Vacaciones solidarias en Lamu, Kenia: El paraíso existe ✏️ Blogs de Kenia

Jambo!

(Jambo es “hola”, en Swahili)

Decidí irme a Kenia casi de un día para otro. Se acercaba el verano y no tenía planes, estaba sola y contaba con un buen presupuesto para escaparme donde me apeteciera.

Buscando en google viajes aptos para mujeres solas, di con Afrikable (Afrikable). No quiero extenderme mucho aquí, pero os recomiendo encarecidamente que le echéis un vistazo a la web. Es una ong que lucha por el empoderamiento de la mujer y tiene un proyecto de comercio justo en Lamu, Kenia.

Pero realmente es muchísimo más que eso.

Tienen un programa que se llama “vacaciones solidarias”. Ya había visto algún proyecto de ese estilo, pero no me convencían, bien por ubicación (casi todos son en Sudamérica, y no me llamaba la atención) por precio o por las tareas en sí. Afrikable tenía todo lo que buscaba: un proyecto interesante, unas buenas instalaciones, un precio más que razonable y un enclave paradisíaco. La isla de Lamu.

Escribí un mail y tuve suerte: por una cancelación conseguí una plaza en agosto. Según me contestaron hice la transferencia con la reserva. El 8 de junio. No me quedaban ni dos meses para organizar todo.

Ay mama, me voy a África.

Me pusieron en contacto con el resto de voluntarias (éramos 12 en total) y empezaron los preparativos.
Vuelo: Para llegar a Lamu, hay que pasar por Nairobi. No hay vuelos directos desde Madrid, así que, después de mucho buscar, decidí hacer noche en Londres. Tenía más opciones, pero al ser la primera vez que viajaba sola tan lejos, me dio miedito y preferí hacerlo así. No repetiría, más que nada porque es más caro, y realmente no hay nada que temer.

Mi itinerario quedó así:

28 de julio: Madrid – Londres
29 de julio: Londres – Nairobi
30 de julio: Nairobi
31 de julio: Nairobi – Lamu
21 de agosto: Lamu – Nairobi – Londres – Madrid (llegada el 22).

Compré los billetes el 15 de junio. Tengo seis semanas para todos los preparativos.

Comienza el mejor viaje de mi vida.

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Ya no hay vuelta atrás. Me voy a África.

Desde la ong me ponen en contacto con el resto de las "vacacioneras" de agosto (somos 12 en total). Descubro que ellas llevan muchos meses preparando todo, y yo casi no se ni situar Lamu en el mapa.

No pasa nada. Desde Afrikable me indican los pasos a seguir, cómo conseguir el visado, las vacunas necesarias, el seguro de viaje, etc. De hecho, organizan reuniones formativas, muy interesantes y con muchos datos prácticos.

El visado fue muy fácil. Online, creo que me costó alrededor de 50€. Tienes que indicar los vuelos y dónde te vas a alojar, y solucionado.

Las vacunas fueron mi cruz. Todo estaba completo, no me daban cita... al final conseguí que me vacunaran tras un millón de mails. Hepatitis, fiebre amarilla, un recuerdo del tétanos y alguna más que no recuerdo. También me dieron dos pastillas para tomar antes de llegar, para la fiebre tifoidea, y durante mi estancia estuve tomando el malarone, aunque este último si volviera no lo tomaría. No es una vacuna como tal y me sentaba fatal al estómago.

La maleta fue mi otra cruz. No me recomendaban maleta con ruedas, porque la zona donde vivíamos, a las afueras de Lamu, era toda arena, así que tuve que invertir en una mochila. El estilo de ropa que recomendaban (pantalones ligeros, anchos, nada corto, sin escote, y demás, porque Lamu es principalmente musulmana) no es algo que yo suela utilizar, así que tuve que comprar pantalones largos de tela, algún vestido largo, camisetas, y un par de pantalones piratas de algodón que fue lo que más usé. También, por miedo a no encontrar nada allí, cargué con dos cepillos de dientes, un montón de productos para el pelo (lo tengo largo y rizado) un montón de medicamentos... errores de africana primeriza.

(si llego a saber que tantos esfuerzos no iban a valer para nada... ya os contaré)

El seguro lo contraté con Ocaso, sin problemas. Tampoco lo necesité.

En la mochila de mano, una muda y una camiseta para cambiarme en Londres, mis pastillas para la hipertensión (no me separo de ellas xD) y poco más.

El día antes, maleta preparada, billetes, ropa, dinero (dólares, no se pueden cambiar los chelines kenianos en ningún sitio, ya cambiaré en Nairobi), el teléfono del conductor que llevo contratado para que me lleve del aeropuerto al hotel en Nairobi, muchos nervios y muchas ganas.

Me piro.

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El 28 de julio, salí de trabajar, pillé el petate y puse rumbo a Barajas. A las 21h salía mi vuelo, rumbo a Londres. Facturé la maleta directamente hasta Nairobi, porque no cogí los vuelos independientes, sino como un vuelo con escala.

Error.

El vuelo a Londres bien, la noche de hotel bien, la pedazo de cena que me metí, en previsión de no volver a tocar mucho la carne hasta mi vuelta (cierto) también bien.

