Día 3: Dom 22sep13 Giza, Saqqara y Memphis ✏️ Diarios de Viajes de EgiptoDespués de muchos años de espera, el momento había llegado: iba a conocer las pirámides de Giza en vivo y en directo, con mis propios ojos. Aunque ya había tenido un primer acercamiento porque mi hotel estaba ubicado frente a ellas, y desde la...Diario: Egipto 2013⭐ Puntos: 4 (1 Votos) Etapas: 9 Localización: EgiptoDespués de muchos años de espera, el momento había llegado: iba a conocer las pirámides de Giza en vivo y en directo, con mis propios ojos. Aunque ya había tenido un primer acercamiento porque mi hotel estaba ubicado frente a ellas, y desde la terraza podía ver a Keops y Keffren. No muchos hoteles en el mundo pueden alardear de tener una vista mejor, la única maravilla del mundo antiguo que sigue en pie. Había acordado con Samar encontrarnos en el lobby del hotel a las 8 am para partir, por lo que bajé a desayunar a las 7 am, me senté a esperar y ella llegó a las 8:45 am y el conductor estaba retrasado. Yo estaba muy impaciente... le dije para tomar un taxi y adelantarnos pero me pide esperar 10 minutos... al final salimos a las 9:30. Ya en el auto, decido olvidarme del tema porque por estos días no habían muchos turistas en Egipto y no había forma que nos quedáramos sin entrar a las pirámides por esa misma razón. De acuerdo con el mapa que tenía en la Lonely Planet, la entrada al complejo estaba a poco más de 1 km del hotel pero el conductor había tomado una ruta que se me hacia extraña. De pronto, Samar me dijo que el complejo es demasiado extenso y que lo mejor era tomar un carruaje a caballo que me costaría unos LE 350. Inmediatamente le dije que no había forma, que vayamos a la entrada principal y que quería hacer el recorrido a pie, que ya había leído sobre el circuito (e implícitamente, sobre estos trucos para hacer que los turistas gasten más dinero). Accedieron y dimos media vuelta. Durante el trayecto, Samar me dice que las Lonely Planet no contienen información correcta, que engañan a los turistas y que no están actualizadas. No le di la contra para no tener un confrontamiento (yo creo ciegamente en las Lonely Planet porque las he utilizado en muchos viajes a diferentes sitios con excelentes resultados) pero le pedí que las decisiones las tomemos antes de hacer algo y con mi aprobación. Llegamos a la entrada del complejo, pagamos las entradas y ya estábamos dentro... de inmediato, se divisa la imponente Keops... y los miles de vendedores de recuerdos y paseos a caballo y camello. Todos ofrecen fotos, sonríen y me preguntan si soy de España, México, Argentina o Italia. No les respondí, sólo sonreí, me negaba con la cabeza y seguimos avanzando. Antes de realizar el viaje, yo había leído bastante sobre lo insistentes que pueden ser los egipcios que buscan vender recuerdos, dar paseos en camellos o ofrecer tomar fotos, todo a cambio de una cantidad de dinero. Debido a la caída del número de turistas, esta situación era aún más intensa y lo empezaba a padecer. Sin embargo, sabía que no era su culpa, ellos estaban acostumbrados al comercio y necesitaban vender algo para subsistir. Aunque no compré nada al inicio, después de haber recorrido los puntos de interés, acepté comprar algo pero no sin antes haber regateado el precio varias veces. Esto es casi obligatorio en Egipto, ya que los precios iniciales son, por mucho, bastante exagerados. Felizmente, el sol de esa mañana no fue demasiado intenso, hacía mucho calor, pero no sentía que era sofocante. Igual, estaba muy bien abastecido con botellas de agua y bloqueador solar. A pesar que no era muy temprano, no vi muchos turistas, sólo unos cuantos y muchos egipcios me siguen con sus camellos, postales y recuerdos. Traté de no inmutarme pero es harto difícil. Llegué al pie de Keops y Samar me cuenta la historia de este faraón, todo era fantástico, incluso sin tener una guía hubiese disfrutado mucho de sólo contemplar este lugar. El estado de conservación de la pirámide es bastante bueno, sobretodo considerando que en pleno desierto, la erosión provocada por la arena a lo largo de tantos años debe ser brutal. Sinceramente, creo que el dios Horus la protege. Caminamos hacia Keffren (la única pirámide cuya punta muestra una cubierta algo erosionada por el paso de los años) y entré a la cámara del sarcófago. Antes de ingresar, dejé mi cámara fotográfica afuera, con Samar. Con un poco de intriga, bajé hasta un nivel y luego volví a subir... finalmente, la cámara estaba