COPENHAGUE ✏️ Diarios de Viajes de Dinamarca

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Desayuno buffet en hotel: huevos duros, patatitas asadas, bacon, huevos revueltos, embutidos, quesos, paté, nutella, mermeladas, pan, leche, café, zumos, yogur, frutos rojos... No hay rollos de canela y me sorprende no ver pescados ahumados (cosa que sí hay en hoteles de otros países escandinavos).

Vamos caminando hasta el ayuntamiento y, claro, al ser domingo lo encontramos cerrado.

Radhuspladsen es una de las plazas principales de Copenhague. Radhuspladsen está rodeada por grandes edificios, entre los que destaca por ejemplo el del Hotel Palace, construido a principios del siglo XX. Hoy es un Scadic. Tiene una torre puntiaguda.

En la esquina de la avenida H. C. Andersen con Vesterbrogade, en la torre del Rishshuset, está la chica del Tiempo de Copenhague, un barómetro rotatorio de 1930 con dos figuras femeninas: una mujer en bicicleta para anunciar buen tiempo y una mujer con paraguas cuando va a llover. Aviso: actualmente no funciona pero podemos ver a las dos chicas.

Antiguamente, esta plaza era un mercado de heno y una de las puertas de entrada a la ciudad. Se han encontrado restos de fortificaciones, que se derribaron en el siglo XIX (como solía ser habitual en Europa).

El edificio del Ayuntamiento, bastante vistoso, construido en 1905 y es de planta rectangular. Está adornado con multitud de esculturas de la mitología nórdica, sobre todo dragones y serpientes. Tiene elementos de estilo romántico y neo-renacentista, además de tener toques medievales así como una torre que en principio puede visitarse (pero que estaba cerrada por obras). El ayuntamiento puede visitarse (o entrar gratis a echar un vistazo). Con anterioridad hubo otros tres ayuntamientos pero se destruyeron (el último, del siglo XVII, en uno de los incendios que asoló Copenhague). El arquitecto se inspiró en el ayuntamiento de Siena.


Quizás una de las cosas que más llaman la atención de la fachada sea la figura dorada que hay sobre la puerta. El primer escrito mencionando la ciudad se remonta al siglo XII, cuando Saxo Grammaticus, en la Gesta Danorum, se refiere a Copenhague como Mercatorum Portus (puerto de comerciantes) o, en danés de la época, Købmannahavn. En una carta de 1186, el papa Urbano III se refiere a la ciudad como Hafn, pero probablemente solo sea versión reducida del nombre completo. El nombre actual se deriva de la vieja versión danesa.


En torno a 1160 el rey Valdemar dio el control de Copenhague a Absalón, el obispo de Roskilde. Considerando que otras ciudades del reino danés estaban bajo el gobierno del rey, Copenhague se cedió al obispo de Roskilde para ser su señor. Es precisamente al obispo Absalon a quien vemos representado. Absalon se preocupó de desarrollar la construcción de edificios y de impulsar el comercio en la ciudad. Es por ello que, aunque el asentamiento existía con anterioridad, se le considera el fundador de Copenhague y el impulsor de que la ciudad terminase convirtiéndose en capital del país. Pero, además, a la muerte de Valdemar, el obispo fue el gobernante de facto de Dinamarca en la minoría de edad de Canuto IV.

Una de las importantes tareas llevadas a cabo por Absalon fue la de encomendar a su secretario, precisamente Saxo Grammaticus, la redacción de una Crónica (Gesta Danorum) de los hechos del reino de Dinamarca desde sus inicios, al estilo de las que durante su estancia en París vio que se estaban llevando a cabo en otros países. A diferencia de las sagas noruega e islandesa, esta crónica está redactada en latín, lo que facilitó su conocimiento en otros países y la más rápida integración de Dinamarca en Europa. Y no se queda corta al ensalzar al obispo.

El obispo de la fachada lleva una espada que alude a su temperamento guerrero. Esa alusión es mucho más marcada en la estatua ecuestre que veremos más adelante.

Más arriba podemos ver, si nos fijamos bien, el emblema de Copenhague, que se ha mantenido prácticamente igual desde el siglo XIII. Consta de tres torres, una representación simbólica de las olas del Oresund y las imágenes del sol y la luna.

En el tejado del ayuntamiento hay seis figuras de centinelas con ropa renacentista.

A un lado del ayuntamiento encontramos una escultura dedicada a Andersen, una de las más grandes figuras danesas.


Al otro lado de la Avenida está el llamado castillo de Andersen, edificio neorrenacentista que flanquea una de las entradas al Tívoli.

En la plaza también están la Politikens Hus, sede de Politiken, uno de los periódicos más importantes de Dinamarca, y la Industriens Hus, un moderno edificio completamente acristalado y sede de la confederación de industrias danesas.

En teoría teníamos que encontrar la Fuente del dragón. Aparece en todas las guías de viaje. Fue esculpida en bronce a comienzos del siglo XX, obra de Thorvald Bindesboll y Joakim Skovgaard. En ella se podía apreciar a un dragón luchando contra un toro y otros monstruos de la mitología escandinava. Fue retirada hace unos años. Parece ser que tres figuras tipo dragoncitos alados que se ven en la balaustrada formaron parte originalmente de esa fuente.

Sí vemos a uno de los lados del ayuntamiento una alta columna coronada por las figuras de dos músicos vikingos tocando el lur, un instrumento muy utilizado por los pueblos escandinavos durante la Edad Media. Y, no, no llevan cuernos. En el Museo Nacional veremos algunos de esos instrumentos. La columna es de 1914.


Enfrente está en hotel Palace, como ya dije, y tambien el museo de curiosidades Ripley's Believe it or not. Por cierto, aunque este museo está en otros países, aquí tiene un museo complementario dedicado, claro, a Andersen y a sus cuentos de hadas.

En la plaza está el kilómetro 0 de Dinamarca.

Caminamos hasta Christianborg. Esperando a que llegue la hora de abrir puertas, nos dedicamos a hacer unas fotos del complejo y sus alrededores, incluido el espectacular edificio de la Bolsa.

Pasamos primero por el bonito edificio del Museo Thorvaldsen, que expone las obras y la colección privada del escultor neoclásico Bertel Thorvaldsen. Se puede visitar con la Copenhaguen card pero nosotros no entramos. El Museo Thorvaldsen nació por iniciativa de Federico VI de Dinamarca para dar respuesta al deseo expresado por el propio Thorvaldsen. Empezó a construirse en 1837 y se inauguró 11 años más tarde. Está inspirado por la arquitectura griega clásica o el Antiguo Egipto y alberga un patio interior donde está enterrado el artista. Destacan sus pinturas exteriores o la cúpula.

