Llegamos a Estambul a las 12h, muuuuucha cola para pasar el control de pasaportes.
Cogimos el metro, muy bien, pero luego nos liamos un poco para llegar hasta el hotel
Hotel: Eresin Topkapi
Un poco lejos del centro, pero con tranvía en la puerta directo a las zonas más turísticas. No podemos opinar sobre el desayuno porque salimos muy pronto por la mañana. Nos prepararon unas cajitas para llevar con zumos, agua, mini-bocatas y algún dulce. En la habitación teníamos termo para hacer café soluble y té.
La habitación estupenda, la zona spa con el agua de la piscina y el jacuzzi bastante fría. El resto de la zona de spa muy bien: sauna, baño turco, sala de vapor, etc.
Para volver al aeropuerto internacional, IST, cogimos un autobus y el metro. Fácil, barato y rápido.
Se puede pagar con tarjeta en todos los transportes menos en el metro del aeropuerto. Recomiendo comprar la Istanbul Card de 10 viajes en el aeropuerto, coger el metro para llegar al centro y sobre todo, guardar dos billetes por persona para el metro de vuelta al aeropuerto. Es el único trayecto que te marca dos viajes. No conseguimos comprar la Istanbul Card por el centro, pensamos que ahora solo está a la venta en el aeropuerto y en las taquillas de la línea de metro que va desde eñ centro hasta el aeropuerto.
Estambul
Sigue siendo una ciudad preciosa, hacía muchos años que no íbamos y la verdad es que nos ha decepcionado un poco. La última vez, 2009, habíamos estado una semana entera en invierno recorriendo la ciudad. Ahora hay muchas más zonas peatonales, estupendo, pero todo son tiendas de imitaciones, no queda nada de restaurantes locales, puestecillos callejeros de comida y otras cosas que recordábamos.
No sé, supongo que nosotros, los turistas, hacemos que todo cambie. Nunca me he sentido viajera, siempre he sido turista. No he podido viajar con billete solo de ida y dejándome llevar, en esto me da mucha envidia sana la generación de mis hijos.
Pero me da pena ver como estamos convirtiendo todos los destinos en parques turísticos y perdiendo la vida local. En esto incluyo tanto a mi Barcelona natal como a los distintos países a los que hemos viajado y repetido después de unos años.
Conclusiones sobre Uzbekistán
Merece la pena el viaje: Sí, sin dudarlo. Cuánto antes mejor, nos dijeron que los precios de tren subirían un 40% a finales de mayo y las entradas son cada mes más caras.
15 días: No, creo que para hacer este país muy tranquilamente sobra con 2 noches en Khiva, 2 en Bukhara, 3 en Samarkanda y 2 en Tashkent.
Mar de Aral: vale la pena hacer la paliza de quilómetros, es interesante y triste ver lo que somos capaces de hacer con la naturaleza.
Valle de Fergana: no volvería, no creo que esa zona merezca hacer tantos quilómetros. Las compras allí son mucho más baratas, no hay turismo y a la gente le gusta mucho interactuar con la poca gente de fuera. En ese aspecto genial, pero sinceramente usaría esos 3 días tal vez en visitar algún país fronterizo o me los guardaría para otro viaje

Alquilar coche y conducir: Barato y sencillo. Si no es para hacer el valle de Fergana, mejor con tren o avión. Son muchísimos quilómetros de desierto y nada más.