Namibia: 9 días de aventura africana con niños ✏️ Blogs de NamibiaRuta de 9 días por Namibia, dos adultos con 2 niños (de 9 y 7 años) en 4x4 con tienda en el techo: Windhoek, Sesriem (Desierto del Namib), Walvis Bay, Swakopmund, Costa de los Esqueletos (Cape Cross), Spitzkoppe, Twyfelfontein, Parque Nacional de Etosha, Okahandja, Aeropuerto de Windhoek.Autor: Spainsun Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (43 Votos) Índice del Diario: Namibia: 9 días de aventura africana con niños
01: Preparativos Viaje a Namibia
02: Windhoek - Klein Aub - Sesriem
03: Parque nacional de Namib-Naukluft: Sesriem, Sossusvley, Deadvlei
04: Camino de Sesriem a Walvis Bay y Swakopmund
05: Swakopmund, la ciudad más germana de África
06: Costa de los Esqueletos: Naufragios, Henties Bay y las focas de Cape Cross
07: Spitzkoppe: la montaña de granito y sus pinturas rupestres
08: De Spitzkoppe a Twyfelfontein
09: Twyfelfontein: Pinturas Rupestres y Paisajes Marcianos
10: Twyfelfontein: en busca de los Elefantes del Desierto
11: De Twyfelfontein a Etosha: Damara Living Museum y Bosque Petrificado
12: Okaukuejo, Etosha: La noche que vino a cenar la cobra y la tormenta perfecta
13: Etosha: Adamax y Bosque Encantado, buscando leones y elefantes.
14: Tarde de Leones, leopardos y rinocerontes en Etosha
15: Atardecer inolvidable en Halali
16: Centro de Etosha: el Pan y praderas al norte de Halali
17: Pinchar en Etosha en territorio de leones
18: Campamento de Namutoni - Etosha
19: Este de Etosa: Safari por Namutoni
20: De Namutoni a Okahandja, camino de Windhoek
21: Okahandja-Windhoek: la vuelta a casa
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Etapas 13 a 15, total 21
Etosha: Adamax y Bosque Encantado, buscando leones y elefantes.Excursión mañanera buscando leones y elefantes, desde el campamento de Okaukuejo hacia el oeste de Etosha: Bosque embrujado y Adamax Pan.
El sol comienza a calentar la tienda. Me he quedado dormido. Parece que por el camping de Okaukuejo ha pasado un huracán por el campamento. La mayoría de los coches han salido al amanecer, así que hemos quedado nosotros y tres o cuatro vehículos más en toda la zona de camping.
Desayunamos unas galletas y algún dulce y me dirijo a la recepción a recoger los papeles del día anterior. Allí me lo comunican que ayer me los mandaron con un ayudante. Al volver al coche me cruzo con un chico del campamento y le comento lo de la serpiente de la noche anterior. Al describirla me dice que es una cobra. Y yo le digo que qué va a ser una cobra. Al hombre se le ve preocupado. Luego con otro chico se acercan a buscarla, pero sin suerte. Antes de irnos nos acercamos a la charca de Okaukuejo. Ya no quedan nada más que dos o tres turistas y solo se ve algún bicho de lejos. El parque se ha llenado de charcas y ahora los animales se han dispersado. Uno de los motivos por los cuales famosos Etosa es porque en uno de sus charcas se pueden juntar cuatro o cinco especies bebiendo a la vez. El motivo es tanto la densidad animal alrededor de estas charcas, como la escasez de agua en el resto. Muchas de estas charcas no son naturales sino hechas por el hombre. Etosha es un parque inmenso entre campamentos hay unos 75 km. El parque recibe su nombre de una palabra local qué significa el gran lugar blanco, en referencia a las salinas que ocupan todo el centro del parque. El parque fue creado por los alemanes y en aquella época llegaba hasta la costa de los esqueletos, sin embargo se le corto un trozo para poder meter tribus desplazadas en la época del apartheid. A mí una de las cosas que más me preocupa es la dificultad de ver elefantes en estas condiciones, que nos tengamos que conformar con los de la noche. Los elefantes de este parque son famosos por ser los más grandes de África, sin