COSTA ATLANTICA ARGENTINA
Argentina es un país con variada geografía y diversidad climática. Se extiende desde el Trópico de Capricornio hasta la Antártida y desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Atlántico. Tiene llanuras, selvas, bosques, sierras, desiertos, montañas que son las más altas de América y un extenso litoral marítimo.
Está ubicada en el sur de Sudamérica, limita con Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile.
Es considerado uno de los países con mayor biodiversidad del mundo y tiene reconocidos varios Patrimonios de la Humanidad.
Al ser un país tan extenso el clima varía de acuerdo a la región.
En esta oportunidad del grupo viajero CAVELUNISIMA, uno de sus integrantes, Joel, realizó durante los meses de Octubre/ Noviembre de este año un viaje por la Costa Atlántica Argentina que comprendió, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
El viaje fue durante la primavera que en Argentina es del 21 de setiembre al 20 de diciembre.
Para distancias largas, y en este país suelen ser muy extensas, conviene el transporte aéreo y en distancias cortas y medias (hasta 1000 kilómetros) las mejores opciones son el ómnibus o el alquiler de un auto.
Un recorrido que te va a sorprender por sus inmensas vistas al mar Atlántico, sus anchas playas de arena y sus altos y abruptos acantilados.
Hola. Soy Joel y aquí empieza mi relato.
Comencé el viaje en Neuquén Capital hacia Viedma (capital de la provincia de Río Negro). El viaje fue en ómnibus en horario nocturno recorriendo 324 kilómetros. Dormí todo el trayecto así que cuando me desperté ya estaba en mi destino. Llegué muy temprano y no era mi objetivo quedarme en esta ciudad así que como este es un viaje mochilero hice dedo (autostop). No esperé mucho y una familia muy amable me llevó hasta el Balneario El Cóndor.
El viaje fue corto, ya que está a 30 kilómetros de Viedma y el paisaje de acantilados y extensas playas era impactante.

Además de aves marinas y migratorias, el lugar cuenta con la colonia de loros barranqueros más grande del mundo, siendo su temporada reproductiva de noviembre a marzo. Ver la colonia con miles de parejas en un alto acantilado donde excavan sus nidos es increíble.

Solo los loros tienen más de 35.000 nidos activos horadados sobre 12 kilómetros en la pared del acantilado y habitados todo el año, constantemente anfitriones de espectáculo: bandadas en un aparente planeo inmóvil por el fuerte viento, caminando por la playa, ocupando sus nidos. Suelen medir unos 50 centímetros, vestidos de encendido plumaje rojo y amarillo en el abdomen y azul en las alas. El pico corto y ganchudo les permite excavar en la arenisca sus pequeñas pero profundas y zigzagueantes cuevas. Son de pareja estable y se reproducen una vez al año, incubando hasta cinco huevos durante 24 días y siempre en el mismo nido. A los dos meses de la eclosión, las crías se reconocen como individuos y dejan el nido. Se los ve en bandadas bulliciosas en busca de comida, con un vigía para advertir al grupo si es necesario alzar vuelo. Caminar por la playa, siempre con el mar a la izquierda y el barranco a la derecha, acompañado de la voladora explosión de colores de esas aves chillones es una sensación muy significante.

El balneario está situado a orillas del Atlántico y a un kilómetro de la desembocadura del río Negro en el océano, en un borde de continente a la que se llega en auto o simplemente como hice yo caminando por la playa.
Es también la primera parada del Camino de la Costa.

No me gusta quedarme quieto así que el mejor escenario son las extensas playas de arena donde algunas personas practicaban el kitesurf que es un deporte de navegación que combina el surf con el parapente y permite realizar saltos de hasta diez metros de alto y cincuenta de largo, y alcanzar velocidades que llegan a los 80 km/h.
Consiste en el uso de una cometa de tracción, que está sujeta al deportista por cuerdas, restantes y se sujetan al cuerpo mediante un arnés, permitiendo deslizarse sobre el agua mediante una tabla diseñada para tal efecto.
Este balneario tiene distintos tipos de playas en las que podemos encontrar desde médanos hasta grandes extensiones de arena y acantilados. La playa es abierta y de muy fina arena, el mar tiene una agradable temperatura y es un escenario ideal para los deportes náuticos. En esta zona hay un asentamiento de más de 121 especies de aves marinas, ribereñas y continentales, donde además está la colonia de loros barranqueros.
Ya estoy próximo a seguir viaje pero me interesó un recorrido a pie de 2 horas para visitar diferentes lugares que invita a observar los puntos que marcaron la historia de la villa.
El primero de ellos es la Ermita y Mirador de Ceferino Namuncurá. Por la devoción y una promesa de salud y lluvias, en 1969 la familia Pérez erigió una estatua a su ofrenda. Actualmente es un punto panorámico dentro del balneario, donde se observa el río Negro que desemboca en el mar.
El Faro Río Negro es considerado el primer faro continental y más antiguo en servicio en Argentina. Por el momento no se puede acceder pero si observar.

Memorial de Malvinas: fue inaugurado el 25 de Mayo de 2016 y se constituye como un museo a cielo abierto con elementos exhibidos en homenaje a los combatientes de la guerra de Malvinas.
En la primera bajada se observan los loros barranqueros y en la segunda se puede ver la diversidad de aves ya que este balneario reúne un total de 90 especies de aves residentes y más de 30 migratorias que eligen el lugar por la combinación de ambientes entre el estuario y la marisma del río con sus islotes de juncos, el monte nativo, la estepa patagónica, las dunas y acantilados.
Y la historia del lugar nos cuenta el naufragio del Clipper : el 26 de diciembre de 1881 un buque dinamarqués encalló en las restingas de la costa obligando a una docena de tripulantes a desembarcar. A menos de un kilómetro flameaba la bandera de su país y fueron recibidos por el danés Pedro Martensen quien reparó el clipper de 400 toneladas llamado Cóndor.
Toda la tripulación retornó viaje salvo Pedro Hansen Krause, un marinero que contrajo matrimonio con María Manuela Martensen, hija del capataz. El hecho dio origen al nombre del balneario, en homenaje al naufragio del buque que llevara en su proa la imagen del ave.
La villa cuenta con todos los servicios básicos para que el visitante disfrute de una buena estadía, tales como campings, hoteles, departamentos de alquiler, restaurantes, proveedurías, sala de primeros auxilios, sanitarios públicos en la costanera, locutorio, estación de servicios, capilla, terminal de ómnibus y comisaría. Durante la temporada veraniega hay buena actividad nocturna con varios pubs, una disco y un casino que ofrecen shows musicales y lugares para bailar.
Pero en temporada baja el lugar no tiene mucho movimiento así que estoy muy contento. El camping donde me instalé estaba cerca del mar pero una gran arboleda me protegía del sol y los vientos. Al estar en baja temporada los lugares para comer eran pocos, me comí unas ricas hamburguesas, panchos de muy buen sabor y en el camping en un fogón cociné algunos guisos y también frutas y verduras fueron una sana opción.
Tres días pasé en este lugar, comienzo de la ruta de los acantilados patagónicos. Un buen comienzo, buen clima, un cálido mar que permitió que disfrutara un corto chapuzón y gente patagónica muy cordial y amistosa me hicieron pensar que este viaje va a ser extraordinario.

Mañana seguiré mi camino. Me espera LA LOBERIA.
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