Tailandia se encuentra en el sudeste asiático. Limita al Norte con Laos, al sureste con Camboya y el Golfo de Tailandia, al sur con Malasia y al oeste con el mar de Andamán y Birmania.

La capital es Bangkok, la ciudad más poblada (unos 8 millones de habitantes, en su mayoría de etnia thai). Como curiosidad decir que la ciudad se llama así a efectos prácticos. Su verdadero nombre es uno de los más largos de un lugar en el mundo, formado por palabras en sánscrito pali y sánscrito: Krungthepmahanakhon Amonrattanakosin Mahintharayutthaya Mahadilokphop Noppharatratchathaniburirom Udomratchaniwetmahasathan Amonphimanawatansathit Sakkathattiyawitsanukamprasit. Significa «Ciudad de los Ángeles, Gran Ciudad de los Inmortales, Ciudad magnífica de las Nueve Gemas, Sede del Rey, Ciudad de los Palacios Reales, Casa de los Dioses Encarnados, Erigida por Visvakarman en el mandato de Indra».
Cuenta con 1.430 islas.
El idioma oficial es el tailandés (o siamés) aunque en los lugares turísticos saben inglés. En caso de que en un restaurante no te entiendan, facilitan la carta con fotos para que sea un poco más fácil elegir.
El alfabeto surgió en 1283 y fue creado por el rey Ramkhamheng. Tiene 44 consonantes y 15 vocales. El idioma proviene de la familia de las lenguas tai-kadai, conjunto de idiomas del sudeste asiático. Se trata de una lengua tonal (aquélla en la que parece que cantan cuando hablan). En algunas ocasiones suena un poco a chino (y no se entiende nada). No fui capaz de aprender ni una sola palabra.

Oficialmente Tailandia es un estado laico. No obstante, el 95% de la población practica el budismo Therevada. Esta religión surgió en Sri Lanka, se extendió por el sudeste asiático y se considera una de las “enseñanzas” originales de Buda. Se trata de una corriente bastante conservadora en lo que respecta a la doctrina (dhamma) y la disciplina monástica (vinaya).
El budismo se basa en la idea del karma: las buenas acciones conducen al bien y las malas atraen al mal. Según esta creencia, ese karma será el que se reencarnará después de la muerte.
Se calcula que en Tailandia hay unos 40.717 templos budistas (solo en Chiang Mai hay 300). Se ven templos por todos lados.

En Tailandia hay mucha tolerancia religiosa.
El budismo tailandés es un poco pastiche, ya que bebe de influencias como el hinduismo. De hecho no es raro ver figuras de la mitología hindú en los templos (Shiva, Vishnú, Ganesh...).
He de decir que el budismo tailandés tuvo tres grandes influencias. Primero de la escuela Theravada: fue importado de Sri Lanka y usaba Pāli, que era el lenguaje utilizado para las Escrituras. El Pāli Tipitaka es el texto religioso más importante del budismo tailandés, y el código monástico también proviene del Canon Theravada.
La segunda influencia proviene del hinduismo, recibido principalmente de Camboya durante el Reino de Sukhothai. El hinduismo influyó en la creación de las leyes y la institución de la monarquía, y algunos de los rituales practicados en Tailandia hoy en día son claramente de origen hindú. Los santuarios dedicados a Brahma son uno de los ejemplos más claros que todavía se pueden ver en la actualidad.
Otra influencia es la religión popular. El propósito principal de esta religión es atraer el favor de los phi, los espíritus locales, y se sigue principalmente en las áreas rurales.
En el exterior de las casas o de las tiendas es normal ver unas casitas a las que dejan ofrendas (flores, comida, bebida...). Son lo que se conoce como casas de espíritus. Para que nos entendamos, son altares para los antepasados, como los manes en la antigua Roma. Su nombre en tailandés es San Phra Phum.
Pero hay más supersticiones, como la de colocar una especie de pilar fundacional a la hora de construir una casa o un edificio. Y eso sirve para las ciudades. Nosotros vimos el pilar de Bangkok. Los tailandeses le ofrecen oraciones y realizan rituales de adoración en busca de buena suerte y fortuna. La columna sagrada se considera un símbolo de apoyo y protección, y se cree que tiene poderes milagrosos.