El Palacio de Christiansborg fue la residencia real de la monarquía danesa hasta 1794, cuando se mudaron al Palacio de Amalienborg a causa de un incendio. Hoy alberga los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Es el único edificio del mundo en albergar los tres poderes del Estado. Allí encontramos el Parlamento, la oficina del Primer Ministro (ahora una mujer) y también el Tribunal Supremo. Se le conoce popularmente como Borgen (castillo), nombre de una popular e interesante serie política danesa.

Los orígenes del Palacio de Christiansborg se remontan al siglo XII, cuando el obispo guerrero Absalon, fundador de Copenhague, mandó construir un enorme palacio donde fijar su residencia. De hecho, se conservan algunos de los cimientos de ese castillo original.


Abren a las 10. Visitamos los apartamentos reales, la cocina (con sonido ambiente, ollas con "comida", simulación de fuego...) y las ruinas (con exposición de monstruos para niños). La capilla es gratis.

Las estancias reales son la parte más grande e interesante del complejo.

Según el cronista danés Saxo Grammaticus, el obispo Absalon de Roskilde construyó un castillo en 1167 en una pequeña isla fuera del puerto de Copenhague. El castillo estaba formado por una muralla que rodeaba un patio cerrado con varios edificios, como el palacio del obispo, una capilla y varios edificios menores. Cuando Absalon murió, el edificio pasó a manos de los siguientes obispos. El castillo fue atacado con frecuencia por los piratas vendos y por la Liga Hanseática. Durante los años 1249 a 1259 fue ocupado y saqueado varias veces.

En 1370, el rey Valdemar IV de Dinamarca fue derrotado en un conflicto con la Liga Hanseática, que ordenó la demolición del castillo piedra a piedra.

Las ruinas de la isla en la que se asienta se cubrieron con terraplenes, sobre los que se construyó una nueva fortaleza, el Castillo de Copenhague, que se completó a finales del siglo XIV. El castillo tenía un muro de cortina y estaba rodeado por un foso con una gran y sólida torre como puerta de entrada. Podemos ver aún algunas ruinas.

El castillo siguió siendo propiedad del obispo de Roskilde hasta que el rey Erico VII usurpó sus derechos en 1417. Desde entonces, el castillo de Copenhague fue ocupado por el rey. A mediados del siglo XV, se convirtió en la principal residencia de los reyes daneses y en el centro del gobierno.

El edificio fue reconstruido varias veces. En la década de 1720, Federico IV reconstruyó por completo el castillo, pero era tan pesado que los muros empezaron a ceder y a agrietarse. Cristián VI, sucesor de Federico IV, después de su ascenso al trono en 1730, tuvo clarísimo que había que construir un castillo completamente nuevo.


En 1731 se inició la demolición del castillo de Copenhague, muy anticuado, para hacer sitio al primer palacio de Christiansborg. En 1733 comenzaron las obras de un magnífico palacio barroco. En 1738, las obras del palacio principal habían avanzado tanto que fue posible comenzar con los demás edificios incluidos en el proyecto total. El palacio incluía un recinto para espectáculos y una capilla. La mayor parte del complejo palaciego se completó en 1745, convirtiéndose en el mayor palacio del norte de Europa en aquella época. Los reyes ya no sentían vergüenza al tener que vivir en un castillo viejo y feo. Pero el palacio y la iglesia quedaron arruinados por un incendio en 1794; la pista de equitación se salvó.

La familia real se trasladó a Amalienborg y encargó al arquitecto Christian Frederik Hansen la reconstrucción del palacio. Hansen comenzó a construir el segundo Christiansborg en 1803 en estilo imperio francés. Cuando el palacio estuvo terminado en 1828, el rey Federico VI había decidido que no quería vivir allí y empezó a usar el palacio solo para su entretenimiento. El rey Federico VII fue el único monarca que vivió en el palacio (entre 1852-1863).

Tras la introducción de la monarquía constitucional con la Constitución de 1849, el ala sur del palacio se convirtió en el lugar de reunión de las dos cámaras del primer Parlamento danés (el Rigsdagen).

El segundo Christiansborg se incendió en 1884. Se salvó la pista de equitación (otra vez), incluida la Escuela de Equitación, el teatro de la corte y la capilla de Hansen. Debido a luchas políticas, durante 23 años no se hizo absolutamente ninguna reforma.

Thorvald Jørgensen ganó un concurso de arquitectura para decidir quién diseñaría el tercer y actual Christiansborg. Se construyó entre 1907 y 1928. El palacio debía albergar dependencias para la familia real, el poder legislativo y el judicial. Se construyó en estilo neobarroco de hormigón armado con fachadas recubiertas de granito. Se conservan algunas partes del palacio anterior. El tejado original era de tejas, pero tras una colecta nacional, las tejas se sustituyeron por cobre en 1937-1938. Más tarde se añadió a la torre una veleta con dos coronas. Con 106 metros se convirtió en la torre más alta de la ciudad.

Las salas de recepción real deben visitarse con unos patucos azules de plástico encima de los zapatos para no dañar los suelos.

Para acceder a la planta superior del palacio se sube la escalera del rey. Se trata de una bonita construcción en mármol blanco te lleva a las salas más importantes y a la Torre de la Sala, más conocida como Tárnsalen. La escalera data del periodo de monarquía absoluta.

Podemos ir viendo algunos tapices de Joakim Skovgaard.

En las salas de recepción se celebran banquetes, cenas de estado y audiencias públicas.

El salón del trono muestra una serie de pinturas y decoraciones sobre canciones populares danesas y tejidos de dibujo animados del artista danés Joachim Skovgaard. Hay una pintura que representa la caída de la Dannebrog el año 1219. En esa sala, que me pareció bastante pequeña, es donde los embajadores y representantes diplomáticos muestran sus credenciales a la reina Margarita II. Dicen, no obstante, que la reina nunca se ha sentado en el trono.


La sala de Sala de Christian IX está sostenida por la escultura de 6 atlantes de mármol.

En el Fredensborg Hall vemos pinturas del rey Christian IX junto a su familia en el Palacio Fredensborg. Es muy importante el cuadro que representa al rey junto con la reina Luisa y sus hijos y nietos. Como ya dije en la historia, a este rey le llamaron “el suegro de Europa” (no en vano uno de sus hijos fue rey de Dinamarca, otro de Grecia o dos de sus hijas se casaron con un príncipe de Gales (futuro rey inglés) o un futuro zar de Rusia). El cuadro es una lección de historia europea de su tiempo.

