Desde el final de la ruta del Cable Car, en Powell Street, puedes subir a la línea F del tranvía, que te llevará hasta el barrio de Castro, que es el final de la ruta. Como llevábamos el Muni Pass ilimitado, nos pusimos a esperar el primer tranvía que pasara.
Lo chulo de los tranvías, es que son tranvías que en su día pertenecían a otra ciudad, pero como actualmente estas ciudades ya no tienen tranvías, en San Francisco, los han rescatado para usarlos allí, añadiendo un atractivo mas a la ciudad, por que además suelen ser de colores bastante llamativos, el primero que nos tocó, fue uno de color rojo, que pertenecía a la ciudad de Boston. Vimos un folleto y si no recuerdo mal, hay como unos 40 diferentes.

Paseamos un poco por la calle principal del barrio de Castro, viendo su mítico teatro por fuera, las banderas arco iris colgadas en todos lados, así como los pasos de cebra, también multicolor.


Nos bajamos en Powell Street, junto al final del trayecto del Cable Car, para luego en un paseo, divisar la Puerta del Dragón, la entrada del Barrio Chino.
Paseamos un poco por sus calles, entramos en algunas tiendas de souvenirs, pero o eran muy cutres, como antiguos o los que nos parecieron mejores, comprobamos que tenían los mismos precios que en el Pier 39.

Como sabíamos el precio de un llavero, que habíamos visto en el Pier 39 y que nuestra hija menor, quería que le compráramos, vimos que aquí tenían el mismo precio, los que eran mas baratos, se veían antiguos o pasados de moda.

Al final lo compramos en el mismo Barrio Chino, por que nuestra hija , ya no podía esperar mas, quería el dichoso llavero


como recuerdo, para colgar en la mochila que lleva para ir al colegio.


