![]() ![]() Vietnam y Camboya a nuestro aire ✏️ Blogs de Asia Sudeste
24 días por libre recorriendo el centro-norte de Vietnam y una pequeña parte de Camboya.Autor: Chufina Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (16 Votos) Índice del Diario: Vietnam y Camboya a nuestro aire
01: Preparativos y ruta
02: Día 1. Hoi An: toma de contacto
03: Día 2. Hoi An: aprendiendo cocina vietnamita
04: Día 3. Hoi An: visitando la ciudad
05: Día 4. Hoi An: My Son y playa
06: Día 5. De Hoi An a Hue en moto
07: Día 6. Hue: tumbas y palacios
08: Día 7. Phong Nha Ke Bang: Phong Nha Cave
09: Día 8. Phong Nha Ke Bang: Paradise & Dark Caves
10: Día 9. Phong Nha Ke Bang: Bong Lai Valley
11: Día 10. Sapa: Muong Hoa Valley, Thanh Kim y Cat Cat Village
12: Día 11. Sapa: Muong Hum Market y Silver Waterfall
13: Día 12. Sapa: Ta Phin
14: Día 13. Cat Ba
15: Día 14. Crucero por Lan Ha Bay (I)
16: Día 15. Crucero por Lan Ha Bay (II)
17: Día 16. Ninh Binh: Van Long Nature Reserve y Bai Dinh Temple
18: Día 17. Ninh Binh: Trang An, Bich Dong y Mua Cave
19: Día 18. Hanoi: Old Quarter
20: Día 19. Hanoi: Templo de la Literatura, Mausoleo Ho Chi Minh y Museo Nacional de
21: Día 20. Siem Reap: circuito "corto"
22: Día 21. Siem Reap: circuito "largo"
23: Día 22. Siem Reap: Roluos, Beng Mealea & Kampong Khleang
24: Días 23 y 24. Phnom Penh
25: Gastos, conclusiones y consejos
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Etapas 4 a 6, total 25
Yo llevaba ya día y medio en Hoi An, pero en realidad este era el “día uno” de nuestras vacaciones. Nos lo tomaríamos con calma: paseos por el centro histórico de Hoi An, compras, masaje y comer, sobre todo comer
![]() Seguíamos teniendo suerte con el clima. El día amaneció perfecto y después de desayunar nos montamos en las bicis y nos fuimos hacia el centro. Una de las primeras paradas fue el Templo de la Congregación China de Fujian, quizás el templo más conocido y visitado de Hoi An. ![]() Templo de la Congregación China de Fujian
La visita a este templo entra dentro del billete turístico del Old Town, que permite acceder a hasta 5 sitios históricos a elegir entre más de 20 ofrecidos. Nosotros lo consideramos pero al final decidimos no cogerlo y simplemente pasear por las calles. Creo que cuesta 150,000D y en algunas calles de entrada al Old Town te lo intentan vender diciendo que es necesario simplemente para acceder a esa parte de la ciudad, pero no es cierto. Sólo es necesario para acceder a ciertos templos o casas antiguas. Nos dedicamos a pasear por el centro. Había muchísima gente, aunque no tanta como por la noche. Se notaba que los turistas de Hoi An suelen hacer tours o actividades durante el día y aprovechan la noche para ver la ciudad iluminada. Nuestros pasos nos llevaron al puente japonés, quizás una de las estampas más famosas de Hoi An, pero que sinceramente a mí no me decía mucho. Estaba abarrotado de gente y en la entrada nos pidieron el billete turístico para poder cruzarlo. Como yo el día anterior ya lo había cruzado, sabía que no siempre te pedían el billete, así que nos fuimos a la otra entrada y cruzamos en el otro sentido sin ningún problema. ![]() ![]() ![]() ![]() Estampas de Hoi An
Además de muchísimas agencias de viajes y tiendas de souvenirs, en Hoi An hay infinidad de restaurantes y cafeterías donde descansar del calor y de tanto patear. Nosotros nos tomamos un zumo buenísimo de sandía y maracuyá y un coconut coffee (el primero de muchos, vaya descubrimiento!) por 135,000D. ![]() Reponiendo fuerzas
Seguimos paseando y acabamos comiendo en uno de los restaurantes que llevaba apuntados, Ms Ly. Probamos el Cao Lau, un plato típico de Hoi An con fideos, cerdo y verdura, unos rollitos fritos y unos white rose (los dumplings de gambas que también son típicos de Hoi An). El Cao Lau estaba muy bueno, aunque era un platito pequeño, pero los rollitos no estaban muy allá. Nos costó 295,000D (unos 11€), bastante caro para lo que fue el resto de comidas del viaje, e incluía un 5% de service fee que nos clavaron. Fue el único restaurante de todo el viaje donde nos hicieron esto. Se nota que la dueña es americana!! Como curiosidad, si vais, entrad al baño. Es el único restaurante que he visto que para llegar al baño se atraviesa la cocina. Tal cual. ![]() Cao Lau, White Rose y rollitos en Ms Ly
