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Hoy empezaba la segunda semana del viaje y en este día íbamos a hacer la “machada” del viaje. En todos nuestros viajes hay un día así. Queríamos visitar el Museo de los faros escoceses en Fraserburgh, que estaba a unas 4h de Dornie y después teníamos que subir hasta Thurso donde íbamos a pasar la noche antes de coger el ferry hacía las Orcadas. Y eran casi otras 5h de viaje.
Como sabíamos que íbamos justos de tiempo, decidimos madrugar un poco más y a las 6h15 ya estábamos arriba. Nos aseamos, desayunamos y recogimos la habitación. A las 7h30 ya estábamos listos para marchar.
Cuando salimos de nuestra habitación, nos encontramos una nota en el suelo (en la bandeja donde dejábamos el calzado). Se ve que les gustó la nota que les habíamos dejados nosotros por el incidente con la tostadora y la alarma de incendio. La verdad es que si les habíamos oído la noche anterior cuando llegaron a la casa, pero tampoco había sido nada escandaloso. De cualquier forma, agradecemos el detalle.
Como sabíamos que íbamos justos de tiempo, decidimos madrugar un poco más y a las 6h15 ya estábamos arriba. Nos aseamos, desayunamos y recogimos la habitación. A las 7h30 ya estábamos listos para marchar.
Cuando salimos de nuestra habitación, nos encontramos una nota en el suelo (en la bandeja donde dejábamos el calzado). Se ve que les gustó la nota que les habíamos dejados nosotros por el incidente con la tostadora y la alarma de incendio. La verdad es que si les habíamos oído la noche anterior cuando llegaron a la casa, pero tampoco había sido nada escandaloso. De cualquier forma, agradecemos el detalle.
Antes de dejar Dornie, pasamos a despedirnos del Eilean Donan. ¿Cuándo volveremos? Con lo que nos gusta Escocia, seguro que no dejamos pasar 10 años como esta vez.
Aunque el día había amanecido bastante nublado, a medida que nos dirigimos hacia el este, el cielo se fue aclarando y, a ratos, el sol hizo acto de presencia. Pasamos por Inverness sobre las 9h30 y por Nairn sobre las 10h.
Sobre las 11h hicimos parada técnica en Cullen donde la aplicación Flush, que tiene instalada Anna en el móvil, nos dijo que había baños públicos. Aparte de estó, resulto que el pueblo es muy bonito. Sobre todo, la playa y el viaducto, construido en 1884 como parte de la línea costera del Ferrocarril del Gran Norte de Escocia desde Portsoy a Elgin. El viaducto tiene ocho arcos y está realizado en piedra caliza y ladrillos rojos. Desde 1968 no circulan trenes.
Aunque era un poco pronto, como habíamos desayunado un poco antes de lo habitual, decidimos aprovechar que en la playa había una camioneta de comida para comer. Unos wraps de pollo y vegetales con patatas fritas, £21,50 (25€). Las vistas estaban incluidas en el precio, jejeje.
Seguimos camino hacia el este y sobre las 12h30 pasamos por el pueblo de Banff. ¿Quién nos iba a decir a nosotros que después de pasar por aquí en 2013, íbamos a visitar su pueblo hermano canadiense, donde está uno de los parques nacionales más espectaculares de Canadá?
Cuando llegamos a Fraserburgh, eran las 12h50 y como la visita al museo y al faro era a las horas en punto, nos dimos prisa para intentar colarnos en el tour de las 13h. Cuando llegamos al parking del museo, Anna se bajó rápido del coche y preguntó a ver si había hueco en la visita de las 13h. Afortunadamente pudimos entrar. Mientras pagábamos la entrada, £22 (25,65€), nos resultó conocida una de las personas que estaba atendiendo. Pues resulta que era el chico que nos dio el tour en 2013. ¡Qué casualidad!
El Museo de los Faros Escoceses se encuentra en Fraserburgh en el extremo noreste de Escocia y es un lugar único que permite conocer la historia y el funcionamiento de los faros de Escocia. El faro de Kinnaird Head fue construido en 1787 y en 1991 fue sustituido por uno más moderno y automático, quedando el original como parte del museo.
El tour duró aproximadamente 1 hora y pudimos visitar la torre original, la maquinaria, la linterna y la sala de control. Además, también nos explicaron cómo era la vida de los fareros y sus familias. Por cierto… al contrario de lo que pueda parecer, la vida en solitario no debía ser nada fácil. Por eso, cuando era posible, las familias se iban a vivir con el farero.
Aunque si pudimos ver la lámpara y la lente desde el piso inferior, esta vez (suponemos que fue porque estábamos 12 personas en el tour) no subimos a la sala donde se encuentra la lámpara y la lente.
Una vez acabó el tour, vimos el museo (ya por nuestra cuenta). Tenemos que reconocer que había zonas que no recordábamos de nuestra anterior visita, así que es posible que lo hayan actualizado a lo largo de los años. En el museo pudimos ver una exposición con más de 60 faros de todo el país, desde los más antiguos hasta los más modernos. Si os gusta la temática de los faros, este museo es una visita obligada.
