Empieza la aventura. ✏️ Diarios de Viajes de AustraliaTRIBULACIONES DE UNA PAREJA DE ESPAÑOLITOS EN AUSTRALIA. La mayoría de los que hacemos un viaje para pasar unos días en Australia, lo hacemos para cumplir un sueño. El resto lo hace para acompañar a alguien que está cumpliendo un sueño. Por...Diario: TRIBULACIONES DE UNA PAREJA DE ESPAÑOLITOS EN AUSTRALIA⭐ Puntos: 4.8 (10 Votos) Etapas: 19 Localización: AustraliaTRIBULACIONES DE UNA PAREJA DE ESPAÑOLITOS EN AUSTRALIA La mayoría de los que hacemos un viaje para pasar unos días en Australia, lo hacemos para cumplir un sueño. El resto lo hace para acompañar a alguien que está cumpliendo un sueño. Por supuesto habrá otros motivos pero son las excepciones. El momento de hacer realidad mi sueño había llegado. Tras meses de darle vueltas al asunto, descartando opciones apetecibles pero caras o imposibles, como el deseo (ahora archivado a la espera de una segunda oportunidad) de recorrer Australia, en autocaravana o en coche, durante unos meses, pateando el detalle y huyendo del tópico turístico, negociando con Marga, mi mujer, la duración del viaje, teniendo que descartar, por ese motivo, Adelaida con Kangaroo Island, Darwin con el Parque Nacional de Kakadu y unos días en Bali para preparar la dura vuelta a la realidad cotidiana, quedó definida la duración y el recorrido del deseado viaje. Otra duda, finalmente resuelta, fue la de si elegir hacerlo todo por libre o ponernos en manos de una agencia. La primera opción resultaba más económica, pero nuestros posibles compañeros de viaje fueron cayendo por el camino y al final íbamos a ir solos, mi mujer y yo. Me daba un poco de miedo afrontar un destino tan lejano en un país cuyo idioma no domino y por el que había que moverse básicamente en avión, así que buscamos un viaje organizado, con la esperanza de que nos llevaran de la mano y tener compañeros de viaje con los que compartir los momentos que el nuevo continente nos iba a deparar. Finalmente el itinerario quedó definido de la siguiente manera: Salida desde Barcelona el 30 de Septiembre pasando por Londres y Singapur, llegada a Perth, visita guiada por la ciudad llegando hasta Fremantle con regreso a Perth navegando por el río Swan, excursión al desierto de Pinnacles. Segunda etapa en Ayers Rock, disfrutando el día de llegada del anochecer en Uluru y del amanecer al día siguiente con la posibilidad de ascender a su cima o pasear por su base, siguiendo con visita y paseo por los Montes Olgas. Luego Cairns con visita al bosque lluvioso y a la gran barrera de coral. Melbourne, con visita guiada de la ciudad y recorrido por la Great Ocean Road hasta los Twelve Apostles. Finalmente Sydney con visita de la ciudad y crucero por la Bahía y un día en las Blue Montains. Los días que quedaban libres los íbamos a ocupar recorriendo las ciudades por nuestra cuenta y desplazándonos a la playa de Cottesloe en Perth y de Manly en Sydney. El 18 de Octubre se llegaría de regreso a Barcelona vía Singapur y Londres. Por fin llegó el día 30 de Septiembre. La preparación del equipaje había sido laboriosa: no queríamos andar acarreando por tantos aeropuertos con unas pesadas maletas, pero había que tener en cuenta que nos íbamos a encontrar con temperaturas frescas en Perth y Sydney, cálidas en Ayers Rock y Cairns y previsiblemente frías en Melbourne. Conseguimos encontrar el equilibrio entre volumen y necesidad y pertrechados con dos maletas medianas y dos mochilas fuimos llevados por nuestra hija mayor y nuestro futuro yerno hasta la T1 del aeropuerto de Barcelona. Me preocupaban los tránsitos en los aeropuertos de Londres y Singapur, sobre todo el de Londres en el que había que cambiar de terminal, pero al facturar las maletas nos informaron que el camino entre terminales en Londres estaba muy bien indicado: bastaba con seguir los letreros y tomar un autobús que nos llevaría de la T3 a la T4. En Barcelona obtuvimos las tarjetas de embarque de los tres aeropuertos y la confirmación de que no había que andar recogiendo el equipaje ya que lo facturábamos directamente hasta Perth. La documentación facilitada por la agencia consistía en los visados de entrada a Australia, las cláusulas del seguro contratado, las condiciones de embarque en los vuelos y un resumen del recorrido a realizar con una relación de vuelos, hoteles y visitas. En Perth alguien nos estaría esperando en el aeropuerto y a partir de ese momento iríamos recibiendo las indicaciones precisas para ir afrontando