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Cuando comentamos a algunos amigos y familiares que nuestras vacaciones de este año iban a ser en Riviera Maya, alojándonos en un hotel todo incluido, no nos creyeron, o cuanto menos se extrañaron. Su respuesta era que ese viaje "no nos pegaba", siendo nosotros de viajar por libre y Rivera Maya el típico viaje que hacen de luna de miel muchas personas que por lo general no vuelven a viajar. Y no les faltaba razón, reconozco que yo también tenía ciertos prejuicios sobre los destinos de caribe, y era de las que decía que no hacía falta hacer tantos kilómetros para ir a la playa. ¿Cómo entonces acabamos allí? Puede decirse que se dieron las circunstancias, y es que cuando uno quiere viajar busca la forma. México y la península del Yucatán llevaban tiempo como posible destino en mi cabeza, y si bien mi preferencia hubiese sido hacerlo por libre, al final fue más conveniente hacerlo por agencia, con un paquete vuelo + hotel. Influyó mucho en la decisión el hecho de que este año no teníamos seguras las fechas de las vacaciones hasta poco tiempo antes, y la posibilidad que nos daba la agencia de hacer cambios o cancelaciones hasta 20 días antes del viaje fue muy tentador. Así que sin pensarlo mucho reservamos para ir una semana a Riviera Maya en septiembre de 2017, y la verdad es que volvimos encantados.
ASPECTOS PRÁCTICOS
AGENCIA Y HOTEL
El viaje lo contratamos con la agencia SIMARTOUR, con buenas referencias en el foro, y debo decir que el trato fue muy bueno, así como las condiciones y el precio. Como se permiten cambios hasta 20 días, en dos ocasiones nos bajó el precio, y también elegimos un hotel diferente al que habíamos reservado en un principio. Elegimos el hotel Grand Sirenis porque leímos que en su playa se podía hacer buen snorkel, y quedamos bastante contentos, tanto con el snorkel como con el hotel, pero ya dedicaré una etapa a hablar del hotel.
Mi idea era estar 9 o 10 días, pero el precio se disparaba mucho en proporción con respecto a quedarse 7 noches, así que nos aguantamos. El tour operador con el que viajábamos era Wamos, del que había leído de todo y nada bueno. Pero al final los vuelos no fueron tan malos como me había imaginado.
DINERO
La moneda oficial es el peso mexicano, que en septiembre de 2017 tenía un cambio aproximado de 21,30 pesos/euro. Para agencias, excursiones y actividades relacionadas con el turismo, suelen aceptar euros o dólares americanos, pero el cambio que te dan normalmente es malo. Tampoco es recomendable cambiar en el aeropuerto, ni en el de Barajas ni en el de Cancún, donde el cambio era de unos 16 pesos/euro. En nuestro hotel cambiaban a 19,20 pesos/euro. Nosotros cambiamos en la Quinta Avenida de Playa del Carmen a 21,17 pesos/euro.
INTERNET Y TELÉFONO
En la mayoría de los hoteles hay wifi gratis, pero en el nuestro no había, el wifi era de pago. En lugar del wifi optamos por comprar una tarjeta SIM mexicana para poner en nuestro teléfono y tener acceso a internet. La compramos en Playa del Carmen, de la compañía Telcel. La tarjeta vale 150 pesos. Con esa cantidad apenas tienes 100 megas, pero recargamos con 100 pesos más, que te daba 500 megas en navegación y 1 giga en redes sociales. En total 250 pesos, unos 12 euros.
Lo único que la cobertura no era muy buena. En la carretera federal y alrededores muy bien, pero una vez te salías de ahí ya regular. De hecho no gastamos ni la mitad de los datos, porque desde la habitación del hotel la conexión era muy lenta.
CLIMA
El Clima en la Riviera Maya es un clima tropical, donde suele hacer calor durante todo el año, con temperaturas medias anuales que rondan los 28 grados durante el día y los 19 grados durante la noche. Los meses más lluviosos son los de julio, agosto y septiembre, mientras los más secos los que van desde noviembre a febrero. La temporada de huracanes va desde junio a noviembre, siendo los meses de septiembre, octubre y noviembre los más activos.
Vamos, que septiembre no es precisamente el mes con mejor clima, tanto por lluvias como por temporada de huracanes. Este año el mes de septiembre ha sido devastador en el Caribe y en Golfo de México, todos hemos oído noticias de los efectos de Harvey, Irma, María… Sin embargo, no es habitual que los huracanes vayan a la península del Yucatán, aunque posibilidades hay. Hace años que no hay un huracán allí, pero el riesgo existe. En cuanto a la lluvia, durante los 7 días que pasamos allí un par de días llovió un poco, un chubasco de 5 minutos, y una tarde sí que llovió en serio, no paró durante más de una hora.
TRANSPORTE
Pensamos alquilar coche, pero a mi marido le daba un poco de respeto, así que tiramos de transporte público, las famosas vans que recorren la carretera federal desde Playa del Carmen hasta Tulum, y de excursiones con taxistas recomendados en el foro.