Después de comer seguimos paseando y aprovechamos para comprar el tour de My Son para el día siguiente. Hay muchísimas agencias que lo ofrecen, pero al final hay solo un puñado de operadores, y puedes acabar pagando mucho más (o mucho menos) que el resto de personas en el tour, dependiendo de dónde lo contrates. Lo mejor es preguntar en varios sitios, y sobre todo regatear!!! Nosotros queríamos el sunrise tour, que no es que veas amanecer desde allí, pero sí llega muy muy pronto y te evitas el calor y las multitudes. Para la vuelta te ofrecen dos opciones: o bien volver en el mismo bus en el que vas, o volver en barco por el río. El sunrise con vuelta en bus lo encontramos a unos 150,000D por persona, y con vuelta en barco a 200,000D. Tened en cuenta que estos precios no incluye la entrada a My Son, que son otros 150,000 por persona. Finalmente nos dejamos engatusar y cogimos la opción del barco, pensando que sería un paisaje bonito y bucólico. Spoiler alert: no merece la pena. Como ya estábamos hartos de pasear sin rumbo, y el calor apretaba, nos fuimos al hotel, pero de camino paramos en una de las muchísimas sastrerías a preguntar precio para unos pantalones de lino. Me daba pena irme de Hoi An sin hacerme algo a medida, pero tampoco quería nada muy elaborado, así que me hice unos pantalones de lino largos y unos cortos, que tras mucho regatear se quedaron en 700,000D. Tampoco era una ganga, pero era más un recuerdo que otra cosa. Nos dijeron que los tendrían listos al día siguiente, así que pagamos la mitad como señal y nos fuimos al hotel a descansar y darnos un bañito en la piscina, que tuvimos para nosotros solos. Como teníamos tiempo todavía antes de la cena, decidimos darnos un masaje. Miramos un poco en tripadvisor a ver qué sitio podría estar bien, porque hay demasiada oferta y yo había leído que algunos sitios es mejor evitarlos, y que Vietnam no es Tailandia en cuanto a masajes. Nos decidimos por un spa llamado White Rose que tenía muy buenas críticas. Elegimos el masaje “Asian Blend” de 60 minutos por 350,000D cada uno (unos 13€) y nos lo dieron a los dos en la misma habitación. No estuvo mal pero definitivamente los masajes de Vietnam no son los de Tailandia. A mí me pareció, por ejemplo, que las sábanas de las camillas estaban sucias, y que los masajistas (dos hombres, por cierto) no se esmeraron demasiado. Y este era un sitio con muy buenas reviews, no quiero pensar como es uno malo! Justo frente al spa está el Military Bank que yo ya había usado el día anterior. Aprovechamos para volver a sacar y hacer acopio de dongs para los próximos días. Este cajero fue el único del viaje que nos permitió sacar tanto dinero: 10 millones de dong en una sola operación y sin comisión. Ya se había hecho casi de noche así que pudimos disfrutar de la Hoi An realmente bonita: la de los farolillos iluminados. Nos dimos un paso antes de cenar y pudimos comprobar que la ciudad gana encanto por la noche. Y el puente japonés, también! Cruzamos el río para ver el otro lado, y nos encontramos con mucho ambiente y un mercado nocturno con todo tipo de souvenirs y puestos callejeros de comida de todo tipo: desde helados y noodles a saltamontes y arañas fritas. En ese lado del río también encontramos varios restaurante que ofrecían la famosa Bia Hoi vietnamita: cerveza casera, hecha en el día, y muy muy barata: 5,000D (menos de 20 céntimos!) el vaso, que según el restaurante podía ser como una caña o algo más grande. Ni qué decir tiene que nos bebimos un par para hacer hambre para la cena… y sí, estaban muy buenas. ![]() Farolillos…
