EGIPTO, El relato que nunca hubiera querido contar... ✏️ Blogs de Egipto

Eran las 11 AM y el tren desde Alejandría llegaba impuntual como siempre a El Cairo, esa ciudad que me tenía ciego de amor adicionado con altas dosis de locura enfermiza. Llegamos a la estación de Ramses y quería irme al Aeropuerto lo antes posible aunque faltaban 6 horas para mi vuelo. Una discusión de lo mas absurda con un taxi driver por 5 libras y logro que me lleve, cojo la avenida principal y no quería mirar atrás porque sabía que sería mi última vez, sabía que ya nada era como antes, sabía que mi gran amor por Al Qahirah se había acabado y que esa era nuestra peor despedida.

Camino al aeropuerto miraba sus calles sin creer lo que había pasado en esos 10 días anteriores, no pude contener las lágrimas y rompí a llorar desconsoladamente, el taxista apagó la radio y me dice:

Can I help you? Joderrrrrrrrrrrrr, era la maldita frase.

Fue el viaje de 20 minutos mas eterno en Egipto, llegué al aeropuerto y me fui al mostrador directamente para hacer el check.in. Me senté a esperar el boarding tratando de calmarme y no pensar mas en nada, le estaba diciendo adiós a mi lugar en el mundo que yo había elegido y me había regalado los mejores momentos en los últimos años, le decía adiós a un proyecto de irme a trabajar, vivir y sentir como un egipcio árabe más.

Llegó la hora del vuelo y me sacudí el polvo de los pies, como los antiguos arameos cuando dejaban un lugar y ya no regresaban, miré por última vez para atrás y dije

Egipto nunca más

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La noche anterior estaba en mi casa en Barcelona festejando mi 33 cumpleaños con mis amigos mas allegados y desbordando felicidad por mi nuevo viaje, amaba Egipto mas que nadie y era muy feliz cada vez que viajaba, me esperaban mis amigos de allá mas contentos que yo. Obvio que esa noche no pude dormir y me fui al aeropuerto bien temprano, el vuelo salía a las 6:25 AM, bcn-roma. Llego a Italia y salgo del aeropuerto a fumar como locomotora, esas cosas que tiene el cigarrillo que cuando más te lo prohíben más ganas te da. Se hizo la hora del embarcar al Cairo y allá fui, el vuelo tranquilo y relajado, aunque es una bobada comentar un vuelo, ajjaajjajajajja

El avión llegó muy puntual y me di cuenta que era la primera vez que llegaba de día, atravesamos Egipto desde Alejandría pasando por todo el Nilo y llegando al Cairo, que majestuosidad mas imponente, mi ciudad maravillosa, aparece ante todos la meseta de Ghiza y el comandante anuncia que por la izquierda se verían Las Pirámides, me emocioné como la primera vez y ya estaba de vuelta. Salimos del avión y el calor mezclado con olor a gasolina te cocinaba vivo, pero en Cairo podían caer bigornias del cielo que todo lo aguantaba. Compro el visado por 11 €, me hago de poquitas libras, no mas de 100 y dentro. El oficial de migración me mira el pasaporte y me dice: Pida la residencia en Egipto y le va a salir mas barato, jajajajjajajaja. Que alegría, ni en mi país me recibían así.

Salgo al hall principal y ya estaban todos los canaigelpius (frase célebre para intentar embaucarte, engañarte, venderte, estafarte), discuto con uno, con otro, con otro y no hay acuerdo. Por eso había cambiado pocas libras, para no pagar de más porque no había mas, ahora que lo pienso en frío no lo volvería a hacer. Tomo el shuttle bus que te lleva a la salida del aeropuerto y vuelta a aparecer una veintena de canaigelpius, los mando a freír falafel a todos y cojo el primer autobús que veo.