Muchos hombres se convierten en monjes budistas una temporada, incluso años, y luego vuelven a su vida normal. También hay muchos niños, algunos de familias pobres que quieren garantizarles una educación y no pueden costear material en un colegio normal. Muchos niños ingresan con ocho años y reciben una educación básica y religiosa. Después pueden convertirse en novicios y al año o dos años, obtener la ordenación superior.
Pero deberíamos hablar un poco de Buda. Cuando nació no se llamaba así sino Siddartha Gautama. Se cree que nació en Nepal hacia el 400 a.C. y era un príncipe. No se han encontrado registros hechos en vida de Gautama, ni escritos realizados pocos siglos más tarde tras su muerte. Los textos budistas de Gandhara son los manuscritos budistas más antiguos que han llegado hasta nuestros días, escritos entre los siglos III y I antes de Cristo.
Nació en el clan sakia, una comunidad que estaba en la periferia del subcontinente indio. La comunidad era una pequeña república o una oligarquía. Es posible que su padre fue el líder. Por ello se le llama a veces Buda Sakamuni. Su madre, Maya, murió poco después del parto. Según biografías, la noche en la que Gautama fue concebido, la reina Maya soñó que un elefante blanco con seis blancos colmillos entraba por su costado derecho. Diez meses lunares más tarde nació Siddartha. De acuerdo a la tradición sakia, la reina Maya debía dar a luz en el reino de su padre, así que cuando se acercaba el día del alumbramiento dejó Kapilavastu. Sin embargo estaba dicho que su hijo nacería en un jardín en el camino entre Kapilavastu y Lumbini, bajo un árbol sala. Y así fue. Un niño que ya habló al nacer e incluso caminó.

Todos los eruditos que acudieron a la ceremonia de imposición de su nombre predijeron convertiría en un gran rey o bien llegaría a ser un gran hombre santo. Solo uno acertó a decir que se convertiría en Buda. Buda es un nombre honorífico con contenido religioso que se aplica a quien ha logrado un completo despertar o iluminación espiritual. El Nirvana. De hecho dicen que ha habido varios Budas. Unos hablan de cuatro y otros incluso de 28. Según el budismo, el próximo Buda aparecerá dentro de 30.000 años y será llamado Buda Maitreya.
El joven Siddartha vivía una vida tranquila de lujos. Tenía una esposa, Yasodhara, y un hijo, llamado Rāhula. Hay textos que dicen que lo que lo llevó a la renuncia de su vida de placeres fue la contemplación sobre la vejez, la enfermedad y la muerte y la creencia de que podría haber un escape. Acompañado por su criado Chana y montando su caballo Kantaka, renunció a su palacio y se dedicó a llevar una vida mendicante.
Después de haber vivido una vida ascética y de haber tenido varios maestros, un día se sentó bajo la llamada «higuera arbórea sagrada» —el árbol bodhi, jurando que solo se levantaría cuando hubiera alcanzado la verdad. Pasó varias semanas debajo de este árbol. Las biografías posteriores cuentan que como empezó una tormenta, Mucalinda —rey de los nagas serpiente—, se enroscó alrededor de Gautama y lo cubrió con su caperuza. Tras 49 días de meditación continua alcanzó el Nirvana. A partir de entonces, Gautama sería conocido por sus seguidores como «el Buda» o «el Despierto". Conforme al budismo, en el momento de su «despertar», el Buda llevó a cabo una comprensión completa sobre la causa del sufrimiento y sobre cómo eliminarlo. A esta comprensión se le conoce como las Cuatro nobles verdades.
Buda no era un dios. Pese a eso, y en general, debemos cubrirnos y nunca debemos apuntar hacia las imágenes con los dedos de los pies. Lo normal en un templo sería sentarnos y poner los pies hacia atrás. Eso es porque se considera que los pies son la parte más sucia del cuerpo humano.
En el budismo se representa a Buda como su principal característica con las orejas muy alargadas, esto es un símbolo de inteligencia ya que indica que más que hablar, escucha.

