Amanecemos en Angers con el aviso de una vecina de que la zona en la que habíamos aparcado era sólo para residentes, los cuales tienen un distintivo en el parabrisas que los identifica. Movemos a Charlie a otra calle cercana, pero todas las de la zona están marcadas como para residentes, así que finalmente nos arriesgamos. No pensamos perder mas de un par de horas en el pueblo de todas formas y el área sigue siendo inaccesible (aparte de no querer pagar a estas alturas la tasa por noche cuando no habíamos podido dormir, necesitan actualizar la forma de acceso a esta área)
Nos acercamos hasta el castillo, visitando sólo su exterior, con sus grandes muros y sus cuidados jardines en el profundo foso.
Castillo de Angers.
Entro en la oficina de turismo para hacerme con un plano y ellos mismos nos recomiendan seguir la ruta azul, marcada por una línea en el suelo por todo el pueblo. Tiene una duración de una hora aproximada y recorre los puntos mas destacados para una visita rápida.
Cora y Arya en uno de los callejones de Angers.
Como veis la línea turística es clara y fácil de seguir.
Visitamos la catedral, que aunque estaba en obras nos gustó que tuviese dentro unos paneles explicativos muy detallados sobre las vidrieras y los rosetones. Para los no entendidos en historia del arte o arquitectura, son de gran ayuda.
Seguimos la ruta turística que nos lleva por la casa de Adam, la plaza de Ralliement y una variedad de casas entramadas a cada cual mas peculiar.
Dando la visita por finalizada cerca del mediodía, volvemos a Charlie y nos acercamos a Saumur. Por el camino tenemos nuestro primer encuentro con el Loira, que cruzaríamos y seguiríamos en abundancia el resto de la ruta.
Comemos al llegar y de ahí subimos a visitar el castillo, al que no entramos pero se puede rodear y ver el interior de su muralla y patio sin ningún problema, incluso con animales.
Escalera de entrada al interior del castillo de Saumur
Hacemos una breve parada técnica en Brézé. Había leído comentarios que decían que podía verse desde el exterior del mismo modo que el de Saumur, pero no se si por covid o porque siempre ha sido así, al patio ahora se accede a través de la tienda, que es a su vez la taquilla. Nos conformamos con ver el palomar y el edificio a través de la valla de entrada y seguimos nuestro camino.
Brézé a través de los barrotes.
Llegamos a Chinon ya entrada la tarde. Haremos noche aquí, así que aparcamos directamente en el parking de caravanas, donde no hay servicios pero si hay un lavabo autolimpiable que mantienen cuidado y limpio. Cuando llegamos por la noche no había papel y a primera hora de la mañana estaba repuesto.
Aprovechamos las últimas horas de luz para abastecernos de víveres y la mitad del grupo salimos a visitar la fortaleza y el pueblo.
En general no sabemos si es por ser febrero o cual es la razón, pero hasta ahora nos topamos mas bien con poca gente por la calle y en cuanto cae la noche casi da hasta cosa estar callejeando.
Volvemos a Charlie usando el ascensor público que conecta el parking con el pueblo y damos la jornada por finalizada.
Recorrido del día: 20.275 pasos/13.9 kilómetros.
Recorrido con Charlie: 102 kilómetros.