![]() …y más farolillos
![]() El Puente Japonés definitivamente gana puntos por la noche
Para cenar nos decantamos por el Cargo Club, que es de los mismos dueños que el Morning Glory. Nos costó decidirnos pero sabíamos que el Cargo Club tiene mesas en la azotea con vistas al río, y eso nos convenció. Fue una de las cenas más caras del viaje (410,000D, unos 15€, que además pudimos pagar con tarjeta sin recargos y sin service fee), pero los pagamos con gusto porque estaba todo buenísimo: pato asado con verduras y una especie de curry de gambas servido dentro de un coco. El hecho de que 15€ fuera “caro” os dará una idea de los precios de la comida en Vietnam… ![]() ![]() Pato y gambas-en-coco en el Cargo Club
Con esto dimos por terminado el día y nos fuimos a dormir, que al día siguiente teníamos un buen madrugón para el sunrise tour: nos recogerían a las 4:45 de la mañana en el hotel… Etapas 4 a 6, total 25
A las 4:45 en punto nos recogieron en un bus y nos llevaron a la agencia que realizaba el tour para darnos el “desayuno” (término muy generoso). Aunque te recojan tan pronto, hasta las 7 no empiezas realmente la visita, de modo que no ves amanecer allí sino de camino desde el bus, pero es cierto que hay muy poquita gente a esa hora y hace menos calor, con lo cual merece la pena el madrugón. El bus te deja en la entrada general, y desde allí se coge un coche eléctrico tipo carrito de golf que te acerca un poco más a las ruinas, previo pago de los 150,000D por persona de las entradas. My Son (que significa hermosa montaña) fue el centro religioso del reino Champa desde el siglo IV hasta el XIV, dedicado a Shiva. En la guerra con los americanos sufrió muchos bombardeos y muchas de las ruinas fueron destruidas. Lo que queda en pie se divide en varios grupos; cuando fuimos nosotros, el grupo A estaba en restauración y no se visitaba. La mayoría de las edificaciones están hechas con ladrillo, solo hay una de piedra (edificio B1). Los ladrillos eran quemados para endurecerlos, aunque no se sabe si se hacía antes de levantar las construcciones, o si se quemaban estas una vez construidas. Tampoco se sabe muy bien cómo hacían para mantener los ladrillos pegados, y se especula que usaban la misma técnica que usaron los incas en Machu Pichu.
![]() ![]() My Son: grupos B y C
Los primeros grupos que se ven son el B y el C, que están pegados y tienen algunas de las estampas más típicas de My Son. El guía nos fue llevando por los distintos edificios, explicando la historia del lugar y del pueblo Champa, la simbología, las construcciones… la verdad es que está bien ir con alguien que te vaya contando cosas. El grupo no era muy grande, seríamos unos 10 o 12, y solo nos cruzamos con otro grupo mientras estábamos allí. Se agradece tener el lugar casi vacío, porque según leímos, más tarde se llena de buses que no hacen más que descargar gente (generalmente chinos, que les mola mucho eso de ir en bus como sardinillas). ![]() Linga – sí, es exactamente lo que estáis pensando
![]() Shiva
El siguiente grupo que se visita es el G, donde el santuario principal tiene representaciones de Shiva y de leones guardianes parecidas a las que se ven en algunos templos de Angkor. En los grupos E y F la mayoría de edificaciones están en bastante mal estado, aunque la estructura E7 ha sido totalmente restaurada, incluyendo el tejado en forma de barco. En este grupo también hay varias estelas de piedra con grabados en sánscrito. ![]() ![]() My Son: grupos G y E (restaurado)
![]() Estela en sánscrito en el grupo E