Llama mucho la atención el lujoso Salón de Terciopelo (terminado en 1924 y con unas magníficas puertas de mármol; se llama así por sus revestimientos de terciopelo rojo) o el impresionante Salón de Alejandro, que cuenta con un friso de mármol de Bertel Thorvaldsen donde se representa la llegada de Alejandro Magno a Babilonia. El friso se hizo para el segundo Palacio de Christiansborg y partes de él sobrevivieron al incendio. Posteriormente fue restaurado y montado en esta sala. El salón se utiliza para pequeñas recepciones y cenas oficiales, a menudo en relación con visitas de Estado.
El Gran Salón es el mayor y más espectacular de los salones de recepción reales. Tiene 40 metros de largo, una altura de 10 metros y una galería que rodea la sala. Tiene capacidad para 400 invitados y se utiliza para banquetes, Cenas de Estado y recepciones, como pudimos ver en algunas grabaciones.


El Gran Salón fue renovado con motivo del 60º cumpleaños de la Reina Margarita II, cuando se colgaron en las paredes los 17 tapices del artista Bjørn Nørgaard que relatan la historia de Dinamarca. Los tapices fueron un regalo de la comunidad empresarial danesa con motivo del 50º cumpleaños de la reina Margarita II. No sé si expresar mi opinión sobre ellos. Lo dejo a la valoración de los otros visitantes. Son… coloridos.


También podemos ver la biblioteca.

No podemos dejar de ver la cocina (en los sótanos, entrada por un lado). Hay una impresionante colección de artículos de cocina en cobre, dicen que una de las más grandes de Europa. Podemos imaginarnos cómo se preparaban los banquetes reales. Pero en un vídeo podemos ver que aún hoy en ese complejo están las cocinas y allí se preparan las comidas. Nos enseñan, concretamente, cómo se organiza todo cuando hay un banquete. Dice en el vídeo el jefe de cocina que cada día la comida se prepara aquí y se lleva a Amalienborg.


La verdad es que la visita a las cocinas es muy interesante. Fue restaurada como estaría en 1937, mientras preparaba un banquete para conmemorar el jubileo de plata de Christian X.

Además de las grandes ollas y sartenes de cobre reluciente, se ve un magnífico horno.

Las ruinas nos muestran los restos del antiguo castillo, algunas maquetas del castillo y los palacios y restos de la legendaria torre azul, donde se encarcelaba a los presos políticos de la corona (ya hablé en la historia de Leonora Cristina).

Las caballerizas abren a las 13.30. No nos da tiempo a verla ahora. Hablaré de ellas más adelante. Lo mismo en cuanto a la torre, a la que subimos el último día.

No sé si el Parlamento se puede visitar durante las sesiones; supongo que sí.

Las entradas de salas de recepción, cocinas, ruinas y establos entran en la Copenhaguen card. Si alguien no la lleva, sabed que hay entradas individuales o conjuntas (mucho más ventajosas).

Poco después de la muerte de Cristian IX, en 1906, se inició una colecta para la construcción de un monumento a su persona. Al año siguiente se invitó a cuatro artistas para que compitieran entre sí por el encargo. Sí que quedó claro que se erigiría en el Complejo Hípico de Christiansborg como contrapunto de la estatua del rey Federico VII en la Plaza del Palacio.

La escultora Anne Marie Carl-Nielsen, esposa del compositor Carl Nielsen, y decidió hacer, claro, una estatua ecuestre. En la propuesta, la estatua aparecía sobre un alto pedestal, a cuyos lados había relieves que representaban una procesión de los principales hombres de la época, como el industrial Carl Frederik Tietgen, el político Jakob Brønnum Scavenius Estrup y los poetas Jens Peter Jacobsen y Holger Drachmann. Los relieves se eliminaron más tarde y el arquitecto Andreas Clemmensen diseñó el pedestal actual.

La escultora buscó por todo el país el caballo adecuado para servir de modelo pero lo encontró en Hannover, Alemania. Esto provocó un gran disgusto entre los criadores de caballos daneses.

El monumento tardó mucho tiempo en completarse. Se inauguró 21 años después de la muerte del rey.

Es magnífica la entrada principal de las Caballerizas Reales, con los dos pabellones rococó a cada lado del Puente de Mármol de 1739. En el proyecto original de Häusser del primer Christiansborg, las dos alas del palacio estaban unidas por una garita en el extremo del canal de Frederiksholm, y un puente levadizo conducía sobre el canal. A la Comisión de Construcción del Palacio no le gustaba la propuesta y pidió a dos jóvenes arquitectos que trabajaban para la autoridad real de construcción, Nicolai Eigtved y Lauritz de Thurah, que presentaran una sugerencia alternativa. Y ésa sí que gustó. Era de piedra arenisca cubierta con decoraciones de medallones del escultor Louis August le Clerc. Las aceras estaban pavimentadas con mármol noruego (de ahí el nombre de Puente de Mármol (Marmorbro)) y la calzada con adoquines.


Los pabellones eran impresionantes. Estaban revestidos con piedra arenisca de Sajonia y el escultor Johan Christof Petzoldt decoró los tejados cóncavos con los monogramas de la pareja real, uno detrás del otro, y cuatro figuras en cada tejado que simbolizaban los rasgos positivos de la pareja real. La decoración interior fue realizada por el maestro cantero de la corte, Jacob Fortling. El puente y los pabellones se terminaron en 1744.

En 1996, cuando Copenhague fue Capital Europea de la Cultura, la Agencia de Palacios e Inmuebles terminó una restauración de la pista de equitación que había llevado muchos años. El puente y los pabellones de mármol fueron restaurados entre 1978 y 1996 por el arquitecto Erik Hansen y la pista de equitación entre 1985 y 1996 por el inspector real de edificios estatales catalogados, Gehrdt Bornebusch.

Desde ese punto se obtiene una de las imágenes más famosas y bellas de Christiansborg.

Como decía, justo delante de la fachada principal, hay otra estatua real ecuestre, en este caso a Federico VII. Es una estatua de bronce, que muestra al rey a caballo, con un abrigo largo. El pedestal de granito está decorado con placas de bronce en todos sus lados; en la parte frontal tiene una corona de roble dorado; la placa del lado izquierdo muestra el lema de Federico VII " El amor del pueblo, mi fuerza". La inscripción de la derecha dice "Federico VII, otorgante de la Constitución" y en la parte posterior "Nacido 1808, Rey 1848, murió 1863". En 1848, el pueblo exigió reformas democráticas y el rey accedió, firmándose la Constitución en 1849. El monumento fue inaugurado en 1873 y sobrevivió al incendio del segundo palacio de Christiansborg en 1894.