Las vans nos parecieron muy cómodas y seguras. No tienen paradas fijas, salvo en Playa del Carmen (calle 2, entre las avenidas 15 y 20) y en Tulum. En la carretera paran cuando ven a un pasajero. Normalmente te hacen luces y si te vas a querer montar les levantas la mano y se paran. Lo habitual es que el conductor te ve a ti antes que tú veas la van. El precio es bastante económico. De nuestro hotel a Playa del Carmen 40 pesos por persona. Al hotel Barceló 25 pesos, y a Akumal, 20 pesos.
TASAS DE SALIDA DEL PAÍS
Para salir de México se pagan unas tasas de 70 euros o 1350 pesos mexicanos. Normalmente los billetes de avión tienen esa tasa incluida, y no hay que pagar nada a la salida. Pero los paquetes turísticos de Wamos y de Evelop no la incluyen, supongo que para que parezca que el viaje sale más barato. Por lo que hay que pagar esa cantidad, en euros o pesos en efectivos, en la cola de facturación si se viaja con estas compañías. Si se viaja con un paquete de Air Europa las tasas ya están incluidas, igual que si se ha comprado un billete fuera de paquete vacacional de vuelo + hotel.
LO QUE HICIMOS
Teníamos claro que no íbamos a estar todo el día en el hotel, ya que íbamos a hacer tantos kilómetros queríamos ver cosas. Y en cuanto empecé a indagar sobre todo lo que se podía hacer allí me agobié porque no me iba a dar tiempo a hacer todo lo que yo quería. Pero me duró poco el agobio, hasta que me recordaron que iba de vacaciones, y que había que disfrutar. Así que me hice una lista con los imprescindibles, consciente que solo iba a visitar una pequeña muestra de todos los atractivos turísticos de la zona.
Finalmente hicimos lo siguiente:
Día 1: Llegada al hotel, cena y a dormir.
Día 2: Playa del Carmen en van y tarde haciendo snorkel en el hotel.
Día 3: Parque de cenotes Kantun Chi en van y tarde haciendo snorkel en el hotel.
Día 4: Excursión a Chichen Itza, cenote Ik Kil, Ek Balam y Valladolid, contratado con Gaspar Osorno.
Día 5: Hotel (se supone que era descanso, pero no paramos).
Día 6: Excursión a Tulum, Playa Paraíso, Gran Cenote y Cobá, contratada con Andrés de la Mora.
Día 7: Playa Akumal en van y tarde en el hotel.
Día 8: Mañana haciendo snorkel en el hotel hasta que nos fuimos al aeropuerto después de comer.
¿Te vienes al paraíso con nosotros?
VUELO Y LLEGADA
Nuestro vuelo estaba programado a las 14 horas desde Barajas. La facturación para los vuelos de Wamos al Caribe abre 4 horas antes, así que poco después de las 10 de la mañana estábamos en el aeropuerto. No queríamos llegar muy tarde porque no llevábamos reservado asientos (lo dejamos para el último día y solo se puede reservar hasta 72 horas antes) y queríamos asegurar que nos sentasen juntos.
El vuelo salió puntual y fueron 10 horas muy largas. La comida, bueno, digamos que pasable. Pedimos menú sin lactosa, y nos pusieron pescado con guarnición de verduras y patatas y una ensalada, que no nos tomamos con una cerveza. Dos horas antes de llegar nos dieron un pequeño bocadillo.
En el aeropuerto de Cancún recogimos las maletas y pasamos por el semáforo de la aduana, que salió verde, así que no tuvimos que enseñar las maletas. Fuera estaban esperando con un cartel de Wamos y nos indicaron cuál era nuestro autobús para ir al hotel. La primera sensación fue de calor y humedad, ya estábamos en el Caribe.
Tardamos como una hora en llegar a nuestro hotel, el Grand Sirenis. Por el camino nos explicaron algunas cosas sobre excursiones y consejos básicos para disfrutar de Riviera Maya. A nosotros ya nos sonaba todo, que lo llevábamos muy bien estudiado por el foro. El check in fue rápido para la cantidad de gente que había. Nos pusieron la “pulsera del poder” y nos llevaron a la habitación, que era enorme, diría que más grande que la planta baja de mi casa. Lo que más me gustó fue la cama, enorme y muy cómoda, y la bañera de hidromasajes. Pero no había tiempo para descansar mucho, que teníamos que ducharnos para ir a cenar. Con el mapa en la mano llegamos a uno de los restaurantes buffet, que en realidad no estaba lejos, pero al principio cuesta orientarse. Comimos con poco apetito, estábamos muy cansados, pero para un primer contacto con la comida y la cerveza mexicana estuvo bien. Antes de irnos a la habitación paramos en el bar del lobby para tomar un cóctel. Y a la cama, que allí eran las 10 de la noche, pero para nuestros cuerpos, que se habían levantado por el horario español, eran las 5 de la mañana.
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