Hoy por fin vamos a hacer nuestra primera excursión en barco. Después de otro estupendo desayuno, preparamos toalla, esnorkel y demás enseres de playa y nos vamos dando un paseo hasta el puerto. En seguida encontramos el barco que habíamos contratado y subimos a la parte de arriba donde nuestro capitán nos había reservado una mesa grande con sombra que estaba junto a una zona de colchonetas para tomar el sol.
Nos acomodamos tanto en la zona de sombra como en las tumbonas al sol, y puntualmente, a las 10,30 de la mañana, salimos a recorrer la Bahía de Göçeck y Fetihye en lo que ellos llaman el Tour de las 12 Islas. El barco es muy cómodo y bien equipado y en él estaremos unas 60 personas, pero sin ningún agobio. En la parte de arriba estamos a nuestras anchas, y casi ni nos enteramos del resto de los pasajeros que están por allí. Durante el trayecto nos ofrecen té y nos van acercando a las islas, realizando durante el trayecto unas cinco paradas con tiempo suficiente para disfrutar del baño.
El agua es, como podéis apreciar, de un color impresionante. Además, como la temperatura que tiene es buenísima, te puedes pasar horas en ella sin ningún problema.
En este tour nos acercan también a ver algunas ruinas, como los famosos "baños de Cleopatra" pero normalmente no paramos en ellas por estar prohibido su baño o porque hay demasiados barcos.
Mientras nosotros disfrutamos del agua, el capitán se monta una barbacoa y empieza a hacer unas doradas a la brasa impresionantes.
La verdad es que nos sorprendió mucho la calidad de la comida y cómo prepararon la mesa, con platos y cubiertos de verdad y no de plástico como nos ha pasado otras veces. Al subir de uno de los baños, nos encontramos la mesa preparada para comer con los pescados y las ensaladas y sinceramente fue una de las comidas que más disfrutamos.
Después de comer seguimos navegando y todavía paramos en un par de zonas de baño más. También aprovechamos para relajarnos y disfrutar de la navegación, ya que también es muy agradable y el paisaje que vamos viendo es precioso y típicamente Mediterráneo.
A las siete y media de la tarde, por fin llegamos a puerto después de haber pasado un maravilloso día de mar que para nosotros ha sido uno de los mejores de nuestras vacaciones.
De nuevo en el hotel, nos duchamos y ponemos guapos y volvemos a ir al puerto para cenar. Hay bastante gente en las terrazas así que nos sentamos en un restaurante en el que hay sitió para todos y nos toman nota de las bebidas y de la cena. Nos traen lo que hemos pedido de beber y observamos que en una mesa de al lado no paran de servirles vino pero no vemos pasar comida y empezamos a ponernos nerviosos. 45 minutos después, les preguntamos que si va a tardar mucho mas y según el chef tardará otros 15 minutos en traernos la comida. Como una hora de espera nos parece impresentable, les pagamos las bebidas y nos vamos, con el consiguiente mosqueo de los camareros, pero también el nuestro, así que acabamos nuevamente en el West, donde nos atienden muy rápido y nos traen la comida en seguida, pero hay que tener en cuenta que es un sitio de comida rápida, aunque está bastante rica.
Cansados de todo el día de mar, aunque muy contentos con la excursión que hemos hecho, nos vamos a dormir para poder continuar con las visitas al día siguiente.