Pasadas las 15h y tras el obligado paso por la tienda del museo, jejeje, dimos por finalizada la visita y pusimos rumbo al faro de Rattray Head que nos había recomendado nuestra amiga Anabel. Apenas tardamos 30 minutos en llegar yendo por la carretera A90.
El acceso al faro la hicimos (en su tramo final) a través de una pista de arena. Aunque no tuvimos problemas, en algunas zonas, las rodadas de los coches, habían hecho que la zona central de la pista quedara un poco elevada y como nuestro coche era un poco bajo, nos dio la sensación de estar rozando el suelo del coche.
El acceso al faro la hicimos (en su tramo final) a través de una pista de arena. Aunque no tuvimos problemas, en algunas zonas, las rodadas de los coches, habían hecho que la zona central de la pista quedara un poco elevada y como nuestro coche era un poco bajo, nos dio la sensación de estar rozando el suelo del coche.
Según llegamos a la playa, pudimos ver la estampa majestuosa del faro sobre el mar (cuando hay marea baja, se puede llegar andando hasta el faro). Entre que había una luz increíble y que las nubes del fondo eran una pasada, disfrutamos un montón de la visita.
El faro de Rattray Head se encuentra en la costa noreste de Escocia y fue construido en 1895 por los ingenieros y hermanos hermanos David Alan Stevenson y Charles Alexander Stevenson. Tiene una altura de 36,5 metros y su luz emite 3 destellos cada 30 segundos, siendo visible a una distancia de 18 millas náuticas (unos 33 kms). El faro se automatizó en febrero de 1982 y desde entonces no tiene personal.
El faro de Rattray Head se encuentra en la costa noreste de Escocia y fue construido en 1895 por los ingenieros y hermanos hermanos David Alan Stevenson y Charles Alexander Stevenson. Tiene una altura de 36,5 metros y su luz emite 3 destellos cada 30 segundos, siendo visible a una distancia de 18 millas náuticas (unos 33 kms). El faro se automatizó en febrero de 1982 y desde entonces no tiene personal.
Y como suele pasar en nuestros viajes, cuando estábamos a punto de marcharnos (recordad que teníamos 4h45 de viaje hasta el alojamiento de ese día), empezó a llover en el horizonte y como el sol todavía salía a ratos, pues ya sabéis… el arcoíris. Sólo por poder disfrutar de ese momento, ya había merecido la pena la visita.
Poco antes de las 16h30 volvimos al coche, metimos en el GPS la dirección del alojamiento en Thurso, en el extremo norte de Escocia y nos pusimos en marcha. Teníamos casi 5h de coche por delante, aunque ya habíamos avisado de que llegaríamos un poco tarde.
Aunque dijimos que sólo pararíamos para lo imprescindible, ya nos entendéis, cuando nos encontramos con unas “vacas highlandesas” al borde de la carretera, no lo pudimos evitar. Y es que, aunque no os lo creáis, en todo el tiempo que habíamos estado en las Highlands, no habíamos visto ninguna.
Aunque dijimos que sólo pararíamos para lo imprescindible, ya nos entendéis, cuando nos encontramos con unas “vacas highlandesas” al borde de la carretera, no lo pudimos evitar. Y es que, aunque no os lo creáis, en todo el tiempo que habíamos estado en las Highlands, no habíamos visto ninguna.
Y del resto del día, poco más que contar. Sobre las 19h hicimos una parada técnica en Nairm y aprovechamos para comprar la cena £10,45 (12,20€) y llenar el depósito del coche 24,34L x 1,549 = £37,70 (43,90€). Aprovechamos antes de que se hiciera completamente de noche para cenar. En el último tramo del viaje, a partir de Latheron, a ratos nos llovió bastante (con lo poco que me gusta conducir lloviendo y de noche).
A las 21h30 llegamos a Thurso y localizamos el alojamiento. Por cierto, la recepción estaba cerrada y nos encontramos una nota avisando de que llamáramos a un teléfono. Así lo hicimos y en unos minutos vino una persona (estaba en el pub de al lado) y nos enseñó nuestra habitación.
Tuvimos un pequeño fallo y es que, mientras nos enseñaban la habitación, no nos dimos cuenta de que había un cartel avisando de que había que pedir toallas en caso de necesitarlas. Creemos que este tipo de cosas habría avisarlas cuando te dan las llaves de la habitación. También es verdad que, como sólo íbamos a estar una noche y a la mañana siguiente, teníamos que madrugar para coger el ferry hacia las Orcadas, podíamos utilizar nuestras toallas de viaje para asearnos.
A las 21h30 llegamos a Thurso y localizamos el alojamiento. Por cierto, la recepción estaba cerrada y nos encontramos una nota avisando de que llamáramos a un teléfono. Así lo hicimos y en unos minutos vino una persona (estaba en el pub de al lado) y nos enseñó nuestra habitación.
Tuvimos un pequeño fallo y es que, mientras nos enseñaban la habitación, no nos dimos cuenta de que había un cartel avisando de que había que pedir toallas en caso de necesitarlas. Creemos que este tipo de cosas habría avisarlas cuando te dan las llaves de la habitación. También es verdad que, como sólo íbamos a estar una noche y a la mañana siguiente, teníamos que madrugar para coger el ferry hacia las Orcadas, podíamos utilizar nuestras toallas de viaje para asearnos.
*** final del día 8 ***
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