Una vez que Siddartha dejó la casa paterna, junto con los lujos que esta le proveía, cortó su larga cabellera con su espada. Según la leyenda, sus rizos cortos se adhirieron a la cabeza y no volvieron a crecer. Las representaciones de Buda que muestran esta versión de su cabellera, sin ningún otro aditamento simbólico, se refieren al inicio de su camino a la iluminación.
Muchas veces se le representa con caracoles en la cabeza. Hay teorías que dicen que no se cortó el pelo con la espada, sino que afeitó su cabeza por completo.
Una leyenda cuenta que, en su camino a la iluminación, Buda se encontraba sentado bajo un árbol meditando desde hacía muchas horas; tantas, que la posición del sol había cambiado y los rayos se ubicaban directamente sobre su cabeza desnuda. Un caracol que pasaba se sintió angustiado por que el calor interrumpiera la meditación del Buda, así que trepó a su cabeza y utilizó su cuerpo viscoso para refrescarla. Otros caracoles lo siguieron.

Al final del día, cuando Buda se levantó de su meditación, descubrió que tenía un sombrero de 108 caracoles que habían muerto disecados para proteger su concentración. Según esta leyenda, desde entonces se representan los caracoles en la cabeza de Buda como un homenaje a estos mártires que dieron su vida para que pudiera alcanzar el Nirvana.
La segunda religión más practicada en Tailandia es el islam, con devotos que suman un 4% de la población, y se concentra en el sur del país. Luego encontramos un 1% formado por confusionistas, cristianos, hindúes y taoístas.
Su nombre oficial es Reino de Tailandia. Es una monarquía constitucional democrática desde 1932. El Primer ministro es el Jefe de gobierno y el rey, el Jefe del estado. Eso sí, la figura del rey es venerada. El nombre del actual Rey de Tailandia es Maha Vajiralongkorn. Fue proclamado como tal en el año 2016. Los tailandeses se refieren a él también como "Rama X". Aún hoy existen los delitos de lesa majestad. Cometer un acto irrespetuoso contra el rey puede conllevar ir a la cárcel por traición.

La moneda del país es el bath, dividido en 100 satangs. Hay billetes de 20, 50, 100, 500 y 1.000 baths. También hay monedas (las que más vemos son de 5 y de 10).

