![]() ![]() 25 días por los parques nacionales del Oeste de USA: un Road Trip de 10500 kms ✏️ Blogs de USA
Un largo viaje realizado en julio del 2013, con salida y llegada en Las Vegas, ciudad en la que nos casamos. Recorriendo ocho estados del Oeste de USA para conocer sus Parques Nacionales más emblemáticos, desde el Grand Canyon a Yellowstone, desde Yosemite a Arches.Autor: Murglys Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (47 Votos)
01: Introducción
02: Viernes 5 de Julio: Santiago de Compostela – Madrid (Barajas)
03: Sábado Día 6 de Julio: Madrid (Barajas) – Dallas - Las Vegas
04: Domingo Día 7 de Julio: Las Vegas (I)
05: Lunes Día 8 de Julio: Las Vegas (II)
06: Martes Día 9 de Julio: Las Vegas (III) – Valley of Fire
07: Miércoles Día 10 de Julio: Las Vegas - Death Valley - Mammoth Lakes
08: Jueves Día 11 de Julio: Mammoth Lakes - Yosemite (I)
09: Viernes Día 12 de Julio: Yosemite (II)
10: Sábado Día 13 de Julio: Yosemite - Sequoia National Park - Barstow
11: Domingo Día 14 de Julio: Barstow - Ruta 66 - Grand Canyon South Rim (I)
12: Lunes Día 15 de Julio: Grand Canyon South Rim (II)
13: Martes Día 16 de Julio: G. C. South Rim - Page - Monument Valley - Mexican Hat
14: Miércoles Día 17 de Julio: Mexican Hat - Lake Powell - Kanab
15: Jueves Día 18 de Julio: Kanab - Cedar Breaks - Bryce Canyon
16: Viernes Día 19 de Julio: Bryce Canyon - Capitol Reef - Goblin Valley - Moab
17: Sábado Día 20 de Julio: Moab - Vernal
18: Domingo Día 21 de Julio: Vernal - Flaming Gorge - Grand Teton N. Park - Jackson
19: Lunes Día 22 de Julio: Jackson - Grand Teton Nat. Park - Yellowstone (I)
20: Martes Día 23 de Julio: Yellowstone (II)
21: Miércoles Día 24 de Julio: Yellowstone (III)
22: Jueves Día 25 de Julio: Yellowstone - Bonneville Salt Flat - Springville
23: Viernes Día 26 de Julio: Springville - The Needles - Monticello
24: Sábado Día 27 de Julio: Monticello-Nat. Bridges-Rutas 95-24-Bryce-Zion-Kanab
25: Domingo Día 28 de Julio: Kanab - Grand Canyon North Rim - Hurricane
26: Lunes Día 29 de Julio: Hurricane - Zion National Park (Springdale) - Las Vegas
27: Martes Día 30 de Julio: Las Vegas - New York - Madrid (Barajas)
28: Resumen final y conclusiones
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Etapas 25 a 27, total 28
Itinerario del día: ![]() B: Grand Canyon North Rim (Bright Angel Point) C: Grand Canyon North Rim (Cape Royal) D: Grand Canyon North Rim (Point Imperial) E: Hurricane Cuando me despertó la alarma, a las 6, asomé la nariz por la ventana para comprobar si el día había amanecido más o menos soleado. Y, en efecto, el cielo estaba azulísimo y limpio, con lo cual me metí en la ducha bastante animado. En el South Rim del Grand Canyon no habíamos tenido demasiada fortuna con el tiempo y esperábamos poder resarcirnos ahora en el North Rim. De momento, la cosa pintaba bien. Nos arreglamos, recogimos todo, llamamos a casa con el skype y en la misma habitación nos tomamos un café y unas cookies hechas con nueces de macadamia, las favoritas de María. Cargamos el equipaje en el coche y tras dejar las llaves en el buzón de la parte exterior de la recepción -los simpáticos dueños todavía no habían dado señales de vida a esas horas- pusimos rumbo al Grand Canyon. Después de once días, íbamos a volver a entrar en Arizona, así que apenas unas millas al sur de Kanab tuvimos que atrasar una hora nuestros relojes. Por si no hubiésemos iniciado nuestra ruta diaria lo suficientemente temprano, vaya. ![]() ![]() Nuestro primer objetivo dentro del North Rim eran los alrededores del Grand Canyon Lodge. Allí queríamos dar un pequeño paseo hasta el promontorio del Bright Angel Point, para a continuación dirigirnos en el coche a través del Walhalla Plateau hasta Cape Royal y finalizar