el día a día. En la cola de embarque pudimos constatar que a Londres viajaban muy pocos españoles, casi todos los comentarios que se oían eran en inglés. Sin embargo la esperanza de que desde otros puntos de España algún paisano se estuviera dirigiendo hacía Londres para iniciar nuestro mismo viaje persistía. Un poco antes de las siete de la tarde despegaba el avión con el que iniciábamos el recorrido y que nos iba a llevar hasta el aeropuerto Heathrow de Londres. Nos sirvieron la merienda y después de 2 horas de vuelo, pasadas las ocho, hora local, llegamos a Londres. Siguiendo los indicadores atravesamos largos pasillos y recorrimos vericuetos de un aeropuerto en obras hasta llegar al punto desde el que partía el autobús que nos llevaría desde la Terminal 3 hasta la 4. Pasamos el control de seguridad, donde fui exhaustivamente registrado, supongo que por azar ya que no creo tener aspecto de terrorista o traficante y nos dirigimos a la puerta de embarque del vuelo con destino Singapur con el tiempo justo para dar un rápido vistazo a las tiendas de la zona de embarque y comprar un imán que decorará la abarrotada puerta de nuestra nevera. Dando un repaso a los viajeros no pudimos encontrar a nadie con un perfil que le delatara como español, o eran muy discretos y silenciosos o brillaban por su ausencia. De todas formas era pronto para tirar la toalla, la prueba definitiva la encontraríamos en Perth, cuando definitivamente nos juntáramos los que teníamos el mismo destino. El avión resultó algo más confortable que el que nos había traído a Londres. De todas formas nos esperaban casi 13 horas de vuelo, algo que en principio nos asustaba un poco. Finalmente no resulto tan mal como esperábamos. El tiempo pasó sin darnos cuenta, convenientemente distribuido en el horario nos sirvieron bebidas, la cena, el desayuno y nos entregaron una bolsa con agua y tentempiés para el tiempo en que las luces apagadas invitaban a dormir. El asiento algo reclinado no ofrece la mejor de las posturas para echar un sueñecito, pero algo conseguimos dormir y el resto del tiempo se pasó jugueteando con la pantalla de que dispone cada asiento, buscando alguna película doblada al español, intentando encontrarle la gracia a los insulsos juegos o escuchando música y viendo documentales. Después de 13 horas nos encontramos en Singapur a las 6 de la tarde del día 1 de Octubre. Hacia unas 17 horas que habíamos salido de Barcelona pero el reloj indicaba que habían pasado 24, cosas del cambio horario. El aeropuerto de Singapur nos sorprendió por lo bonito que es, parece un jardín botánico, todo lleno de plantas de las de verdad, con orquídeas de todos los colores y lujosos pasillos y estancias. Echamos en falta un poco de tiempo para ver el jardín botánico que ofrecen a los pasajeros en transito. La conexión estaba tan ajustada que solo pudimos comprar el obligatorio imán para la nevera y mandar un correo a nuestras hijas informando que todo iba según lo previsto desde uno de los terminales gratuitos de que se dispone en el aeropuerto. También echamos en falta oír hablar en nuestro idioma, pero, interiormente, creo que ya íbamos asumiendo que nos encontraríamos muy solos. A las siete y media partió nuestro ultimo vuelo del día: el que por fin nos iba a depositar en Australia cinco horas después y sin necesidad de tocar nuestros relojes, ya que la hora en Perth es la misma que en Singapur. Nos propusimos no dormir durante ese vuelo ya que la llegada estaba prevista a las 0:30 y a esa hora lo único que cabía hacer era ir al hotel y meterse en la cama. Suponía que si llegábamos sin sueño nuestro ritmo biológico iba a tardar en adecuarse al nuevo horario así que parecía mejor iniciar la adaptación cuanto antes. No sé si cenamos o comimos, vimos una película y jugamos con los mismos juegos de que disponíamos en el vuelo anterior, pero conseguimos mantenernos despiertos. ¡Ah si!, también rellenamos el formulario de inmigración, ese en el que te preguntan si llevas drogas o armas y si tienes intenciones delictivas. Además te preguntan si en las zapatillas llevas tierra pegada, no sea que vayas a contaminarles el país. Índice del Diario: TRIBULACIONES DE UNA PAREJA DE ESPAÑOLITOS EN AUSTRALIA
01: Empieza la aventura.
02: PERTH
03: PERTH - City Tour y Fremantle
04: PERTH - Pínnacles.
05: AYERS ROCK
06: ULURU
07: CAIRNS
08: CAIRNS – Wooroonooran
09: CAIRNS - Michaelmas Cay
10: MELBOURNE
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