Cambiar dinero en el aeropuerto no es la mejor opción pero a veces puede ser útil cambiar una pequeña cantidad para imprevistos hasta encontrar una buena casa de cambio. Es muy difícil poder pagar algo con tarjeta en cualquier sitio. Solo en algunos restaurantes y en 7 eleven (para más de 200 THB).
Una buena casa de cambio es SuperRich.
En Tailandia viven alrededor de 68 millones de personas, con una densidad de población de 132 personas por metro cuadrado. El 75% de la población proviene de etnias tailandesas como la Thai y la Lao. El resto de los ciudadanos son de origen chino (el 14%), malayo u otros. También se considera un país muy respetuoso en cuanto a sexualidad se refiere. Los transexuales son considerados un tercer género y muy respetados.
El país recibe en apodo de la “tierra de las sonrisas”. Acostumbran a sonreír y así evitar los conflictos. Eso no significa que todo el mundo sea el colmo de la simpatía o que no tengan mal humor. De hecho, lo tienen y, en algunos casos, bastante.
Los enchufes son de dos clavijas, al estilo europeo. Es recomendable, no obstante, llevar adaptador por si acaso. Nosotros no tuvimos problemas en ningún caso.
Una de las primeras preguntas que surgen cuando uno decide viajar a Tailandia es si resulta necesario vacunarse. La Asociación española de vacunologia solo obliga a ponerse la vacuna de la fiebre amarilla si se procede de un país endémico (no es el caso). Hay una serie de vacunas recomendadas: tétanos-difteria; tétanos-difteria-tos ferina; triple vírica; hepatitis A y fiebre tifoidea. Solo en determinadas situaciones sería necesario vacunarse de hepatitis B, encefalitis japonesa, cólera, rabia, gripe y neumocócica. Para ello pedimos hora en nuestro CAP para ponernos la vacuna del tétanos (gratis) y pedimos hora también en el Centro de vacunación internacional de Drassanes.
Tanto nuestro operador de viaje como el Ministerio de Asuntos exteriores recomiendan llevar un seguro que cubra también gastos sanitarios.
En zonas rurales hay riesgo de paludismo pero en un viaje como el nuestro se descarta.
Es importante llevar consigo todos los medicamentos que sean necesarios. También se recomienda llevar un botiquín con gel de manos (o toallitas húmedas), antibióticos contra la diarrea, solución oral rehidrante para el caso de tener diarrea, antiséptico, un fuerte repelente de insectos, Ibuprofeno o Paracetamol, pastillas para el dolor de cabeza o el mareo, protección solar, etc.
Es de vital importancia prestar atención a lo que se come y se bebe, evitando beber agua del grifo u otras bebidas (tipo zumos) donde se pueda haber añadido, hielo y alimentos crudos sin pelar. Es conveniente pelar siempre las frutas y tomar las verduras cocinadas. Ojo con el hielo; les gusta poner mucho en las bebidas.
Es muy importante protegerse de los mosquitos, muy abundantes, ya que pueden contagiar del dengue. Yo no vi tantos mosquitos como pensaba, quizás por ser temporada de lluvias, pero los hay y en momentos en los que no llevaba repelente, alguno me picó (y al resto de compañeros de tour, lo mismo).
En las zonas que suelen visitar los turistas hay muy pocas posibilidades de contagiarse de malaria.
Tenemos también que tener cuidado con los perros abandonados y sobre todo con los monos porque con una mordedura nos pueden contagiar la rabia. Monos no vi ninguno (dejando de lado los del mercado flotante y los de la vía férrea de la muerte, de lo que ya hablaré) pero perros y gatos sí hay muchos.
El clima de Tailandia es tropical y húmedo, afectado por los vientos del monzón, que cambian de dirección según las estaciones. Tiene tres estaciones: fría (de noviembre a febrero), calurosa (de marzo a mayo) y la estación de las lluvias o monzón (de junio a octubre). No se recomiendan viajes en septiembre/octubre. Nosotros vamos en julio así que es obligatorio llevar paraguas y chubasqueros ante las previsibles tormentas ocasionales que podamos encontrarnos. En nuestro caso he de decir que las lluvias han sido más abundantes de lo que pensaba. Había leído que en la estación húmeda llueve un poco pero luego tienes un sol radiante. Nosotros tuvimos cuatro días enteros con sus noches sin que parara de llover prácticamente en ningún momento.

