Como todos los días nos levantamos agotados... iba pesando el paso de los días... buff!!
Hoy, en el desayuno aprovechamos para prepararnos algo de picnic (unos bagels de philadelphia y jamón y unos platanitos) ya que era sábado y festivo y queríamos sentirnos como auténticos neoyorquinos en Central Park.
Antes de llegar a Central, hicimos una paradita en el MOMA. No somos mucho de arte moderno pero sí me hacía ilusión ver "Noche Estrellada" de Van Gohg y alguno de Warhol. Así que entramos, los vimos y dimos una vueltecita por allí... La experiencia me reafirma en que no entiendo el arte moderno...

Estuvimos viendo la zona de The Pond (que en invierno es pista de patinaje y ahora había montada una feria) y recorriendo el parque hasta llegar a Bedesha Gardens... Donde tumbado en la fuente había un tipo igualito a Jack Sparrow... jejejeje.
De ahí, echamos a andar por el parque hasta llegar al Museo de Historia Natural (de camino pasamos por el Bow Bridge que ha aparecido en tantas películas). Yo ya había estado en el Museo en mi anterior viaje a NY (mi marido no), pero la verdad que después de ver Noche en el Museo tenía otra gracia verlo. Estuvimos curioseando por allí hasta casi la hora de comer.

Salimos, y pasamos por el edificio Dakota y fuimos a ver Strawberry Fields, que ese día tenía colocadas unas flores preciosas. Ya apretaba el hambre así que buscamos una zona bonita para hacer el picnic (mi marido quería que estuviesemos frente a algún laguito) así que finalmente nos colocamos frente a la zona en la que se hacen las competiciones de barquitos teledirigidos.Colocamos la toalla, sacamos el picnic e hicimos un poco de siesta como los centenares de neoyorquinos que había por todo el parque.
Ya descansados, fuimos a buscar la estatua de Alicia en el País de las Maravillas que estaba llena de niños que trepaban por ella.
De ahí fuimos a dar una vueltecita por el Metropolitan, que la verdad es que impresiona bastante y ademas ese día habría hasta más tarde. Ya estabamos algo cansados así que de ahí nos acercamos a ver el castillo de Belvedere y cojimos un taxi para ir al hotel.
Nos dimos un bañito rápido en la piscina y nos arreglamos para ir a ver los fuegos artificiales del 4 de julio. Se disparaban entre las calles 40 y 50 en el lado del río que da a Nueva Jersey así que desde el hotel cojimos la 47 y echamos a andar hacia el río. Había un montón de gente que iba para allá y cuando llegamos, la policía ya no dejaba acceder a la zona del río. Nooooooo, que mala suerte, tenían las calles cortadas y ya no dejaban pasar cerca... Justo en ese momento íbamos a situarnos allí, ya que al ser fuegos artificiales algo veríamos cuando vimos que volvían a abrir las calles. Así que echamos a correr y cogimos sitio. Ahí estábamos todos apretados y con unas ganas de que empezara ya... era como estar en fallas casi (yo que soy valenciana

Empezó el castillo, o los castillos, ya que frente a cada calle tiraban uno idéntico con lo cual, estuvieras en la calle que estuvieras, lo veías bien. Primero con mucho blanco, rojo y azul americano y luego ya un poco de todo. Como valenciana y fallera y amante de la pirotecnia me fui contenta del castillo, así que es buena señal!



Nos comimos un perrito caliente al terminar y paseito de vuelta al hotel y a dormir... ya era nuestra penúltima noche... que penita
