Este era un día un poco de transición, donde no teníamos grandes planes más allá de llegar a Lake St Clair, y además estaba medio lloviendo. Pero no porque la ruta no ofreciera nada interesante: irónicamente, por el camino se pasan varios puntos que de haber hecho buen día (y de haber tenido más tiempo), hubieran podido llegar a ser highlights del viaje.
Salimos de Cradle Mountain y pusimos rumbo al oeste hasta que enganchamos la A10 hacia el sur. Este tramo es bastante escénico, con bonitas vistas de los lagos en toda la zona de Tullah. Un poco más adelante pasamos por el parking desde donde sale el Mt Murchison track, una ardua caminata de 7.5 km ida y vuelta que te lleva a la cima del monte Murchison, y que muchos creen que es la mejor ruta de un día de Tasmania, por encima incluso de la subida a Cradle Mt. Nosotros no la teníamos incluida en nuestro itinerario sencillamente porque no habíamos oído hablar de ella, y aparte hacía bastante mal día, pero si algún día vuelvo a Tasmania va a estar muy arriba en la lista de actividades. Muy cerca de aquí, en Rosebery, está Montezuma Falls, una impresionante cascada de más de 100 metros de altura. Hay que recorrer 6 km (1.5 h) para llegar a ella y la ruta no es demasiado dura, pero entre que había que desviarse un poco y que tampoco queríamos perder tanto tiempo, la dejamos pasar, pero debe ser bastante bonita.
Nuestra primera parada del día fue en Queenstown, una ciudad muy ligada a la minería y que atrae a bastantes turistas, no sólo por lo que ofrece sino también por estar estratégicamente situada en la ruta entre Hobart y Cradle Mt, y por ser punto de partida hacia Strahan, otro de los grandes atractivos turísticos de la zona. De hecho, hay un tren de vapor que une las dos ciudades, el Wilderness Railway, y debe ser una pasada, con el tramo de vía más empinado del hemisferio sur para un tren de vapor, atravesando bosques bastante salvajes, y todo muy pintoresco.

Spion Kopf Lookout
Aprovechamos para echar gasolina y hacer algo de compra en un super, y luego nos acercamos al Spion Kopf Lookout, un mirador desde donde se pueden ver las montañas (y antiguas minas) de la zona, con vistas a Mt Lyell y Mt Owen. Toda la zona es volcánica, formada hace 500 millones de años a partir de ceniza y sedimentos volcánicos submarinos, y alberga menas de pirita, oro y cobre, lo que dio lugar a múltiples operaciones mineras a finales del siglo XIX.
La siguiente parada del día fue una visita a Horsetail Falls, una cascada a la que se accede a través de una curiosa pasarela que básicamente cuelga del lateral de la montaña, y que te lleva hasta un mirador frente a la cascada. Pero la cascada es de esas que si ha llovido poco se seca enseguida, y cuando fuimos nosotros no tenía ni una gotita de agua. Aun así, el paseo por la pasarela mereció la pena.


Hacia Horsetail Falls
Justo en frente del parking de Horsetail Falls está la carretera que te lleva a lo que para mí es el mayor atractivo de Queenstown: Iron Blow Lookout. Es un impresionante mirador sobre los restos de una mina al aire libre y una de las primeras operaciones mineras de la zona. En 1884 se descubrió oro, aunque los primeros mineros que trabajaron allí tardaron poco en descubrir que había grandes depósitos de cobre, también muy valioso. Hoy en día se pueden ver restos de la operación minera desde el mirador, con vestigios de las vagonetas y las vías por donde se sacaba el mineral claramente visibles. El mirador está bastante alto y la vista es impresionante.


Iron Blow
La inmensa mayoría de la gente que trabajaba en esta mina vivía en Linda, un pequeño asentamiento muy cercano. Pero cuando las operaciones cesaron, Linda se convirtió en un pueblo fantasma. Hoy en día la carretera pasa junto a los restos del Royal Hotel, del que solo quedan las paredes exteriores de cemento ennegrecido. Junto al hotel hay una cafetería bastante conocida, pero justo el día que pasamos nosotros estaba cerrada.

Linda Valley y Lake Burbury
La última parada del día fue Nelson Falls, una preciosa cascada en el río Nelson a la que se accede por un camino por el bosque de 20 minutos ida y vuelta. La cascada pertenece al Franklin-Gordon Wild Rivers National Park, así que es necesario tener un pase de parque para visitarla (aunque nadie os lo va a pedir). Aquí vimos montones de helechos y la vegetación más parecida a NZ que habíamos visto hasta ese momento.



Nelson Falls
Dejando atrás Nelson Falls, pusimos rumbo a Derwent Bridge, desde donde sale el desvío a Lake St Clair. Lo más interesante de este tramo es Frenchmans Cap, una ruta de 54 km a través de Franklin-Gordon Wild Rivers National Park que se suele hacer en 4 ó 5 días, y que he oído decir que es incluso mejor que el Overland Track.
Finalmente, llegamos a Lake St Clair a eso de las 5 de la tarde. No habíamos reservado nada por adelantado y fuimos al lodge a preguntar si había algún sitio en el camping, y sin problema. Es un camping caro ($46 con luz) pero no hay otras opciones. Esa misma tarde nos fuimos a dar una vuelta en busca de platypus, pero eso lo dejo par la siguiente etapa

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