En esta ciudad fue en la única de todo Uzbekistán, incluyendo ciudades y pueblecitos del Valle de Fergana, en que nos encontramos bastante gente pidiendo limosna, suciedad y basura acumulada por las calles. También es cierto que en Khiva y Bukhara solo nos movimos dentro de la zona antigua, pero nos extrañó bastante.
Noches: 3
Hotel: Muqaddas, como siempre a través de booking.
Tienen dos edificios, nos pusieron en el más nuevo. Desayuno buffet muy bueno. Habitación limpia y grande. A unos 10 minutos andando de la plaza del Registán. Nos costó 128€ las 3 noches. El último día tuvimos un problema con el taxi de yandex, está un poco confusa la situación en el mapa, y el propietario nos llevó a la estación de tren en su coche.
Restaurantes:
Fijo para la cena un Kebab muy cerquita de la Plaza del Registán que tenía mesitas fueras y un super delante. Cervecita del super, os recomiendo la Sarbast Special a 1€ la botella de medio litro, y un kebab buenísimo viendo pasar a los turistas.
Xan Atlas: queda bastante lejos del centro, pero como casi en todo Uzbekistan a tan solo 1€ en taxi. Fuimos buscando un restaurante para comer plov que nos habían recomendado, pero que estaba cerrado. Cansados y con hambre entramos en este, todo un descubrimiento. Atención genial, comida tradicional muy buena, buen servicio y algo más de lujo del que estábamos acostumbrados. Unos 18€ por pareja. Totalmente recomendable!
Kafe Bobur: Aquí comimos los mejores pinchos de carne de todo Uzbekistán, está muy cerquita del mercado Siyob es muy barato y como en todo el país, el pan y la ensalada de tomate insuperables.
Al llegar por la tarde a Samarkanda, el primer día solamente paseamos y vimos la plaza del Registan desde fuera por la noche. Está muy bien iluminada, pero a partir de las 21h hacen un espectáculo de luces de colores y música que no nos convenció. Antes de llegar a la valla de entrada, hay un mirador con barandilla de cristal para no estropear la foto

Al día siguiente compramos la entrada para el Registán, directamente en taquillas y con poca cola. Cuestan 65.000 sums por persona, poco más de 5€. Puedes estar todo el tiempo que quieras pero son válidas para una sola entrada.

Después fuimos andando a través de un parque hasta el mercado de Siyob. Es bastante grande y como todos, cada zona está especializada en un producto. Al lado mismo del mercado está la mezquita Bibi-Khanym también muy bonita, con mucho turismo local.
Paseando desde el mercado llegamos al Mausoleo de Islam Karimov, merece la pena visitarlo porque queda en alto y tiene unas vistas estupendas de la ciudad. Desde allí, bajamos andando a través del cementerio hasta Shah-i-Zinda. Es un paseo bonito, a la sombra y curioso, aunque cuesta un poco encontrar la puerta de salida en la parte de abajo.
Shah-i-Zinda: entrada 40.000 sums por persona, es una complejo de mauselos muy bonitos de los siglos XIV y XV. Llevad agua, es todo en subida!

El último día visitamos el mausoleo de Gur-e-Amir, muy cerquita del hotel. Entrada también 40.000 sums por persona. Por la mañana había muchísima gente, pero con las entradas puedes ir más de una vez. Volvimos cuando ya era de noche y estuvimos solos
Es el monumento que más me impresionó, el hecho de estar solos en el mausoleo de Tamerlán (o Timur) también con las tumbas de su maestro, sus hijos y nietos y sin tiendas de recuerdos ni turistas fue muy especial. Os recomiendo que si vais a visitarlo volváis también por la noche.


También visitamos e Mausoleo de Ak-Saray, 10.000 sums cada uno, estaba cerrado pero la había un chico super amable que nos abrió y nos indicó los mejores sitios para hacer las fotos. Tiene montado un artilugio para hacer fotos esféricas del techo que quedan geniales. La amabilidad de los uzbekos es general, pero el chico que cuida Ak-Saray es excepcional!

Además de las visitas, pasamos mucho tiempo paseando por Samarkanda, tiene unos parques preciosos llenos de familias, jóvenes y con un ambiente muy agradable.