allí, una inscripción en la pared que decía "Belzoni.2.mar.1818" y un sarcófago abierto al fondo... y su risueño guardián. Un egipcio un poco gordito, con bigotes, que me cuenta una historia en 1 minuto y casi de inmediato me dice que las fotos con celulares son permitidas. Es más, él mismo se ofrece a tomarme las fotos que quisiera y hasta sugería posiciones. Al final, la propina de rigor. Le ofrezco LE10, pero sonríe y me dice "more, more" me río y le digo que está bien, pero insiste. Le doy LE 5 más y me dice "little, little" y de la risa le doy LE 5 más. Le digo "no more" y me fui. Antes de eso, me pide que no diga nada al salir y también me pide que le invite chicle. Increíble que dentro de un lugar tan memorable, haya encontrado semejante bufón... demasiado curioso. Caminamos entre las piramides de Keops y Keffren por un sendero asfaltado, y un poco más alejada veo la pirámide de Miccerino, la más pequeña de todas. A medida que vamos llegando a la parte baja del complejo pude ver la cabeza de la Esfinge, en ese instante, dándome la espalda. Esta manestuosa escultura con cuerpo de león (fuerza) y cabeza de humano (inteligencia) había sido construida por el faraón Keffren para resguardar su tumba y los tesoros que allí se enterraron. El paso de los años ha marcado de diferentes formas a la Esfinge, se le ve un poco desgastada, le falta la nariz, pero con todo y eso, es uno de los monumentos más icónicos de la humanidad. Caminamos entre los pasillos del templo al pie de la Esfinge y rápidamente ya estaba casi cara a cara, muy cerca de ella. Me senté un buen rato a contemplarla, a contrastarla con las pirámides, muchas fotos, en solitario, con el fondo de Keops, con Keffren, con Keops y Keffren, con Miccerino también. Quizás esa iba a ser la última vez que vería esta maravilla mundial pero tenía que avanzar, así que después de varios minutos y con mucha pena, me despedí. Salimos del complejo (esta salida estaba justo frente a los locales donde nos quisieron abrochar el paseo a caballo) y abordé el auto de Mosaad para dirigirnos hacia Saqqara. Salir de la zona de Giza fue un poco fastidioso, ya habíamos pasado el medio día y los niños salían de las escuelas, lo cual hace que el tráfico sea más intenso. No tenía muchas ganas de almorzar aún pero Samar sugiere que lo hagamos antes de llegar a Saqqara, en un local cercano. Un poco indeciso acepté, pero cuando llegamos al local mis dudas se confirmaron: me habían traído a un bodrio. Según la guía de Lonely Planet, el presupuesto medio (no el más económico) en un restaurante recomendado puede estar entre LE 15 y 55, pero fue grande mi sorpresa cuando este local, en medio de un corral lleno de arena, delimitado por sucios trapos colgantes me ofrecía casi atropellando un menú por LE 60 cada uno. Revisé mi libro rápidamente y en efecto, no tenía por qué pagar esa suma en lugar que además, no me daba confianza en cuestiones de salubridad (y sabía que en Egipto es común intoxicarse). Hablé con Mosaad y Samar y les dije que quería seguir sin almorzar. No insistieron y nos fuimos. Llegamos a Saqqara después de unos 15 minutos, pagamos el ticket de ingreso y a la entrada del templo vi un grupo de 4 hombres vestidos con túnicas y sentados de forma despreocupada. Cuando vieron que nos acercábamos, cada uno tomó su posición, uno me ofreció postales, otro réplicas de las pirámides (todas "Made in China") y un tercero vendiendo no se qué. Avancé derecho y escuché lo que Samar me contaba, frente a las columnas que soportan la estructura del templo. Caminamos unos pasos más y ya estábamos frente a la pirámide escalonada de Saqqara. Era increíble saber que la construcción de esta pirámide les tomó 10 años a los antiguos egipcios y para lograrlo, ellos tenían un campamento donde pasaban la noche para trabajar la mayor cantidad de horas posible. A lo lejos, se ven otras pirámides, que no visité. Bajamos de la parte alta del complejo y de pronto, cual Lawrence de Arabia, aparece el cuarto personaje de la entrada montado en un burro... me dijo que su nombre (no de él, sino del burro) era Ramses. Sonreía mucho y me hizo recordar al burro de Shrek (no su burro Ramses, sino él!) y se cuadró entre mi cámara y la pirámide, la cual estaba tratando de colocarla para accionar el modo de autodisparador. Le dije que por favor me deje en paz, pero era muy insistente e incluso me tomó del brazo para que le tome una foto. Allí perdí la paciencia y le dije casi gritando que se vaya y que