Idioma: English Español
Mostrar/Ocultar Blogs / Diarios
Mostrar/Ocultar Fotos / Pics
Blogs 
Pulso indio

Pulso indio ✏️ Blogs de India India

Diario de un viaje en solitario, que incluye un mes en Kathmandú y dos meses recorriendo India
Autor: Albertomunnoz  Fecha creación:  Puntos: 5 (1 Votos)
Etapas 19 a 21,  total 23
anterior anterior  1  ..  5  6  7  8  siguiente siguiente

Panaji

Panaji


Localización: India India Fecha creación: 27/11/2014 17:29 Puntos: 0 (0 Votos)
Panaji
Volé hasta Goa, con una parada intermedia en Bangalore, entré en conversación con una chica alemana que viaja sola y así lo prefiere. Ya voy conociendo a bastantes personas que viajan solas. Desde el aeropuerto, tome un taxi pre-pagado hasta la Guest House Alfonso en Panaji, capital del estado de Goa. La pensión resultó carísima a pesar de que con el regateo, la encargada bajo el precio de 2500 hasta 1800 rp. Comí en un restaurante llamado Viva Panaji que ya conocía y luego fui hasta la estación de autobuses para planear el modo de ir mañana hasta Gokarna. Tendré que coger dos buses, primero hasta Margao y luego a Karvak. Panaji parece ser sólo un lugar de paso para indios que van a otros sitios y para la gente que se dirige a la zona de las playas en Goa. Las calles se ven bastante vacías pero la estación de autobuses es enorme y llena de movimiento. En la terraza del hostal, estuve charlando con un holandés; él está a gusto pasando unos días aquí; ha alquilado una moto y desde aquí se mueve hacia las playas. Me hizo pensar que cualquier lugar puede tener su encanto para alguien. Gracias a este holandés, caí en la cuenta de que yo había calificado injustamente a Panaji, como simplemente un lugar de paso. Su punto de vista es muy interesante: si te quedas en la zona de las playas de Goa, hay tanto ajetreo que no se logra encontrar la tranquilidad; sin embargo, alojándose en Panaji y con ayuda de su preciosa moto alquilada, accede a las playas y cuando se retira a casa, reencuentra la tranquilidad que ansía. La propietaria del restaurante Viva Panaji, se acercó a saludarme cuando estaba cenando. Le pregunté de dónde era, pensando que sería europea del sur por su aspecto, pero me dijo que era de Goa. Sabía su nombre: Linda, porque aparece en la tarjeta del establecimiento junto a su foto. Al despedirme, le dije que Linda en español significa guapa y que ella hacía honor a su nombre.
Etapas 19 a 21,  total 23
anterior anterior  1  ..  5  6  7  8  siguiente siguiente


