Elección del destino
Tenía una semana de vacaciones en Abril y apetecía alguna escapadita. La primera gran pregunta es “¿dónde vamos?” Se pasó por la cabeza hacer alguna ruta en coche (algunas de las que tenía pendientes) pero luego pensé “¿Y algo de Italia?” que quiero un buen capuccino y unos buenos helados
Empiezo a mirar vuelos y me encuentro que lo más barato es Milán. Vale, no conozco la ciudad, pero ¿qué puede hacerse en Milán?
Después de buscar información me encuentro que la ciudad tiene sus cosillas (como todas) pero además es un buen punto de partida para otras visitas cercanas.
Total, que como salía más barato volar allí que llenar el depósito del coche las veces necesarias, ¡¡ allá vamos ! !
Vuelos
Volamos con Ryanair que llega al aeropuerto de Bérgamo. Se oye de todo sobre esta compañía, pero yo no vi nada raro, bueno, el avión de vuelta por dentro era más feo que el de ida: tenía los colores de su página web, azul oscuro y amarillo fosforito (y este no es muy estético que digamos ), aparte de que intentan venderte varias cosas en el trayecto pero tampoco nada agobiante.
Muchas de las críticas que recibe la compañía es que te cobran una pasta por las maletas de mano si no cumplen las medidas, pero en nuestros vuelos no lo comprobaron, porque había por allí cada maletón tamaño familiar que se veía a la legua que no cumple sus medidas y no les dijeron nada.
Alojamiento
Milán: Hotel ADI Doria Grand Hotel. El hotel está bastante bien (las fotos de su web son fiables). En el baño sólo pusieron un minibotecito de gel (pero mini mini), otro de champú y una pastillita de jabón, pero la limpieza era muy buena. Una pega: como todavía tenían la calefacción y ya no hacía apenas frío, hacía mucho calor en la habitación (solución: dejar el trocito de ventana que se podía abrir abierto). El desayuno era apañadito, con sus tostadas, dulces, yogur, cereales, y algo caliente (huevos revueltos y bacon, creo, que por esa zona asomé poco).
Está cerca de la Estación Central, a la que puede ir en un paseíto de 10 minutos o si andáis vaguillos, cogiendo el metro en "Caiazzo"
Bérgamo: Hotel Arli. La habitación está muy bien y las “chorraditas” de baño bastante completas. Nos quedamos en él sobre todo por la atención que nos dispensaron por correo, ya que queríamos que nos confirmaran antes de hacer la reserva si nos podrían conseguir un taxi para el aeropuerto de madrugada y he de decir que un 10, cuando llegamos allí no tuvimos ni que recordárselo
En recepción había una chica muy servicial que además hablaba un español muy bueno.
Nos invitaron a un cóctel de bienvenida en su restaurante. El desayuno no sé cómo estaba, porque no lo pudimos usar.