nuestra visita a la zona norte del Grand Canyon en el Point Imperial, el mirador situado a mayor altura de entre todos los del parque. ![]() Llegamos al parking del Grand Canyon Lodge, y las nubes todavía no se habían ni mucho menos disipado. Calculamos que aún tendría que transcurrir media hora o más para que el sol se fuese abriendo paso, y por eso convenía tomarse las cosas con cierta calma. El hotel nos pareció una maravilla. Tan bonito como los del South Rim Village, y con una localización si cabe más espectacular, porque mientras aquéllos se ubican casi al borde del cañón -tan solo separados del mismo por el estrecho Rim Trail- , el lodge del North Rim está literalmente colgado del acantilado. Lo primero que hicimos fue asomarnos a sus impactantes terrazas, pero la persistente niebla impedía distinguir apenas nada. De tal modo que nos animamos a hacer tiempo regalándonos un desayuno buffet en el fabuloso salón-restaurante. Nos dio un poco de corte ponernos a sacar fotos o tomas de vídeo en el interior abarrotado de huéspedes y turistas, pero he rescatado de internet una imagen en la que se aprecia bastante bien la belleza del comedor. ![]() Nos colocaron en una de las mesas situadas justo al lado de los amplísimos ventanales -en concreto, el tercero de los de la izquierda en la foto- y no puedo por más que decir que fue un desayuno que nunca olvidaremos... pero no por la calidad del buffet -que no estaba mal, dicho sea de paso- sino, obviamente, por el inmejorable entorno. ¡Vaya lujo! Cuando acabamos y salimos de nuevo al exterior, la mañana se había ido quedando ya algo más despejada, y aprovechamos para darnos una vuelta por los miradores de las inmediaciones del lodge y por las terrazas. Las vistas son brutales, y el contraste entre el naranja y el verde es aquí más acusado que en el borde sur del Grand Canyon, ya que el North Rim tiene una altitud media 300 metros superior y recibe más precipitaciones, con lo que su vegetación es mucho más abundante. Tema musical: "The hermit" (STEVE HACKETT) ![]() ![]() Muy cerca del hotel comienza el trail que conduce al Bright Angel Point. Es un corto y sencillo sendero que discurre a través de un estrecho promontorio. En algunos tramos, de no más de dos o tres metros de ancho, se camina entre precipicios casi verticales que se desploman a uno y otro lado hasta el fondo de los cañones de Roaring Springs -al este- y The Transept -al oeste-. Nos encantó. Además, la niebla había desaparecido y la panorámica desde el mirador en el que finaliza el camino era soberbia. Todo aquel que se acerque hasta el North Rim no debería de dejar de hacer este pequeño pero extraordinario trek de apenas media milla de longitud. Tema musical: "Another day in Haltwhistle" (XII ALFONSO) ![]() ![]() Regresamos al umbrío aparcamiento del lodge y nos marchamos en el coche a recorrer la carretera que atraviesa de norte a sur la Walhalla Plateau, unas quince millas en las que se suceden los puntos panorámicos orientados hacia el este. Todos ellos nos iban a ofrecer, por lo tanto, una visión inédita de determinadas zonas del Grand Canyon hasta ese momento desconocidas para nosotros. La primera parada la efectuamos en el Roosevelt Point, del que dicen que es el mejor lugar para contemplar la confluencia entre los ríos Colorado y Little Colorado. Y no dudamos que esto sea así ¿eh?, lo que sucede es que nosotros debíamos de estar pasando el ratito tonto de la jornada y, por más que lo intentamos, no conseguimos descubrir confluencia alguna. Lo que sí pudimos ver con relativa nitidez fueron los Pallisades of the Desert, unos hermosos acantilados situados, según el mapa, al sur de la huidiza y timorata confluencia. Tema musical: "Scarborough Fair" (SARAH