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CASTILLO DE MALBORK Y PLAYA DE BRZEZNO
CASTILLO DE MALBORK Y PLAYA DE BRZEZNO
Castillo de Malbork junto al río Nogat (afluente del Vístula)
Jueves, 22 de Junio de 2023
Madrugón, ducha y directo al comedor a desayunar. Bueno, primero a pagar los desayunos de los 5 días que voy a estar aquí y luego a desayunar. Es un desayuno en plan buffet con todo lo que uno quiere y más para comenzar el día: Zumos, embutidos, ensaladillas, huevos revueltos, salchichas, yogures, mantequilla, mermeladas, panes varios, fruta, tés y cafés. De todo...
Una vez desayunado a gusto, subí y en media hora ya estaba en la taquilla situada en el subterráneo de la estación de Gdansk Głowny intentando comprar un billete para Malbork. Tenía mi entrada reservada para ver el Castillo a partir de las 9 de la mañana ya que había leído que es mucho mejor ir pronto porque luego se llena de turistas. Asi que tendría que coger el tren de las 8 ya que tarda 40 minutos, tras los cuales, una vez ya en la estación de Malbork, tendría que caminar unos 20 minutos hasta llegar al Castillo.
La empleada de la taquilla subterránea, muy simpática y con un buen inglés, me dijo que no podía comprar los billetes a Malbork en esa ventanilla sino que tenía que ir a la ventanilla de la compañia PKP Intercity, situada en el edificio que se encuentra en el andén número 1.
Subí al andén número 1, encontré la taquilla y....... oh-oh.... Detrás de la ventanilla se encontraba una rechoncha mujer de unos 50 años con cara de bulldog con malas pulgas y grandes gafas de pasta puntiagudas en los extremos que se unen a la patillas acentuando su cara de mala leche.
- "Yendobre" -dije.
- "Yendobre".
- "Er.... Do you speak English ?
- " Nieeee-arghhghjjjjj...!!!!!!! - rugió. Que -dicho sea de paso- es un palabro híbrido entre "Nie" y "Puaajjjj..."
Bueno, pues yo le iba a hablar en inglés de todas formas porque no había otra opción. Asi que le dije muuuyyyy despaciiiito:
- "One....... ticket....... to........ Malbork.... please".
Me respondió con otro rugido que no pude entender.
- ¿¿Uhh??
- "Sixty-Plus??"
- "Sixty-Pl..." - dije con tono de desaprobación

Y entonces me respondió con un terrorífico vocablo eslávico-polacoide de 19 consonantes seguidas.
- "What??" -pregunté.
A lo que me respondió repitiendo el vocablo de mala manera y señalándome la pantalla de su ordenador que decía: "19 zlotys"
- "¡¡ Aaaahhh...Ahora entiendo: Una palabra de 19 consonantes seguidas significan 19 zlotys...!! ¡¡ Una consonante por zloty !! ¿Pero cómo no se me había ocurrido antes?" -dije. Entonces la taquillera me pasó el datáfono "apachurrándolo" por debajo de la ventanilla. Saqué mi tarjeta y cuando me iba a disponer a pagar con ella me lo retira abruptamente gritándome:
- "CASH"!!!!
- ¿Quéééé??? -Pregunté confuso, a lo cual la bulldog me respondió ladrándome repetidamente:
- "CASH, CASH, CASH !!!
- "Pues si quieres que te pague en metálico ¿para que me sacas el datáfono, hija?
En fin, que ya pagué y me imprimió el dichoso billete ¡Qué mujer...!
Al cabo de 3 minutos llegó el tren. Subi al primer vagón que se paró frente a mí y, caminando a lo largo de un pasillo que lo recorría junto a la hilera de ventanas, entré en uno de los compartimentos cerrados con cabida para seis personas. Estaba vacío. Pensé: "¿cuántas conspiraciones se habrán tramado en estos compartimentos de tren de película de espionaje? ¿cuántas organizaciones mafiosas habrán hecho negocios turbios aquí?" Me imaginaba a un grupo de mafiosos entrando en el compartimento y el jefe diciendoles a dos de ellos: "Tú y tú vigilad en cada uno de los extremos del vagón, que no entre nadie".
Pero entonces desperté porque entró alguien: Era el revisor, al que mostré mi billete y entonces me soltó una parrafada. Al no entender yo nada, me dijo por señas que mi billete era de segunda clase y yo estaba en primera y que me tenía que marchar al vagón de los cutres que está dos más allá, cosa que hice, sentándome en el asiento de un vagón normal, sin compartimentos y con gente normal, que evidentemente iban a trabajar a esas tempranas horas de la mañana pues iban inmersos en su mundo, consultando un móvil o un ordenador portátil sin hablar entre ellos.
