El miércoles era nuestro último día en Dublín y teníamos que dejar el apartamento a las 11 de la mañana. Nos levantamos sin prisa y aprovechamos hasta la hora en punto para irnos.
Lo primero que hicimos fue ir al centro para dejar las maletas y una mochila en una consigna para no tener que cargar con ellas toda la mañana, porque nuestro vuelo no salía hasta las 19:30 de la tarde. (Aunque obviamente nos íbamos a ir mucho antes para el aeropuerto).

Lo reservé a través de la aplicación Bounce y escogí la tienda Mini India, que está muy céntrica tanto para bajarse del bus y dejar ya allí las maletas como para luego volver a cogerlo de camino al aeropuerto. Nos cobraron 5€ por maleta, 4€ por una mochila y y 4.95€ de seguro. Es un poco caro pero a nosotros nos compensó no tener que estar arrastrando las maletas todo el día. El personal fue muy amable y es muy fácil de gestionar, hay que descargar app para hacer la reserva y luego ni piden el QR que llega por mail, con el nombre es suficiente.

Después de dejar las maletas dimos nuestro último paseo por Dublín. Fuimos hasta el Famine Memorial siguiendo el cauce del río y también vimos el Puente Samuel Beckett (del famoso arquitecto español Santiago Calatrava). Nos acercamos al City Hall, para ver la cúpula, tal como os comenté en la primera etapa del diario, pero no pudimos entrar. Seguimos paseando sin rumbo, sacando las últimas fotos y a la hora de comer tiramos de McDonald´s para no perder mucho tiempo. Después de comer recogimos las maletas y ya nos fuimos hacia el aeropuerto.


Si no recuerdo mal cogimos el bus número 16, desde la parada llamada Westmoreland. El trayecto dura unha hora más o menos, así que ya sabéis, cogedlo con antelación porque luego, en el aeropuerto, también se tarda bastante en pasar el control.
Y hasta aquí nuestro viaje por tierras irlandesas. Espero que os sirva. Y muchas gracias a todos los que me ayudaron en la preparación del viaje, que todo me fue de mucha utilidad.