BRIGHTMAN) ![]() Continuamos avanzando a través de la Cape Royal Road y el siguiente enclave en el que nos detuvimos fue el Walhalla Overlook, desde el cual sí que se obtiene una panorámica bien clara del curso del Colorado River, ya que uno de sus amplios meandros puede llegar a apreciarse casi en su totalidad. También se divisa algo más a la derecha la inconfundible silueta del Vishnu Temple, uno de los buttes más fotografiados del Grand Canyon. Tema musical: "Roundabout" (YES) ![]() Pero es a partir de aquí donde comienza lo verdaderamente destacable de este trayecto por el Walhalla Plateau, puesto que dos de los miradores más alucinantes de todo el parque se sitúan al final de la carretera, muy próximos el uno del otro. De hecho, la primera mitad del trail que se ha de recorrer para llegar a ambos es coincidente, y solo a partir de un determinado punto se bifurca el sendero. El primero al que accedimos fue el originalísimo Angel’s Window, caracterizado por un enorme agujero en la roca justo debajo de la plataforma de observación. Las vistas son de infarto, porque hay tal verticalidad en las paredes del acantilado que la sensación es similar a la que tendríamos si nos asomásemos al abismo desde un balcón. Tema musical: "Supper's ready" (GENESIS) ![]() ![]() Y el otro gran mirador al que me refería un par de párrafos atrás es el que le da nombre a la carretera: el Cape Royal. No hay palabras. Viendo todo aquel extraordinario paisaje delante de nuestros ojos, María y yo coincidimos en que ningún otro lugar del Grand Canyon -quizá con la excepción de Hopi Point en la Hermit Road- nos había impresionado tanto como éste. La perspectiva es amplísima, y abarca desde las Pallisades o el Watchtower de Desert View, a nuestra izquierda, hasta el Thor Temple y la zona del South Rim Village -e incluso más allá- en la dirección opuesta. Además, justo enfrente, se alzan casi al alcance de la mano los sensacionales Vishnu Temple y Wotans Throne. En definitiva, solo puedo concluir diciendo que la visita a Cape Royal es imprescindible para cualquier viajero que vaya a conocer el North Rim. Tema musical: "Porte sur l'eté" (MINIMUM VITAL) ![]() ![]() ![]() La mañana tocaba a su fin, y los claros en el cielo, también. En pocos minutos, las nubes oscuras con las que ya nos habíamos ido familiarizando a lo largo del viaje comenzaron a multiplicarse de un modo amenazante. Un tanto decepcionados, porque estábamos disfrutando muchísimo, decidimos que lo mejor era retirarse a tiempo antes de que descargase el primer chaparrón. Volvimos al parking en el que desemboca la carretera para subirnos al coche y desandar la Cape Royal Road hacia el norte. Pero no llevábamos ni un par de millas recorridas cuando empezó a caer agua como si nos hubiésemos colado sin querer en un túnel de lavado. ¡Qué manera de jarrear! Durante unos instantes nos sentimos transportados al día de la terrorífica ruta 666 en las proximidades de Seligman. Y menos mal, porque podía haber sido mucho peor… nos habíamos librado del descomunal aguacero por escasos minutos. Resultaba inevitable pensar en todos aquellos pobres infelices a los que habíamos dejado en Cape Royal sacando fotos a diestra y a siniestra… Por fortuna, el diluvio remitió pronto, aunque la luminosa mañana dio paso a un mediodía casi en penumbra. Paramos en Vista Encantada, el último punto panorámico que nos quedaba pendiente en esta carretera, y nada más asomarse al mirador y darse de bruces con aquella oscuridad, la siempre ocurrente María no tardó en rebautizar el lugar: Vista Encapotada. Y es que las imágenes hablan por sí solas: Tema musical: "Vivendo un giorno" (CONSORZIO ACQUA POTABILE) Antes de abandonar el North Rim, nos apetecía acercarnos a conocer el enclave en el