La capilla del palacio (entrada gratis) aún se usa por parte de la familia real, sobre todo en bautizos, confirmaciones o velatorios. También la usa el parlamento danés para el servicio religioso relacionado con la apertura del Parlamento.

Su historia está relacionada con el primer palacio. El rey Christian VI, aficionado a la arquitectura, le encargó a un joven y talentoso arquitecto del servicio de construcción del rey, Nicolai Eigtved, el diseño de la capilla del palacio (1738 - 1742). Eigtved aprovechó la oportunidad y diseñó uno de los interiores rococó más distinguidos de Dinamarca. En 1794 un incendio arrasó el palacio y se decidió demoler las ruinas por completo. Sin embargo, la demolición de la capilla nunca se llevó a cabo.


El arquitecto Christian Frederik Hansen, que reconstruyó entre 1803 y 1828, recibió también el encargo de reconstruir la capilla del palacio en 1810. Las obras comenzaron en 1813, utilizando en lo posible los cimientos y la mampostería existentes. La iglesia y el palacio principal se construyeron en estilo neoclásico, con una construcción de cúpula sobre el interior de la iglesia central. La capilla del palacio se inauguró el 14 de mayo de 1826, domingo de Pentecostés, para conmemorar el milenario de la introducción del cristianismo en Dinamarca.

El segundo incendio del palacio en 1884 no afectó a la iglesia, ya que el fuego se detuvo en los edificios que la unían al palacio. Sin embargo, el 7 de junio de 1992. la iglesia se quemó hasta los cimientos, probablemente a causa de los fuegos artificiales lanzados durante el carnaval de Pentecostés. Se quemaron el tejado, la cúpula y el suelo divisorio, mientras el inventario sufrió graves daños. Se ha intentado reconstruir tal y como estaba pero fue imposible recrear el enyesado del interior por parte de los artesanos daneses. Uno de los principales expertos alemanes, Manfred Siller, se encargó de enseñar esta técnica a los estucadores daneses. La iglesia reconstruida se inauguró el 14 de enero de 1997 para celebrar el Jubileo de Plata de la Reina Margarita II. Me llaman la atención su sobriedad y la enorme cúpula.

Enfrente del complejo vemos un canal (allí cogeremos los barcos que dan paseos por Copenhague). Un poco más allá encontramos el bello edificio de la Bolsa, que no se puede visitar.

Vamos a torre redonda, la Rundetaarn. Caminando tenemos poco más de 1 kilómetro. La entrada se incluye en la Copenhaguen Card. Subimos. Arriba encontramos mucho viento, buenas vistas. Fue construida en 1642 por orden del rey Christian IV, con el objetivo de crear el primer observatorio astronómico de Copenhague. Hoy en día, el observatorio de Rundetaarn sigue siendo el más antiguo de Europa. La característica más llamativa de la Torre Redonda de Copenhague es su rampa en espiral. El objetivo era que el rey Christian IV pudiera subir hasta el observatorio de la cima a lomos de su caballo.


Tras dar siete vueltas y media por la rampa en espiral (con un tramo final de escaleras) se llega al mirador de la Torre Redonda, a 34,8 metros de altura. La rampa mide 209 metros y tiene una anchura de 4,5. Servía para llevar objetos pesados hasta la sala de la biblioteca más facilmente.

En la parte alta de la rampa hay un reloj astronómico de 1928 con un mapa de los planetas basado en el atlas celeste de Bayer (siglo XVIII). No es el reloj original. En sus inicios hubo uno de 1697, realizado por el director del observatorio. Tenía un mapa del cielo con el sol y la luna girando alrededor de la Tierra y los planetas en orbita solar, siguiendo las teorías de Tycho Brahe.

La torre parte del Trinitatis Complex, que también estaba compuesto por una capilla universitaria, la Iglesia Trinitatis y una biblioteca universitaria, que fueron las primeras instalaciones construidas específicamente por la Biblioteca de la Universidad de Copenhague, fundada en 1482.

La Iglesia de la Trinidad fue consagrada en 1656 con el nombre de Sanct Anna Rotunda. El interior se destruyó en el incendio de 1728 así que lo que podemos ver ahora es de un barroco posterior.

Subimos una calle hasta la Universidad. La Biblioteca de la Universidad de Copenhague es la biblioteca de investigación principal de la Universidad de Copenhague. Fundada en 1582, es la biblioteca más antigua de Dinamarca. Tiene 400.000 volúmenrs. El edificio actual es de ladrillo de estilo neogótico, con inspiración en las iglesias medievales del norte de Italia. Se construyó entre 1856 y 1861.

Pasamos por la sinagoga, que parece que siempre está protegida por la policía. La sinagoga es de 1833 y está hecha con ladrillos amarillos.

Muy cerca está el buffet Dalle valle, uno de los más recomendados en todos los blogs y diarios de Copenhague. Al mediodía cuesta 99 coronas + 22 por un vaso grande de agua con hielo y limón. No es muy grande pero suficiente y barato para lo que es Dinamarca. Los postres no abundan, eso sí.

Visitamos luego Amalienborg, al que vamos caminando. Se trata de la residencia de invierno de la familia real danesa en Copenhague. Está compuesta por cuatro edificios de estilo rococó, realizados por el arquitecto Nicolai Eigtved entre 1750 y 1768, como residencia de diferentes familias de la nobleza danesa.

En el centro de la plaza encontramos una estatua del fundador, el rey Frederick V.

A pesar de la intención inicial, un incendio en el siglo XVIII consumió el Palacio de Christiansborg y la familia real no tuvo más remedio que trasladarse a Amalienborg. Cuando tuvieron oportunidad de volver, ya era tarde y decidieron quedarse.


Los cuatro palacios son:

El Palacio de Frederick VIII o Palacio Brockdorff (actual residencia del heredero al trono).
El Palacio de Christian VII o Palacio Moltke (abierto al público).
El Palacio de Christian VIII o Palacio Levetzau (abierto al público, alberga un museo dedicado a la historia de la familia real danesa).
El Palacio de Christian IX o Palacio Schack (en el que reside la reina).

A pesar de vivir allí la reina o el príncipe heredero, sorprende que la seguridad aparente sea tan simple. Apenas hay algún soldado en la puerta.

Entramos con la Copenhaguen card a ver el museo. Nos muestran varias estancias de épocas de diferentes reyes, fotografías o retratos. Nos separa un cristal. En el piso superior, hay una exposición de joyas de la reina (que no son las joyas de la corona).

