Nuestro primer día en Bali amanece despejado y promete calor. Por fin podemos ver el hotelito Nick's Homestay a la luz del día y quedamos encantados. Es un lugar modesto sin lujos y para mi, está muy bien ubicado. El desayuno correcto, el personal muy amable, el jardin es precioso y muy bien cuidado, la piscinita es un diez, pero el detalle de las sábanas que comenté anteriormente le pone un reparo a mi recomendación.

Hoy vamos a visitar todo lo que podamos de Ubud y por supuesto comenzamos por el famoso Monkey Forest. Llegamos temprano, apenas estaban abriendo. El complejo es un parque enorme dentro de la ciudad donde los monos acampan libremente. Con frecuencia los animales traspasan los límites del recinto, pero los paisanos están más que acostumbrados.

Seguimos las recomendaciones de seguridad para la visita y no tuvimos ningún problema ni pasamos ningún mal rato por las travesuras de los macacos. Vi muchos guardas atentos y niños haciéndose fotos con los animales bajo supervisión sin ningún problema. Digo esto porque la experiencia con monos no es así de relajada en otros lugares como ya comentaré más adelante.
Es un lugar muy agradable para pasear con muchos rincones encantadores para las fotos. Nos gustó la visita.
De ahí salimos a conocer el Palacio de Ubud, pequeño pero hermoso, repleto de turistas y con entrada gratuita. Por las noches hacen espectáculos de danza tradicional. Justo enfrente está el Ubud Market, un centro techado de dos plantas lleno de puestecitos, caros en mi humilde opinión.

Pasamos por la calle del 'Ubud Traditional Art Market', una calle estrecha con puestos a los lados con algunos cafés 'aesthetic', la cafetería chula de toda la vida. En uno de ellos hicimos parada técnica.
Retomamos el turisteo intentando ver el templo Pura Desa Pekraman, pero estaba cerrado y fuimos al siguiente, el Water Palace o Palacio del Agua. Aquí me sentí como una verdadera 'guiri' en el cénit de las turistadas. Abrazamos con entusiasmo esta experiencia tan tonta y a disfrutar, que para eso hemos venido.
El templo en si está cerrado y lo que se visita es una piscina de lotos anterior a una imponente fachada... y no hay más. Pese a lo que dice Google,la entrada no es gratuita, aunque no recuerdo lo que pagamos. Una vez dentro, en lugar del típico pareo o sarong te dan un conjunto completo con pieza de cabeza incluida. La mía tenía restos de maquillaje de alguien, pero después de las sábanas en las que había dormido, no nos vamos a poner escrupulosos.
Convenientemente ataviados, pasamos al puente a hacernos las fotos de rigor y después a unas sillas como tronos para sentirnos como reyes balineses. Y fin de la visita porque el sitio es pequeño y se hace en cinco minutos.

Puestos a gastar dinero recomiendo que no paguen la entrada y que en lugar de eso vayan al local justo al lado (The Cafe Lotus) con mesas exteriores pegadas a la piscina de lotos. Se podrán hacer tambien una fotos muy bonitas sin necesidad de disfraz.
Saliendo de allí, caminamos unos minutos hasta el Campuhan Ridge Walk, un paseo bien acondicionado y fácil que comienza en un templo. Son algo más de dos kilómetros que parece finalizar en unas puertas balinesas. Nosotros seguimos bien adelante hasta pasar al otro lado del río por un puente, no sabría decir cuanto andamos, quizá hora y media, con parada para comer en un warung en un campito de arroz.

Nuestro siguiente destino era el Museo Neka, un museo pictórico de arte clásico y contemporáneo balinés con algunas piezas de enorme belleza. También hay unas salas con armas y artículos tradicionales donde se explica la historia del museo. El lugar sigue el patrón típico de distribución por módulos individuales bien acondicionado, al que no le falta detalle en puertas y ventanas. Los jardines están muy bien cuidados. La entrada es cara, cuesta cerca de 9€ por persona, no hace falta decir que el lugar bien lo merece, estuvimos casi hora y media.

Tomamos un Grab hasta el hotel (3€) y después de un rato de piscineo fuimos a cenar a la calle Gootama, que está llena de restaurantes y cafés. Cena estupenda en Mai Malu Warung a precio razonable.
Mañana, a Nusa Penida.