AHHHHHHHHHHHHHH, por mi poco árabe que se, entendí que iba a Talat Harb Madi, el chófer me quiso cobrar 15 libras, pero sabía que costaban 2.50. , le doy 3 libras al que iba a mi lado y le pido que compre mi ticket, lo hace sin problemas y me trae el cambio. opsss, la primera vez que me devolvían dinero, a mitad de camino pasa un "vigilante" y le muestro que ya había comprado el ticket y me mira con una cara de odio que hasta Anubis se hubiera asustado, jajajajjajajajja.

Ya me empezaban a ver calles conocidas por la parte de atrás de Museo Egipcio y me bajo, sin antes que el vigilante me echa una maldición en árabe y yo las mejores bendiciones en árabe por supuesto. Iba callejeando mochila al hombro y 15 minutos después llego a la Groppi, una cafetería muy pija de Talat Harb. Había quedado encontrarme con *****,


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al que llamaré Pancho, jajajaja, por Pancho Villa, una pequeña presentación: es un chaval de madre mexicana, padre egipcio, él nació en Cairo pero a los 6 meses se lo llevan a México donde vivió hasta los 18 años que es cuando regresa al cairo (contra su voluntad) habla perfectamente español, árabe, inglés, francés y portugués y encima sus rasgos son mas bien mexicanos. Yo lo había conocido por Internet porque había leído mis relatos anteriores y le llamaba la atención mi amor incondicional hacia Egipto. Nos presentamos y me tocaba buscar hotel, ya que no llevaba reserva de ningún tipo.

Me fui al Lotus Hotel (12, Talaat Harb Street) el recepcionista de muy mala leche me quiere cobrar 4 veces más de que decía en la Web site, media vuelta y a buscar otro.

Me voy al Dahab Hostel, (26 Mahmoud Bassionny St)

y estaba la misma gente que ya conocía, saludo va, saludo viene y veo que Pancho no decía nada. Los del hostal tampoco se había dado cuenta que él era egipcio y ellos hablaban en árabe como si nadie entendiera, me dan la habitación y pancho me pregunta que si los conocía y si eran amigos míos, le digo que si, que siempre chateábamos, se queda un poco asombrado, pero yo no le doy importancia, yo ya sabía de antes que Pancho no era nada simpatizante de Egipto, ni su gente, ni música, ni cultura, ni nada de nada, jajajajajjajaja, todo lo contrario a mi. Al rato bajamos y nos vamos a una agencia de viajes a mirar lo de la excursión al desierto, me meto en una agencia de viajes que nos habíamos comunicado por mail unas semanas atrás, me presento y el muy simpático vendedor me dice que como había
habido una hiperinflación esa semana el viaje me costaba el doble, todo con su mejor sonrisa. Lo miro y con mi mejor sonrisa también, le digo que era mi tercera vez en Egipto, que se perdiera su viaje por el medio del orto, Pancho a todo esto mudo, no entendía nada de nada. Me voy a la agencia del lado y estaba la publicidad del barco con cena navegando sobre el Nilo, le pregunto a Pancho si había ido alguna vez y me dice que no tenía ni idea que existía, era para matarlo, jajajajjajaja, no conocía nada de nada del Cairo ni mucho menos de Egipto.

Sacamos los tickets para esa misma noche y otra casualidad era el mismo barco que había cenado en marzo, Le Menphis, que sale desde Maadi, a 20 minutos del Cairo. Le digo a Pancho que busque un taxi y el taxista le pide 50 libras, ni en pedo le digo, no vale ni 20, le taxi driver me ve decidido y me lleva por 20 libras a lo que Pancho me dice: Chico eres mas egipcio que yo, ajajajjajajajajjajajja. Me cuenta que para la multinacional que trabaja tiene un coche con chófer todo el día y que muy rara vez toma taxi. Llegamos al barco y entramos,