Al cabo de 40 minutos llegamos a Malbork. Había un sol de justicia. Eran las 8.40 de la mañana y ya apretaba el calor. Vi otros turistas. Todos nos dirigíamos al mismo sitio así que no había pérdida. Tras atravesar la calle principal de Malbork, llegué a la oficina donde se compran los tickets y adquieres la audio-guía, cuyo precio está incluído en la entrada. Pedí la mía en castellano. Funciona con localización GPS y comienza justo en el patio de entrada de la oficina de billetes, que se encuentra junto al foso, a la entrada del Castillo Bajo.
Es el mayor castillo de ladrillo del mundo. Es gigantesco y se divide en tres zonas: El Castillo Bajo o area exterior, El Castillo Medio y el Castillo Alto. Todo el recinto está rodeado de un foso, que actualmente no tiene agua.
El Castillo Bajo o Explanada (Zamek Niski) es la parte más extensa y consiste fundamentalmente en una serie de dependencias donde se encontraban la armería, el arsenal y la fundición de campanas así como secciones góticas para la defensa. Esta parte es gratis y se puede entrar sin billete.
El Castillo Medio era el centro de la actividad política de los Caballeros Teutónicos. Aquí -tras mostrar tu billete- accedes tras cruzar un puente levadizo sobre el foso al Gran Patio, desde donde te diriges a las distintas secciones. Comenzamos por la enfermería para luego pasar al Palacio del Gran Maestre de la Orden Teutónica (Palac Wielkich Mistrzow), con tres refectorios: El Gran Refectorio, el Refectorio de Verano y el de Invierno, de techos abovedados apoyándose en columnas centrales en forma de palmera con el fin de recordar a los caballeros Teutónicos sus orígenes palestinos.
En el Castillo Medio hay además un pequeño museo del ámbar bastante majo.
Castillo Alto.- Es el más antiguo de los tres y el mejor conservado. Tras pasar el segundo puente levadizo, entras en un patio rodeado de una galería gótica en cuyo centro hay un pozo cubierto por un tejadillo que tiene sobre el una escultura de bronce que representa a un pelícano alimentando a sus crías. En las salas situadas en el lado derecho de las galerías están las cocinas y almacenes. Luego en el piso de arriba están los dormitorios de los dignatarios y de los caballeros y su correspondiente refectorio y la Sala Capitular, donde se discutían asuntos de importancia estatal y de política internacional y donde se elegían a los grandes maestres de la Orden, rodeada de bancos sobre los cuales hay símbolos que indican que cada asiento estaba asignado a un maestre determinado dependiendo de su función: El asiento más destacado es el del Gran Maestre, junto al cual hay uno que tiene unas llaves, que es del Maestro Tesorero.
Seguí avanzando por el segundo piso de las galerías y llegué a la Iglesia de Nuestra Señora a la que se entra por el Pórtico Dorado, del siglo XIII y que conserva su policromía. El pórtico es una representación del Juicio Final y en la base de cada una de las arquivoltas -cinco a cada lado- están los personajes de la parábola de las vírgenes prudentes y necias cada una con su lámpara de aceite.
La Iglesia de Nuestra Señora fue terminada en el año 1344. En su exterior hay una inmensa imagen de la Virgen de 8 metros de altura -La verás cuando nada más llegar frente a la oficina donde se compran los billetes- Está policromada y es de 1340, aunque posteriormente se le añadieron las teselas del mosaico hecho por maestros venecianos.. El interior es bastante sobrio y consta de una sola nave.

Esta iglesia tiene una cripta, pero para visitarla tienes que ir al puente que une los Castillos Medio y Alto, desde donde puedes acceder -a mano izquierda- a la terraza o foso que rodea el Castillo Alto. Es la Capilla Funeraria de Santa Ana, donde se enterraban a los Grandes Maestros de la Orden. La capilla tiene dos entradas con sus respectivos pórticos góticos decorados en sus tímpanos. En el de la entrada Norte hay escenas Marianas (la Adoración de los Reyes, la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen. Otras escenas continúan con el tema de las Vírgenes. Las sabias son conducidas por un ángel a las Puertas del Cielo y las necias por el diablo a la boca del Leviatán. En el tímpano de la otra portada hay representaciones del ciclo de Jesús: Ascensión de Cristo, el Juicio Final y el hallazgo de la Santa Cruz.
Cuando sales de la iglesia, en el mismo piso de las galerías y en una esquina de éstas se accede por un largo pasillo a una sección separada del Castillo que llega a la sala de las dos chimeneas. Del pasillo mismo hay una pequeña portezuela que lleva a una escalera que te da acceso a un nuevo refectorio y la torre. Para subir a ella hay que pagar aparte, cosa que hice para admirar las vistas, tras subir unas 400 escaleras, pero hay descansos con bancos para que no te machaques y te lo tomes con calma. Las vistas arriba son fantásticas.

