RUTA DE HOY

Hoy el tiempo parece que también nos va a respetar, otro día despejado para poder disfrutar del recorrido que tenemos planificado, aunque aquí nunca sabes si va a ser posible terminarlo o no. Los sitios de hoy ya los conocemos del viaje anterior, pero son de esos sitios que no importa volver a ver.
Se agradece un montón estar 4 días en el mismo alojamiento, además este nos gusta especialmente por la tranquilidad del sitio y el hot tub que te deja nuevo después de estar todo el dia pateando.
La otra vez le cogimos a través de booking y no tuvimos ningún problema pero ahora lo lleva una agencia alemana y nos gustó mucho menos la gestión ya que solo puedes reservarlo en periodos de 4 dias, que lo tienen ellos organizado (a nosotros nos cuadraba bien), no hay cancelación y tienes que pagar 40 € por persona para que te dejen sábanas, toallas y kit de lavar la vajilla o llevártelo tú, que es lo que hicimos nosotros. Y lo más gracioso y que no te lo dicen hasta unos días antes de llegar que te mandan el contrato, tienes que hacer tu la limpieza final de la casa o te amenazan con pesarte una factura por ello... así que aunque la casa está genial no la recomiendo mientras siga gestionándolo esta empresa.
Volviendo al viaje, a las 10 de la mañana ya estábamos dando una vuelta por Vindbelgur, un sitio que paramos por casualidad y vimos que marcaban una ruta para subir al volcán extinto Vindbelgjarfjall. Como no la habíamos investigado y tampoco andábamos muy sobrados de tiempo, dimos un pequeño paseo hasta su base y nos volvimos porque además las pequeñas y molestas moscas, típicas del Lago Myvatn (se traduce directamente como Lago de los Mosquitos), nos comían.


Continuamos conduciendo por la crta. 1 que rodea el lago Myvatn, es todo un espectáculo. Es el 4 lago más grande de Islandia, con 6.5 kilómetros de ancho y 9.5 kilómetros de largo. Tiene una profundidad de 2.5 metros, aunque puede alcanzar profundidades de hasta 4.5 metros en algunos lugares.
Pasamos de largo el parking de Hverir, lo dejamos para más tarde y cogemos la 863 para adentrarnos en la zona de volcánica de Kafla
La impresionante caldera de Krafla, de unos 10 km de diámetro, se encuentra situada a lo largo de una zona de fisuras de 90 km de largo. Entró en erupción nueve veces entre 1974 y 1984, con 29 erupciones en total en su historia registrada. Krafla tiene una altura de 818 metros y su caldera tiene 2 km de profundidad y es uno de los volcanes más activos de Islandia.
Pasamos y paramos un momento a hacer una breve visita, lo poco que se puede ver, en la central geotérmica. Allí, con un té o un café gratuito que viene muy bien a estas horas, puedes ver un documental de cómo sacan la energía del suelo para calefacción y agua caliente, muy bien explicado.

Vamos primero al cráter Viti. Se formó en 1724 por una erupción masiva en parte de la región volcánica de Krafla. Esta erupción duró cinco años, y se denominó los Fuegos de Myvatn. Dicen que los chorros de lava que salían disparados hacia el cielo eran visibles desde la Costa Sur.
Tiene unos 300 m de diámetro lleno de un agua de color turquesa que contrasta con las paredes de infinidad de tonos de ocre. El nombre Víti, que significa Infierno, proviene de la antigua creencia de que el infierno se encontraba debajo de los volcanes.
Desde el parking gratuito sale un sendero apto para todo el mundo que llega rápidamente a la parte superior de la cresta del cráter. Se puede continuar bordeándolo por completo, aunque es tan monótono que solo merece la pena recorrer parte de él.

Desandamos lo andado y paramos brevemente en el mirador Krafla Landsvirkjun, desde donde se puede ver la central geotérmica
y prácticamente al lado está la siguiente [u]parada obligatoria[/u], el parking de Leirhnjukur, en el lado occidental de Krafla ¡NO PERDERSELO!

