Nara-Shingu-Hongu Taisha-Wakayama-Koyasan ✏️ Diarios de Viajes de Japon

Después de arreglar el desaguisado llegamos a Nara donde hay 2 Super Hotel y casualmente fuimos al que no era (menos mal que los dos estaban uno en frente del otro). Checkin y a por el parque para intentar ver lo que podamos. La mayoría de templos y santuarios en Japón cierran las zonas interiores a eso de las 5 o 6 de la tarde pero se pueden visitar los exteriores.

Fuimos por la calle Sanjo Dori hasta el Kofuku-ji y de ahí hasta Kasuga Taisha Shrine donde un monje estaba realizando una visita privada dentro del santuario a unos nipones emperchados, cerrándonos la puerta en las narices, yo creo que le molestaba nuestra presencia en el exterior.

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Parque Nara.

Se nos hizo de noche y bajamos esta vez pasando al lado del Nara National Museum buscando el que en ese momento era el número 1 en Tripadvisor, el Maguro Koya y que es digno de acercarse, la comida no me pareció para tanto la verdad y el local no es apto para escrupulosos. Ahí probamos el sochu que es un licor hecho de batata, se me dio un parecido a la ginebra.

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Kasuga Taisha Shrine.

Es imposible dormir más de las 6 o 7 de la mañana, no sé si por el cambio de horario, por claridad que hay en la mayoría de las habitaciones que no tienen persiana o cortinas que no dejan pasar claridad pero no hay manera.

Nos levantamos preparamos para salir y bajamos a desayunar. En estos hoteles no es necesario hacer checkout, te vas y listo.

Volvimos al Parque Nara para ir al Templo Todai-ji donde se encuentra su famoso buda y al terminar nos volvimos a la estación.

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Gran Buda de Nara.

Al lado de la estación hay un supermercado bueno, bonito y barato en el que nos aprovisionamos para todo el día y una vez terminado rumbo a Shingu donde cogimos la línea Manyo Mahoroba hacia Osaka bajándonos en Tenoji y continuando en el Ltd. Exp Kuroshio a Shingu donde llegamos sobre las 17:30 para ir al hotel. Nos mojamos un poco hasta el hotel pero después del checkin salimos para intentar llegar a Kamikura Shrine pero no conseguimos subir debido a que estábamos del otro lado de la montaña y se nos estaba haciendo de noche. Decepcionados nos acercamos a un Lawson a aprovisionarnos para el día siguiente y nos vamos a un izakaya para cenar donde me puse las botas.

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Pequeño buda en Nachisan.

Nuestra intención era hacer los 30 km de la ruta Nakahechi que van desde Nachisan hasta Kumano Hongu Taisha y al día siguiente estar en la procesión de Kumano Hongu Taisha Shrine con los santuarios portátiles, pero debido a los cambios de horarios y comidas y trajín llevado los días anteriores decidimos que no lo disfrutaríamos debido al cansancio.

Como alternativa decidimos visitar los 3 santuarios que forman parte de la ruta Nakahechi y hacer los 8 km desde Hosshinmon-oji a Kumano Hongu Taisha más las visitas a Kumano Hayatama Taisha y Kumano Nachi Taisha.

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Templo Nachisan.

Nos levantamos a las 6 am para desayunar, antes de salir preparamos nuestro equipaje y la dirección del hotel en Wakayama y se lo entregamos todo al recepcionista que rellenó los talones, nos cobró y preparó el equipaje para a la compañía, cumpliendo perfectamente su entrega al día siguiente.

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Pagoda Seiganto-ji de 3 pisos.

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Cascada de Nachisan.

Sellamos nuestras credenciales y de ahí sales por una torii escaleras abajo pasando por varias tiendas de suvenir y bebidas hasta regresar a la parada de la cascada o quedarte arriba donde hay otra parada de autobús.

De vuelta a Shingu cogemos la carretera nacional Kumano 42 saliendo de la estación a la izquierda paralela a las vías del tren llegando sin desvíos a la carretera principal de la ruta 42 donde giramos a la derecha, caminamos 2 manzanas y giramos a la izquierda donde encontramos Kumano Hayatama Taisha a unos 150 metros.