Gokarna

Gokarna


Localización: India India Fecha creación: 01/12/2014 13:41 Puntos: 0 (0 Votos)
Gokarna
En la estación de autobuses de Panaji tome un bús en dirección a Margao, desde donde´, según había entendido podría tomar otro hasta Gokarna. En Margao, el bus me dejó en una calle, no veía ricksaws y estuve esperando hasta que apareció un bus local que me llevó hasta la estación. Una vez allí, me indicaron que debía ir a Karwar. En el camino, el compañero de asiento me ofreció sonriente una mandarina. No se la acepté pero le frote la espalda para darle las gracias. En Kawar cogí el cuarto bus que me llevó hasta Ankola y luego el quinto hasta Gokarna. Desde el pueblo compartí un auto con un israelí que iba a la playa de Om y, aunque yo iba a la playa de Kuddle, podíamos hacer juntos una parte del trayecto. Bajé caminando hasta la playa y la atravesé para llegar hasta el lugar donde nos habíamos quedado Yoli, Pánkaj y yo en el anterior viaje. Encontré el lugar más arreglado. Parece que ahora pertenece al Centro Ayurvédico, pero en cualquier caso no tenían habitación. Encontré una enseguida casi al lado por 400 rp. la noche y comí en el restaurante que tienen mirando al mar.
Para cenar estaba otra vez en el restaurante; un lugar cubierto pero al aire libre a la orilla del mar. Desde la mesa veía la pared exterior de la cocina con una ventanita, por la que a veces se asomaba el cocinero y yo le hacía un gesto de que todo estaba riquísimo. En esa misma pared tienen montadas unas estanterías con imágenes enmarcadas de varios dioses, un candil, bolsitas con pigmentos, flores,… El aroma del incienso llamó mi atención y al girarme vi a uno de los muchachos que oraba frente a las imágenes subido en un altillo. Estaba muy quieto y concentrado, vistiendo únicamente un lungi naranja. Luego tomo en una mano un haz de barritas de incienso, las prendió y estuvo moviéndolas ritualmente ante cada imagen sagrada. Una vez agotado el incienso, se mantuvo con las manos en actitud de oración y aún seguía así cuando yo me fui.
Dormí bajo la mosquitera que cubre la cama, en un colchón muy duro. La luz del baño es muy débil y la cisterna pierde agua cada vez que se usa. Al levantarme, me afeité sin espejo. Son pequeños inconvenientes que o los soluciono o me adapto con facilidad a ellos. Al pedir el desayuno, les pedí también un espejo y enseguida me trajeron uno pequeño.
En la playa turistas indios se divertían en una ruidosa lancha motora que les llevaba por turno a toda velocidad, haciendo eses entre las olas; otra lancha remolcaba una barca de goma en la que montaban dos cada viaje que terminaban siempre en el agua, con gran alboroto de los que estaban mirando y esperando su turno. Contrastan las prácticas de los turistas occidentales: yoga, ayurveda, meditación y sesiones de percusión a la puesta de sol. He conocido aquí ya dos israelís y me parece que hay bastantes más. Estos eran jóvenes, viajan solos y me da la impresión de que cumplen así un rito de paso a la edad adulta.
Después de correr por la playa, fui caminando unos 20 minutos hasta el pueblo de Gokarna. El camino comienza con buenas sombras, entre árboles, pero luego continúa más abierto entre rocas volcánicas. En Gokarna los habitantes locales se mezclan con peregrinos que vienen a los templos y con los turistas. Alguna tiendas están orientadas al turismo: ropa y bisutería y otras al abastecimiento local. Primero me acerqué a una de las locales y compre una bombilla de 60 W. Recorrí las calles principales del pueblo, tomé un lassi en un bar. Estuve mirando una librería y encontré una antología titulada: Teachings of the hindu mystics, que me viene muy bien como aproximación general al hinduismo. Incluye textos del Rig Veda, de las Upanishad, del Bhagavad Gita, el Yoga Vasishtha y varios otros. Los últimos capítulos son textos de Ramakrishna, Vivekananda, Ramana Maharshi y Aurobindo.
Intenté comprar un ticket para ir en bus a Hampi la noche del 2 de diciembre. El muchacho que atendía la agencia me explicó que tendré que ir primero a Ankora, tomar allí un autoricksaw hasta un hotel, de donde sale el autobús nocturno lleva hasta Hospet, cerca de Hampi. No pude sacar el billete porque Internet no funcionaba. Entré en una tienda que recordaba haber estado. Me atendió una niña de 12 años, aunque enseguida vino un tío suyo. Compré unas camisetas con imágenes indias: Krishna, Nataraya, Om y Taj Mahal. El hombre me contó que la chica que yo le dije que había conocido allí hace 5 años, había montado un negocio propio en Goa.
Me acerqué hasta la playa de Gokarna, donde recordaba haber visto camellos; esta vez estaba llena de gente india, muchos de ellos niños. Desde allí tomé un camino intentando encontrar un bar, que recordaba del viaje anterior, en el que habíamos pasado unas horas mientras hacíamos tiempo para ir a la estación de ferrocarril. No lo encontré, pero siguiendo unas escaleras llegue a un templo donde me saludó amablemente un monje vestido de naranja. Interpreté que cuida del templo y vive en él.
Mi pequeño acercamiento al hinduismo ha encontrado muy pronto algunos límites. Como advierte el Yoga Vasishtha, si conceptualizamos las enseñanzas de los grandes textos, debido a nuestro hábito intelectual, y no dejamos que actúen en nuestras vidas, caeremos de bruces como si fuésemos ciegos. El intento de análisis racional choca con la mística hindú porque, para ella, lo verdaderamente importante es la transformación vital que provoca a través de la oración, la meditación y el servicio a los otros. Sólo de este modo, es decir, siendo practicantes, la verdad más allá de las palabras, puede sernos revelada en nuestras propias vidas.
Para animarme a continuar aprendiendo sobre el tema, dice Vivekananda que el hinduismo abarca en su seno concepciones muy dispares, como la idolatría, el agnosticismo budista y el ateísmo jaimista.
También se llama al hinduismo, el Sanatana Dharma, el eterno camino que comenzó cuando en el principio el universo fue desplegado fuera de la mente de Brahma. Casualmente, hace unos días tuve ocasión de releer el Génesis en una biblia colocada en la mesilla de la habitación donde me hospedé en Chennai. Encuentro que ambas son bellas leyendas y las interpreto como metáforas de interés literario. La ventaja del hinduismo es su gran tolerancia; lo que le permite abarcar muy variadas fes, creencias, rituales y costumbres. Si las religiones monoteístas: Islam, cristianismo y judaísmo hubiesen aprendido esa lección, posiblemente se podría haber evitado el horror de la historia de las guerras de religión.
Así todo, el hinduismo sostiene dos creencias, creo que comunes en todas las variantes, que chocan con mi mente, en principio, más propensa a lo racional. Pero, creo tener también posibles aperturas hacia lo místico, que despiertan mi interés por comprenderlas. Estas dos creencias son la reencarnación y el karma; ligadas íntimamente la una a la otra, ya que el karma o destino que tienes que vivir, es consecuencia de tus acciones en el pasado y, también, de las acciones realizadas en vidas anteriores. Puedo aceptar la reencarnación, entendiéndola como metáfora de las ideas y acciones del pasado que llegan hasta nosotros, (a través de la tradición oral, la escritura o las obras de arte), con el poder de modificar nuestras vidas. Para manejar el concepto de karma, lo pongo en relación con las ideas de libertad y responsabilidad de Ortega. Si son nuestras acciones quienes nos determinan, no estamos en realidad determinados, ya que nuestra libertad nos permite actuar del modo en que decidamos. Ello implica que podemos construir nuestras vidas hacia el futuro. Podemos influir en lo que nos ocurrirá, modelando nuestras cualidades, afinando el cómo somos y el cómo nos relacionamos.

