlem, así que decidimos ir a desayunar enfrente del hotel Row donde hemos quedado. Es un típico restaurante americano (breakfast and dinner Times Square) donde, la verdad, se desayuna bien. El precio del desayuno parece estandart para todos los locales: 20 dólares.
Nos encontramos con nuestros amigos y emprendemos la aventura. He decidido no sacar la cámara en Harlem para evitar algún que otro susto... más vale prevenir.
Llegamos a la calle 125 en Harlem bastante pronto, sobre las 8:30 y las calles están desiertas. Nos asustamos un poco porque vemos algún que otro colgado por la calle en la puerta de un Chase Manhattan.A parte de éste algún que otro raro más se ve por la calle pero escudándonos siempre en la seguridad del grupo no pasamos miedo. Comenzamos a pasear por la zona buscando una iglesia donde ofrezcan la misa gospel pero las dos primeras están cerradas hasta las 11 am. Consultando mis apuntes encuentro una bastante frecuentada por los turistas españoles: El Greater Refuge Temple, y hacia allá vamos. Unos amables empleados de un parking, hispanos, nos ayudan con sus indicaciones y llegamos sin más contratiempo. Entramos sobre las 9:30 y están realizando una misa “normal”de domingo de resurrección donde también cantan, pero no es el coro Gospel que buscábamos. Dos armarios empotrados de 2 x2 se encargan de ir acomodando a las personas que van entrando. Hay poca gente y nos informan que la misa gospel comienza a las 11. Decidimos quedarnos para no tener luego problemas para entrar luego y acertamos. Se forma una cola considerable y mucha gente se queda sin poder entrar.
La misa Gospel es algo espectacular, te la pueden explicar pero hasta que no la vives no te das cuenta de lo que es. Desde que entran los miembros del coro (en formación), hay magia en el ambiente, y ellos tienen una forma de vivirla que incluso muchos entran en trance. NO es una misa para turistas el 95% de los asistentes son feligreses, pero nos reciben con los brazos abiertos e incluso nos mencionan durante la ceremonia y nos hacen levantarnos para luego pasar la bandeja para las tips ( es voluntario, pero después de ver cómo se arreglan con las mejores galas, cómo sienten las canciones el ánimo de apodera de todos y das de corazón lo que puedes , dimos 20 dólares por barba y parece ser que lo habitual es ser menos generoso). Las canciones son increibles e incluso había una solista que hacía que se te cayeran las lágrimas al escucharla. Sin duda de las mejores experiencias de este viaja para nosotros. No permiten grabar ni fotos y es una pena porque es imposible explicar cómo saltaban y cómo se quedaban como en trance algunos feligreses, cuesta mucho pensar que algo así sea sobre-actuado, es que realmente lo sienten así. Había incluso jóvenes que lloraban a moco tendido por la ilusión del momento o pena por la ausencia de los seres queridos ausentes. Aleluya!


Salimos poco antes de las 13:00 y buscamos sitio para comer. El famoso restaturante Silvya’s estaba a rebosar y con 45 minutos de cola así que nos fuimos al de enfrente “Corner Social”, donde todos los clientes y trabajadores eran afroamericanos. Nos colocaron en un bonito salón en una mesa redonda , donde disfrutamos de la comida en compañía de nuestros amigos. Nosotros degustamos una hamburguesa, y luego compartimos el postre que era bastante generoso y tomamos un café. Nos salió todo por unos 25 dólares por persona.

Tras un breve paseo por la Avda. Malcom X de Harlem (desde la calle 125 hasta las 116), nos dirigimosa la parada de metro de la calle 116 para desplazarnos a Central Park. El paseo es muy agradable, ya que la avenida Malcom X está plagada de gente, tanto locales como turistas Parece el paseo de Gracia de Barcelona. Y nada de inseguridad, en ningún momento tuvimos la sensación de correr ningún riesgo.
Cogimos un tren "rápido" de los que no para en todas las paradas sólo en las principales, y nos bajamos un poco más adelante de lo esperado , en la calle 72. Nuestros amigos fueron a visitar el museo de Historia Natural y nosotros teníamos pensado dedicar la tarde al parque, ya que Silvia había quedado con su primo que vive en Nueva York. Paseamos por la partes sur-oeste del parque, viendo el Lago, Strawberry Fields, el memorial John Lennon, el edificio Dakata, Sheep Meadow, etc, para acabar nuestra visita en Columbus Circle donde hemos quedado con el primo de Silvia. Destacar que en este rato nos calló el único chaparrón que hemos visto durante nuestra estancia en Nueva York. 10-15 minutos que amainaron un poco la calor, que empezaba a ser sofocante. Nos gustó especialmente la zona donde se rinde tributo a John Lennon, donde un guitarrista amenizaba el momento con canciones de Los Beatles.







De 18 a 19:30 pasamos un agradable rato con Rubén y Elena, tomamos algo y paseamos por la zona hasta el Lincoln Center (ellos viven allí al lado). Pero tenemos que dejarles porque hemos quedado a las 20:30 con nuestros amigos para cenar en el Elen Stardust, el famoso restaurante donde los camareros cantan canciones de Grease, Frozen, y otros musicales. Hay una larga cola pero en menos de lo esperado estamos dentro. El precio es algo elevado, pero el espectáculo es bueno. La cena se hace muy amena y agradable y la verdad es que los “camareros” cantan muy bien (parece ser que son antiguos actores de musicales de Broadway). La cena, más bien escasa, más el postre y la bebida nos sale a 170 dólares los cinco (propina incluida), bastante caro, pero la comida era lo de menos.


Tras la cena damos nuestro último paseo por Times Square bajo las luces de neón y la inmensidad del gentío. Parece que a estas horas (sobre las 23:00) hay ya bastante menos gente y no se hace tan agobiante pasear por esta zona. Nos despedimos de nuestros amigos, y tras hacer la maleta nos disponemos a pasar nuestra última noche en la gran manzana. Antes de acostarnos bajo a la recepción del Hotel para sacar las tarjeta de embarque para mañana. Esta vez si me salen asientos contiguos

