Miércoles 4 de junio de 2008 ✏️ Diarios de Viajes de Egipto

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La noche anterior estaba en mi casa en Barcelona festejando mi 33 cumpleaños con mis amigos mas allegados y desbordando felicidad por mi nuevo viaje, amaba Egipto mas que nadie y era muy feliz cada vez que viajaba, me esperaban mis amigos de allá mas contentos que yo. Obvio que esa noche no pude dormir y me fui al aeropuerto bien temprano, el vuelo salía a las 6:25 AM, bcn-roma. Llego a Italia y salgo del aeropuerto a fumar como locomotora, esas cosas que tiene el cigarrillo que cuando más te lo prohíben más ganas te da. Se hizo la hora del embarcar al Cairo y allá fui, el vuelo tranquilo y relajado, aunque es una bobada comentar un vuelo, ajjaajjajajajja

El avión llegó muy puntual y me di cuenta que era la primera vez que llegaba de día, atravesamos Egipto desde Alejandría pasando por todo el Nilo y llegando al Cairo, que majestuosidad mas imponente, mi ciudad maravillosa, aparece ante todos la meseta de Ghiza y el comandante anuncia que por la izquierda se verían Las Pirámides, me emocioné como la primera vez y ya estaba de vuelta. Salimos del avión y el calor mezclado con olor a gasolina te cocinaba vivo, pero en Cairo podían caer bigornias del cielo que todo lo aguantaba. Compro el visado por 11 €, me hago de poquitas libras, no mas de 100 y dentro. El oficial de migración me mira el pasaporte y me dice: Pida la residencia en Egipto y le va a salir mas barato, jajajajjajajaja. Que alegría, ni en mi país me recibían así.

Salgo al hall principal y ya estaban todos los canaigelpius (frase célebre para intentar embaucarte, engañarte, venderte, estafarte), discuto con uno, con otro, con otro y no hay acuerdo. Por eso había cambiado pocas libras, para no pagar de más porque no había mas, ahora que lo pienso en frío no lo volvería a hacer. Tomo el shuttle bus que te lleva a la salida del aeropuerto y vuelta a aparecer una veintena de canaigelpius, los mando a freír falafel a todos y cojo el primer autobús que veo.

AHHHHHHHHHHHHHH, por mi poco árabe que se, entendí que iba a Talat Harb Madi, el chófer me quiso cobrar 15 libras, pero sabía que costaban 2.50. , le doy 3 libras al que iba a mi lado y le pido que compre mi ticket, lo hace sin problemas y me trae el cambio. opsss, la primera vez que me devolvían dinero, a mitad de camino pasa un "vigilante" y le muestro que ya había comprado el ticket y me mira con una cara de odio que hasta Anubis se hubiera asustado, jajajajjajajajja.

Ya me empezaban a ver calles conocidas por la parte de atrás de Museo Egipcio y me bajo, sin antes que el vigilante me echa una maldición en árabe y yo las mejores bendiciones en árabe por supuesto. Iba callejeando mochila al hombro y 15 minutos después llego a la Groppi, una cafetería muy pija de Talat Harb. Había quedado encontrarme con *****,


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al que llamaré Pancho, jajajaja, por Pancho Villa, una pequeña presentación: es un chaval de madre mexicana, padre egipcio, él nació en Cairo pero a los 6 meses se lo llevan a México donde vivió hasta los 18 años que es cuando regresa al cairo (contra su voluntad) habla perfectamente español, árabe, inglés, francés y portugués y encima sus rasgos son mas bien mexicanos. Yo lo había conocido por Internet porque había leído mis relatos anteriores y le llamaba la atención mi amor incondicional hacia Egipto. Nos presentamos y me tocaba buscar hotel, ya que no llevaba reserva de ningún tipo.

Me fui al Lotus Hotel (12, Talaat Harb Street) el recepcionista de muy mala leche me quiere cobrar 4 veces más de que decía en la Web site, media vuelta y a buscar otro.

Me voy al Dahab Hostel, (26 Mahmoud Bassionny St)

y estaba la misma gente que ya conocía, saludo va, saludo viene y veo que Pancho no decía nada. Los del hostal tampoco se había dado cuenta que él era egipcio y ellos hablaban en árabe como si nadie entendiera, me dan la habitación y pancho me pregunta que si los conocía y si eran amigos míos, le digo que si, que siempre chateábamos, se queda un poco asombrado, pero yo no le doy importancia, yo ya sabía de antes que Pancho no era nada simpatizante de Egipto, ni su gente, ni música, ni cultura, ni nada de nada, jajajajajjajaja, todo lo contrario a mi. Al rato bajamos y nos vamos a una agencia de viajes a mirar lo de la excursión al desierto, me meto en una agencia de viajes que nos habíamos comunicado por mail unas semanas atrás, me presento y el muy simpático vendedor me dice que como había
habido una hiperinflación esa semana el viaje me costaba el doble, todo con su mejor sonrisa. Lo miro y con mi mejor sonrisa también, le digo que era mi tercera vez en Egipto, que se perdiera su viaje por el medio del orto, Pancho a todo esto mudo, no entendía nada de nada. Me voy a la agencia del lado y estaba la publicidad del barco con cena navegando sobre el Nilo, le pregunto a Pancho si había ido alguna vez y me dice que no tenía ni idea que existía, era para matarlo, jajajajjajaja, no conocía nada de nada del Cairo ni mucho menos de Egipto.

Sacamos los tickets para esa misma noche y otra casualidad era el mismo barco que había cenado en marzo, Le Menphis, que sale desde Maadi, a 20 minutos del Cairo. Le digo a Pancho que busque un taxi y el taxista le pide 50 libras, ni en pedo le digo, no vale ni 20, le taxi driver me ve decidido y me lleva por 20 libras a lo que Pancho me dice: Chico eres mas egipcio que yo, ajajajjajajajajjajajja. Me cuenta que para la multinacional que trabaja tiene un coche con chófer todo el día y que muy rara vez toma taxi. Llegamos al barco y entramos,

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MIRXIO, Jalil Zamzam

el ambiente ya era diferente a la vez anterior, desbordada la cantidad de turistas occidentales, chinos, australianos, griegos, franceses, italianos, el menú también lo habían cambiado, el show, la música, en fin , lo habían occidentalizado y como nosotros habíamos pagado los tickets mas baratos pues no tocó la peor mesa. Aprovecho la cena para hablar con Pancho tranquilamente e intercambiar opiniones, más que tensa la charla, él no hacía más que hablar peste de los egipcios y yo en plan Perry Mason defendiéndolos a capa y espada. Veo que el show también era un fiasco y nos vamos a la terraza del barco o tomar café, se nos acerca el camarero y hace un comentario en árabe que yo no entiendo, Pancho le contesta muy mal y el tipo no vuelve a aparecer, me quedo con la duda y tampoco le doy importancia porque no hay peor ciego que él que no quiere ver.

Nos quedamos largo rato hablando mas tranquilos, bueno, en realidad yo solo hablaba de mis viajes anteriores, de mi amor enfermizo hacia Egipto, de los viajes programados a futuro, etcétera. Cerca de las 23 hs estábamos ya de regreso,
tomamos un taxi al centro, esta vez el precio lo pacté yo, 15 libras, él se bajó cerca de su casa en Mohandeseen, Maadi Dokki y yo rumbo al hostal en el centro.

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