La verdad es que es un sitio curioso, en un entorno verde muy selvático. A nosotros nos gustó porque había poca gente y porque todavía no habíamos visto los templos de Siem Reap. Es posible que si se hace en sentido inverso, visitando primero Angkor, My Son pueda saber a poco, pero aun así yo recomiendo la visita. La visita dura poco más de una hora, y a las 8:15 ya estábamos volviendo al bus. Por el camino nos cruzamos con un grupo que llegaba y nos preguntaba que si habíamos dormido allí para poder estar ya terminando a esas horas… Como habíamos cogido la vuelta en barco, el bus nos llevó al muelle, que no era muelle sino simplemente un barquito atado en el lateral del río, sin absolutamente nada alrededor. Tardamos casi lo mismo en llegar desde My Son hasta el barco que desde Hoi An hasta My Son… y encima, para colmo, el viaje en barco fue lento, pesado, ruidoso y feo. Os lo podéis ahorrar, en serio. El barco nos dejó junto al mercado de Hoi An, pero no teníamos las bicis allí porque esa mañana nos había recogido el bus directamente en el hotel. Preguntamos a un tipo que andaba por allí ofreciéndose como moto-taxi que cuánto nos cobraba por llevarnos al hotel, porque a esa hora hacía ya mucho calor para chuparnos los 20 o 30 minutos andando y además todavía estábamos a tiempo de llegar al desayuno si nos dábamos prisa. Empezó pidiendo 150,000D pero al final nos llevó por 60,000, y aun así nos pareció un robo pero era el único que había y tuvimos que tragar. ![]() Hoi An desde el agua
Llegamos a tiempo de pegarnos el desayuno que el madrugón nos había robado, y estuvimos un rato descansando en la piscina. Teníamos otro día tranquilo por delante y decidimos alquilar la primera moto del viaje y acercarnos a la playa. Hoi An tiene dos playas principales: Cua Dai era la playa más cercana, pero un tifón especialmente violento hace unos años la hizo prácticamente desaparecer, y An Bang, que está un poco más al norte de Cua Dai y tiene muchos bares y restaurantes con tumbonas donde poder descansar. Eso es precisamente lo que hicimos: cogimos una tumbona en el bar “The Deck House” y un par de cervezas, y allí nos quedamos. La playa estaba más limpia de lo que yo me esperaba, pero no fue la mejor que vimos en el viaje. El agua estaba bastante calentita, eso sí. Acabamos comiendo allí (390,000 con las bebidas) hasta que empezó a chispear y decidimos volver al centro, donde tuvimos que pagar 5,000D por aparcar la moto (algo a lo que tendríamos que acostumbrarnos). Hicimos alguna compra, tomamos café y visitamos algún templo más para ir rematando nuestra estancia en Hoi An. Cuando se hizo de noche volvimos al hotel para ducharnos y cambiarnos de ropa antes de cenar, y de camino recogimos los pantalones que había encargado el día anterior. La verdad es que quedé bastante contenta con ellos, o por lo menos en ese momento: días más tarde descubriría que la tela no era demasiado buena y tras escasos dos usos ya tenía el culo lleno de “bolitas”. ![]() Phac Hat Pagoda
Más tarde volvimos al centro para cenar, pero primero entramos a un restaurante de esos que tenían el cartel de “Bia Hoi 5,000D” en la puerta. Cayeron un par de cervezas, y como el sitio tenía buena pinta y buena nota en tripadvisor, nos quedamos a cenar allí. Se llamaba Dong Au y cenamos estupendamente por 225,000D. Esa noche estábamos más que rendidos después de semejante madrugón, así que nos retiramos pronto. Nos despedíamos de Hoi An, que nos había gustado mucho, y al día siguiente poníamos rumbo a Hue… sobre dos ruedas! Etapas 4 a 6, total 25
El trayecto de Hoi An a Hue no es demasiado largo, apenas 130 km, pero tiene una de las carreteras más escénicas de Vietnam: el Hai Van Pass, o paso de las nubes, que se hizo muy popular a raíz de salir en Top Gear. Desde entonces, se ha popularizado la “excursión Top Gear”. Se puede hacer en coche pero lo normal es hacerla en moto, ya que es como más se disfruta. Lo bueno de este trayecto es que se hacen varias paradas interesantes; lo normal es parar en las Montañas de Mármol, la playa de Danang,, el propio Hai Van Pass, la playa Lang Co y la “cascada del elefante”, más alguna parada en una “fishing village” que es sólo para hacer alguna foto y ya.
