Día 13: Tour 3 ✏️ Diarios de Viajes de Rusia

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Después de desayunar cogimos de nuevo la furgo para ir al Parque Nacional de Hunstai o Khustai Nuruu National Park. La entrada estaba incluida en nuestro tour; entramos con la furgoneta y se subió con nosotros un “guía” que era un chavalín que nos contó algunas cosillas de los caballos autóctonos que viven allí. Resulta que son una raza mongola, pero se extinguieron y, gracias a que los alemanes se habían llevado algunos ejemplares, desde 1991 han podido repoblar. Es un magnífico ejemplo de fauna “doméstica” reintroducida para vivir en libertad. El mejor momento para verlos es al atardecer, cuando bajan a beber, no entendimos por qué fuimos tan pronto, porque sí que nos costó encontrarlos. Al final pudimos verlos y fotografiarlos a lo lejos, a pesar de que caminamos un buen trecho. De todas maneras, el paisaje, con sus colinas suaves, es precioso.

Los caballos, aunque pequeñitos porque estaban lejos:

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Después nos acercamos al centro de interpretación a ver un vídeo sobre el parque, y la tienda de souvenirs.

La familia con la que nos alojamos ese día era bastante amplia, porque habían ido a celebrar un cumpleaños de una de las señoras, y estaban allí reunidos tíos y sobrinos. Nos invitaron a sentarnos con ellos y nos ofrecieron carne de cabra con verduras, la famosa leche, queso; y nos dieron a esnifar una especie de tabaco, supongo que como el rapé; la verdad es que el aroma era tipo "viks vaporub" o pimienta, jeje, te hacía estornudar.

También cantaron canciones para nosotros, y terminaron mi marido y el chico irlandés jugando con ellos a una especie de voleyball-balón prisionero (las reglas se las explicaron todo con gestos), y nosotras jugando con las niñas del campamento, inflándoles globos que habíamos traído.

Fue una tarde muy entrañable, una “inmersión cultural” de las buenas, nos encantó compartir con ellos la comida, los juegos, incluso charlamos un poquito en inglés; pero vamos, el idioma de los gestos es internacional.

Ya he dicho que eran bastantes allí; tenían 4 o 5 yurtas y nos cedieron una para nosotros y la guía; el resto se repartieron y algunos durmieron en el coche ¡!

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