El día anterior habíamos llamado a la compañía con quien llevábamos contratada la excursión al desierto (Jordan Tracks), para confirmar que nos venían a buscar en taxi esa mañana.
Tras desayunar a primera hora, llega el taxi y comenzamos la ruta que tras una hora y algo nos lleva a la puerta del desierto.
En el pueblo de Rum nos llevan a sus oficinas donde dejamos las maletas (llevábamos preparada la mochila para pasar la noche y cambiarnos) y nos pasan al 4x4 que nos llevará todo el camino junto a una pareja de belgas. Podría enrollarme con todo lo que vimos pero es que hay que vivirlo. Sinceramente fue de las partes del viaje que más nos gustó.
La organización de la excursión está bastante bien y la recomendamos. El guía era un beduino que nos fue comentando todo el rato la excursión, vemos el desierto rojo y el blanco, las pinturas en las rocas, las dunas...increíble. Nos tenían preparado un picnic para comer y a la hora de la puesta de sol nos llevó a un lugar espectacular.
Ya anocheciendo nos llevaron a su campamento. Es muy básico pero con todo lo que necesitas allí; hay una tienda central donde cenamos, una zona de aseos y la zona de las tiendas (que no tienen electricidad).
Después de cenar nos fuimos a ver las estrellas y la luna llena. Espectacular!! Además nos habían comentado la hora a la que amanecería así que pusimos la alarma para levantarnos pronto a la mañana siguiente.