Nosotros habíamos reservado el tour con Hue Adventures ($45 por persona) después de leer muy buenas opiniones de ellos y de intercambiar varios emails. Nuestros dos conductores nos recogieron muy puntuales a las 8 de la mañana. Llevaban motos no muy grandes, de 125cc, pero eran bastante cómodas y se podían atar las mochilas grandes detrás y la pequeña delante (encima del depósito). La primera parada del día fueron las Montañas de Mármol, que están más o menos a mitad de camino entre Hoi An y Danang. Son cinco montañas (bueno, más bien colinas) que parece que salen de la nada (porque la zona es totalmente llana) y que tradicionalmente se han usado como cantera de mármol y piedra caliza, aunque hace poco se ha prohibido su explotación. Cada montaña tiene el nombre de uno de los elementos (tierra, fuego, agua, madera y metal), pero sólo Thuy Son (montaña de agua) puede visitarse. ![]() Montañas de Mármol desde lo alto de Thuy Son
Eran las 8:30 pasadas cuando llegamos, pero ya había bastante gente. Los grupos grandes empiezan a llegar sobre las 9, así que queríamos ver todo lo posible antes de que aquello se llenara aún más de gente. Los conductores nos acompañaron a sacar las entradas (55,000D por persona, incluyendo la subida en ascensor) y nos dijeron que nos esperaban abajo y que tardásemos lo que quisiésemos. Lo del ascensor es opcional pero con el calorazo que hacía (y por los 5,000D que costaba) ni nos lo pensamos. La visita está bien, es curiosa, se visitan varios altares y pagodas, y varias cuevas al estilo de las Batu Caves en Kuala Lumpur, pero hacía tantísimo calor (yo creo que fue de los peores momentos de todo el viaje en ese sentido, nunca en mi vida había sudado tanto) que llegó un momento que yo casi estaba deseando irme. Creo que si pasas cerca y tienes tiempo no está de más la visita, pero tampoco me desviaría mucho (ni cambiaría otros planes) para incluirla. ![]() ![]() ![]() Pagodas, dragones y cuevas en las Montañas de Mármol
A eso de las 10 de la mañana ya estábamos abajo tomándonos un té helado con los conductores (que nos invitaron, por cierto). Seguimos camino y la siguiente parada era ya en Danang, en China Beach, una playa kilométrica de arena blanca y, lo mejor de todo, sin gente. Yo iba en la moto viendo pasar kilómetros y kilómetros de playa vacíos y no me lo creía. Danang es un destino en pleno “boom” que está creciendo muchísimo, y se están construyendo multitud de resorts en la playa que la separa de Hoi An. Nosotros paramos ya al final de la playa donde están los barcos de pesca, los normales y los barco-cocos. Desde ahí se tiene una estupenda vista de la ciudad: ![]() China Beach en Danang
Fue una parada breve, sólo para hacer alguna foto. El siguiente punto era ya el ansiado Hai Van Pass, pero primero había que salir de Danang. Qué grande es la ciudad!! Para salir atravesamos un puente gigantesco que me llamó mucho la atención, aunque no sería la única gran obra de ingeniería de ese estilo que nos sorprendería en Vietnam. Habíamos tenido mucha suerte con el día que habíamos elegido para el tour, porque lucía un sol espléndido y radiante que hizo que el Hai Van Pass (y la playa de Lang Co) fueran la atracción estrella del día. Por lo visto es bastante común encontrárselo cubierto de nubes, incluso cuando en Danang hace bueno. Las vistas según vas subiendo son espectaculares, y se para en un mirador a mitad de camino a la cumbre desde donde se ve una playa preciosa a la que solo se puede llegar en barco (o despeñándose): ![]() ![]() Hai Van Pass
Estábamos viendo muchas motos haciendo el trayecto por libre, así que es otra opción a tener en cuenta. El problema lo veíamos con las maletas, a parte del tema del carnet que os mencionaba en los preparativos, así que nosotros preferíamos que nos llevaran. Paramos en el mirador que hay en la cima, donde se visitan unos búnkeres americanos de la guerra, pero las vistas eran mejores desde el mirador anterior. A partir de aquí empezamos la bajada. Esta carretera “escénica” es sólo para motos, coches y ciertos camiones (creo que son los que transportan combustible o animales vivos), mientras que los buses, prácticamente todos los coches no-turísticos y el resto de camiones tienen que ir obligatoriamente por un túnel que atraviesa la montaña que se inauguró en 2005 y es el túnel más largo del sudeste asiático. Por eso se dice que para ir de Hoi An a Hue (o al revés) es mejor no ir en bus, porque te pierdes lo más interesante del camino. Hay un tren que va por arriba y dicen que tiene unas vistas maravillosas, pero lo malo es que el tren no llega a Hoi An y tienes que llegar a Danang para cogerlo, así que se hace muy largo. Al otro lado de la montaña te recibe Lang Co Beach, que en esa foto se extiende hacia la derecha: ![]() Lang Co Beach
