Martes, 16/10
Me despierta el sonido del teléfono del hotel. El recepcionista me indica: Señor, sus amigos esperan en la terraza de desayuno. ¡¡¡¡Horror, no había cambiado la hora del reloj!!! Corriendo nos aseamos, nos vestimos y subimos a la terraza pidiendo disculpas. Pues bien empezamos el viaje. Jajajaja. Desayuno continental pero con unas vistas totalmente turcas. Es la Capadocia. Es Goreme. Bienvenidos al paisaje lunar del interior turco. Tras el desayuno, los trámites en el propio hotel para recoger el coche de alquiler y rumbo a la aventura. Nuestro primer destino: el Museo al aire libre de Zelve.
Museo al aire libre de Zelve
Situado a unos 10 km de Goreme, Zelve es un antiguo pueblo troglodita que se encontraba habitado hasta mediados del siglo XX. Sus habitantes fueron abandonando el pueblo hasta que el Gobierno, por peligro de derrumbamiento, obligo a los pocos que quedaban a su exilio. Cerca se construyo un barrio, cercano a Avanos. Aprovechando la antigüedad del lugar, el gobierno convirtió este pueblo fantasma en un museo al aire libre, con su correspondiente pago de entrada. El Museo al aire libre de Zelve está formado por tres valles dispuestos secuencialmente, con una única entrada. Se a acondicionado algo el lugar para realizar paseos por el pueblo, con la existencia de iglesias sin pinturas, ya que se pensaba que sus habitantes no eran muy dados a las iconografías. Aún quedan restos de la mezquita, con su minarete. El lugar tiene un aspecto marciano, ya que sus tonalidades rojizas contrastan con otras zonas de Capadocia. Y el paseo por el lugar te puede llevar 2 horas perfectamente para disfrutar de este lugar.












Las Tres Bellezas de Urgup
A 12 km de Zelve, se sitúa el mirador de las tres chimeneas. Tras bordear la localidad de Ürgup, y con la idea de visitar el pueblo de Ortahisar, paramos en este mirador, junto a la carretera. Tres bellezas son las tres chimeneas de hadas brillantes ubicadas en Urgüp. Es la belleza natural y el símbolo más famoso de la ciudad. Esta increíble formación natural es bien conocida, no solo por su paisaje encantador, sino también por su increíble historia. Según una leyenda, había un rey y su hija, una princesa que vivían pacíficamente juntos. La princesa se enamoró de un pastor. El rey desaprobó ese matrimonio por eso decidió que su querida princesa se casaría con un hombre autorizado. Sin embargo, ella escapó del palacio y se casó en secreto con el pastor. Después de años, ella da a luz un bebé. Entonces ella pensó que tal vez su padre los perdonaría gracias a su hijo y marcharon hacia el palacio. El rey no tuvo piedad. Ordenó a sus soldados matar a la familia. Cuando la princesa huyó de los soldados del rey, oró a Dios: "por favor, Dios mío, haznos una piedra o un pájaro". Dios aceptó su oración e inmediatamente se convirtieron en una piedra (la chimenea de hadas de hoy llamada Tres Gracias). Estas tres chimeneas de hadas simbolizan a la princesa, a su esposo y a su hijo. Y a lo lejos se puede divisar la montaña de Erciyes, de 3.916 m. de altitud.



Ortahisar
A 4 km del mirador llegamos a Ortahisar. Es junto a Urgup, Uchisar y Goreme, el menos turístico de todos. Pero no por ello deja de ser turístico. Su nombre significa Castillo del Medio, y es que en el centro de la localidad nos encontramos con una mole de roca de 86 m de altura que sirvió de fortaleza. Y otro punto de interés es la plaza, donde hay cafés con terrazas, algún restaurante y tiendas que venden artesanías y souvenirs. Llegada la hora de comer, nos dispusimos a comer en uno de estos restaurantes.






Valle de las Palomas (Pigeon Valley)
Volvemos a Goreme, que dista de Ortahisar unos 6 km y tras atravesar el pueblo, buscamos el punto de inicio del sendero por el Valle de las Palomas (Pigeon Valley o en turco Güvercinlik). El Valle de las Palomas es un pintoresco laberinto de formaciones rocosas excepcionales y viviendas dentro de las cuevas. Todo ello en un valle que comienza en Goreme y llega hasta Uchisar, en un terreno que parece salido de otro planeta y que se extiende a lo largo de cuatro kilómetros entre Göreme y Uçhisar. Este lugar debe su nombre a la enorme cantidad de palomares tallados en las rocas. Para los antiguos habitantes de las cuevas los pájaros eran mensajeros importantes y los cuidaban como si fueran sus mascotas. Y por otra parte, sus excrementos son un buen abono para uso agrícola. Pero aquí, si bien hay muchos palomares, no hay ninguna iglesia excavada en la roca. Llegamos a Uchisar y vuelta al coche para ya acercarte a esta importante localidad de Capadocia.







Uchisar
El castillo de Uçhisar es un gran atractivo en el extremo sur del valle. Tras pagar la correspondiente entrada, accedimos a la fortaleza llena de habitáculos y pasillos laberínticos hasta conseguir llegar a la bandera otomana que corona la mole de roca. Desde la cima, hay unos paisajes espectaculares del valle de las palomas, de Goreme y más allá, más si cabe teniendo en cuenta que llegamos al atardecer. Un momento perfecto. Posteriormente nos dimos un breve paseo por el pueblo troglodita y vuelta a Goreme, a cenar.





Una vez aparcamos se acercó un hombre al coche, y cuál fue nuestra sorpresa que era el trabajador de la empresa de alquiler de coches que nos dio el coche, y que tras saludar, cogió su móvil de debajo del asiento del conductor y se fué. Nos quedamos todos primero alucinados, no supimos reaccionar, y después carcajadas. Porque durante todo el día oíamos un sonidito dentro del coche, pero suponíamos que era algún tipo de musiquita que tenía el coche cuando funcionaba. Jajajaja. Eso si, pudimos comprobar que nos tenían geolocalizados en todo momento. Solo que esperó a que volviéramos a Goreme. No quería perseguirnos durante todo el día.