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Kumano Hayatama Taisha.

Desde ahí por cualquier calle hacia el sur lleva a la entrada a Kamikura Shrine donde hay que subir unos cuantos escalones para llegar al santuario. Nosotros subimos a todo gas para verlo y volver a la estación de autobuses que está enfrente a la de tren con destino a Kawayu Onsen.

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Kamikura Shrine.

Comprados los billetes y subidos al autobús partimos para Kawayu a las 12:15 acalorados con la carrera y solajero que nos tocó hoy. En apenas hora y media que se nos pasó volando en conversación con otro español que estaba ahí por el aikido llegamos a Kawayu Onsen.

Hacemos el checkin y hablamos con el recepcionista para ver si nos daba tiempo de coger transporte hasta Hosshinmon-oji para hacer los 7 km de peregrinación a Hongu Taisha. Nos indica que si tenemos transporte para hacer el camino y desde Hongu volver al alojamiento.

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La Torii más grande de Japón. Hongu Taisha.

Nos preparamos y manos a la obra corriendo puesto que pasaba en pocos minutos, en cuestión de 30 minutos iniciamos el sendero no sin antes poner nuestro sello. Es una caminata sin dificultad pasando por varios pueblitos donde te encuentra unas pequeñas casetas donde sellar tu cartilla, es paisaje es bonito y por el camino te encuentras a algunos paisanos muy amables que sonríen y saludan, también hay casi al principio un artesano de la madera que expone sus tallas.

El final del camino llega a la parte trasera de Hongu Taisha Shrine donde vemos a gente engalanando el santuario para la fiesta del día siguiente.

Sacamos fotos del lugar y bajamos hasta el pueblo donde buscamos la parada frente a la oficina de turismo, extrañados una pareja mayor nos pregunta si estábamos esperando el autobús, el caso es que tras contestar que sí, se pusieron a hablar entre ellos y nos dijeron que ya no había más autobuses hasta el día siguiente.

Nos quedamos de piedra, se había confundido el recepcionista y nos tocaba caminar 3 km más para llegar al albergue. El caso es que los señores fueron a hablar con otro hombre que nos indicó que nos dejaba de camino ya que le coincidía pasar cerca de allí, nos invitó a que subiéramos y nos llevó hasta Kawayu Onsen mientras hablábamos. Le dimos un millón de gracias y nos dio su tarjeta para que le escribiésemos. 10 puntos a la cultura japonesa por el detalle y tantos otros que tuvieron con nosotros cuando preguntábamos o nos veían con actitud dudosa.

Tras marcharse nuestro amigo subimos a prepararnos para tomars un baño/onsen (mixto por cierto), aprovechando para tumbarme un segundo que realmente fueron unos 20 minutos de gloria, cuando desperté bajé al onsen terminamos y nos fuimos a cenar en el comedor nuestra maravillosa y exquisita comida. Agotados caímos redondos en cama hasta el día siguiente.

Desayunamos y nos fuimos a Hongu caminando para pasar por la torii más gran de Japón, paramos un momento en la post office para sacar algo de dinero y continuamos hacia el santuario para ver el festival.

De camino nos escuchó hablar un chico japonés que estuvo trabajando en Sevilla durante 3 años, indicándonos que nos sentásemos en una tienda donde daban gratis té matcha y un pequeño dulce que estaba muy rico. Lo volvimos a ver por allí un par de veces diciéndonos “hasta luego tío”, mu gracioso el nipón.

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Preparándonos el té con el dulce rico rico .

Vimos la ceremonia dentro de uno de los recintos y nos bajamos hasta las escaleras, no sin antes sacarle a mi mujer una foto con una chica vestida con el kimono tradicional de la era Heian.

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Nos acercamos hasta la oficina de turismo para preguntar un par de cosas y para nuestra sorpresa cuando nos marchábamos nos paró el chico que nos había atendido y nos dio 2 bolsas en las que cada una contenía un bento, cortesía del director de turismo. Tras dar las gracias nos fuimos más contentos que un niño con un chupachups, comida solucionada para ese día.