Pasamos por delante de la Iglesia de Mármol (pero no entramos así que ya la explicaré más adelante) y entramos en la iglesia Alexander Nevski (solo abre para misas, como esa tarde). Y alguno dirá ¿qué hace una iglesia ortodoxa rusa en Copenhague?. Fue construida a expensas de Rusia en 1881 a petición de la zarina Maria Fedorovna, que no era otra que Dagmar, princesa danesa e hija del rey Cristian IX. La apariencia del edificio está inspirada en la arquitectura rusa del siglo XVII. Los primeros servicios ortodoxos rusos se celebraron en Copenhague a mediados del siglo XVIII. Sin embargo, la congregación aún no tenía su propia iglesia. Al principio, los fieles se reunían para rezar en una pequeña capilla en Laksegade y más tarde en Store Kongensgade. Se convocó un concurso de arquitectura que ganó un conocido arquitecto ruso. En 1881 comenzó la construcción de la Aleksander Nevskij Kirke. En septiembre de 1883, el canciller de la Academia Teológica de San Petersburgo, el preboste Yanysev, inauguró el nuevo edificio junto con el sacerdote de la congregación. Los representantes de la familia real danesa también estuvieron presentes en la ceremonia de inauguración en la Aleksander Nevskij Kirke. La fachada exterior tiene tres magníficas cúpulas de cebolla, cuyas cúpulas doradas. La fachada es de ladrillos grises y rojos con pequeños adornos de arenisca. En lo alto de la fachada, en un nicho sobre las campanas de la iglesia, hay una imagen de Alejandro Nevsky, el santo patrón de la iglesia.


Vamos caminando hasta los Jardines del Rey y Rosenborg.

Los Jardines del Rey o Kongens Have son los jardines que rodean al Castillo de Rosenborg, en pleno centro de Copenhague. Este parque creado en el siglo XVII es el más antiguo de Dinamarca. Estos jardines reales sirvieron como como zona de recreo del rey y los invitados que llegaban a Rosenborg, y fueron utilizados como huerto para alimentar a la corte del castillo.


Para visitar el palacio, hoy museo, es recomendable hacer reserva previa (ojo con la hora del cierre). Los orígenes de Rosenborg se remontan a 1606, cuando el rey Christian IV mandó construir un majestuoso castillo para residir en verano, unos hermosos jardines y un huerto para abastecer a la corte real.

Aunque la construcción del castillo tardó treinta años en finalizarse, Rosenborg pronto se convirtió en el castillo preferido por el monarca. Antes de morir, el rey Christian IV pidió que lo llevaran allí a pasar sus últimos días.

El castillo de Rosenborg sirvió de residencia real hasta 1710, cuando Federico IV cambió su residencia de verano a un palacio más moderno. En ese momento Rosenborg pasó a albergar la colección real de joyas y otros objetos de valor, que se exponen en estancias que han permanecido intactas desde el siglo XVIII. Es por ello que seguramente Rosenborg sea el más bonito de los tres palacios que visitamos este día.

Los arquitectos del proyecto original fueron Bertel Lange y Hans van Steenwinckel en un estilo renacentista holandés (que también podemos apreciar en el antiguo edificio de la Bolsa de Copenhague)- El castillo sufrió varias remodelaciones hasta su inauguración definitiva en el año 1624. Está hecho en ladrillo rojo con tejas de color verde jade.


Empezaremos viendo salas de tiempos de Cristian IV, entre ellas la habitación de invierno, la mejor conservada y la más importante de las tres cámaras privadas del rey. Allí se encontraba el mecanismo para subir y bajar el puente levadizo. La mayoría de piezas que podemos ver son de tiempos de Cristian IV. Los paneles se realizaron por el ebanista de la Corte hacia 1620. Las pinturas con incrustaciones se compraron en Amberes. El techo de estuco no es el original; tuvo que reemplazarse hacia 1770. Había un sistema en esa sala para que el rey y sus invitados pudieran escuchar la música que se reproducía desde el sótano. Esos canales de audio bajo las baldosas se descubrieron en una restauración de 2005.


Pero lo que seguramente más llama la atención sea el maravilloso reloj astronómico con carillón y figuras móviles. Se debe a un relojero suizo y data de 1594. De hecho, este reloj es una especie de réplica en miniatura del reloj astronómico de Estrasburgo. Da la hora, los días de la semana, los meses, los años y las fases lunares. No tiene la manecilla de los minutos, eso sí. Alrededor de la aguja de los cuartos de hora se representan las cuatro edades del hombre y la muerte toca las campanas del reloj. También hay un calendario semanal con los siete personajes que dieron pie a los nombres de los días de la semana.

En cuanto a la música del carillón, no se sabe cómo sería así que se ha reproducido una de la época. El reloj no pertenecía a Cristian IV. Sí representa al rey una estatuilla de plata dorada, hecha en 1598. Después de las pérdidas en la Guerra de los 30 años, el rey vendió la mayor parte de sus piezas de plata y conservó solo un presente bautismal y esta estatuilla.

Pasamos a la sala de escritura de Cristian IV, conservada más o menos como estaba en el siglo XVII. En el techo vemos pinturas con escenas de la epopeya Orlando furioso. Los revestimientos de seda verde de las paredes son de 1700. Allí había una escalera que daba acceso al sótano. Frederik III la reemplazó por una silla ascendente (una especie de rudimentario ascensor). Incluso le podía llevar al primer y segundo pisos.

En esa sala hay recuerdos del rey Cristian IV y de su familia, principalmente retratos.

El rey murió en su dormitorio de Rosenborg el 28 de febrero de 1648. En tiempos de Frederik III y Cristian V se convirtió en dormitorio compartido para la pareja real. No obstante, los artículos que vemos hoy son de Cristian IV así como paneles de las paredes y puertas (aunque los paneles fueron pintados posteriormente con estilo chino). El techo es de estuco y data de 1630. Las pinturas del techo representan a los dioses de la tierra, cielos y océanos. La diosa Hera se hizo muy parecida a la reina Sofía Amalia.

Lo que más llama la atención es la ropa ensangrentada del rey (de cuando fue herido y perdió un ojo- vid. Historia).


Pequeño pero muy curioso es el baño de Cristian IV, llamado “El secreto”. En el palacio había tres baños, cada uno con su sistema de eliminación propio. El desagüe llevaba al foso que rodea el palacio. En el verano, no había quien respirara por culpa del mal olor.


El techo de la estancia es de estuco y es el original. Los azulejos datan de 1705. Eran holandeses y aún se conservan varios originales.

