SANTA MARIA DELLA PACE, RAFFAELO Y UN CAFE EN NAVONA ✏️ Diarios de Viajes de ItaliaRECORRIDO DESDE PIAZZA NAVONA HASTA LA VIA DELLA PACE. VISITA A SANTA MARIA DELLA PACE. LA OBRA DEL BRAMANTE Y DE RAFAEL SANZIO EN LOS 500 AÑOS DE SU NACIMIENTODiario: ROMA: ETERNA E INFINITA⭐ Puntos: 4 (1 Votos) Etapas: 12 Localización: ItaliaHomenaje. En el "rione" Ponte se esconde, deliberadamente, encerrada tras un ángulo de Piazza Navona y la Via dei Coronari: La Via della Pace. Sólo se accede a ella como a un misterio que se revela ante pocos y elegidos. Siempre con Madonnas piadosas pendiendo de cada esquina, únicas testigos de tamaño privilegio. Nada llama la atención como para detectar el recorrido del angosto pasadizo. Puro azar. Pocos, osados y benditos, aquèllos a los que el cansancio no desanima, la desorientaciòn no asusta y gozan la certeza de las sorpresas que Roma depara a quienes la adoran como a una diosa pagana. Pasaron muchos años desde aquella primera vez a la que le siguieron muchas en las que los escasos trescientos metros ( si es que llegan a ser tantos) se recorrieron religiosamente. Tributo a esa mezcla de belleza absoluta, naturalidad y frescura urbanas, elegancia congénita, estirpe imperial. Sin pedir permiso ni contar con manual de instrucciones, buscaba yo acceder por fin el interior de la iglesia que da nombre a la breve callecita. Fue el momento oportuno. Las celebraciones de fin de año me garantizaron que todas y cada una de las iglesias de la Eterna estuvieran irremediablemente abiertas como para sacarse las ganas de verlas mientras vestìan su mejor gala navideña. Una tentación a la que se sucumbe a cada cuadra, en cada curva. Una escapada sistemàtica del recorrido previsto. Cruce de vereda a la otra con la falaz excusa de "son sòlo cinco minutos". Y una desapacere entre columnas de màrmoles de colores infinitos, volutas, estucados en dorado intenso, esculturas de bulto y en conjuntos y terciopelos, mucho terciopelo. Hasta se detecta, de fondo, la mùsica. Tras un infaltable pino iluminado y su pesebre, ese cilindro precedido por un semicírculo de columnas de capiteles toscanos que forman el pronaos, dejó paso a una catarata del barroco del que Roma hizo de deliberado mecenas. Los cinco minutos se extendieron automàticamente. De las fauces de la extraña curva que genera el cuerpo perfecto y circular de Santa María della Pace, increíble "tempietto" obra de Donato Bramante, nacido en la pròspera Urbino dominada por los exquisitos Duques de Montefeltro que cobijaran la vida, la belleza y la paleta de Rafael. Il Bramante, luego de diseñar en Milàn - entre otras- Santa Marìa delle Grazie donde La Ultima Cena lucha por sobrevivir en el tiempo, fue personero de la llegada del alto renacimiento a la Città con esta obra terminada en 1504. De ella sale este pasadizo ancho y adoquinado que se interrumpe apenas inicia, la Vìa della Pace. Tras el arco de columnas del siglo XV - levantado sobre "Sant`Andrea d`Aquarizariis"- se accede a una superficie pequeña, breve pero despampanante. El barroco llega a aplicarse en el 1600 a la obra del Bramante con su nave corta rematada con tribunas y una cùpula apoyada por sus nervios sobre un tambor octogonal. Pero la obra pura del nacido en Urbino permanece intacta en el claustro de doble planta, estrictamente renacentista, soportado por pilastras y arco de medio punto en el primer nivel y arco interrumpido por columnas delgadas en el segundo, al estilo de los venecianos Sansovino o de Palladio, pero en Roma. Desde allì, la plaza de la propia iglesia que marcara època en cuanto a la intervenciòn urbanìstica que su edificaciòn significò hasta incluyendo la demoliciòn de viviendas, se recorre con serenidad la Vìa della Pace. Vale mencionar que el diseño de la zona - a cargo de Pietro da Cortona- ha pasado a denominarse por su creatividad y magnitud, que es justamente lo que hace de ese rincòn una maravilla, Plan Urbanìstico de Santa Marìa della Pace. Cuando una se aleja de la chiesa, tienta siempre admirarla a distancia y es cuando se lee en torno de su arquitrabe, tomado del Salmo 72, " MONTES SUSCIPIANTES PACEM POPULO ET COLLES IUSTITIAM" ( Las montañas traeràn paz al pueblo, y las colinas, justicia) . Clara alusiòn a las montañas del escudo de armas de la familia Chigi - banqueros de Siena- de la que provenìa Alejandro VII. Añádase que la Capella de la familia, coronada con los frescos de las sibilas pintados por Rafael, fue edificada por encargo del tesorero de la Santa Sede de entonces, Agostino Chigi. Tambièn se detectan sin dificultad motivos de hojas de roble en la fachada, clara alusiòn a otro de los elementos del emblema Chigi, aunque en ello coincidìan los Della Rovere. Y recuerdo Enteramente tapizada de enredaderas de tatos colores como estaciones, cataratas de Santa Rita - si fuera tiempo - y animada por las diminutas trattorias en las que los mejores "spaghetti alle vongole" esperan las veinticuatro horas. Otro pequeño escenario para esta indiscutible Babel. En particular, ostentaba en una esquina - y duele usar el tiempo pasado- el afrancesado "Caffé della