que el borde del Grand Canyon alcanza su mayor altitud: Point Imperial, situado a unos 2750 metros sobre el nivel del mar. Al llegar allí cayó otro pequeño chaparrón, y tuvimos que esperar un rato en el parking, metidos en el coche, hasta que escampó. Ni que decir tiene que las vistas desde el mirador son muy buenas, pero estaba ya todo muy grisáceo y triste, así que después de unos minutos comprendimos que lo más inteligente era echar el cierre definitivo a nuestra estancia en el Grand Canyon y poner rumbo a Hurricane, localidad en la que teníamos el alojamiento reservado. Tema musical: "Nichts für mich" (ANYONE'S DAUGHTER) ![]() ![]() ![]() En Jacob Lake, justo a la altura del cruce con la 89A, hicimos un alto para repostar y comer unas deliciosas hamburguesas en el restaurante del Jacob Lake Inn. Entramos también en la panadería del complejo hotelero a comprarnos unas cookies que tenían una pinta excelente y un tamaño XXXL. Unas millas más al norte volvimos a detenernos en Le Fevre Overlook, un mirador de carretera donde los Navajos tenían montados unos cuantos puestos de venta de ropa, artesanía y demás. La extensión del territorio, tanto de Arizona como de Utah, que se alcanza a divisar desde allí arriba es enorme, y comprende desde los Vermillion Cliffs -en la zona de Paria Canyon y Coyote Buttes- hasta los White Cliffs, más allá de Kanab. Se adivinan asimismo, aunque algo más alejadas, las siluetas de las montañas del Grand Staircase-Escalante National Monument. No he podido incluir en el diario ninguna de las fotos y tomas de vídeo obtenidas desde Le Fevre Overlook porque la calidad de unas y otras dejaba bastante que desear y apenas se distinguía nada del magnífico paisaje. Una lástima. Conforme nos íbamos alejando del North Rim, la tarde mejoraba a pasos agigantados. Desconozco lo que habrá sucedido en años precedentes pero, desde luego, a lo largo del mes de julio de 2013 hemos tenido la oportunidad de comprobar en primera persona -del plural ![]() Cuando llegamos a Hurricane el sol ya asomaba tímidamente, aunque todavía quedaban algunas nubes. El cielo, por cierto, estaba tan bonito que parecía como si alguien lo hubiese pintado con acuarela. Tema musical: "Outer limits" (IQ) El GPS nos condujo hasta el Days Inn, donde teníamos reservada una habitación para pasar la noche. En alojamientos anteriores habíamos conocido ya a varios recepcionistas de la India, y su gentileza y buen trato nos habían dejado siempre un muy buen sabor de boca. Pues bien, en Hurricane nos tocó lidiar con la excepción a la regla de la amabilidad hindú: un personaje borde y antipático que durante el check-in puso todo de su parte para que no nos sintiésemos a gusto en nuestra recién estrenada estancia dentro del hotel. Me imagino que su equipo favorito de cricket habría acabado de perder la final de la Copa de Su Maharajá de Rajasthan, o algo, porque si no, no se entiende tan mal talante. ![]() En fin, procedía tomarse las cosas con filosofía y por eso, una vez instalados en la habitación, bajamos a la piscina a intentar relajarnos dándonos un baño. Había también un jacuzzi, pero el agua del mismo tenía tal cantidad de productos químicos que apenas se podía aguantar dentro más de unos pocos segundos. En mi vida había visto nada semejante. De vuelta en la habitación, nos dimos una buena ducha para quitarnos de la piel los restos de cloro -quiero pensar que aquello era cloro- y a continuación nos preparamos unos sandwiches calientes en el microondas. Entramos un rato a internet y antes de acostarnos nos tomamos un café con alguna de las sabrosas cookies que habíamos comprado en Jacob Lake. A las 9 nos quedamos fritos. Cada día que iba transcurriendo nos sentíamos más cansados que el anterior. .