La siguiente sala recibe el nombre de Cuarto oscuro. Esta sala servía como antecámara que dividía los aposentos del Rey de los de la Reina en el extremo sur del palacio. En 1616 la sala perdió la luz directa del día tras la construcción de la Gran Torre, donde Christian IV instaló su baño con agua corriente. De ahí proviene su nombre. En 1705 se convirtió en el dormitorio del Rey y la Reina.

La chimenea con espejo y los tapices de seda datan del reinado de Federico IV. Los tapices de rayas con cenefas festoneadas y borlas probablemente se inspiraron en los diseños del holandés Daniel Marot para la decoración de las casas señoriales de la época.

El sillón es la pieza más curiosa de la sala. Data del siglo XVII y fue construido para sujetar a un invitado con el uso de dispositivos de seguridad ocultos en los reposabrazos. La persona atada podría empaparse con el agua que corre de los vasos en el respaldo de la silla a través de las tuberías en el asiento. Cuando la víctima era liberada y se levantaba de la silla, sonaba una trompeta escondida en el asiento. Vamos, una bromita que no sé si al que se empapaba le haría mucha gracia.


Vemos varios retratos y un busto de la reina Sofía Amalia y un busto de Federico III. El gabinete de curiosidades contenía figuras de cera de varios de los miembros de la familia real. Se solían hacer con máscaras mortuorias pero el del rey se hizo varios años después de su muerte. Sophie Amalie se convirtió en reina de Dinamarca en 1648. Era hija del duque Jorge de Brunswick-Lüneburg y en 1643 se casó con Frederik (III). Sophie Amalie fue la madre de Christian V.

En la primera parte del reinado de Frederik III y más tarde durante el reinado de su hijo Christian V desde 1670, Sophie Amalie tuvo cierta influencia en las decisiones políticas. Era la gran enemiga de la desafortunada Leonora Cristina. Se dice de ella que era una gran amante del lujo (a pesar de la gran crisis económica) y que probablemente fuera la impulsora de la introducción de la monarquía absoluta en Dinamarca.

La habitación del Jardín era originalmente el baño de Christian IV, que estaba conectado por un pasaje con el baño y el dormitorio del Rey. El baño se cerró en 1705-1706 y se convirtió en una habitación para Federico IV y la reina Luisa, en conexión con su dormitorio compartido. De su tiempo datan los objetos que vemos. Ellos fueron la última de las parejas reales que vivieron en Rosenborg. El nombre “The Garden Room” se usó por primera vez en la época de Frederik IV. Se llamaba así porque uno podía sentarse en la habitación y disfrutar de la vista del jardín. En 1745 la ventana se sustituyó por una puerta que daba directamente al jardín privado.


La sala de mármol fue originalmente el dormitorio de la esposa morganática de Christian IV, Kirsten Munk (que le fue infiel; hablamos de ella en la historia).

En 1668 Frederik III mandó amueblar la habitación en estilo barroco para celebrar el absolutismo, introducido ocho años antes.

La sala de Cristian era la sala de estar de Kirsten Munk. V Durante el reinado de Frederik III, se convirtió en parte de la suite del Rey como antecámara de la Sala de Mármol. Los objetos de esta sala están relacionados con Christian V, a quien se ve en varios retratos, aunque la chimenea es de tiempos de Cristian IV.

Desde el corredor de piedra encontramos la escalera para subir al primer piso. En el primer piso hay otro corredor, llamado de Federico IV, con retratos de la época. Hay recuerdos de la Gran Guerra Nórdica, 1709-1720, la última gran guerra de Dinamarca con Suecia, y algunos del famoso zar Pedro el Grande.

La llamada Cámara de la princesa fue originalmente la Cámara Dorada de Christian IV y estaba decorada con diseños florales en paneles de madera dorada. Se utilizó para entrevistas confidenciales cuando el Rey celebraba recepciones oficiales en la Sala de Audiencias contigua.

Frederik III usó la cámara para audiencias informales con diplomáticos extranjeros, y en 1663-1665 la hizo decorar con chinoiserie en laca engastada con turquesa y nácar con inspiraciones chinas.

El salón de Federico IV originalmente era sala de Audiencias de Christian IV. Le sigue el Gabinete de Federico IV, habitación que fue utilizada por la hermana de Frederik IV, la princesa Sophie Hedevig, como sala de audiencias; no se ha conservado ninguno de sus muebles originales.


La llamada Habitación de Cristian VI fue originalmente el dormitorio de la hermana de Frederik IV, Sophie Hedevig. Las paredes ahora están decoradas con tapices que representan escenas de la vida de Alejandro Magno del siglo XVII. El suelo y la pintura del techo originalmente estaban en el Palacio de Frederiksberg.


La sala “La Rosa” data de la época de Federico IV, cuando esta antecámara central se utilizaba como comedor para las damas y caballeros de la corte. Las pinturas, muebles y otros artículos expuestos en La Rosa datan de la época de Federico V a mediados del siglo XVIII, puro estilo rococó. Destaca el gabinete musical de cuatro metros de altura que alberga una pequeña orquesta en su interior. Cosnata de un mecanismo automatizado de trompeta, flauta y cembalo. Cada media hora sonaba una campana en el gabinete, después de lo cual sonaba la mejor música en forma de fanfarria de trompetas; el gabinete también tocaba una pieza para flautas y cembalos cada hora. Había una selección de 14 piezas diferentes para flauta y 7 piezas para trompeta. Su precio, el de un pequeño palacio. Una fortuna. ¿Una curiosidad?. Aún suena.

El gabinete del espejo fue amueblado para Christian V. Se inspiró en el Palacio de Versalles. Los espejos en aquel tiempo eran un artículo de lujo.

En la Habitación de Cristian VII vemos las colecciones de la época de Cristián VII, es decir, de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Debido a la enfermedad mental del Rey, el reino fue gobernado por otros como conté en la historia. Desde 1784, el príncipe heredero Frederik (VI) gobernó el reino, por lo que muchos de los elementos de esta sala están relacionados con él también. No es raro que la siguiente habitación lleve su nombre. Hemos entrado de lleno en el neoclasicismo y ahora en el estilo Imperio.

La sala más espectacular del castillo es la llamada Salón de los caballeros, en el segundo piso. El salón fue la última habitación que se amuebló y se completó en 1624. Originalmente se usó como salón de baile. Hacia 1700 sus funciones habían cambiado y se utilizaba principalmente para audiencias y banquetes. El nombre "Salón de los Caballeros" se puso durante el romanticismo.