Aquí teníamos parada programada en uno de los restaurantes de playa y podíamos quedarnos a comer si queríamos. El restaurante tenía como mini chiringuitos de madera en la playa con tumbonas, y nos dieron uno para nosotros dos solos mientras los conductores se sentaron en la parte general. No era de lujo ni mucho menos pero se estaba a gusto. Hacía tanto calor (y llevábamos tanto calor acumulado) que le pedí a mi conductor si podía sacar el bañador de la mochila. En un principio no había contado con bañarme porque no soy muy de playa, y la sal y la arena me acaban amargando, y ni me había molestado en meter el bañador en la mochila de mano. El tío, súper amable, me dijo que por supuesto, y me deshizo todo el tinglado de la maleta para que pudiera sacarlo. Había unos baños/duchas para cambiarse de ropa así que en cinco minutos estaba en el agua, que por cierto estaba buenísima y muy limpia. Había oído historias de playas sucias en Vietnam y esa era también parte de la razón por la que pensaba que no me bañaría, pero tengo que reconocer que estaba perfectamente. No sé si es que nos tocó un buen día, o si depende de las mareas, pero yo no tuve pegas (y soy muy especialita). ![]() Lang Co con la montaña del Hai Van Pass al fondo
![]() Chiringuito con vistas
Estuvimos un buen rato en el agua y al salir disfrutamos de unas buenas cervezas locales. Al final nos quedamos a comer allí porque estábamos la mar de a gusto, y pedimos un arroz con marisco y un calamar salteado con verduras, más otro par de cervezas (todo por 235,000D). No era gourmet pero estaba rico, y el sitio compensaba. La verdad es que con este rato en la playa y las vistas desde el Hai Van Pass ya habíamos amortizado el tour. La siguiente parada era la Elephant Waterfall (entrada 15,000D por persona más 2,000D cada moto), que es no es más que unas piscinas naturales alrededor de un roca con forma de elefante. A mí me dio la sensación de que estaba muy orientado a backpackers y que era un poco aquópolis, y además el agua al ser de río estaba muy fría. No nos bañamos y de hecho estuvimos muy poco tiempo, no nos llamó nada la atención. Había bastante basura (aquí sí) así que hicimos un par de fotos y nos fuimos. Aquí ya estaba empeorando el tiempo y amenazaba con llover. ![]() Elephant waterfall
Desde la elephant waterfall hasta Hue nos quedaba un rato, y esto quizás fue la parte más pesada del viaje. Cuando estábamos llegando a Hue paramos una última vez en el fishing village, pero es una parada en el arcén de la carretera para que te acerques un poco a ver cómo pescan en canoas: ![]() Fishing Village
Tampoco me pareció para tirar cohetes. Volvimos a las motos y como estaba empezando a llover nos vistieron con el traje oficial del motorista bajo la lluvia: un sobrepantalón de plástico que daba un calor que ni os cuento, chubasquero y hasta unas bolsas para tapar los zapatos. Las mochilas también tenían sus chubasqueros. Y sí que llovió, sí. Llegamos a Hue bajo el diluvio universal a las 5 de la tarde, muy contentos con la experiencia. Después de una ducha reponedora en el hotel (que por cierto estaba genial y muy céntrico), salimos a cenar y a decidir qué haríamos al día siguiente. La idea era alquilar una moto para acercarnos a ver las tumbas de las afueras de la ciudad, pero viendo que el tráfico de Hue no era el de Hoi An y pensando que quizás llovería al final desistimos y decidimos contratar la visita con conductor. Fiándonos de tripadvisor acabamos en el Café on Thu Wheels, donde nos pedían $58 por el coche con guía y $13 por persona por una moto con conductor. Nos decidimos por las motos y quedamos con ellos en que nos recogerían al día siguiente a las 8:30. Esa noche cenamos en el Hang Me Me, en plena zona de restaurantes, y probamos nuestras primeras delicatesen locales: Ban Beo (una especie de masa de arroz en un cacharrito individual con un topping de gamba seca, cebolla, corteza de cerdo y salsa de pescado) y Banh Ram It (una mini tortilla de arroz frita, con una pasta de arroz encima rellena de gamba y cerdo). La cocina de Hue es de las más apeciadas del país y una de las cosas más típicas son estas “tapas” de arroz glutinoso o pegajoso con gambas secas en sus múltiples variantes. La tradición culinaria de Hue viene dada por su pasado imperial y las comilonas de 52 platos que se metían los reyes. Nuestra primera experiencia con la cocina local fue buena (aunque es verdad que la textura de estas masas de arroz es un poco peculiar) y barata (115,000D con cervezas). ![]() ![]() Hue cuisine: Ban Beo y Banh Ram It Etapas 4 a 6, total 25
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