A las 11 comenzó la procesión con los santuarios portátiles. Seguimos detrás de ella un rato para desviarnos hacia la gran torii y ver la llegada de la procesión en un descampado donde tenían varias tiendas tipo feria con comida, juguetes o herramientas. Un poco antes aprovechamos para comer mientras revoloteaban un par de águilas por la zona.

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Festival Hongu Taisha Shrine.

Nos relajamos un rato en el descampado donde al llegar la procesión se celebró otra ceremonia. Nos quedamos hasta que se acercó la hora de coger el autobús hacia Kii Katsura a las 16 horas.

Después de hora y media llegamos a Kii Tanabe donde estiramos un poco las piernas y cogimos el tren hacia Wakayama para hacer noche en el Toyoko Inn donde llegamos a las 2 horas. Hicimos nuestro checkin y nos fuimos en busca de un lugar donde cenar puesto que el cansancio acumulado hizo mella y mi mujer no estaba recuperada todavía.

Compramos algo en un 7/11 cerca de la estación y nos lo comimos en el comedor del hotel donde había más gente cenando igual que nosotros.

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Procesión en Hongu Taisha Shrine.

Una vez terminado escuchamos hablar a unas chicas en castellano y las saludamos empezando una conversación que duraría hasta las 3 de la mañana.

De regalo nuestra madre naturaleza nos obsequió con una experiencia que para alguien que nunca la había sentido fue terrorífica, el terremoto de 6,4 en la escala de Richter que tuvo su epicentro en la prefectura de Kumamoto y que en Wakayama se sintió con una magnitud de 2 puntos.

Experiencia que sinceramente me hizo pensar que me estaba dando algo y de un momento a otro perdería la consciencia, momento en el que pregunté a todos los que estábamos hablando si estaban sintiendo algo raro, cayendo todos en la cuenta de que no nos estábamos desmallando si no que era un terremoto pero coincidiendo en la misma sensación, no sé cómo sería un 6,4 pero seguro que me da un jamacuco.

Recuperados del susto y tras un rato de charla con las chicas nos fuimos a dormir para al día siguiente partir para Koyasan.



Día 8.

Comenzamos el día ya finalizado el pase para Kansai e Hiroshima con lo que compramos nuestro primer billete hasta Hashimoto con JR a base de inglés sin ningún problema, 840 Y pp.

Desde allí cambiamos de anden a la línea Nankai comprando el billete de i/v por 830 Y pp. que incluye tren y funicular. Un recorrido de 1 hora escasa.

Koyasan forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, dentro de los "Sitios sagrados y rutas Patrimonio Mundial de peregrinación a los Montes Kii".

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Tumbas en el camino al Mausoleo de Kōbō-Daishi.

Ya en Koyasan cogimos otro billete de autobús para ir hasta la última parada que nos dejó en frente del cementerio más grande de Japón hacia el Okuno-In y el Mausoleo de Kōbō-Daishi.

Mientras estábamos en el mausoleo es verdad que se sentía una paz y tranquilidad especial, no sé si por el encanto del lugar por la energía del mismo.

El día nos acompañó con un sol que rajaba las piedras, que notamos a la vuelta de Okuno-In al salir a del sendero que lleva al pueblo y que termina en la War Memorial Tower.

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A partir de ahí fuimos por la calle hasta un sendero que lleva a los templos de Kongobu-ji, Daishi Kyokai, Danjogaran y la pagoda Konpon Daitō donde se encuentra el punto central de un mandala según la doctrina Shingon.

En mitad del camino nos encontramos un 7/11 con unas mesitas fuera donde comimos algo y continuamos con el recorrido.

Al terminar llegamos al Daimon o puerta de Koyasan donde supuestamente hay un camino que conduce a la estación y que si es transitable a pié, el caso es que la carretera indica que no se puede caminar por ella y el sendero que parte de ahí desciende según nos indicaron unos chicos que llevaban 7 horas caminando. Ante la duda nos cogimos el autobús de vuelta y arreando a nuestro siguiente destino, 3 días en Kioto.

Devuelta por la línea Nankai hasta Shinimamiya por otros 840 Y pp donde cogimos JR hasta Kioto pasando por la estación de Osaka.