no le iba a dar ni un centavo. Su tono bajó completamente y casi rogando me dijo que necesitaba comprar comida para Ramses. Allí se acabó la aventura en Saqqara, felizmente, ya casi habíamos terminado. Subimos al auto y nos fuimos a Memphis. En el camino iba viendo un barrio bastante humilde, no era lo que me imaginaba como vecindario de un museo o atractivo turístico, pero era lo que era. Las calles no estaban asfaltadas, había mucha basura, negocios informales, gente de bajos recursos económicos... me dio mucha pena que un país con un legado histórico y cultural tan rico, no haya podido darle mejor calidad de vida a su población. Al poco rato, llegamos a Memphis, compramos los tickets, pasamos por una reja con un par de vigilantes y recorremos el patio donde tenían esculturas originales del faraón Ramses II, una esfinge pequeña, algunos dioses y accesorios, pero el plato fuerte estaba dentro de un pequeño edificio de 2 pisos: una estatua de Ramses II a una escala 1:0,1 (10 veces más que lo real) por lo menos! El nivel de detalle alcanzado era impresionante, el rostro, los brazos, las manos, todo. La estatua estaba colocada de forma horizontal sobre el piso, y aunque le faltaban las piernas, su tamaño es bastante masivo. Ya eran más de las 3 pm y después de esta visita, me llevaron de vuelta al hotel. En el camino, le pregunté a Samar sobre el afamado algodón egipcio. Para estos días, un supermercado en Lima ofrecía el canje de juegos de sábanas de algodón egipcio por una cantidad de puntos y algo de dinero. Samar me dijo que conocía un lugar donde podría conseguir estas sábanas a buen precio y como estaba de camino al hotel, acepté visitarlo. De todos modos, yo estaba alerta de cualquier otro intento de sacarme algo de dinero de más, por lo que estuve muy atento a la oferta. La tienda, en efecto, estaba bastante bien surtida, tenían camisetas, camisas, ropa para mujeres, niños, sábanas, de todo. La vendedora fue muy amable y desde el principio me dijo que no mire los precios porque toda la tienda estaba con 50% de descuento y algo adicional por volumen. El tema era que fue inevitable darse cuenta que los precios originales de por sí, ya eran demasiado elevados y aún aplicando todos los descuentos posibles seguramente obtendríamos los precios habituales en cualquier otro lado. Decidí no comprar nada y regresar al hotel a descansar. Esa misma noche, ya en el lobby el hotel, decidí revisar el estado del vuelo que tenía programado para la mañana del martes. El boleto comprado desde Lima decía que debía salir desde El Cairo a las 4 am con destino a Aswan, vía Egyptair (la única aerolínea que hace vuelos locales). Allí tuve un gran susto al ver que el estado del vuelo decía CANCELLED pero rápidamente me recuperé cuando vi que me habían cambiado el horario al vuelo de las 7 am (un horario mucho más conveniente, dado que el gobierno impuso toque de queda en la ciudad). Hago el check in, y al día siguiente pasaría a decirle esto al conductor, para que me busque a las 5 am el martes. A partir de ese día, decidí revisar al menos 3 días antes el estado de los otros vuelos que tenía para este viaje. Índice del Diario: Egipto 2013
Total comentarios: 1 Visualizar todos los comentarios
📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 0 (0 Votos)
CREAR COMENTARIO EN LA ETAPA
Diarios relacionados Faraónico Egipto
15 días en Egipto en Agosto-Septiembre 2019. 7 días en Luxor, crucero y 4 en El Cairo. Diario preferentemente visual, y largo. Tiene mas de 1500 imágenes.
⭐ Puntos 4.88 (16 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 121
EGIPTO EN 8 DIAS, CRUCERO + CAIRO
8 días en egipto con mis padres, 4 noches de crucero por el Nilo y 3 noches en el Cairo, con...
⭐ Puntos 4.60 (15 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 105
EGIPTO CIVILIZACIÓN PERDIDA
17 dias en Egipto en los que visitamos El Cairo alojandonos en el hotel Le Meridien,visitando las piramides de Giza,la gran esfinge,despues vamos a...
⭐ Puntos 4.75 (52 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 72
Egipto en fotos: Crucero Nilo + El Cairo
Viaje organizado: 4 días por el Nilo visitando sus templos y un poblado Nubio, y 3 días...
⭐ Puntos 5.00 (16 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 58
Dos Mujeres y un Viaje a Egipto
Mi hija de 21 años y yo, de 55, acabamos de volver de una experiencia de 14 días por Egipto...
⭐ Puntos 4.86 (7 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 56
Galería de Fotos
|