Cuando volvía del pueblo, a medio camino vi un local con oferta de clases de yoga, meditación, ayurveda,… y, clases de hindi. Esto último despertó mi interés y, aunque sea sólo por tres días, puede que lo intente.
En el Shanti Café, donde me alojo, estaban jugando al ajedrez uno de los encargados: Sanju, con el muchacho más joven: Parmeshwar. Cuando terminaron, entre yo a jugar con Sanju. Echamos dos partidas con resultado de 1-1. Se acercó como observador el israelí Ariel, con quien ya había hablado. A la hora de la puesta de sol, me acerqué a un grupo que estaban tocando instrumentos. Además de los tambores, sonaban muy bien un violín, un tubo australiano y una flauta travesera. Me senté a escucharlos y a dos chicas que jugaban con un aro y a dos chicos con diábolos, uno de ellos era Ariel. Mientras disfrutaba de la puesta de sol, hice algunas fotos. Es un tema fotográfico que repito frecuentemente, aunque siempre me he manifestado en contra, al considerar su exceso de belleza peligroso para la creación artística; pero es difícil, cuando estás en el momento con la cámara a mano, resistirse a la tentación.
Le expliqué con un dibujo a Parmeshwar el problema de la cisterna que pierde agua. Después de la cena vino conmigo a la habitación y consiguió arreglarlo.
Pensamientos y aforismos de Aurobindo se divide en tres partes tituladas: Jnana, Bhakti y Karma. Nunca había oído los dos primeros términos, pero encontré una explicación sobre ellos en la introducción de Las enseñanzas de los místicos hindúes. En el texto se señalan cuatro principales caminos del Yoga: Jnana, Bhakti, Raja y Karma. Traduciendo del inglés y asimilando lo que he sido capaz, resumo lo que he interpretado sobre Jnana y Bhakti.
Jnana es el camino hacia la trascendencia a través de un intuitivo y directo.
Bhakti es el camino del amor guiado por la imaginación y la pasión. Amor tanto hacia el dios sin forma, como al dios que habita en todo lo creado. El sentimiento y el lenguaje del enamoramiento en su más apasionada expresión, como también ocurre con los místicos de otras religiones, es el camino hacia la unidad con lo divino.
Para completar una primera aproximación al hinduismo me parece necesario intentar descifrar otro concepto de máxima importancia para el hinduismo, el de Tantra. La tradición tántrica surge para compensar la adicción a la mera especulación filosófica, a menudo abstracta y alejada del mundo sensible, en que incurría la práctica meditativa del Advaita Vedanta. El Tantra no renuncia a la realidad, aleándose del mundo y eliminando los deseos naturales; por el contrario, encuentra que en lo más bajo y terrenal de la realidad, se encuentra también lo más elevado. El Tantra ve y conoce todo lo creado no como Maya (ilusión), sino como algo sagrado y relacionado con lo femenino. Cuando Dios toma forma es la Madre. La tradición tántrica ha mantenido el esplendor majestuoso y el poder vibrante en la indomable plenitud femenina, adorándola como la Madre o con los nombres de Shakti, Devi, Ambika, Durga, Laksmi o Kali.
Por la mañana, temprano, estuve corriendo por la playa. Luego fui caminando hacia Gokarna. Pasó en moto uno de los hombres de la numerosa familia que se hace cargo de la Shanti Café Guest House y me llevó hasta el pueblo. En la agencia de viajes, charlé con Suren, le compré el billete del autobús nocturno a Hampi y él me explicó todos los movimientos que tenía que hacer y las posibilidades de tren y bus para el regreso a Goa. Al volver caminando hacia Kuddle, entré en un local llamado Free Market, que lleva un muchacho ruso con barba y moño. En un cartel a la entrada ofrece el mercado de compra, venta o intercambio y clases de yoga, ayurveda, meditación e hindi. Me interesé por las clases de hindi, pero no tendré posibilidad de asistir porque el profesor estará ausente unos días.
Poco antes de la puesta de sol salí a pasear por la playa, disfrutando de la caricia del sol en la piel, escuchando las olas y contemplando el disco solar y como el cielo y el mar se van tiñendo de rojo. Aquí, en las playas de la costa Este, la belleza de las puestas de sol es majestuosa; es un espectáculo que la naturaleza ofrece sin necesidad. Recuerdo haber leído una idea similar en Cinco meditaciones sobre la belleza, donde enlaza esa ausencia de necesidad con un cierto misticismo. Generalmente, las formas y aspectos de los seres vivos son como son, según la teoría de la evolución, porque ofrecen una ventaja para la supervivencia o la perpetuación de las especies. Por ejemplo, la belleza de la cola desplegada del pavo real con su irisado plumaje, cumple una función en el cortejo por lo que favorece la reproducción. Sin embargo, otras veces la belleza se manifiesta sin necesidad, como en las cataratas, el cielo estrellado, el arcoíris, la luna entre nubes, los grandes árboles, las cumbres nevadas y las puestas de sol. En estos casos nuestra percepción de algo que nos atrae la mirada, que nos rapta o nos sobrecoge, no tiene una ventaja biológica. Incluso si consideramos que percibimos algo como bello porque lo hemos aprendido culturalmente, queda un misterio abierto sin resolver, ya que curiosamente la mitificación o sacralización de un lugar, por ejemplo, una montaña determinada es compartida por culturas diferentes y se mantiene en distintas épocas. A veces, me parece que las fronteras entre la admiración estética apasionada y la vivencia mística, se disuelven en mi sentimiento contemplativo de la belleza.
Culminé el día con partidas de ajedrez nocturno con el indio Sanju y los israelís Ariel y Asav. Este último resultó invencible.
Ariel me contó que en Israel tienen 3 años de servicio militar obligatorio y es frecuente que al terminar hagan un largo viaje. Eso explica que haya tantos israelís en India; un país barato y relativamente cercano para ellos. Le conté que en España, aunque yo tuve que cumplir un año de milicia, hace mucho que ya no es obligatorio realizarla. Hablamos de la necesidad de conseguir la paz y como pasan años y años y no se logra un acuerdo duradero para resolver el conflicto. Él comenzó el viaje con una novia, pero rompieron y ahora continúa solo. Hace malabares y le gustaría dedicarse al circo. Al regreso a su país tendrá que empezar a trabajar de nuevo. Antes había trabajado como maestro pero la experiencia le resultó muy estresante y la profesión está muy mal pagada en Israel. También hablamos de religión; él estudió en una escuela donde todo el aprendizaje giraba en torno a la Torá. Me dijo que todo lo que ha aprendido ha sido fuera de la escuela. Hace unos años abandonó las prácticas religiosas del judaísmo, con gran disgusto de su familia que es muy religiosa. El chico, de 28 años, aunque parece más joven es muy agradable de trato, suave y sonriente. Nos encontramos a gusto juntos y pasamos horas jugando al ajedrez y charlando.
Asav, se trajo su propio tablero enrollado y fichas de ajedrez. No es extraño que juegue tan bien; me contó que ha estado siguiendo las partidas del campeonato entre Carlsen y el indio Anand, reproduciendo las partidas y las opiniones de los comentaristas. Recordé entonces que, teniendo 16 años, estaba con mi padre visitando a un amigo suyo que tenía en la casa, un tablero con una partida en marcha; nos explicó que estaba reproduciendo la partida del día del campeonato mundial Fisher – Spaski. Asav dijo que aquellos fueron los tiempos dorados del ajedrez, ya que con la tensión de la Guerra Fría, estas partidas americano – soviéticas servían de escenario pacífico del conflicto. Asaz tiene barba y pelo largo. Su carácter es retraído y cuesta hablar con él. Las partidas que hemos jugado las ha ganado él con gran superioridad.
Ayer le dije a Ariel que creía que se podría ir nadando hasta la isla que se ve desde costa. Esta mañana después de varias partidas de ajedrez entre Sanju, Ariel y yo. Ariel se marchó diciendo que quizás nadaría luego hasta la isla. Yo me encontraba algo débil. Ya lo había notado en la carrera, que no fui capaz de completar y en ese momento sentía un cierto malestar del estómago y no me animé a acompañarle. Después de comer un poco de arroz hervido, estuve charlando con Sanju, que me contó muchas cosas de su vida, con largas estancias de hospital y diversos negocios que siempre le salieron mal. Ahora trabaja para la Guest House durante unos meses, hasta marzo, cuando ya hay muy poco negocio y no le necesitan. Tiene un plan de trabajar en otra ciudad, también en hostelería y con el tiempo intentar poner su pequeño negocio en Gokarna. En la isla se podía divisar una figura humana en pie. Le dije a Sanju que podría ser Ariel y al también le pareció posible; incluso dijo que la silueta era de una persona alta como Ariel. Le dije que iba a intentar llegar hasta allí y me metí al agua y estuve nadando como media hora una distancia que podría aproximarse al kilómetro. Vi que para alcanzar la isla todavía me quedaba más de lo que ya había nadado y decidí abandonar. Después de un rato llegó Ariel, que sí era el que habíamos atisbado. Estaba contento de haber cumplido el desafío. Dijo: ahora ya sé que puedo llegar hasta allí. Enseguida cambió de tema, estaba interesado en construir una caña, preguntaba dónde podría encontrar el bambú y si podría conseguir hilo de tanza en Gokarna.
He notado que en las escrituras hindús, para referirse a la muerte del sabio, usan la expresión: abandonó su cuerpo y he observado que no se trata de un eufemismo sino que se afirma rotundamente que esa persona alcanzó la inmortalidad. Por ejemplo en una Upanishad dice: cuando ellos dejan el cuerpo, su fuerza vital retorna al útero cósmico. Sus trabajos se transforman en una fuerza que beneficia la vida, para atraer a otros hacia lo divino. No sabía cómo traducir del inglés la palabra final con su mayúscula: the Self, puse lo divino, pero podría ser más correcto el Ser, Dios u otra traducción. La parte de esta frase, sacada de su contexto, que más concuerda con mis ideas previas, es la consideración de que lo que hagas en tu vida, repercute en la vida a tu alrededor; y en el caso de los grandes sabios, la obra que dejan hecha, en ocasiones, consigue prolongar su influencia en otros durante un periodo enorme de tiempo.
Estuve un rato con la joven Katerina de Rusia. Tenía colocadas sobre la arena dos pinturas suyas. El día anterior la había visto con tres. Me contó que había vendido una y está intentando vender las otras. Los cuadros representan con estilo más o menos impresionista, vistas de la playa de Gokarna. Como le dije que yo también pintaba, me pidió que le enseñase algo y fui a buscar mis pinturas a la acuarela. Cuando se las mostré, ella las alabó, pero se interesó sobre todo por el tipo de papel y dónde lo había conseguido. Mostró tanto interés que le regalé algunas hojas de mi cuaderno. Le pregunté si le importaba que hiciera una foto suya. Ella estaba en bikini, decidió cubrirse para la foto y en cuanto ésta estuvo hecha, volvió a quitarse el vestido. Di un paseo contemplando, una vez más, la sublime puesta de sol. Volví a ver a Katerina que estaba pintando, ya a la acuarela sobre uno de los papeles que le había dado, una impresión de la puesta de sol.
Etapas 19 a 21,  total 23
anterior anterior  1  ..  5  6  7  8  siguiente siguiente