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Etapas 25 a 27, total 28
Itinerario del día: ![]() B: Zion Nat. Park (Springdale) C: Las Vegas El viaje estaba dando ya sus últimos coletazos, pero uno de ellos todavía prometía grandes emociones: después de haber recorrido un par de días antes la sorprendente zona alta de Zion National Park -su entrada Este-, en esta ocasión los planes pasaban por la llegada al lugar a través de Springdale, la entrada Sur, para tomar allí uno de los pintorescos shuttles que se internan en el cañón principal del parque, donde se concentran la mayor parte de sus puntos de interés. Por lo tanto, nos levantamos muy pronto, como casi siempre, y tras seguir rigurosamente nuestro ritual cotidiano -arreglarnos, recoger las cosas, llenar la nevera, cargar el equipaje en el maletero, etc- fuimos a desayunar a la sala contigua a la recepción. María volvió a dejar patente su habilidad en la maquinita de los waffles y dimos buena cuenta de los tres o cuatro que preparó. Riquísimos. Sin más, hicimos el check out con un empleado bastante más cordial que el gruñoncete de la víspera y nos fuimos hacia Zion. El día había amanecido radiante de sol, y nos sentíamos animados y dispuestos a disfrutar con la última jornada efectiva de road trip. ![]() Al acercarnos a Springdale, justo en la zona en la que el pavimento de la carretera toma ese color marrón oscuro tan característico de Zion -sin duda, uno de sus toques distintivos- comenzaron a aparecer a nuestra derecha las espectaculares y afiladas crestas de las hermosísimas montañas Eagle Crags. Atravesamos el bonito pueblo sin perder de vista los imponentes murallones rocosos que se levantan a uno y otro lado: The Watchman a la derecha y West Temple y Mt. Kinesava a la izquierda. Dejamos el coche en el aparcamiento del Visitor Center, llenamos con bebidas nuestra mochila y caminamos hasta la cercana parada del shuttle. Durante la temporada veraniega, sólo es posible acceder a la Canyon Scenic Drive utilizando el servicio de autobuses gratuitos del parque. De tal modo que subimos al primero que apareció y en pocos minutos llegamos al cañón. A través de los amplios ventanales del vehículo fuimos contemplando todas aquellas míticas montañas que en algunos tramos caen casi en vertical sobre el estrecho desfiladero: East Temple, Great White Trone, Court of Patriarchs, etc. Tema musical: "The trees" (RUSH) ![]() ![]() Nos apeamos en la última parada: Temple of Sinawava. Allí comienza el trail del Riverside Walk, que recorre la orilla del Virgin River. Fue nuestro primer trek del día. Llegamos hasta el lugar donde se inician los llamados Narrows, en los que para continuar avanzando por el cada vez más angosto cañón se hace necesario introducir buena parte del cuerpo dentro del cauce del río. Nosotros no íbamos preparados para ello, y además tampoco nos sobraba el tiempo, porque teníamos otros objetivos previstos en el parque, así que dimos media vuelta y regresamos a la parada del shuttle. En cualquier caso, este sencillo paseo por el Riverside Walk está francamente bien y resulta recomendable. El entorno merece la pena. Tema musical: "Another day like Superman" (ANYONE'S DAUGHTER) ![]() ![]() Al llegar de nuevo al Temple of Sinawava, nos sentamos un momento a descansar y a beber algo. Se ve que la caminata había sido más agitada de lo que yo pensaba, porque quise abrir una botella de Coca Cola y, en cuanto aflojé un poco el tapón, de allí dentro salió una especie de Old Faithful enbrutecido que me dejó la mochila completamente empapada y pringosa. Ni que decir tiene que me acordé del santoral completo, incluyendo nombre, apellidos, dirección y actividad laboral de cada miembro de tan selecto grupo. Toda una escenita de las de “tierra, engúlleme”, vaya… María se reía a mandíbula batiente y alguno de los turistas que rondaban por las inmediaciones, también. Subimos otra vez al bus y nos apeamos en Weeping Rock. Sin perder tiempo nos dirigimos al primero de los trails que teníamos la intención de recorrer en esta zona: el Hidden Canyon Trail. Se trata de una subida en la que hay que salvar una pendiente bastante significativa, y