Resulta básico visitar la Basílica de Guadalupe en un viaje a Mèxico.
Quizás muchos españoles relacionen a esta virgen von la del célebre monasterio del municipio homónimo en Cáceres.
La llegada a América de los primeros soldados españoles produjo que se consagraran al cristianismo lugares que antes habían sido paganos, como la región del Tepeyac donde antes se veneraba a la diosa madre Tonantzin. Este territorio fue entregado al conquistador Gonzalo de Sandoval, que provenía de Medellín, cerca de la comarca de las Villuercas, donde se encuentra el Guadalupe extremeño. Bernal Díaz del Castillo ya informa de un culto en esa zona a la Virgen de Guadalupe.
Según la tradición católica y por documentos históricos aceptados por la iglesia, la “Patrona de México” se le apareció cuatro veces a Juan Diego en el cerro del Tepeyac; el último de esos milagrosos encuentros tuvo lugar el 12 de diciembre de 1531.

En todas las ocasiones le pidió que fuera con Fray Juan de Zumárraga para pedirle que construyeran en su honor un templo en el cerro del Tepeyac, lugar donde curiosamente había estado durante cientos de años el templo en honor a la Diosa de la Tierra de los Aztecas conocida como Tonantzin (“Nuestra venerable madrecita”) o Coatlicue (“Señora de la falda de serpientes”). En contra de estas tesis, los académicos Cinna Lomnitz y Heriberta Castaños Rodríguez señalaron que no existe una diosa indígena llamada Tonantzin y que en el Tepeyac no se encontró ningún adoratorio indígena —mientras que el valle de México está lleno de ellos—, es decir, que no se ha registrado ninguna evidencia arqueológica acerca de un culto prehispánico en el Tepeyac. Hacia 1530 ya habría allí una ermita de culto a la Virgen ( aunque se data su aparición en 1531).
Esta Virgen mexicana tiene rasgos mestizos pero su aparición es muy parecida a la extremeña y el nombre es el mismo. Es fácil saber el por qué. Una es una adaptación de la que los españoles llevaban al llegar a América. Visto lo visto, tampoco es raro pensar que la Virgen de Guadalupe mexicana sea una fusión entre la extremeña y algún culto prehispánico para mayor aceptación de los nativos.
En apariencia, sin embargo, ambas vírgenes se parecen muy poco.
La visita la hicimos ya bastante tarde por lo que no fue fácil apreciar los detalles del entorno. Dicen que es la segunda iglesia más visitada del mundo con más de 12 millones de personas al año; la primera es la de San Pedro en el Vaticano. Sinceramente, artísticamente hablando no hay ni punto de comparación.
La visita es gratis. Eso se agradece. Está abierta cada día; eso también es bueno. Lo normal es visitarla en un tour (como nosotros) pero se puede llegar en metro. Para ello tenemos que ir a la estación La Villa-Basílica, de la linea 6 (linea roja). Saliendo de la estación se camina unos 400 metros. También se puede ir con al bus Turístico o en coche (hay aparcamientos).
Se ubica al pie del Cerro del Tepeyac, donde la Virgen se apareció a Juan Diego.
En realidad no vamos a encontrar un único edificio sino varios. La primera piedra de la Basílica se puso el 25 de marzo de 1695. Las obras terminaron en abril de 1709. Tiene cuatro torres octagonales en cada una de sus esquinas, quince bóvedas y una cúpula octogonal con linternilla recubierta en talavera amarilla y azul. En 1749 recibió el título de colegiata. Este edificio es bastante bonito.