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MIRXIO, Jalil Zamzam

el ambiente ya era diferente a la vez anterior, desbordada la cantidad de turistas occidentales, chinos, australianos, griegos, franceses, italianos, el menú también lo habían cambiado, el show, la música, en fin , lo habían occidentalizado y como nosotros habíamos pagado los tickets mas baratos pues no tocó la peor mesa. Aprovecho la cena para hablar con Pancho tranquilamente e intercambiar opiniones, más que tensa la charla, él no hacía más que hablar peste de los egipcios y yo en plan Perry Mason defendiéndolos a capa y espada. Veo que el show también era un fiasco y nos vamos a la terraza del barco o tomar café, se nos acerca el camarero y hace un comentario en árabe que yo no entiendo, Pancho le contesta muy mal y el tipo no vuelve a aparecer, me quedo con la duda y tampoco le doy importancia porque no hay peor ciego que él que no quiere ver.

Nos quedamos largo rato hablando mas tranquilos, bueno, en realidad yo solo hablaba de mis viajes anteriores, de mi amor enfermizo hacia Egipto, de los viajes programados a futuro, etcétera. Cerca de las 23 hs estábamos ya de regreso,
tomamos un taxi al centro, esta vez el precio lo pacté yo, 15 libras, él se bajó cerca de su casa en Mohandeseen, Maadi Dokki y yo rumbo al hostal en el centro.

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Eran las 8 de la mañana y Pancho me esperaba en la recepción del Dahab Hostel, lo llamo a mi amigo, futuro tío Ala.Dhin de Ghiza para que me fuera a buscar.


Quería llevarlo a Pancho a que conociera a mis amigos de Ghiza, grande fue mi sorpresa cuando me dijo que había ido sólo una vez al complejo de las pirámides.

A las 9 hs llega su hijo Muhammed


en su coche nuevo y decorado al mejor estilo egipcio, piel de cordero en las dos lunetas, banderitas del barca y el Real Madrid según el ocupante de turno, música de lo mas hortera y esas giladas que hacen la estancia un tanto divertida. Vamos por el corniche y pancho ya me había pedido que no les dijera que era egipcio, bueno, mucho yo no entendía el porqué.

Llegamos a la cafetería de siempre donde estaban todos esperándome. Saludos muy afectuosos y nos sentamos a fumar shisha y tomar carcadé bien helado, yo veía que Pancho estaba de muy mala cara y bastante incómodo, le pregunto que le pasa y me dice que nada que después me cuenta. Seguía llegando gente y yo mas contento que nunca. Le digo a Mahmud, otro amigo, si tenía listo los camellos y me dice que por supuesto a lo que Pancho me dice que le horrorizaban los camellos, buenoooooo, hasta aquí llegamos, me enojé un poco con él pero se me pasó rápido. Decido que vayamos a caballo a pasear por la parte de atrás del complejo en la inmensidad del desierto, una maravilla de paseo si no fuera por la cara de culo que tenía Pancho y yo no sabía porque.

Llegamos a una caseta (chabola de lata y cartón) en medio de la nada donde nos recibe un egipcio muy amable y servicial, nos invita unos refrescos y me quedó mirando la inmensidad de las dunas con las 3 pirámides al fondo. Pancho se queda en la puerta pero escuchaba nuestra conversación, éramos 3 dentro, el dueño de la caseta, Mahmud y yo que le contaba en inglés mi conversión al Islam y el otro le traducía en árabe.



Pancho fuera y su cara cambiaba de colores y cada vez se sentía más incómodo, me pide que regresemos, me despido muy afectuosamente del dueño de la caseta y volvemos para Ghiza, mi amigo Mahmud me cuenta que esa noche tenía una boda de un primo y que por supuesto estaba invitado. Que alegría mas grande !!!!!, siempre había querido estar en una boda egipcia. Obvio que acepto la invitación pero Pancho me dice que él no va, uhhhhhhhhhhhh que se traía este entre manos.

Llegamos a la cafetería y estaba mi hermano Ala.Dhin de nuevo esperándome con shisha y té. Él ya había hecho planes para mí, pero yo tenía otros.