Es un área geotérmica activa, rica en fumarolas y solfataras (manantiales de barro hirviente). Aquí también se encuentra el colorido pico Leirhnjúkur, un volcán activo de 525 metros de altura rodeado de ollas de barro y fumarolas, de ahí su nombre, que se traduce como «pico de barro».

Leirhnjúkur es como aterrizar en otro planeta, para mí, una de las zonas más fascinantes de Islandia y que queda lejos de la mayoría de las rutas turísticas.
Desde el aparcamiento, también gratuito, sale un amplio sendero que lleva a las humeantes colinas de riolita que se elevan 50 metros sobre el terreno. A ambos lados del camino, el famoso musgo islandés, protegido por las autoridades, al cual se atribuyen varias propiedades curativas y benignas para la piel.

Se llega a una zona de fango sobre la que se ha construido una pasarela de madera que tanto en 2022 como en este año se encuentra en mal estado. Esta finaliza en un mirador desde donde se ven las pozas y fumarolas y una pequeña charca de aguas lechosas.

Pero lo realmente espectacular es continuar el recorrido de 5 kms señalizado con estacas, internándote en el campo de lava, es un verdadero espectáculo para la vista. Esta vez nuestra visita fue más rápida y no le recorrimos entero, pero recuerdo que en 2022 estuvimos más de 3 horas alucinando con el entorno. Muy, muy recomendable.



Esta lava solidificada aún humeante proviene de las erupciones de la montaña Krafla, conocidas como los Fuegos del Krafla. Esta erupción tuvo lugar entre 1975 y 1984, 9 años seguidos! y ni que decir tiene que hay que tener cierto cuidado ya que las rocas y la lava solidificada aún siguen conservando temperaturas muy altas,¡después de 40 años!...

Es como si estuvieras en Marte, o en el infierno... lava por todos los lados, cráteres, fumarolas, grietas humeantes, unas vistas indescriptibles, mira que ya habíamos estado pero la sensación de desolación ha sido la misma. Definitivamente te hace sentir como si no estuvieras en la tierra.


Tenemos que continuar con nuestra ruta de hoy, aún nos queda ver Hverir, que lo tenemos muy cerca y que tampoco tenemos intención de estar mucho tiempo pues ya lo conocemos y subir por la crta. 864 a las cascadas de Dettifoss y Hafraghsfoss, hacernos toda esa carretera no asfaltada en dirección norte, y volver al alojamiento por Husavik.
Volvemos a tomar la 863 bajando por donde hemos subido y paramos un momento en una curiosidad más de este sorprendente país, una ducha de agua caliente constante en medio de la nada, interminable y gratuita...

Prácticamente nada más volver a salir a la Ring Road está el desvío al parking de Hverir, este si es de pago. Hverir es la mayor solfatara de Islandia y una de las zonas con mayor actividad volcánica. Solfatara se llama al conjunto de pozos de barro hirviente, depósitos de azufre y fisuras por donde emanan vapores de agua con sulfuros de hidrógeno, a veces a gran presión.
Lo vimos algo cambiado a lo que recordábamos de 2022. Han ampliado la zona de pasarela junto al parking para ver más de cerca los agujeros de lodo y fumarolas y nos dió la sensación de haber habilitado más zonas visitables que no vimos la otra vez.

Aquí vuelves a sentir que estás en otro planeta. La tierra, que aquí es de color rojo anaranjado, recuerda a la idea que podemos tener de Marte. Nubes de vapor de sulfuro de hidrógeno con el olor tan característico de azufre o "huevos podridos" impregnan toda la zona desde que llegas al parking...¿si existiese el infierno sería así?...
Una vez que entras en la zona geotérmica, no hay caminos marcados, pero muchos de los sitios peligrosos están delimitados con una cuerda.


Es un sitio único, donde puedes tirarte todo el dia haciendo fotos. También es posible y recomendable ascender a su colina llamada Námafjall (significa Montaña de la Mina) para alucinar con las vistas de todo el área.