conviene por ello ajustar el ritmo a nuestras posibilidades. El firme del sendero es bueno y no ofrece demasiada dificultad -salvo si se padece de vértigo, claro está ![]() Tema musical: "Three observations of one ocean" (WILLIAM ACKERMAN) ![]() ![]() Descendimos con cuidado para no sobrecargar las rodillas y, al llegar al punto de partida del trail, nos desviamos a ver la Weeping Rock, la roca que llora. El sendero hasta ella es corto y merece la pena hacer el mini-trek, porque resulta un lugar curioso. Por un lado, la roca en sí misma es muy bonita. Además, las estupendas vistas desde el pequeño balcón natural que se forma en su interior suponen otro aliciente. Y, como guinda, la ligera ducha que se recibe al pasar bajo las “lágrimas” de la piedra permite soportar algo mejor el fuerte calor que hace en el fondo del cañón durante el verano. Tema musical: "Overland" (AD INFINITUM) ![]() ![]() El servicio de shuttles de Zion funciona bien y hay un goteo incesante de autobuses tanto en una dirección como en la otra. De ello nos aprovechamos para irnos deteniendo en las sucesivas paradas de la ruta: The Grotto, Zion Lodge y Court of the Patriarchs. En cada una de ellas dimos un pequeño paseo e intentamos contemplar las montañas que flanquean el cañón, pero la temperatura a esas horas de la mañana era ya muy elevada y no apetecía alejarse demasiado de las sombras. En Court of the Patriarchs, no obstante, hicimos un pequeño sobreesfuerzo y sacamos a pleno sol unas tomas de vídeo del fenomenal entorno. Tema musical: "Open book" (HAPPY THE MAN) ![]() Ya a mediodía, de vuelta en el parking del Visitor Center, hice partícipe a María de mi interés por llevar a cabo algo que un par de días antes me había planteado íntimamente en el Canyon Overlook: regresar allí para poder contemplar con buen tiempo aquellas maravillosas vistas. Y ella, como era previsible, me dijo que le parecía perfecto mi interés, y que, por su parte, no había mayor inconveniente… siempre y cuando pudiera esperarme en el coche mientras me hacía el trek yo solito, claro. ![]() Subimos a través de la bellísima Zion - Mount Carmel Highway y nos vimos obligados a aguardar un rato justo antes de la entrada del túnel, porque al ser tan estrecho funciona en un solo sentido y tienen que cortar el tráfico alternativamente. Tema musical: "Delivered up for tea" (CITIZEN CAIN) ![]() ![]() En la foto de la izquierda, The Streaked Wall y The Sentinel, y en la de la derecha, The East Temple, todos ellos vistos desde la Zion - Mt Carmel Hwy. Al llegar al trailhead del Canyon Overlook, encontramos de casualidad un sitio libre en el abarrotado parking y allí se quedó la pobre María, atosigada por el calor y aún recuperándose del esfuerzo realizado en las fuertes pendientes de Hidden Canyon. Yo me aprovisioné bien de agua -nada de peligrosos líquidos efervescentes ![]() Subí a buen ritmo, y al final del sendero me encontré con la grata sorpresa de que en el mirador final no había absolutamente nadie. Pude, por lo tanto, disfrutar de aquella imagen de postal con la máxima tranquilidad. Como suponía, haberle dado una segunda oportunidad al Canyon Overlook se había revelado como un gran acierto. La panorámica desde allí arriba mejora muchísimo con el cielo casi despejado. La bajada la hice ya de un modo más pausado y las paradas para contemplar el paisaje fueron muy frecuentes. En el fondo del cañón había un numeroso grupo de personas practicando barranquismo. Se las escuchaba a la perfección. Tema musical: "Entangled" (GENESIS) ![]() Bridge Mountain, The West Temple, Towers of the Virgin, Altar of Sacrifice, The Streaked Wall, The Sentinel ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Diferentes imágenes del trail del Canyon Overlook Tras reencontrarme con María en el aparcamiento, retomamos en sentido contrario el mismo tramo de carretera por el que habíamos subido con anterioridad y nos detuvimos en mitad del pueblo de Springdale para repostar y comernos los que serían nuestros últimos wraps picantes del viaje -snif-. Nos supieron tan bien como de costumbre. Con cierta pereza, fuimos abandonando Zion National Park en dirección