Christian V hizo modernizar parcialmente la sala con doce tapices que muestran las victorias del rey en la guerra de Scanian(1675-1679). Los tapices se trasladaron más tarde al Palacio de Christiansborg, pero se devolvieron en 1999. El techo de estuco actual es de principios del siglo XVIII y muestra el escudo de armas danés rodeado por las Órdenes del Elefante y de Dannebrog. Los relieves laterales representan hechos históricos de los primeros años del reinado de Federico IV: la liberación de los siervos, la creación de los dragones y de la milicia terrestre entre ellos. Las cuatro grandes pinturas de Hendrick Krock en el techo representan los cuatro Regalia: la corona, el orbe, la espada y, por último, el cetro.

Lo más llamativo son las sillas de coronación, destinadas al Rey y a la Reina. Fueron utilizadas en las coronaciones de todos los reyes absolutistas y están custodiadas por tres leones de plata. El Salón de los Caballeros también contiene una gran colección de muebles de plata, la mayoría de los cuales son del siglo XVII.

Aunque hay otras salas, las dejo para que las descubran los visitantes (son menos importantes que las que he explicado).

Para ver el tesoro, tienes que volver a salir y bajar al sótano. Debemos tener cuidado con las horas de cierre. A nosotros nos fue bastante justo pero, por suerte, lo vimos. Allí podemos ver retratos, armas, marfil, piezas de ámbar o barriles de vino (no en vano estamos e el sótano). El vino Rosenborg se sirve en el banquete de Año Nuevo de la Reina y en ocasiones especiales en la casa real. Dicen que aún queda vino para 300 años. Según la tradición el vino procedía originalmente de la zona alemana del Rin, de Bacharach. El vino se guardaba antiguamente en barricas de madera. Las tres más antiguas, de 1598, 1599 y 1615, pertenecieron a la madre de Christian IV, la reina viuda Sofía, y se guardaron en el castillo de Nykøbing. En 1659 estos barriles fueron tomados como botín de guerra por los suecos, pero después de haberlos cargado en barcos para transportarlos a Estocolmo, el vino fue reconquistado por un barco corsario danés. Se llevaron a Copenhague desde donde el contenido de la bodega del castillo se transfirió a Rosenborg en 1731. Con el tiempo se rellenaron con vino nuevo que tomó la esencia del antiguo. El vino se acabó traspasando porque los barriles estaban deteriorados.

Pero, sin duda, lo más importante es el tesoro. En la primera sala encontramos la Espada estatal de Christian III. La espada estaba entre las insignias utilizadas en las coronaciones antes de la introducción del absolutismo; se usó por última vez en la coronación de Frederik III en 1648. También está el Cuerno de Oldenburgo. Se dice que se lo dio al Conde Otto, el primer miembro de la Casa de Oldenburgo, mientras cazaba en 989, una misteriosa joven. Ella quería que bebiera de él, pero el soberano derramó la bebida y se llevó el cuerno con él. Sin embargo, el cuerno no se fabricó hasta alrededor de 1400 así que algo falla en la historia.

En la sala siguiente el objeto más magnífico es la Corona de Christian IV, hecha para la coronación en 1596. Dicen que en aquel tiempo se llevaban las coronas cerradas por lo que ésta, abierta, estaba completamente pasada de moda. ¿Y por qué el rey quiso algo ya desfasado?. Pues porque los reyes nórdicos, de los que él se veía heredero, llevaban coronas abiertas. Puro simbolismo.


En el frente de la corona se ve un pelícano picoteándose para alimentar a sus crías con la sangre, simbolizando la necesidad de todo rey de sacrificar su propia sangre para proteger a sus súbditos, además de ser una representación tradicional de la devoción. de la muerte sacrificial de Cristo. En la parte superior del brazo derecho del rey se encuentra Fortitudo montando un león y sobre el izquierdo se ve Justitia, que representa las habilidades marciales de los reyes y su posición como juez supremo. En la parte posterior de la corona se encuentra una madre que amamanta mostrando al rey como superior a la iglesia, mostrando su amor a Dios y su devoción a sus súbditos. En su interior se encuentran los escudos de armas de las provincias reales. La corona se usó por última vez en la coronación de Federico III en 1648. Luego fue empeñada.

En la última sala vemos las Joyas de la Corona, el Regalía de la Corona, la Corona de los Reyes Absolutistas y la Corona de las Reinas.

La colección de joyas de la corona para uso de la reina reinante se estableció con el testamento de la reina Sofía Magdalena en 1746 y posteriormente se amplió con obsequios de reinas y princesas posteriores. Para la última coronación de la monarquía absoluta en 1840, la reina Carolina Amalia mandó reunir la mayor parte de las joyas de la corona en cuatro conjuntos compuestos por, en general, tiara, collar, broche y pendientes.

Vemos el Cetro, el Orbe, el Estoque de la Unción y la Ampolla, todos hechos en oro y joyas. Originalmente había más insignias danesas, pero algunas fueron vendidas por Christian II en 1523 y otras por Christian IV en la década de 1620. El Regalía más importante es la Corona de los Reyes Absolutistas. A diferencia de la antigua corona abierta de Christian IV, esta corona está cerrada. El gran zafiro en el frente se remonta a Frederik I.

La Corona de los Reyes Absolutos fue utilizada por los reyes desde Cristián V hasta Cristián VIII. Fue realizada por Paul Kurtz en Copenhague entre 1670-1671. Es de oro con esmalte y piedras talladas y pesa un total de 2080 g. También tiene 2 granates y 2 zafiros, de los cuáles como dije, el más grande data de Federico I y presumiblemente fue un regalo a su padre, Christian I, del duque de Milán en 1474. Encima hay un diamante tallado, detrás del cual se puede ver el monograma de Christian V en hilo dorado. Desde la abolición del absolutismo, la corona solo se ha utilizado en el castrum doloris de los Reyes difuntos.


La corona de la reina fue hecha para la reina Sofía Magdalena por el joyero de la corte Frederik (I) Fabritius en 1731. Estuvo en uso hasta 1840. Se cree que las piedras talladas provienen de la corona de la reina Sofía Amalia de 1648. La corona fue diseñada especialmente para la reina, ya que la corona anterior la usó Anna Sophie Revntlow, la segunda esposa de Federico IV, que no era muy querida.

Lo peor de Rosenborg es la hora del cierre. A las 16 horas. Y antes ya te hacen salir. Aprovechamos para ir al wc (edificio junto al castillo) y nos sentamos un poco en parque.