Hampi

Hampi


Localización: India India Fecha creación: 04/12/2014 16:32 Puntos: 0 (0 Votos)
Hampi
Tomé un autobús en la estación de Gokarna hacia Ankola. Allí, ya era de noche, continúe en un auto hasta un hotel de carretera. Pensé en algunas mujeres que he conocido que viajan solas y me pareció que en situaciones como esta, de montar en un auto en la oscuridad que te lleva por sitios que no conoces y con un chófer que tampoco conoces, tienen que pasar cierto temor.
El hotel, no sé por qué, me lo había imaginado más limpio y agradable de lo que en realidad era. Allí cené un Tali, (una comida típica india con arroz en el centro y varios pocillos con vegetales en salsa), venía acompañado con unos poquitos prickles (son trozos de mango con muchas especias y el sabor es fuerte y picante). Las letrinas apestaban así que preferí usar el descampado. En el autobús el espacio de la litera es compartido y es muy justo para dos, pero mi acompañante, indio, no ocupaba mucho y se bajó pronto y ya continué todo el viaje solo. Tenía fría y la ventanilla a mi lado se abría ella sola y tenía que cerrarla a cada rato. Por suerte había sacado de la mochila y dejado a mano una sábana y una toalla con las que me tapaba. A medio camino el bus hizo una parada. La gente preguntaba por un servicio y el revisor dijo: los servicios están al aire libre. Desde mi litera de arriba tenía a mi altura la ventana y disfrute del paisaje al amanecer, aunque seguía teniendo frío.
Cuando te venden los billetes de estos autobuses turísticos, puedes elegir A/C o no A/C. El segundo, sin aire acondicionado es algo más barato. Cuando yo lo compré, pensé que no necesitaba en absoluto el aire frío. Pero los A/C tienen además más espacio individual y te ponen sábana y una almohadilla.
Al llegar a Hampi y descender del bus, los chóferes de los autos se abalanzan como locos sobre los recién llegados. Yo siempre los huyo y me dirijo a uno más lejano, pero a veces ellos tienen sus derechos establecidos y es difícil salirse de lo que esperan. Le dije al chófer, el nombre de la Guest House que conocía, pero me llevó hasta la barca y me decía que era en la otra orilla. Le pagué y me marché hacia donde yo sabía que hace 5 años estaba la pensión y me encontré con que en una amplia zona cercana al templo habían demolido todas las casas. Parece ser que se hizo a propuesta de la Unesco para recuperar tesoros arqueológicos y para dar más espacio alrededor del templo. El chófer que había visto hacia donde iba, vino hasta mi para explicarme que hay otra Guest House que se llama igual al otro lado del río y que la que había en este lugar la tiraron hace 3 años por decreto gubernamental para favorecer la visión del templo. Él mismo me llevó hasta otra (Sunny Guest House) donde me alojé por 500 rp. la noche.
Me sumergí en la lectura y me encontré con un cántaro roto. Había oído hablar de un maestro zen que enseñaba a su discípulo que un cántaro cuando se rompe muestra su esencia, lo más profundo de su ser, su interior. También conocí una obra del artista chino Ai Weiwei, que consiste en una serie de tres fotografías en las que se ve al propio Ai Weiwei dejando un valioso jarrón chino de la dinastía Han que se rompe al chocar con el suelo. Interpreté esta obra como una escenificación visual de la enseñanza del maestro zen, posiblemente entremezclada con una idea de ponderación de distintos valores: valor económico, valor de uso, valor simbólico y valor estético. Pero, el tema del cántaro se desplegó para mí con más intensidad en la lectura de un pequeño texto titulado: En el fuego del conocimiento, del místico hindú Shankaracharya; uno de los impulsores de las concepciones no dualistas de la filosofía Advaita Vedanta. Dice: “Cuando un cántaro se rompe su espacio interior se hace uno con el espacio exterior; así también, cuando cesa la limitación causada por el cuerpo, el Sabio, que consiguió ser en la vida, brilla como Brahman, absorbido en el Brahman que realmente ya era, como agua en agua o aceite en aceite…” Aclaro que Brahman: lo absoluto, es un concepto algo distinto de Brahma, que es dios en cuanto creador. La metáfora me ha parecido de gran belleza poética. El vacío del cántaro se disuelve en el hueco del Todo. Si consideramos como esencia del cántaro su oquedad, puesto que es lo que le permite contener algo en su interior, podemos imaginar cómo en la ruptura, esa esencia no deja de existir, sino que se funde con el todo.
Monté en la barca junto a un buen número de personas y dos motos para pasar a la otra orilla del río. Allí, alquilé un ciclomotor y fui con ella reconociendo el camino que otra vez había hecho en bicicleta. Llegué hasta la base de la montaña donde se encuentra el templo de Hanuman y subí los escalones entre peregrinos vestidos de naranja que subían cantando alabanzas a Hanuman en forma de letanías, uno decía un verso y a coro respondían: Dei Hanuman.
Necesitaba sacar dinero de un cajero y en Hampi no hay,me dijeron que hay uno siguiendo la carretera después del templo de Hanuman y fui hasta allí con la moto, pero el cajero, como es bastante usual en India, no funcionó. Le pregunté a Sunny, que así se llama también uno de los chicos de la pensión Sunny Guest House, y se ofreció a llevarme con su moto hasta el pueblo de Kamalapur, a unos 5 km. Por el camino iba viendo de pasada las miles de maravillas del patrimonio histórico y artístico de Hampi. En el segundo cajero que lo intenté conseguí ya mi objetivo.
El imperio Vijayanagara, con capital en Hampi, gobernó desde 1336 a 1565. 29 reyes de 4 dinastías se sucedieron. En este tiempo se construyeron la gran mayoría de las fortificaciones, murallas, acueductos, estanques, estatuas y templos que pueden verse en Hampi y alrededores. El lugar ha sido declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Este impresionante conjunto monumental, se encuentra situado a la orilla del río Tungabhadra, rodeado de montañas formadas por enormes rocas redondeadas, apoyadas unas sobre otras en difíciles equilibrios. El mismo río está salpicado de este tipo de rocas. Mirando en cualquier dirección te encuentras asombrosas maravillas naturales o arquitectónicas. Hampi es uno de esos lugares que merecería la pena conocer antes de morir.
Al levantarme me acerqué hasta el río. Encontré a 3 monjes o indios muy disfrazados de monjes, con sus vestimentas naranja, turbantes con plumas, las caras pintadas con rayas blancas, cachavas,… iban ofreciéndose a los turistas para que les hagan una foto o dejando que el “cliente” se retrate junto a dos de ellos, mientras el otro hace la foto. Al final, acaban pidiendo dinero a cambio. Cuando uno de ellos me pidió: foto, foto. Le dije que, en mi opinión, a Rama no le gustaba que pidiesen dinero. Luego pensé en mi propia culpa, porque al fin y al cabo es la afluencia turística a un país pobre, quien genera esas conductas y esos modos de ganarse la vida, que luego resultan bastante incómodas para el viajero.
Mucha gente practicaba sus lavados matinales o lavaba ropa enjabonándola y golpeándola contra una roca que emerge del río.