a Las Vegas. No teníamos ninguna gana de irnos de allí pero, por desgracia, no nos quedaba más remedio. Los más de 250 kilómetros del trayecto se hicieron interminables y agotadores. Fue como si todo el cansancio acumulado a lo largo de más de diez mil kilómetros de road trip se me hubiese venido encima de golpe. Cuando, una vez sobrepasado St George, descendimos desde las montañas al desierto de Nevada, se apoderó de mí una tremenda sensación de modorra que me obligó a extremar las precauciones al volante, llegando hasta el punto de atreverme a abrir -ahora sí- otra amenazante botella de Coca Cola… ![]() Tema musical: "Take the time" (DREAM THEATER) ![]() ![]() Entramos a Las Vegas por el norte, con la intención de volver a pasar por delante de nuestro añorado Stratosphere y atravesar a continuación todo el Strip en dirección sur hasta llegar al hotel en donde teníamos reservada la habitación, el America’s Best Value Inn, un alojamiento en el que ya habíamos pernoctado la primera noche, después del vuelo de ida, y que habíamos elegido por su cercanía al aeropuerto y su precio imbatible -25 euros-. Recorrimos el larguísimo Boulevard despidiéndonos de la ciudad hasta una próxima ocasión -que seguro que la habrá-. Antes de ir al hotel nos acercamos a una gasolinera de las inmediaciones, puesto que de madrugada, apenas unas horas después, tendríamos que devolver el coche de alquiler con el depósito lleno. Durante unos instantes, justo el tiempo que tardamos en repostar y abonar el importe del combustible, tuvimos la oportunidad de experimentar de nuevo en nuestras propias carnes la misma sensación de bochorno extremo que tanto nos había impactado al llegar desde España. Esa primera bocanada de calor made in Las Vegas es sencillamente brutal. Y nos pilló un tanto desprevenidos, porque ya casi se nos había olvidado. Fue un buen momento para volver a interpretar, esta vez a dúo, la tonadilla -o lo que quiera que sea- con la que veintitantos días atrás, recién aterrizados en la ciudad, nos habíamos hecho unas cuantas risas: - Me se evapora el almaaaaa, me se evaporaaaaa… Tema musical: "Take the time" (DREAM THEATER) ![]() ![]() ![]() ![]() A media tarde nos recogimos definitivamente en nuestro hotel. Allí teníamos que hacer la facturación online del vuelo interno de Iberia Express, pero el wifi funcionaba fatal en la habitación que nos habían asignado, de tal modo que nos pasamos por la recepción para ver si nos podían cambiar a otra en la que sí pudiésemos conectarnos a internet con normalidad. Le recordamos al recepcionista que la otra noche en la que nos habíamos alojado allí, la conexión wifi iba perfecta, pero el buen hombre no parecía demasiado receptivo a nuestras demandas y lo único que conseguimos de él fue que nos diese largas durante un rato, con la excusa de que tenía que avisar a no sé quién. Como nos encontrábamos ya muy cansados y sin voluntad ni fuerzas para discutir con nadie, decidimos no insistir más y nos llevamos el portátil a la misma recepción, donde el wifi sí funcionaba sin problema alguno. En apenas unos minutos, dejamos resuelto el asunto del check-in online del vuelo Madrid-Santiago de Compostela, y hay que decir que la página web de Iberia no daba ya el dichoso fallo que a la ida nos había obligado a facturar el equipaje en el aeropuerto, con la consiguiente sobretasa y mi reclamación posterior. Una preocupación menos. Con respecto a los vuelos de American Airlines, sabíamos que en las máquinas del aeropuerto de McCarran podríamos gestionar la facturación, así que ni lo intentamos siquiera. De regreso en la habitación, recogimos todo el equipaje -salvo las cosas de aseo y la ropa con la que viajaríamos en apenas unas horas-, dejamos la nevera de corcho blanco -fiel compañera, sin duda- en una esquina del cuarto y comprobamos asimismo que no nos habíamos olvidado nada dentro de las guanteras del coche. Muy tempranito, cenamos unos sándwiches fríos que habíamos comprado en la gasolinera y sin más dilación nos fuimos a la cama para intentar dormir lo antes posible. El madrugón del día siguiente -por increíble que parezca- iba a batir de largo todos los records. .
