Ya que el avión pasaba por Paris, decidimos no hacer trasbordos y quedarnos un par de noches.
Que se puede decir de Paris que no se haya dicho ya???? Paris tiene algo especial, indiscutiblemente. Es imposible no enamorarse de esa ciudad de espacios enormes, monumentos fabulosos, arte, cultura, historia, gastronomía, fashion…… y más.
Para ir del aeropuerto a la ciudad tomamos el micro ROISSYBUS que termina en la Opera Garnier, muy cerca del departamento que teníamos reservado, pasa cada 15/20 minutos, el billete lo vende el conductor, tarda 1 hora en llegar a la Opera (ojo que son datos del 2014).
Nos alojamos en APPARTEMENT LES SUITES PARISENNES, cerca de La Madelaine, no muy espacioso pero con todo lo necesario, dos camas muy cómodas, sofá, televisor, artículos de cocina, microondas, etc. Excelente. Ubicado en un lugar céntrico y una calle muy tranquila. Muy recomendable.
Nos encanta caminar, recorrer caminando todo lo que se pueda de cada sitio al que vamos. Paris es enoooooormeeeeee, teníamos sólo un día y medio y no era la primera vez que pasábamos por ahí, así que no tomamos casi ningún transporte, ni entramos a ningún museo, y muchas de las visitas típicas de esa ciudad no las hicimos.
Llegamos al departamento cerca del mediodía, por lo que sólo aprovechamos la tarde, y encima el clima estaba de lo más desapacible, bastante nublado y muy frio. El recorrido que hicimos fue:
Iglesia de la Madelaine: La escultura que representa la Asunción de la Magdalena y la cúpula son impresionantes.

Ópera Garnier: Pagamos la entrada para conocerla por dentro. Lujo increíble, sobre todo en los foyers, la escalera, la sala, la terraza, todo de una belleza increíble. No hay que perderse la pintura que rodea la araña de la sala, obra de Marc Chagall.

Desde los balcones se ve el Café de la Paix, famoso y lujoso, no entramos en viajes anteriores ni en este, yo me di el gusto de entrar a tomar un capuchino en el 2018 y en ese momento al menos el precio era el doble que en cualquier otro café, pero igual sólo por verlo por dentro valió la pena.

Galerías Lafayette: La galería en lo que se refiere al aspecto comercial es impresionante, pero a mí personalmente lo que más me gustó fue la cúpula. Subimos a la terraza para ver las vistas de Paris desde ahí, hermoso, lástima que empezó a llover y no pudimos disfrutar mucho tiempo porque tuvimos que correr adentro a resguardarnos del aguacero aprovechando para tomarnos un capuchino.

Después nos fuimos a darnos un gusto que cuando uno va a Paris por primera vez o con poco tiempo no puede darse el lujo, porque no son precisamente los lugares más emblemáticos de la ciudad, pero como para nosotras no era la primera vez, no queríamos dejar pasar la oportunidad. Se trataba de dos bocas de metro muy peculiares. Una de la estación PALAIS-ROYAL MUSEE DU LOUVRE, que se conoce con el nombre de El Quiosco de los Noctámbulos y está hecha de perlas de cristal de Murano coloreadas.

La otra que queríamos conocer era la boca de la estación ABESSES (MONTMARTRE) que tiene la famosa marquesina, que se muestra en casi todas las fotografías que hacen referencia al metro de Paris que dice METROPOLITAIN.
