Día 2. Playa de Balos ✏️ Diarios de Viajes de Grecia

---

Tras un estupendo descanso, un desayuno maravilloso en la terraza del Creta Vitalis. Han cambiado los hojaldres dulces y salados, así que tenemos la oportunidad de probar nuevos productos, tan ricos... Cogemos el coche para dirigirnos a la playa de Balos, una de las playas top de Grecia, situada a 60 Kms al oeste de Chania.

Se llega a Balos a través de un camino de pista desde Kaliviani, un pueblo cercano a Kissamos. Este camino de pista tiene unos 8 km y puede ser recorrido por un vehículo de 4 ruedas. Al llegar a Trachillos vemos los carteles, y un poco más adelante ya estamos entrando en el parque, donde pagamos 2€ a un chico desde el propio coche bajando la ventanilla. A partir de aquí empieza un camino de cabras de 8km; el camino es ancho pero hay que ir despacio y sorteando los baches. Al principio vamos bien pero hacia mitad del camino sentimos que el coche está perdiendo fuerza y le cuesta avanzar. Finalmente llegamos al parking, donde dejamos el coche y emprendemos el camino que lleva a la playa. Llegamos a un punto con unas vistas espectaculares de esta playa; es tal cual la habíamos visto tantas veces en fotos. ¡Pero esta vez estamos allí! A partir de este punto comienza la bajada: 486 escaleras que se nos pasan sin darnos cuenta al disfrutar de las maravillosas vistas.

Esta playa es súper especial pues tiene arena blanca, fondos marinos suaves y aguas cristalinas. Frente a la playa, hay una isla rocosa llamada Gramvoussa y en la parte superior de esta isla hay un castillo veneciano empinado. Se puede llegar a esta isla cuando baja la marea y decidimos hacer el paseo hasta el final para elegir el sitio en el que ubicarnos. Hacia mediodía llegan 2 o 3 barcos, ya que a Balos se puede acceder también por este medio en una excursión. Es una pena pues durante el tiempo en el que están los barcos, la playa se llena y pierde algo de su encanto. Menos mal que es enorme y se pueden encontrar rincones tranquilos. De todas formas, entendemos que tanta gente quiera estar allí, pues es realmente espectacular. Pasamos un día maravilloso entre baños y sol, con un buen tentempié griego.


A media tarde nos dirigimos al parking y cuando comenzamos el regreso en nuestro coche, empezamos a notar que cada vez tiene menos fuerza hasta que se para por completo. Por suerte esto nos ha ocurrido al comienzo del regreso, donde hay cobertura y pasa bastante gente. Algunos se paran a ayudarnos pero ninguno consigue arrancar el coche de nuevo. Finalmente llamamos a la agencia de alquiler, Monza car rental y cuando le contamos lo sucedido y dónde estamos, nos dice que el alquiler no permite meter el coche por ese camino. Establecemos un debate al respecto, pues aunque nos van a mandar una grúa con un coche nuevo, el chico insiste en que debemos pagarla desde Heraklio. Sin embargo, la parte del trayecto por carretera normal sí que está cubierta por el seguro extra que hemos pagado. Finalmente llegamos a un acuerdo para pagar solo la parte de camino no permitido.

Como la grúa va a tardar 2 horas en llegar, decidimos regresar a la playa de Balos y nos damos los últimos baños, viendo ponerse el sol. Increíblemente bello.


¿Quién nos iba a decir que volveríamos a Balos al atardecer? Va a ser cierto eso de que “no hay mal que por bien no venga”, pues ha merecido mucho la pena ese último ratito en Balos. Regresamos al coche y enseguida llega nuestra la grúa con nuestro coche de recambio. El chico comprueba que el problema ha sido una rotura del embrague y es necesario cambiar el coche. Para regresar, como es de noche, vamos delante de la grúa que nos ilumina, lo que nos tranquiliza. Con este nuevo coche vamos de maravilla a pesar de ser un camino de cabras, lo que nos confirma que el camino no era tan malo, sino que el coche no estaba en buenas condiciones.

De regreso a Chania paramos en Kissamos para comprar algo de cena para tomar en el hotel:

-Pikantiko: gyros, dakos y refresco: 10€.

Nos sentamos en el porche del hotel, junto al columpio, a tomar nuestra cena, acompañadas de un gatito. Estamos en Grecia, ¡si!

---