Pace". Un buen sitio para ver pasar la vida desde alguna de sus pequeñas mesas circulares apoyadas tambaleando sobre adoquines. O dentro, entre esculturas nouveaux de bronce portando globos de cristal esmerilado, señalando la antigua y brillante barra de madera coronada de un espejo amarillento y biselado en el que verse reflejada era una prueba de que una no imaginaba nada. Roma es de los sitios en los que todo se ve cerrando los ojos. Es entonces cuando se la escucha. Y se la huele. Una sinfonía de lenguas , apenas algunas reconocibles, y bocin de vespettas, bullicio de locales y bárbaros, voceadores de castañas que dejan el aroma del tostado, macizos de peperoncino secàndose al sol implacable, el roce del metal de las corazas del desfile de las tropas en la Vía de los foros Imperiales, los cascos de las cuadrigas golpeando las piedras del Circo Massimo o el de Diocleciano, el clamor de Vittorio Emanuelle desde lo alto del monumento a la Patria custodiando el famoso balcón del Palazzo Venezia, el saludo de Marco Aurelio ecuestre desde el Campidoglio, los bramidos de los gladiadores desde el Colosseo, el golpeteo del mármol de los escultores, la oraciòn dentro del Ara Pacis Augustae, el rezo de las Vestales desde sus templetes o el silencio absoluto del Tévere que corre veloz y solitario. Santas y santos, emperadores paganos y fieles, papas guerreros y nepotistas, le ponen volúmen y melodìa a la ciudad que siempre ha existido y jamás dejará de estar allí. Pero el Café della Pace ya no existe. Una obra de claro corte reformista informa este enero , sin posibilidad de error, que los grandes ventanales ya no dejaràn escapar las luces ambarinas, y que sus muros sepias y antiguos de los que los sarmientos y las raíces se habían apropiado mucho tiempo atrás, nos mostraràn la próxima vez otra fachada como aquélla que tantas veces hizo las veces de escenografía de ratos memorables. Mi peregrinaje no tenía más misión que constatar que el Cafè estaba donde lo habíamos dejado la última vez. No es , acaso, maravilloso regresar a sitios entrañables y dejarlara jurarse volver por èllos. Es lo que hace que una se apropie de tiempos y espacios. Tener motivos para regresar una y cien veces los hace infinitos, perpetuos. En esto de moverse en el mapa nos mueve una inmensa espiral que lleva de un sitio a otro, de historia a historia, de un tiempo a otro aunque abismalmente distantes. Un hilo conductor dibuja caminos que unen, siempre, Roma con Santiago. La brùjula anònima y caprichosa nos desliza el dedo al elegir destinos y siempre, pero siempre, hay en uno un trozo de otro, un motivo para regresar, un hilo conductor. Volverè a Roma y Santa Marìa della Pace se exhibe a sabiendas como una de las cumbres de la creatividad, la libertad expresiva, la belleza más exquisita. Una perfecta creaciòn, de las que consagran. Al gótico abrumador que la península ajustò a su caprichosa forma, y a un renacimiento majestuoso que acompañó el regreso de los papas a la ciudad disputándose el mecenazgo de los colosos con Firenze, le siguió un barroco teatral. Único. La exacerbaciòn del poder, de la opulencia, de una ciudad que recuperò lo que la barbarie medieval le habìa arrebatado. Preponderancia. Urbe et Orbi. Y el Bramante, antes que dedicarse a San Pedro, marcó la historia con el diseño de Santa María della Pace. Casi escondida, como atrapada en este ciudad que no quiere desaprovechar su preciado espacio, se sitúa el templo que - me pregunto - dió forma al barrio o se adaptó a él. Lo cierto es que encajan como en una maquinaria, con perfección. Como todo por aquí. Se ajustan, se amoldan, como si una y otro hubieran sido contemporàneos. Para evitar la multitud de Navona, basta con abrazar Santa María della Pace y escaparse por aquella piazzeta inolvidable en la que cenara Julia Roberts. Y ya. Aunque el Caffé della Pace ya no espere en la esquina con luces ambarinas, la música ligera y el bullicio de quienes indefectiblemente íbamos por él, permanece el altar en el que no se tributa ningún sacrificio. Seguimos in viaggio. Índice del Diario: ROMA: ETERNA E INFINITA
📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 0 (0 Votos)
Diarios relacionados Su cumbidu, Cerdeña - agosto 2.017
Tour de 12 días por Sardegna
⭐ Puntos 4.09 (11 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 904
Sicilia en una semana
Viaje por Sicilia con coche de alquiler durante 1 semana. El viaje lo hemos realizado 4 adultos.
⭐ Puntos 3.50 (2 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 585
Dolomitas en familia, un pequeño bocado en 15 días
Nuestra aventura italiana en los Dolomitas occidentales en 15 días con...
⭐ Puntos 4.95 (37 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 451
Italia y sus pueblos-2018/2019/2023
DAROS A CONOCER LOS DISTINTOS LUGARES DE ITALIA, UNOS MAS CONOCIDOS QUE OTROS PERO IGUAL DE...
⭐ Puntos 3.25 (4 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 419
Turín en 4 días de abril de 2024
Viaje a la capital del Piamonte: Museos y plazas
⭐ Puntos 3.00 (2 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 290
Galería de Fotos
|