Como es muy temprano, y queda cerca, vamos con la Copenhaguen card a la Galería Nacional. En muchos sitios se indica como Statens Museum for kunst o simplemente SMK. Es uno de los mejores museos de la ciudad. Allí podemos ver una colección de arte europeo, que contiene obras de Mantegna (Cristo muerto sostenido por dos ángeles), Cranach (varias pinturas como Retrato de Martín Lutero, El juicio de Paris, Venus y Cupido, Melancolía, El ladrón de miel...), Tiziano, Marinus van Reymerswaele (El cambista y su mujer), Rubens, Rembrandt o Tiziano y abarca el período comprendido entre el siglo XIII y el XIX.



Además, y menos conocido, hay una parte dedicada al arte danés (también incluye obras de otros países escandinavos), donde se ven los trabajos de Eckersberg, considerado el padre de la pintura danesa, o Christen Købke, uno de los máximos representantes de la llamada Edad de Oro danesa. La parte del siglo XX parece una tomadura de pelo.

La Galería Nacional de Dinamarca recibió su colección de arte moderno francés en 1928, cuando fue donado por el fallecido coleccionista Johannes Rump. Esta colección cuenta con algunas de las piezas más famosas del museo, de artistas como Matisse, Picasso o Georges Braque.


La mayor parte de colecciones antiguas del museo proviene de las cámaras de arte de los reyes daneses.

El museo ocupa dos edificios separados, uno antiguo, de finales del siglo XIX y un estilo parecido al renacimiento italiano, y el otro moderno, de 1999. Están conectados por un pasaje cubierto por un techo de vidrio llamado el «Callejón de las Esculturas".

Aunque un poco rápido (como siempre empiezan a cerrar demasiado pronto), lo vimos todo.

Volvemos a Iglesia de mármol y la encontramos cerrada.

Vamos en metro a Christianhavn, uno de los barrios de Copenhague, "Puerto del Rey Cristiano", situado en una isla artificial rodeada de canales en los que se ven muchos barcos.

Fue fundado a principios del siglo XVII por Christian IV como parte de su ampliación de las fortificaciones de Copenhague. En un principio, se diseñó como una ciudad mercantil independiente y privilegiada, inspirada en las ciudades holandesas, pero pronto se incorporó a Copenhague.

Las fortificaciones se desarrollaron más con seis baluartes más en la década de 1660 y siete baluartes más entre 1682 y 1692. Se produjeron refuerzos adicionales entre 1779 y 1791, y nuevamente en 1810-1813. Aunque las fortificaciones alrededor del centro de la ciudad se desmantelaron a fines del siglo XIX, las fortificaciones de Christianshavn continuaron en uso hasta el siglo XX.

La parte baja de Christianshavn, también conocida como Christiansbro, es la parte más acomodada del barrio, con varias urbanizaciones modernas. La parte alta de Christianshavn, que se extiende a lo largo de Strandgade desde Torvegade hasta el canal de Trangaven, está dominada por antiguos almacenes renovados y casas de comerciantes. Al otro lado del canal, el Upper Rampart Side de Christianshavn es la parte más densamente poblada. Allí están la Iglesia del Salvador y Christiania.

Visita de Christiania. Christiania se estableció con un estatus semilegal de comunidad de vecinos que se autoproclama independiente del Estado danés. Es famosa porque en ella se permite el consumo y venta de drogas blandas. Se ve comprar y vender con normalidad. ¿Es legal?. Pues parece que la policía lo persigue. De hecho, la zona era conocida hasta 2004 como el Green District («distrito verde»). La zona de venta de marihuana se centra en la calle de Pusher Street.


En el año 1976, y después de muchos tira y afloja con el Gobierno Danés, consiguieron un tratado que aceptó a Christiania como experimento social. Dicen que no pagan impuestos al estado danés pero sí unos propios para la recogida de basuras o el cableado eléctrico.
Las viviendas no se pueden vender ni alquilar. Cualquier persona que resida en Christiania, si está más de 6 meses sin regresar a su casa, ésta puede ser ocupada por otra persona.

Hubo un tiempo en que se vendían drogas duras pero se acabó. Los vecinos no lo toleraron. Además venden camisetas, recuerdos, bebidas, hay bares, etc. Y, eso sí, no se permiten las fotos.

Cerca de la entrada principal de la ciudad de Christiania se puede leer «You're now entering the EU» ('Está usted entrando en la Unión Europea'), ya que los habitantes de Christiania no se consideran pertenecientes a la Unión Europea.

La historia de Christiania empieza con el derribo de una valla en un terreno militar abandonado por el ejército danés en 1971, por parte de unos padres que querían terrenos donde sus hijos pudiesen jugar. Poco a poco se fueron estableciendo. En estos años no han faltado los tiras y afloja con el gobierno. En principio lo ocupó el movimiento social Provo. Provo nació en Holanda como contracultura de influencia anarquista que, desde el humor y el pacifismo, ataca las estructuras tradicionales del Estado y propone medidas como la legalización de la marihuana o la lucha contra la contaminación.

Las normas de Christiania ( porqye las tienen) son: No armas, no drogas duras, no violencia, no coches privados, no grupos de moteros de ningún tipo (debido a una trifulca en el pasado), no ropa antibalas, prohibida la venta de fuegos artificiales y prohibida la venta de objetos robados.

Se ven algunos murales, una rudimentaria iglesia, barracones usados para vivir, casas donde abunda el reciclaje y un lago ( a las orillas del que muchos se sientan a fumar).

La Iglesia de San Salvador se construyó para servir de templo principal a Christianshavn. Fue diseñada por Lambert van Haven en estilo barroco holandés. Comenzó en 1682 y fue inaugurada en 1696. Su característico chapitel se construyó entre 1749 y 1752 por Laurids de Thurah, inspirado en la iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza en Roma. Su característica principal es su escalera de caracol exterior (que si ya debe dar vértigo normalmente, más en un día muy ventoso como aquél). Además, es muy estrecha. Sobre una base octogonal se alza esa escalera de caracol que termina al pie de una balaustrada, sobre el que se levanta una escultura de Jesucristo. En las cuatro esquinas de la torre se sitúan los cuatro evangelistas.

Además del vértigo, debemos tener en cuenta que subir no es sencillo; tenemos que salvar nada más y nada menos que 400 escalones para llegar al segundo mirador más alto de la ciudad.

Dice la leyenda que Thurah estaba obsesionado con su trabajo, tanto que cuando alguien dijo que la escalera de caracol giraba en el sentido equivocado se suicidó. No es así. El arquitecto murió en la miseria, en su propia cama, siete años después. Que la historia sea falsa no ha impedido que se llevara al cine.


Para subir (Copenhaguen card) se debe hacer reserva previa. Javi sube del todo; yo hasta las campanas (en el interior de la torre).

Ya de regreso, compramos cena en el Lidl.

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