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Etapas 25 a 27, total 28
A las 2 sonó la alarma. Habíamos dormido unas cuatro horas escasas, pero no teníamos más remedio que levantarnos a esas horas intempestivas, puesto que la agenda estaba apretadilla. Nos duchamos, terminamos de guardar el equipaje y dejamos listas y preparadas las maletas para el vuelo, tanto las de mano como las de bodega. Nos despedimos de nuestra querida nevera de poliexpan y fuimos a la recepción para abonar la habitación en efectivo -así nos deshacíamos de alguno de los escasos dólares que todavía nos quedaban-. Aún de noche cerrada, nos dirigimos hacia la terminal del McCarran Rent-A-Car Center, situada en la cercana Gillespie St. El procedimiento a seguir para la devolución del vehículo de alquiler resultó muy sencillo. Accedimos al interior de la gigantesca instalación a través de la entrada “Rental Car Return”, y una vez dentro buscamos los indicadores que nos guiaron hasta la fila de coches de nuestra compañía -Alamo-. De inmediato un empleado uniformado se acercó a nosotros y chequeó el Huyndai con un pequeño aparato electrónico. Nos dio un ticket, recogimos nuestras maletas y nos fuimos hasta la parada del shuttle que nos iba a llevar al aeropuerto. Ningún problema. Ya en la terminal 1 de McCarran acudimos a los mostradores de American Airlines y realizamos el check-in en una de las máquinas que había por allí. El sistema no ofrece la más mínima dificultad: se colocan los pasaportes en el lugar correspondiente, se van cubriendo todos los datos que la pantalla va solicitando y finalmente se imprimen las tarjetas de embarque. A continuación, se llevan las maletas a uno de los mostradores de la Compañía y ya no es necesario volver a preocuparse del equipaje hasta llegar al destino final. Salir de EEUU es mucho más sencillo que entrar ![]() Pasamos los controles y la conexión wifi del aeropuerto nos ayudó a distraernos hasta que salió nuestro primer vuelo a New York, donde teníamos prevista una escala de tres horas antes de abandonar definitivamente el país. El avión era un Boeing 757, y el trayecto, de unas cinco horas, me resultó entretenidísimo. En la primera mitad del mismo pude ir contemplando desde la ventanilla algunos de los lugares que habíamos conocido durante las últimas semanas: Valley of Fire, Zion, Cedar Breaks, Bryce Canyon, Capitol Reef, las Mesas de Caineville, Goblin Valley, Green River… Después de sobrepasar las Montañas Rocosas de Colorado entramos en las llanuras de Wyoming (Cheyenne) y Nebraska y las nubes comenzaron a aparecer hasta cubrir el cielo en su totalidad. Por fortuna, a partir del Lago Michigan el tiempo volvió a mejorar y me permitió disfrutar con una estupenda panorámica de toda la zona de los Grandes Lagos y los alrededores de New York. En el siguiente vídeo pueden apreciarse todos esos lugares: - 0’01’’ - 1’31’’: Despegue de Las Vegas - 1’31’’ - 1’35’’: Valley of Fire - 1’35’’ - 1’57’’: Lake Mead - 1’58’’ - 2’09’’: Zion - 2’10’’ - 2’23’’: Cedar Breaks (con zoom) - 2’24’’ - 2’57’’: Bryce Canyon (justo debajo del avión) - 2’58’’ - 3’10’’: Capitol Reef - 3’10’’ - 3’28’’: Caineville Mesas y Blue Valley - 3’28’’ - 3’32’’: Goblin Valley - 3’33’’ - 3’42’’: Green River - 3’42’’ - 3’58’’: Montañas Rocosas de Colorado - 3’58’’ - 4’08’’: Cheyenne (con zoom) - 4’08’’ - 4’24’’: Llanuras de Nebraska - 4’24’’ - 4’38’’: Lansing (Michigan) - 4’38’’ - 5’08’’: Alrededores de Detroit y Lake Saint Clair - 5’08’’ - 5’17’’: Lake Huron (con zoom) - 5’18’’ - 5’33’’: Lake Erie - 5’33 hasta el final: Aterrizaje en New York. Tema musical: "Visiting" (WILLIAM ACKERMAN) En el aeropuerto de JFK hicimos una escala tranquila, de más de tres horas. Nada que ver, por supuesto, con la locura de Dallas a la ida ![]() Éste es el breve vídeo que grabé durante los primeros instantes del vuelo transoceánico. La canción que lo acompaña a modo de banda sonora se titula, como no podía ser de otra manera, “Nostalgia”: el viaje aún no se había terminado y ya lo estábamos echando de menos. Tema musical: "Nostalgia" (IQ) .
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