Luego visité el Virupaksa Temple en el centro de Hampi. Para entrar al recinto se pasa bajo la torre principal y se llega a una plaza cubierta con grandes losas. Entre a distintas pequeñas habituaciones como santuarios, cada una con su ídolo. De una de estas capillas sacaban la figura dorada de alguna deidad. Dos monjes tocaban música, uno tambor y el otro trompeta. Colocaron la estatuilla en un soporte a modo de camilla cubierta con un palio y telas. La transportaron dos monjes, uno delante y otro detrás, con un palo sobre los hombros. Finalmente colocaron la imagen en una hornacina decorada con flores y una hoja de palma. Todo este ritual tuvo lugar sin espectadores, salvo yo que procuré pasar desapercibido.
Por un pasillo interior del templo se acercaba un elefante guiado por un hombre montado a horcajadas en su cuello. Me dijeron que lo llevaban a lavar al río.
Al salir del templo, subí por una montaña de roca, salpicada de pequeñas construcciones de pilares y dinteles y, grupos de grandes rocas apoyadas o apiladas unas sobre otras. Es un lugar mágico; las vistas son muy amplias hacia las montañas de las que solo quedan las rocas sobrepuestas. Por todos lados se encuentran dibujos y escrituras grabados en la roca y pequeños relieves.
Cruce el río en la barca. Di un paseo y me senté en un café a tomar un lassi. Me fijé en un jovencito que iba ofreciendo postales y pegatinas por las mesas. Me pareció pacífico y educado, en contraste con otro que me había asaltado con la misma mercancía, antes de tomar la barca. Estuve mirando las postales de Hampi y de India y las pegatinas con imágenes religiosas. Le pregunté los nombres de los dioses y él, Galepa de 16 años, me fue dando explicaciones. Después de varios recorridos me volví a encontrar con Galepa y le invité a comer. Me estuvo contando su historia. Su madre murió a causa de una picadura de serpiente cuando él tenía 5 años. Su padre entonces, se dio a la bebida y murió un año después. Tiene 4 hermanas mayores que han cuidado de él. Tuvo una seria operación de corazón; me enseñó la cicatriz; su tío se hizo cargo de los gastos de más de un lack (100.000) y medio de rupias. Todo el tiempo estuve percibiendo la bondad y la pureza de corazón de este niño. Su tío y una hermana son sastres, pero le han dicho que él no sirve para eso. Sus sueños consisten en llegar a tener un ricksaw o poner una pequeña tienda.
En el viaje anterior a India, durante la estancia en Hampi, conocí al conductor de un ricksaw con un rótulo que ponía “Incredible” y él decía también que se llamaba Incredible. Recuerdo que fue muy simpático y pasamos un día con él haciendo una gira por los monumentos de Hampi.
El día en que llegué a Hampi, pregunté por él a otros conductores y me dijeron que había muerto hacía 2 años de un ataque al corazón, con 30 años de edad. Esta mañana al salir de la habitación, me estaba esperando Tom, uno de los chicos de la pensión. Me dijo que si quería visitar a la familia de Incredible, podía ir en ese momento ya que estaban esperando. Le pregunté el nombre real de Incredible. Me dijo Raju y me acompañó hasta la casa. Allí estaban un hermano, el padre, la madre, dos hijas y la mujer. Este fue el orden en que se fueron presentando y en que yo les fui dando el pésame afectuosamente. Me enseñaron una fotografía de Raju colgada en una pared. No tenía nada que contar más que ese pequeño recuerdo y me marche al poco rato.
Al mirar el suelo que pisaba, noté que toda la calle estaba teñida de un delicado tono ocre que servía de fondo pictórico a los mandalas dibujados, como simétricos arabescos lineales con polvo blanco, a las entradas de las casas. No percibí olor, quizás a causa de mi pérdida de olfato pero, de pronto, entendí que la sustancia ocre no era otra que la sagrada moñiga de las vacas indias. Recordé haber visto una mujer acogiendo en la cuenca de su mano el chorro de orín que manaba también de una vaca.
Salí a correr por el camino enlosado al lado del río que luego continúa por una pista de tierra entre palmas plataneras. Me habían dicho que por ese camino se llega a unas cataratas, pero no las encontré. Llegué a un punto en que se acababa el camino, volví al punto de partida y repetí el mismo recorrido una segunda vez para completar una hora corriendo. Era temprano y no pasé calor. Crucé el río y fue a un restaurante donde había visto libros. No había nadie para atender, escogí uno de los libros: El poder de la compasión del Dalai Lama y me senté en una de las mesas a leer tranquilamente, con la sensación de que el azar, como ocurre a veces en la creación artística, se había compadecido de mí, ofreciéndome un libro adecuado.
Estuve charlando de nuevo con Galepa. Le dije que la palabra española, galope, me servía para recordar su nombre. Le expliqué lo que significa y él me dijo que Galepa significa, viento soplando. Me pareció que ambos significados tienen muchas cosas en común y podrían volar poéticamente unidas:
El viento galopa en el viento,
el viento resopla al galope,
despliega tus alas, caballito,
llega el momento de volar.
Hoy Galepa tuvo dos malas experiencias. La primera de ellas fue con el señor de una tienda, a quien yo había conocido ayer, cuando Galepa me pidió que le escribiese un postal desde España y la enviase a la dirección de esa tienda. Pues bien, el tendero le había acusado de robar algo que le faltaba. El segundo desencuentro fue con su amigo Babu. Me dijo que casi se pegan y han roto. Le dije que mañana cuando ya haya pasado un tiempo, seguramente el enfado se les pase y vuelvan a ser amigos. Cruzó el río de vuelta conmigo. Él iba hasta Hospet para comprar más mercancía que se le acaba pronto porque está teniendo suerte con las ventas.
Subí la montaña de roca, para ver desde allí como ayer la puesta de sol. Tienen indicada una zona como Sunset Point View y es un lugar en alto desde donde se divisa una vastísima extensión de rocas, palmeras y montañas. Estuve leyendo allí el segundo capítulo del libro que hurté titulado Afrontar la muerte y morir bien. La primera parte, yo creo que muy sensata y útil, coincide bastante con la actitud filosófica del estoicismo con respecto a la muerte, que no hace mucho conocí a través de las Meditaciones de Marco Aurelio. En la segunda parte, la de morir bien, explica el fenómeno de la muerte, desde la creencia en la reencarnación. Tengo que reconocer que, a pesar de mi escepticismo y agnosticismo, he disfrutado mucho de la forma poética y del lenguaje sencillo y claro que utiliza el Dalai Lama y he podido comprender algo más sobre esta creencia tan extendida en el planeta. Si la verdad estuviese vinculada a la decisión de la mayoría, en lo que podría llamarse una epistemología democrática, la reencarnación sería una de las más firmes verdades establecidas. Siguiendo este descreído hilo, recordé la broma de Buñuel en su lecho de muerte pidiendo un sacerdote que le diese la absolución. Volviendo al texto del Dalai, también plantea que, incluso si no hubiera otra vida, cree que la preparación mental que recomienda sería beneficiosa porque elimina el miedo. Esta preparación trataría de conseguir vivir el momento conscientemente, con la presencia del yo en la mente reuniendo toda la paz de que sea capaz. Según él, la muerte es un momento en que, a veces, es posible alcanzar la sabiduría.
