
Hoy nos quedamos en la playa del hotel en una zona de rocas para terminar de quemarnos, nos pegamos un baño, estamos un rato para secarnos y nos vamos a cambiar para ir a comer.

Vamos al restaurante Deez que está a 10 minutos del hotel por acera. Un restaurante con vistas a la bahía, pedimos pan de ajo, hamburguesas, zumos, café (860 th – 24€)

Vamos hasta Silver beach para ver si vemos algún imán para llevar de recuerdo, que ayer ni nos acordamos de mirar nada…. En Silver no hay nada, sólo tiendas de bebida, comida pero no de recuerdos. Seguimos hasta la zona de Lamai y en la primera callejuela vemos una tienda con cositas de madera y tiene imanes, yuhuuuuu y bonitos además. Volvemos en furgoneta (200 th - 5€)) que con la tontería ya son casi las 17:00

Tenemos que organizar las maletas bien que ya mañana volamos a la tarde a BKK y ya terminamos el viaje.

En cuanto nos despertamos miramos para hacer el checkin del vuelo a España y ya quedan pocos sitios para elegir y eso que nos hemos despertado prontito para poderlo hacer….
Desayunamos sin prisas y con calma, revisamos que nos llevamos todo y damos la última vuelta por el hotel para despedirnos.
Ya hemos quedado con el taxista sobre las 15:00 para ir al aeropuerto.
En el aeropuerto tienes que ir a sacar los billetes porque por móvil no te aceptan los de seguridad…. Cosa que no entendemos porque pone nuestro nombre y con nuestro pasaporte… pero que no, que el mail, pero qué mail??? Si te descargas la tarjeta de embarque…. Pues que no… así que nada nos acercamos a las ventanillas, también hay máquinas y ya tenemos el papelito…. Al volver ya no está la petarda que nos decía que no…. En fin.

Las salas de espera dentro también son al aire libre muy exótico todo.
Llegamos a las 18:40 y pedimos el Grab, a estas horas hay bastante tráfico y empieza a diluviar dentro del coche, vaya manera de llover. Cuando llegamos los del hotel salen con paraguas y aún así nos empapamos jajaja vaya fin de viaje. Los del hotel Ploen Pirom son de lo más majo que te puedas encontrar, son todos muy amables.
Cenamos en el restaurante del hotel, hoy evidentemente dentro.