La excursión para ver auroras boreales la contratamos con la empresa Northen Soul Adventures (www.northensouladventures.com) ya que Salva y Mary lo habían hecho con ellos cuando estuvieron la otra vez en Tromso y tenían buen recuerdo. Cuando reservas con ellos te ofrecen la posibilidad de incluir ropa térmica (monos, calzado) o trípodes para cámaras, lo que es muy conveniente si vas a hacer fotos de auroras boreales. Les mandé varios correos con dudas y siempre respondieron muy amablemente, y la reserva por la web es muy fácil también.
Por desgracia se cancelaron todas las salidas del día 2 debido al mal tiempo, tanto las que iban en minibus como en bus grande, así que tuvimos que cambiarla de fecha. Para el día 3 ellos no tenían disponibilidad (es una empresa pequeña) pero se encargaron de buscarnos otra empresa y ellos realizaron todos los trámites. Al final, como había una pequeña diferencia de precio entre ambas, nos devolvieron esa diferencia, así que fue todo muy profesional por su parte. La nueva empresa fue Enjoy The Artic (enjoythearctic.no/) y la verdad es que no tuvimos quejas de ellos tampoco. También nos proporcionaron trípodes para las cámaras y tenían monos especiales para ponerte encima de la ropa, aunque nadie lo usó.
A las 5 de la tarde nos recogieron junto al Ice Bar, muy cerca de nuestro hotel también. Éramos un grupo de unas 12 personas en un minibus. El guía era un chaval joven, luego nos enteramos de que era moldavo, y también hacía de conductor. Nos llevó hacia el sur de Tromso, pero como era de noche no se veía por donde íbamos. Durante el trayecto nos fue contando información sobre las auroras, qué son, cómo se forman, etc., y sobre todo nos recalcó el carácter imprevisible que tienen. Hay apps que te permiten ver el factor Kp en una zona determinada, y se supone que cuanto más Kp, más facilidad, pero no es determinante. Hay un montón de factores que influyen y puede que con un Kp alto no veas nada, y con un kp bajo sí lo hagas. Nos dijo que las previsiones para ese día no eran demasiado buenas... así que nos desilusionamos un poco.
En cierto momento se metió por una carretera estrecha que llevaba a una zona con pocas casas, y paró en el arcén. Allí estuvimos un poco parados pero sin bajar del minibús porque no se veía nada. Empezó a hablar por radio con compañeros de otras empresas ya que parece que entre todos se van ayudando para localizar puntos donde se vean las auroras, y nos movimos a otro sitio. Cuando llegamos ya se veían las luces verdes en el cielo!!!!




También encendió una hoguera en un caldero de metal que llevaba y dispuso unas sillas alrededor para que pudiéramos sentarnos y poder entrar en calor un poco. Nos sirvió té, café y una tarta de zanahoria o chocolate para cada uno. Era bastante grande, así que con eso nos dimos por cenados.
Al rato recogió todos los bártulos y nos volvimos a montar en el bus, íbamos a buscar otra localización. Esta vesz fue en una carretera que discurría junto al mar, y hacía un frío tremendo. Aquí fue donde más frío pasé en todo el viaje. Estuvimos también un rato haciendo fotos, aunque hubo gente que se quedó en el minibus porque hacía viento y frío. Mereció completamente la pena porque para mí fue el sitio donde más me gustaron las auroras y donde más me gustaron las fotos que tomé. Me encantó.



La tercera parada la hicimos ya en el camino de vuelta hacia Tromso. También estábamos en una carretera junto al mar, pero debía estar en algún sitio más resguardado porque apenas había viento y no hacía el frío de la parada anterior. Al igual que en la anterior, nos dejó un rato libre a nuestro aire para poder hacer las fotos que quisiéramos.


Después ya volvimos a Tromso y nos dejó en nuestro hotel. La excursión había durado unas 7 horas y volvimos cansados y con frío, pero muy contentos porque por fin habíamos logrado ver las auroras. Al final tuvimos suerte y el propio guía nos dijo que pese a no ser el día con las condiciones más adecuadas habíamos podido verlas muy bien.
Si decidís ir alguna vez a ver auroras boreales, intentad reservar varias noches en el mismo sitio, ya que no siempre se ven. Muchas empresas te ofrecen la posibilidad de repetir otro día si la primera vez no ha habido suerte, gratis o pagando sólo una parte, y sobre todo, si hay malas condiciones te permiten cambiar la excursión a otro día, como nos pasó a nosotros. Mary y Salva no pudieron hacer esta excursión porque se habían ido por la mañana, al menos ellos las vieron la vez anterior. Hasta pudieron verlas en la propia ciudad de Tromso una noche paseando por la zona del puerto, cosa que nosotros no tuvimos esa suerte.