Una vez admirado el panorama, sólo quedaba bajar las escaleras y desandar todo el trayecto para buscar la salida porque la visita, que me llevó casi cinco horas, tocaba a su fin. Tenía hambre y tocaba comer algo. Ví que justo a la salida del castillo había una especie de bar de leche con bancos corridos y sombrillas y no me lo pensé dos veces ¿Qué comí? Pues ni me acuerdo. Comida de bar de leche polaco y cerveza Tyskie polaca para combatir el calor. Junto al restaurante hay varios puestillos de souvenirs y un carrito del helado. Me compré uno de postre para cruzar el rio en el puente de peatones que hay al lado para admirar las vistas del castillo desde el otro lado del río. Tras lo cual, crucé de nuevo el puente para ir a la estación de Malbork, donde cogí un tren a Gdansk que me costó más barato que el de la mañana (14 zlotys) porque paraba en todas las estaciones. Tardó una hora en hacer el trayecto hasta Gdansk Głowny.
Playa de Brzezno
Llegué a Gdansk a eso de las 5 y directamente me fui al hotel para coger toalla y bañador y de inmediato ir al Hotel Mercure, que está justo al lado del Ibis donde estoy hospedado, siendo ambos de la misma cadena hotelera. El recepcionista de mi hotel me dijo que en el Mercure alquilaban bicicletas para los clientes de ambos hoteles. Y eso hice: Fui a recepción. Me informé. Me dijeron que las bicicletas costaban 40 zlotys al día (Unos 9 €) y que la única condición era entregarla de vuelta cada noche antes de las 12. No se puede alquilar para varios días seguidos.
La bici es de tipo holandés: frena si pedaleas hacia atrás. Es una bicicleta de ciudad. Pedí que me quitasen la cestita de delante ya que la cartera que yo llevo tiene ganchos para llevarla enganchada a la parrilla de atrás a modo de alforja. Al cabo de 15 minutos -y tras consultar la ruta en Google Maps- comencé mi andadura hacia la playa de Brzezno. Supuestamente debería estar ahí en media hora pero, como no estoy familiarizado con la ruta, seguro que me tengo que parar unas cuantas veces para comprobarlo.
Bueno, la ruta no tiene ningún misterio. Hay carril de bicicletas separado de la carretera prácticamente en todo el recorrido y el relieve es totalmente llano. Facilón. Eso sí, prácticamente todo el trayecto vas por una zona bastante industrial y residencial con poco interés hasta llegar al Parque de Brzezno, justo antes de la playa, pero de los 9,5 kms de distancia nueve es atravesando zona industrial y portuaria ya que vamos paralelos al curso del navegable Vístula en su desembocadura, donde se encuentra el Puerto de Gdansk.

Llegué hacia las 7. Tardé alrededor de una hora aproximadamente ya que no estaba familiarizado con el recorrido y tuve que parar unas cuantas veces a aclararme con el mapa. La playa es enorme y estábamos a unos 27ºC, así que candé la bici y me fui directo y....decidí meterme en el agua pensando: "Ahora el alarido tras tocar el agua del Báltico se va a oir en toda Europa" pero no... No estaba más fría que la que tenemos en el Cantábrico en pleno verano y entonces recordé que leí en algún sitio que este año la temperatura del Atlántico Norte se ha "disparado" siendo 1ºC más caliente que la que tenía el año pasado en estas fechas... Y aunque parezca una tontería, un grado es mucho. De hecho hay bastante preocupación entre los científicos por las consecuencias que este aumento pueda tener en el clima.
En fin, que el bañito fue una gozada, especialmente con el calor que hacía ese día. Miré la previsión del tiempo para el día siguiente y se esperaban nubes y lluvias, así que me alegré de haber aprovechado el buen tiempo esa tarde.
A eso de las 8.15 me dispuse a regresar al hotel por el mismo recorrido que hice a la ida pero a la inversa y, sobre terreno ya conocido, me resultó mucho más fácil y a la media hora ya estaba de vuelta en el hotel. Tras una ducha me fui en bici al centro a buscar un sitio donde cenar, pero muchos sitios ya estaban cerrando las cocinas, así cené algo en plan trotero en el Alanya Kebab, que me parece que es el típico sitio que está abierto hasta horas intempestivas de la madrugada. Como veis, este no es el diario de viaje de un gourmet.
Tras cenar, regresé al hotel a dormir, que estaba ya bastante cansado.