Me uní a un grupo formado por 8 personas de diferentes países y un guía local, para hacer una gira en bicicleta por algunos de los principales monumentos y ruinas de Hampi. El guía conto historias del Ramayana para explicar algunos relieves esculpidos en las fachadas o en los pilares de los templos. Por la grandiosidad y el refinamiento de los monumentos que vimos, se puede imaginar la importancia que tuvo la zona en la época del imperio Vijayanagara, inmensos establos de elefantes, conducción del agua en acueductos y canales, estanques profundos escalonados, mantapas por todas partes (estructuras con pilares y dinteles), templos, estatuas enormes labradas de una sola pieza, un palacio de estilo árabe llamado el Palacio de la reina, … En el grupo estaban Adrián (Francia), Micheline (Suiza) y un alemán, un australiano, un irlandés, un hombre de mi edad que no me enteré de dónde era, el guía indio y yo. El guía señaló una montaña lejana con un arco de dos pilares y dintel en la cumbre. El arco está en un sitio que es difícil explicarse como subieron hasta allí las tres lascas. Contó que dice una leyenda que quien consigue llegar hasta allí, se convierte en poeta. Pensé en dejar el desafío pendiente hasta una fututa estancia en Hampi. Con Micheline, de 50 años, charlé un poco antes de empezar; viaja sola, se interesa por el desarrollo espiritual aunque no es seguidora de ninguna religión en especial. Trabaja en algún tipo de terapia, relacionada con la osteopatía. Me contó algunas peripecias de su viaje, como la de aparecer en una ciudad inesperada, por las erróneas explicaciones que le dieron y costarle mucho encontrar un hotel o un lugar adecuado para pernoctar. El recorrido que me hicimos tiene algunas cuestas empinadas, pero no muy largas y conseguí, al igual que el resto del grupo, superarlas sin bajarme de la bici. Las bicis no tenían cambio de marchas, pero estaban en bastante buena condición.
La otra vez que estuve en Hampi, Pánkaj y yo estuvimos cortándonos el pelo al otro lado del río. La peluquería era la propia casa del peluquero, con su cama en zona y el sillón de cortar en el lado opuesto. Recuerdo que además del corte de pelo nos hizo masaje en la cabeza y pasamos un rato agradable charlando con él. Vi que, en el lugar donde estaba la peluquería, han puesto otra tienda. Cerca de allí vi a otro peluquero y le pregunté por el que yo había conocido hace 5 años. Me dijo que no estaba seguro, pero probablemente se habría instalado al otro lado. Hoy me fijé en un peluquero que trabajaba al aire libre, en un lugar muy bonito que es donde empieza la escalinata que baja al río. Se veía el pelo caído sobre la hierba del trabajo del día, sus instrumentos sobre una tabla, una tela para cubrir al cliente, un sillón de tablas clavadas y nada más. Me confirmo que hace 5 años estaba al otro lado y pensé que tenía que ser él. Le conté mis recuerdos mientras me cortaba el pelo. Le dije que tenía una foto suya de aquella vez y me pidió que se la mandase por mail. Me dio una tarjeta en la que aparece su retrato y la publicidad de un negocio de fotografía en Hospet. Me explicó que intentó ganarse la vida con ese oficio, pero que realmente saca más beneficio cortando el pelo, incluso sin local.
Tras la puesta de sol, descendí la montaña y entré en el templo. El patio descubierto estaba repleto de peregrinos. Familias completas se preparaban para pasar noche al raso sobre las grandes losas. Una niña me pidió que le hiciese una foto, se acercó la hermana, el hermano mayor, la madre, las tías y finalmente el padre.
Esperando la barca conocí a un israelí que llegaba con sus mochilas. Se llama Or y habla muy bien español. Me dijo que había pasado 10 meses en Sudamérica y que venía con idea de hacer algo de escalada.
En la barca coincidí al lado Elisabeth, americana poco mayor que yo. Viaja sola. La acompañé caminando un rato, pues ella iba hasta Anegundi, a unos 4 km de distancia. Se ha retirado hace poco; trabajaba con telares y teñidos, como Cari Callejo. En otros viajes indios, ha comprado pigmentos para teñir; uno de ellos, el color índigo. Hablamos de hinduismo y de los pensadores, Ramakrisna, Vivekananda, Aurobindo y Ramana Maharshi. Ella estaba especialmente interesada en este último. Me contó de un lugar cerca de Pondicherri, la montaña sagrada Arunachala donde, como también ocurre con el monte Kailash de Nepal, el peregrinaje se realiza rodeando circularmente la montaña, siguiendo una dirección. No la entendí bien, qué relación tenía Maharshi con el lugar, pero sí, que ella vivió una bonita experiencia rodeando la cumbre a la luz de la luna.
En un capítulo titulado Giving and taking (Dando y recibiendo), Dalai Lama describe una práctica meditativa que consiste en imaginarse uno mismo acogiendo el sufrimiento, la pena, la negatividad y las experiencias indeseables de otros seres sintientes. Después se continúa visualizándose en el acto de dar o compartir con otros tus cualidades positivas y tu bienestar. Al leer esto recordé el momento que pasé en casa de la familia del fallecido conductor de Ricksaw. Después de los pésames, me ofrecieron un té y no lo acepté. Me fui con la sensación incómoda de no haber hecho bien en irme tan pronto, pero estaba bastante confuso, ya que había acudido allí en decisión un tanto forzada y, además, aunque no dije nada, cuando vi la fotografía no estuve seguro de reconocer a Incredible. Pensando en ello a posteriori, me habría encantado haber podido reunir la energía suficiente para aplicar en esta situación la idea que acababa de leer.
El templo estaba totalmente lleno de gente. En la plaza descubierta, había bailes frenéticos, música incesante de tambores, miles de velas encendidas junto a las estatuas de los ídolos y las familias de peregrinos que se iban colocando para pasar la noche. En el exterior, en puestos improvisados directamente en el suelo, pigmentos, vendían utensilios para los rituales: pigmentos, pequeños cuencos de cerámica, guirnaldas de flores, plátanos. Los monos se unían al bullicio que dominaba la ciudad.
En las estancias más profundas de la mente, estuve rodeando la montaña sagrada, concentrado en una propuesta de meditación de Ramana Maharshi: ¿Quién soy yo? ¿Dónde está el yo? Me vi señalando el corazón con la mano abierta y depositando ahí la mente. La pregunta: quién soy, destruía cualquier otro pensamiento y, el yo, como un palo usado para remover las brasas del fuego, él mismo también se desvanecía. Así comenzó la desaparición. Cuando otro pensamiento se asomaba, me preguntaba: ¿a quién llega? Si la mente se deslizaba hacia la cabeza y los sentidos, aparecían las palabras y las cosas y el mundo, pero cuando conseguía reposar la mente en el recogimiento del corazón, los nombres, las formas y la misma mente desaparecía y quedaba sola el alma…
Etapas 19 a 21,  total 23
anterior anterior  1  ..  5  6  7  8  siguiente siguiente


📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (1 Votos)
  Puntos Votos Media Visitas
Actual 0 0 Media 49
Anterior 0 0 Media 55
Total 5 1 Media 15324

05 Puntos
04 Puntos
03 Puntos
02 Puntos
01 Puntos
Para votar necesitas conectarte como usuario registrado.
Te puedes registrar gratis haciendo click aquí

comment_icon  Últimos comentarios al diario Pulso indio
Total comentarios: 1  Visualizar todos los comentarios
Imagen: Mercurio  mercurio  08/12/2014 21:22
Enhorabuena Alberto por tu larguísimo relato. Intuyo que todavia estás por India y el diario continuará hasta el final. Gracias por compartir tu experiencia. Si te animaras un poco más, unas cuentas fotos seria el complemento perfecto. Tus informaciones son útiles para futuros viajeros por la zona.
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO


👉 Registrate AQUÍ

Diarios relacionados
India: Un viaje esperado después de la pandemiaIndia: Un viaje esperado después de la pandemia Rajastan, Agra, Varanasi y Delhi. ⭐ Puntos 4.87 (15 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 294
India 2010India 2010 90 días por India ⭐ Puntos 5.00 (20 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 228
Viaje de 20 días por India y Nepal, con breve escala en Abu Dhabi.Viaje de 20 días por India y Nepal, con breve escala en Abu Dhabi. Tres países y un millón de sensaciones. ⭐ Puntos 5.00 (18 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 203
India 2024 (Nueva Delhi-Agra-Pushkar-Jaipur)India 2024 (Nueva Delhi-Agra-Pushkar-Jaipur) Diario que recoge una semana por el triángulo dorado de la India, donde se visit... ⭐ Puntos 4.75 (4 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 190
Indiaren ametsa (El sueño de India)Indiaren ametsa (El sueño de India) viaje por Rajasthan, Delhi y Agra en mayo de 2011 ⭐ Puntos 4.91 (11 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 189

forum_icon Foros de Viajes
Pais Tema: Viajar a India: Dudas, Consultas generales
Foro India y Nepal Foro India y Nepal: Foro del Subcontinente Indio: India, Nepal, Bhutan, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Islas Maldivas.
Ir a tema del foro Ir a tema del foro
Últimos 5 Mensajes de 1034
371304 Lecturas
AutorMensaje
leviatan
Imagen: Leviatan
Indiana Jones
Indiana Jones
28-04-2007
Mensajes: 1366