La noche toledana entre los nervios y la digestión pesada no tan bien xD

El vuelo Londres - Nairobi se me hizo cortísimo. Cogí unos asientos con espacio extra y me vino bien para repanchingarme y dormirme al tercer vino.

Nairobi. 21h. Tengo que recoger mi maleta y salir en busca del conductor, previo paso por la oficina de cambio y la de tarjetas telefónicas.

22h. Mi maleta no está.

Para poneros en situación: había dos cintas de equipaje y mi maleta podía salir por cualquiera de las dos. Como las cintas se colapsaban, sacaban las maletas al suelo y las iban apiñando. Es decir, tenía que buscar mi maleta en las dos cintas y por el suelo de la terminal.

Correcto.

Como veía que mi maleta no salía, hablé con el personal de British. Un diez para ellos. Por su paciencia, su interés en entenderte y en solucionar el problema. Me dijeron que probablemente mi maleta se había quedado en Londres, que no era la primera vez que pasaba, que volaría en los próximos días, y me la llevarían a Lamu.

No muy convencida, me fui sin maleta. El cambio, sin problemas, y la tarjeta también. Compré una con dos gigas de datos y me vino genial para estar conectada con todo el mundo vía whatsapp.

Problema: entre unas cosas y otras salí del aeropuerto y eran más de las once... mi conductor no estaba. Volví a la terminal, no me dejaban entrar, pero salió una chica muy maja para ofrecerme el servicio de "taxi". Previo pago, me acompañó a la vuelta del edificio donde me esperaba el conductor... y donde me encontré al chófer que había contratado desde España.

Dios! y ahora que? Pues sencillo, hablaron entre ellos, la chica del aeropuerto me devolvió mi pasta, me metí en el taxi pre-contratado y todos tan contentos.

Llegué al hotel (más abajo os cuento sobre él) lavé la ropa (qué remedio, me la tenía que poner al día siguiente) me di una ducha y a dormir, que el día ha sido largo.

Datos de interés de esta etapa:

Vuelo Madrid - Nairobi (pagando un extra por el asiento en el Londres - Nairobi) 940 €

Hotel en Heathrow: Heathrow Hotel Bath Road. 80 libras, más la cena que no recuerdo cuanto me costó, pero 20 por lo menos, una hamburguesota con una cerveza xD

El hotel está a 10 minutos en taxi, que pagué como una mongola sin saber que hay un bus gratuito que pasa por la puerta del hotel. A la vuelta lo cogí, porque me lo explicaron en el hotel, muy majos. También me dejaron en el hotel un adaptador para la corriente, porque el que me compré no funcionaba (por comprar en los chinos). En el aeropuerto al día siguiente me compré otro adaptador, las 21 libras mejor invertidas, es buenísimo. La habitación como tal sencilla, pero muy cómoda.

Transfer en Nairobi: Nairobiairporttransfers.com. Genial. Pero caro. Al principio no me pareció caro, me costó 70 dólares tres desplazamientos: Aeropuerto - hotel, hotel - aeropuerto para coger el vuelo a Lamu el 31, y para cambiar de aeropuerto (del nacional al internacional) a mi vuelta el 21 de agosto. Si fuera ahora de nuevo, no reservaría nada desde aquí, allí puedes negociar el precio y probablemente por 50 dólares o menos habría tenido los tres servicios. De nuevo, africana primeriza.

Lo mejor de este servicio de transfer fue mi conductor. Me dejé en el primer traslado unas manoletinas de estas que van dobladas en una bolsita, y me las devolvió al recogerme a los dos días. Teniendo en cuenta que iba sin maleta, casi le abrazo al verlas.

Hotel de Nairobi: Space International. Me costó 84 dólares una habitación tipo apartamento - loft muy grande, con una cama muy cómoda, cocina y tal. La ducha se supone que tenía agua caliente, pero no funcionaba. Y la puerta de la habitación era de todo menos segura, en fin. Esto es África.

Por cierto, el desayuno estaba incluído y estaba rico, pero aquí es donde empezamos a comprobar lo del pole, pole (despacio, en swahili). Lo pedimos a una hora y como si quieres arroz, Catalina. Consistía en chai (un té con leche especiado que está muy bueno), huevos revueltos y sandwiches de margarina. En el primer desayuno conocí a siete de mis compañeras, que se convirtieron en amigas a las pocas horas, y aún duran. Lo que une África...

No repetiría, aunque el hotel como tal está muy bien. Lo malo es la ubicación que tiene. Está en una zona con mucha vida, mucha fiesta nocturna y mucho ambiente. Vamos, que tuve que dormir con tapones, todo cerrado y la almohada por encima de la cabeza. Y aún así se oía la música y los bocinazos de unos camiones - fiesta que deben ser lo más en Nairobi, pero que a mi me mataron. Aparte que el hotel ocupa la cuarta y quinta planta de un edificio, y según aparcamos y vi la gente que había, me dio miedo salir del coche. Se lo dije al conductor: "disculpa, te importa acompañarme hasta el hotel?" y me contestó "claro, no pensarías salir tú sola?" xD Subió conmigo (dentro del edificio hay vigilantes, menos mal) y se quedó conmigo hasta que hice el check-in y se aseguró de que no iba a salir de allí en toda la noche. Lo que os digo, un tío majísimo.

Próxima etapa: día en Nairobi. Elefantes, jirafas...

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