El camino entre Lake St Clair y Mt Field son unas dos horas, y en este tramo vimos más echidnas en los arcenes de la carretera que en todo el viaje combinado. Es increíble lo que llaman la atención cuando tienes el ojo entrenado. Justo antes de llegar al parque, el tramo de carretera entre Westerway y National Park es uno de los mejores sitios de Tasmania para avistar platypus en el río Tyenna. Hay incluso una cafetería, el Possum Shed Café, que tiene un balconcito atrás que da al río y desde donde es muy habitual verlos. El día que llegamos estaba cerrada, pero paramos en una especie de zona de picnic junto al río y estuvimos un rato allí sentados a ver si se asomaba alguno… pero no hubo suerte. Como el camping de Mt Field es muy popular y no se puede reservar, tuvimos que ponernos en marcha para no llegar muy tarde y poder coger sitio.
Mt Field es el parque nacional más cercano a Hobart, a una hora escasa en coche, lo que lo convierte en un destino muy habitual de fin de semana. Es famoso por sus cascadas, y la ruta más típica es el Three Falls Circuit, un loop de 6 km que atraviesa bosques de eucaliptos, helechos gigantes y por supuesto las tres cascadas que le dan nombre. Este circuito está justo en la entrada del parque, junto al centro de visitantes. Pero el parque es más grande, y hay una carretera que se adentra mucho más allá y te lleva hasta Lake Dobson, en la parte más alpina del parque (hay hasta una estación de esquí en invierno) y punto de partida de la razón por la que yo quería de verdad visitar Mt Field: el Tarn Shelf Track, un circuito de 12 km bastante exigente que recorre diferentes tarns (o lagos alpinos). Lamentablemente, la carretera a Lake Dobson no está asfaltada y es una de las que teníamos expresamente prohibido recorrer, ya que no es nada recomendable para caravanas. Hablé con el centro de visitantes y ellos también me recomendaron evitar la carretera, y sugirieron hablar con gente del camping esa noche para ver si alguien que fuera a subir a esa zona al día siguiente en coche o 4x4 podía llevarnos. Pero aunque hubiéramos encontrado a alguien para subir, el problema era cuadrar la vuelta, ya que si no nos iba a tocar recorrer los 16 km de carretera de vuelta andando. Así que muy a mi pesar, tuvimos que renunciar al Tarn Shelf Track, y limitarnos a recorrer las cascadas de la parte baja del parque. Si algún día vuelvo a Tasmania, me aseguraré de llevar un 4x4 para poder hacer esta ruta!
Mt Field: Three Falls Circuit
Esa tarde aprovechamos para lavar ropa en el propio camping y dar un pequeño paseo por el río, en busca de platypus. No se puede decir que no lo intentamos… Estuvimos fácil una hora al atardecer pero no tuvimos suerte. Cansados de estar sentados en las piedras y con el culo ya frío, decidimos acercarnos a ver la primera de las cascadas del Three Falls Circuit que recorreríamos al día siguiente: Russell Falls, una de las cascadas más impresionantes de Tasmania y una de las más bonitas que he visto yo nunca. Era casi de noche, pero sabíamos que no es raro ver platypus en el arroyo que baja desde la cascada hasta el río, y que discurre junto al camino, así que lo vimos como una oportunidad más. Por el camino se atraviesan helechos gigantes y algún tronco caído de dimensiones considerables. La cascada en sí es preciosa, con varios niveles y metida en una vegetación que parece sacada de una peli de Indiana Jones o de Parque Jurásico.
Russell Falls track
Russell Falls
No vimos platypus pero nos alegramos mucho de haber ido a ver la cascada esa tarde, porque no había gente y la luz era completamente distinta a lo que veríamos al día siguiente. Esa noche, después de cenar, me aventuré con la linterna de cabeza en busca de fauna, y tuve la inmensa suerte de ver un quoll corriendo como un loco muy cerquita de mí. Estos bichos tan monos son marsupiales carnívoros, como los demonios de Tasmania, y son solitarios y nocturnos, con lo que es bastante difícil verlos. No pude hacerle una foto, pero también vi montones de possums que sí posaron para mi cámara. Mirara hacia donde mirara, estaba todo lleno de ojitos resplandecientes, y fue toda una experiencia disfrutar del parque de noche, aunque era un poco surrealista estar ahí haciendo fotos a estos bichos que en Australia están tan protegidos y tan bien considerados, cuando en NZ estoy acostumbrada (y yo diría que insensibilizada ya) a verlos como una peste al nivel de las ratas o los armiños, y que el gobierno gasta muchísimo dinero en intentar erradicar.
Possums en Mt Field
El día siguiente amaneció con sol brillante, pero sabíamos que se acercaba tormenta y esa tarde empezaría a llover (y nevar!). Antes de las 9:30 ya estábamos andando, volviendo a recorrer el camino que habíamos hecho el día anterior hasta Russell Falls, pero esta vez con muchísima más gente alrededor. La vegetación de este tramo, tan lleno de helechos, nos recordó mucho a NZ.
Helechos en el camino a Russell Falls
Russell Falls
La cascada de día es bastante diferente a por la noche. Yo diría que me impresionó más de noche… Pero también es muy bonita por la mañana, aunque es más difícil hacer fotos sin gente! El camino sube unas escaleras que te llevan a la parte de arriba de la cascada, y justo después está la segunda cascada del circuito, Horseshoe Falls, que también es preciosa.
Horseshoe Falls
El camino se adentra luego en el Tall Trees Walk, una zona del parque que está repleta de Eucalyptus regnans, también llamados Giant Ash o Swamp Gums. Este tipo de eucalipto es endémico de Tasmania y Victoria, y crece hasta los 100 metros de altura, lo que lo convierte en la planta con flor más alta del mundo, y el árbol más alto de Australia (y el cuarto más alto del mundo). Son realmente impresionantes.
Swamp Gums
La tercera cascada del circuito, Lady Barron Falls, es quizás la menos impresionante de las tres, pero aún así merece una visita. Desde aquí, el camino vuelve al centro de visitantes y hay que subir unas escaleras que se hacen eternas. En total, el circuito entero fueron un par de horas. En el centro de visitantes recogimos la caravana y pusimos rumbo al siguiente destino: Bruny Island. Pero primero paramos a comer en el Possum Shed, que sí estaba abierto. Nos sentamos en el balcón y estuvimos un buen rato con los ojos fijos en el agua, aunque no hubo suerte. Pero no se puede decir que no lo intentamos hasta el final!
Lady Barron Falls