Llegué a Bishkek pasadas las 4:00 de la mañana, hice un early check in en Silk Road Lodge (hotel muy recomendable, bien situado y buen desayuno buffet con comida local y rusa), descansé un poco y me fui a visitar la ciudad. Había leído que no había mucho que ver, pero creo que siempre se puede encontrar algo. Además, me gustan las ciudades ex-soviéticas, creo que a pesar de ser “feas” son muy interesantes desde el punto de vista histórico. Cierto es que la capital kirguís parece más un pueblo que una metrópolis ex comunista, con muchas casas bajas y donde las avenidas tampoco son excesivamente anchas, al menos en comparación con Tashkent. Sí que destaca en este sentido la plaza Ala-Too (lástima que el museo de historia estaba cerrado), pero el resto es bastante agradable para pasear, porque hay muchos parques y zonas arboladas. Estuve todo el día andando por la ciudad, llegando a Osh bazar, donde destacan los productos lácteos y los frutos secos. Para cenar, primer plato típico, Besbarmak, unos tallarines con carne de caballo.