Ir en temporada de lluvias puede refrescar el ambiente (aunque el bochorno no te lo quita nadie). Sin embargo sigue haciendo mucho calor y tenemos que prepararnos para ello, llevando ropa fresca y liviana. Ojo con la entrada a los templos. Es obligatorio taparse hombros, piernas hasta la rodilla, vientre y espalda (si eres mujer, claro; los hombres no son una tentación para el monje). Si lo que llevas es un poco transparente, aunque te tape todos los brazos, puede que tampoco le convenza a la persona de la entrada. En muchos casos (no en el Palacio real) los hombres pueden entrar en los templos con bermudas. En algunos casos vi que te dejaban algún pañuelo o equivalente para cubrirte pero no en todos los templos.
Atención también al calzado. En temporada húmeda llueve (y en mi caso, mucho). Calzado cerrado puede mojarse y tener problemas luego para que se seque. En muchos sitios recomiendan llevar sandalias. Además, el calzado debe poder quitarse fácilmente. En todos los templos debes descalzarte pero también en muchos museos. Cuidado porque a veces los suelos resbalan muchísimo.
Los españoles para entrar en el país solo necesitamos pasaporte con, como mínimo, seis meses de vigencia. No es necesario llevar visado.
Tailandia es el único país del sudeste asiático que nunca fue colonizado por un país europeo. De hecho, en el idioma tailandés, el nombre del país es Prathet Thai, que significa «tierra de los libres».
Es un país muy verde (y más en temporada de lluvias) pero hace unos cien años casi todo el Norte de Tailandia estaba cubierto de bosques frondosos, de los que hoy queda solo ¼. La tala de árboles está prohibida actualmente. De todos modos, aproximadamente una décima parte de las especies de animales del planeta viven en Tailandia. Sin embargo, el animal asociado normalmente con el país es el elefante. De los 100.000 que había hace cien años, hoy quedan unos 5.000 (de los que la mitad están domesticados). Hablaré más extensamente del elefante en la etapa correspondiente.

La flor nacional es la orquídea (crecen 1.500 especies). Pero también asociamos el país con serpientes. En las junglas tailandesas vive la pitón reticulada, la serpiente más grande del mundo (33 metros medía la más grande que se ha encontrado). La cobra real, la serpiente más venenosa, también vive en Tailandia. He de decir que, dejando de lado las del mercado flotante, solo vi una serpiente cruzando una carretera pero cuidado porque hay más de las que parece.
Tailandia es el país de origen de los gatos siameses (no en vano antes se llamaba Siam). De los 23 tipos de gatos siameses que hubo en el país, actualmente solo quedan 6. Por cierto, en una boda da buena suerte regalar a la novia dos gatos siameses. Vi gatos en mi viaje pero ni un solo siamés.
No olvidemos a los monos. En Lopburi, ante el templo Pra Prang Sam Yot (popularmente templo de los monos) se celebra anualmente un festival de monos, el Monkey Buffet. Y consiste en eso mismo, en ofrecerles un buffet libre a base de carne, fruta o helado. Ahora no suele incluirse ese destino en los tours por el peligro que puede suponer la mordedura de un mono.
También hay ratas. De hecho, a Javi le salió una de un contenedor de basura en Bangkok pero a una pareja que viajaba con nosotros les salieron muchas en la capital en un día de lluvia. Y no son precisamente pequeñas.
Nunca, bajo ningún concepto, se debe tocar la cabeza de nadie en Tailandia, ni siquiera la de un niño.
Cada día a las 8 de la mañana se iza la bandera y cada día a las 18 horas de la tarde se baja. Pero no solo vemos la bandera nacional. Existen también las banderas reales, puestas para honrar a la monarquía.
Lo de la monarquía lo vais a ver mucho. La foto del rey (y a veces de la reina y de la reina madre) está por todas partes. Si, como nosotros, estáis en el país para su cumpleaños, 28 de julio, todo se multiplica. Fotos del rey por todos lados, algunas enormes.
En Tailandia rige la ley de lesa majestad. Eso significa que cualquier falta de respeto a la monarquía se paga con la cárcel.
¿Y qué pasa con las drogas?. Pues están prohibidas y también se penan con la cárcel. No la marihuana, que se ha legalizado hace poco (por intereses de algunos) y se vende en tiendas por cualquier parte (no para consumo en la calle).
Desde 1960 la prostitución no es legal en Tailandia. El país adoptó la Ley de Supresión de la Prostitución en 1960, seguida de la Ley de Prevención y Supresión de la Prostitución de 1996, que prohibió casi todas las actividades asociadas con el trabajo sexual y los ingresos derivados de él. ¿Eso significa que no hay?. Ni mucho menos. En realidad es una actividad que mueve millones. De hecho, es muy conocido el hecho que Tailandia es lugar para el turismo sexual.