Aprovecho el momento para hablar sobre mi futuro de trabajo en el cairo, en su poco español me decía que no hay problemas, que trabajaré para una gran compañía de turismo amigos de él, yo le decía que no veía la hora de completar mi sueño de vivir y trabajar en el cairo y a la vez él les traducía en árabe a los demás que no entendían español, él también me decía que su sobrina estaba dispuesta a casarse conmigo cuando yo quiera por la nacionalidad. Pancho de piedra, no emitía sonido alguno. Se hacía la hora de volver y le quiero pagar lo de los caballos y hay un malentendido,
era la primera vez que pasaba o la primera que yo me daba cuenta, era una diferencia considerable de 300 libras, lo dejo pasar, repito, no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Tomamos un taxi, y Pancho se baja en su casa, Cuando llego al Dahab Hostel el recepcionista de turno muy simpático me ofrece si quería alguna excursión, le digo que me gustaría Bahariyha, 3 días 2 noches, transporte en bus público, una noche en el Ahmed Safari Camp, una noche en el desierto, recorrido en 4 x 4 por todos los desiertos con pensión completa sin incluir bebidas por 90 € por persona. Se queda de piedra, jajajajjajajajjaja, me dice que de donde había sacado toda esa información tan precisa, le pregunto con ironía si conoce Internet, jajajajjajajajajja, nos echamos unas buenas risas y concretamos la excursión.

Lo llamo por teléfono a Pancho preguntándole si quiere ir y me dice que si, los chantajeo y le pido que me acompañe esa noche a la boda.
Faltando un par de horas todavía me voy de compras por Talat Harb y conseguí el mejor souvenir que todo turista estaría obligado a comprar antes de viajar, Un reloj pero con los números hindúes, o sea los números que usan los egipcios y encima estaba el precio marcado, el vendedor intenta colarme otro precio y le muestro que eso no era lo que estaba marcado, 20 libras, me lo puse inmediatamente y ahora si de compras. Me fue mucha mas fácil reconocer los números y cifras en las tiendas, ahí empecé a ver bien seguro la realidad de los precios.

Ya repleto de bolsas de compras vuelvo al Dahab Hostel y estaba Pancho esperándome, le reconfirmo al recepcionista del hostal que seremos dos para Bahariya, me pide el pasaporte del otro y le digo que lo tenía en el hotel que él estaba hospedado. A las 21 hs nos viene a buscar un taxi amigo de Ala.Dhin para llevarnos a Giza, llegamos a la cafetería y nos vamos a la boda, Yo el único blanquito entre todos los egipcios, los hombres por un lado y la mujeres por otro separados por una valla.



Nos sentamos en una mesa y en el escenario había una orquesta que tocaba música egipcia, al lado pero sobre el mismo escenario habían montado un altar con cortinados, flores, guirnaldas, dos tronos de lo mas pintorescos y sentados los recién casados, al mejor estilo de un pastel de boda inglés pero en vivo y directo, yo no sabía que hacer si reír o salir corriendo, me imaginaba una holeada de turistas japoneses viendo ese espectáculo y no le alcanzarían las manos para hacer fotos, ajjajajajjajajajajja, yo pasé una noche de lo más divertida aunque Pancho estaba esta vez con cara de culo más que nunca.

En un momento mi amigo Mahmud que era el de los caballos me explica que los asistentes a la boda le hacían un obsequio a los novios, obvio que en efectivo, le pregunto de cuanto y me dice 500 libras, a lo que pienso:

No creo que mi amigo sea capaz de joderme en algo así y como para mi no significaba mucho dinero se lo doy.

Pancho intenta decirme algo en ese momento y lo paro en seco, después de todo a él recién lo conocía y ellos era mis grandes amigos de hacía mucho tiempo. Al rato se acerca el novio y se pone a bailar danzas egipcias arriba de las mesas a lo que aprovecha para saludarme. Yo mas contento no podía estar. Ya era muy tarde y al otro día tocaba madrugar, nos despedimos de todos y rumbo al Cairo.

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