Fecha: Sab Mar 01, 2025 06:21 pm    Título: Re: Viajar a India: Dudas, Consultas generales

"Melindisima" Escribió:
Hola , quiero ir a la India con los viajes de la Comunidad de Madrid , qué agencia me recomendáis? Alguien ha ido por este medio? gracias

Puedes ir por tu cuenta perfectamente ,sin ningun problema , empieza por saber cuantos días tienes y a donde quieres ir , tienes muchos blog como el mio aquí que te ayudan mucho
Melindisima
Imagen: Melindisima
Silver Traveller
Silver Traveller
23-02-2025
Mensajes: 10

Fecha: Sab Mar 01, 2025 09:15 pm    Título: Re: Viajar a India: Dudas, Consultas generales

Esa agencia no está en las que contrata los Viajes culturales de la Cam para mayores de 55 . Gracias de todos modos , iremos en noviembre
Melindisima
Imagen: Melindisima
Silver Traveller
Silver Traveller
23-02-2025
Mensajes: 10

Fecha: Mie Mar 19, 2025 09:37 pm    Título: Re: Viajar a India: Dudas, Consultas generales

Hola ,yo quiero viajar en noviembre ,voy a ir con viajes culturales para mayores de 55 años , estoy un poco indecisa por el tema de la comida ,soy un poco delicada con el estómago y me han dicho que es un país que impresiona bastante . He estado en Egipto y Marruecos ,no me impresionó aunque supongo que la India es diferente . Alguien ha viajado en este tipo de viajes o me puede hacer alguna recomendación?
carolco
Imagen: Carolco
Willy Fog
Willy Fog
23-01-2014
Mensajes: 26178

Fecha: Mar Jun 03, 2025 02:29 am    Título: IndiGo, Delta Air Lines, Air France-KLM y Virgin Atlantic

IndiGo, Delta Air Lines, Air France-KLM y Virgin Atlantic se asocian para conectar India con Europa y Norteamérica

IndiGo, Delta Air Lines, Air France-KLM y Virgin Atlantic anuncian una alianza para conectar la economía india, en rápido crecimiento, con Norteamérica y Europa.

El grupo de aerolíneas firmó un Memorando de Entendimiento con el objetivo de construir una alianza líder en la industria entre Norteamérica, el Reino Unido, Europa, India y otros países.

IndiGo, Delta Air Lines, Air France-KLM y Virgin Atlantic anunciaron hoy sus planes para construir una alianza líder en la industria que conecte India con Europa y Norteamérica, con la ambición de expandirse a escala global.

India, uno de los mercados de aviación de más rápido crecimiento del mundo, es el eje central de esta colaboración. Al unir la extensa red nacional de IndiGo con la fortaleza de Delta en Norteamérica y el Atlántico, el amplio alcance de Air France-KLM en Europa y Norteamérica, y la presencia de Virgin Atlantic en el Reino Unido y el Atlántico, la alianza está preparada para ofrecer a los viajeros un acceso más amplio, viajes más fluidos y una experiencia más consistente en todos los continentes.

Al conectar docenas de ciudades en Estados Unidos, Canadá, Europa e India, las aerolíneas buscan satisfacer la creciente demanda de viajes internacionales y al mismo tiempo establecer nuevos estándares de conectividad y cooperación en la aviación global.

Recientemente, IndiGo anunció el inicio de sus servicios a Europa.

Esto, además de ampliar la colaboración existente con Air France-KLM y los vuelos transatlánticos de Virgin Atlantic, facilita una nueva oportunidad de colaboración entre IndiGo y Delta, permitiendo a los clientes de Indigo conectarse a la amplia red transatlántica de Delta.

Una vez completados los contratos comerciales y los procedimientos regulatorios que permitan a IndiGo vender vuelos de socios como propios bajo sus códigos de comercialización 6E*, los clientes de IndiGo podrán reservar vuelos de conexión en vuelos seleccionados operados por sus socios internacionales, lo que facilitará el acceso a destinos en Europa y Norteamérica. Estos incluyen:

Vuelos de KLM desde Ámsterdam a 30 puntos dentro de Europa

Vuelos de Delta y KLM desde Ámsterdam a Estados Unidos y Canadá

Vuelos de Virgin Atlantic desde Manchester a Estados Unidos

Por su parte, la nueva ruta anunciada recientemente por KLM que conecta Ámsterdam con Hyderabad ofrece una nueva oportunidad de cooperación con IndiGo. Con el lanzamiento de la ruta en septiembre de 2025, Air France-KLM comenzará a vender vuelos de IndiGo a 24 destinos más allá de Hyderabad.



IndiGo, Delta Air Lines, Air France-KLM y Virgin Atlantic (1)


Enjoy!
ruben_traveler
Imagen: Ruben_traveler
Travel Addict
Travel Addict
07-01-2022
Mensajes: 58

Fecha: Jue Jul 03, 2025 12:18 pm    Título: Re: IndiGo, Delta Air Lines, Air France-KLM y Virgin

Hola compañeros viajeros, este verano me voy a recorrer la India por libre 1 mes y me gustaría preguntaros por los sleeper bus. He visto que hay muy buenas opciones, mejor que muchos trenes, y me gustaría que me dierais vuestra opinión. He visto que hay infinidad de compañías y agencias que venden, pero no es nada claro. Se que se pueden comprar vía online en 12Asiago, pero no se la fiabilidad y las características de la compañías. Si alguien los ha usado y tiene referencias me podría aconsejar? Muchas gracias. Pd: ya sé lo del monzón y la dureza del país, pero tengo experiencia...  Leer más ...
Respuesta Rápida en el Foro

¡Regístrate Aquí para escribir en el Foro!


Mostrar/Ocultar Galería de Fotos
India
Siesta
Latumbade...
India
Gatore Ki Chhatriyan
Miguelang...
India
Fuerte Amber, Jaipur, India
Helenaalvfer
India
Ruta India
Helenaalvfer
All the content and photo-galleries in this Portal are property of LosViajeros.com or our Users. Aviso Legal - Privacidad - Publicidad
Nosotros en Redes Sociales: Pag. de Facebook Twitter instagram Canal de Youtube