A principios del siglo XIX, y con motivo de la construcción del convento de Capuchinas, el templo sufrió graves daños, por lo que tuvo que ser reparado. Se aprovechó para adaptarlo al gusto neoclásico. En 1887 se hacen nuevas obras, sustituyendo el retablo por un altar de mármol blanco de Carrara, poniendo un baldaquino de columnas de granito escocés de 4 toneladas cada una y una bóveda de bronce. También fue restaurado, ampliado y redecorado todo el interior de la iglesia, colocando en sus muros cinco pinturas monumentales con pasajes de la historia guadalupana. Las obras concluyeron el 12 de octubre de 1895.
En 1904 la colegiata fue elevada a rango de basílica, por decisión pontificia. La coronación de la Virgen fue el 12 de diciembre de ese mismo año.
El 14 de noviembre de 1921 se colocó una bomba con la intención de dañar la sagrada imagen, un Cristo de bronce doblado por el estallido. La magnitud de la bomba era como para destruir el templo en un 95% pero el cuadro de la Virgen quedó intacto, el templo sufrió apenas ligeros daños y no se registraron víctimas mortales. Se consideró un milagro pero debido a la magnitud de la explosión el templo comenzó a hundirse, hasta llegar al borde del colapso en 1976. Gracias a nuevas obras de remodelación, el templo se pudo salvar.
En 1926 debido a la persecución religiosa por la Guerra Cristera y el Maximato, la Basílica cerró sus puertas, y fue reabierta al culto en 1929. Al reiniciar el culto se iniciaron una serie de trabajos de conservación y restauración dentro del templo. Todo su interior fue totalmente reformado, removiendo el altar y colocando al fondo del ábside un nuevo órgano monumental, de la casa "Wurlitzer" de origen alemán. También la Capilla del Sagrario fue reformada, sustituyendo sus techos de artesonado por tres bóvedas decoradas con frescos y medallones.
El templo se seguía hundiendo. El 12 de diciembre de 1974 el arzobispo primado de México, Dario Miranda, bendijo y colocó la primera piedra, dando inicio a la construcción de la Basílica actual, que fue dedicada solemnemente el 12 de octubre de 1976, cuando la imagen fue trasladada a la ubicación que hoy tiene. Mientras tanto, la antigua Basílica de Guadalupe cerró sus puertas por 24 años, abriendo en el 2000 como Templo expiatorio a Cristo Rey. Pegado a él hay un edificio rojizo. Se trata del Templo y antiguo Convento de las Capuchinas, construido entre 1792 y 1797. También tiene problemas estructurales.
Arquitectónicamente hablando la Nueva Basílica a mí me parece bastante fea. Dicen que su forma simboliza la tienda que albergó el Arca de la Alianza en su marcha por el desierto. Las láminas del techo, de bronce, al oxidarse le dan ese color verde. A mí me parece una enorme carpa de circo.

A pesar de estar bien vigilada, hay mucha gente así que ojo con los carteristas.
Como ya comenté, la virgen no es una talla sino un cuadro. En 1946 el Instituto de Biología de la Universidad Nacional de México comprobó que las fibras de la tela procedían de un agave, es decir, un maguey. En 1982 se hizo un estudio de la pintura. Se identificó sulfato de calcio, hollín de pino, en colores blanco y azul, tierras verdes (suciedad), redes hechas de carmín y otros pigmentos y también oro. Se vieron materiales y métodos coincidentes con los de un trabajo humano del siglo XVI. Otros, sin embargo, afirman que la imagen no puede estar hecha con pintura y que es milagrosa.

La tilma de Juan Diego, que es como la llaman, está colocada en un doble marco dorado y plateado y colgada en la pared, rodeada de una especie de planchas alargadas y doradas y una enorme cruz. El tilmatli (o tilma) era un tipo de prenda exterior usado por hombres, documentada desde finales del periodo Posclásico y épocas coloniales tempranas entre los pueblos aztecas y otros del centro de México.
Del techo cuelgan una especie de enormes lámparas. La nave es muy grande, 100 metros de diámetro. No hay puntos de apoyo. La idea es albergar al mayor número posible de peregrinos y que la imagen se vea desde todos los lados. Para una mejor visibilidad de la imagen, se ha construido una pasarela por debajo del altar con bandas transportadoras, que permite que los visitantes la puedan apreciar de la mejor forma posible.
Sé que es una visita que debe hacerse pero a mí no me impresionó.
El tour hace también una parada en la Plaza de las tres Culturas. Allí se ven las ruinas de la pirámide de Tlatelolco y su centro ceremonial (aztecas), la Iglesia de Santiago (México colonial- 1609) y edificios modernos.