embargo sus colmillos no son tan grandes, en proporción a su cuerpo. Se cree que por la falta de algunos nutrientes. Repostamos en la gasolinera y revisa la presión de las ruedas. Una de ellas está un poco floja así que le metemos aire. Compramos alguna comida y varias garrafas de agua en el supermercado, pues la nevera está tiritando. Salimos del campamento los últimos de los últimos y nos dirigimos hacia el oeste, hacia el límite con la otra mitad del parque. Nuestro objetivo del primer día son grandes felinos y herbívoros, en especial leones y elefantes. Tenemos una lista de animales de Etosha con foto y su nombre en inglés y alemán. Está dividida en clases de mamíferos y de aves. La sacamos de emule. Los niños ya llevan un tercio de la lista marcada y les hace ilusión. Es su primer safari africano. Aunque yo nunca he estado en Etosha, he leído sobre el parque y sé que esta zona de Adamax es buena para ver leones y guepardos. Son buenas las que tiene árboles y praderas. Los leones suelen esperar a la sombra, cuando no lo hacen en el borde de las charcas. Los grandes herbívoros prefieren la pradera dónde es más difícil emboscada. Sin embargo el león tiene dos herramientas poderosas: cuándo caza en familia forma cercos de los cuál es muy difícil escapar y la segunda es la celada en la charca. Bajo el calor intenso de Etosha, los herbívoros necesitan beber al menos una vez al día. Allí les esperan los leones, sabiendo que la cena llegará tarde o temprano. Los leones son auténticas máquinas de matar de físico portentoso. Desde la sombra de más controlan que siempre algún despistado que se acerque buscando el frescor del bosque. Asi que nos dirigimos hacia el oeste del parque, hacia la zona de Adamax Pan, porque sabemos que cumple con esas características. Nos cruzamos con numerosas manadas de ñus cebras y antílopes. También abundan los oryx, que tanta ilusión nos hacían al comienzo del viaje y ahora los vemos como si fuesen de la familia. El camino está un poco embarrado aunque no es problema para nuestro coche. Pero después del segundo charco, el barro ya llega al techo. Es molesto sobre todo cuando nos salpica en el parabrisas. Nuestra primer aparada es Leeubron, una charca con buenas referencias, pero hoy no hay ni lagartijas. Continuamos hasta el llamado bosque encantado qué son unos árboles parecidos al Baobab, llamados moringa, pero de mucho menos porte. A los elefantes les encantan sus hojas y por eso los tienen que vallar. Es una reputada planta medicinal. Luego continuamos hasta una charca de Grunewald, dónde encontramos numerosas jirafas. Además se las nota muy nerviosa lo cual indica que debe haber algún depredador cerca. Para saber dónde está el depredador solo hay que mirar en la dirección en la cual fijan su mirada. Una jirafa ve a kilómetros, al humano hay que ponerle las cosas delante de las narices. Sobrevivimos por nuestra inteligencia no por la agudeza de nuestros sentidos. Después de un rato sin pasar nada, nos aburrimos y decidimos ponernos en marcha. Continuamos hacia el oeste hacia el límite del Parque con su otra mitad. Allí por fin tenemos suerte después de pasar un pequeño pantano seco, llegamos a la charca artificial de Ozonjuitji m’Bari (por si pensabais que lo peor eran los nombre alemanes). Otro conductor con el que no hemos cruzado hace un ratito nos ha avisado de qué hay un león que ha cazado una cebra. Y allí estaba un hermoso macho con una cebra muerta detrás de unas piedras. Pienso que los animales vienen a beber más por costumbre que por necesidad, puesto que la pradera se había de charcas. Sin embargo todos ellos saben que el León está detrás de las piedras, a unos 100 metros de la charca. Están nerviosos: vigilan tanto al león, como al de al lado. Es como si se dijesen entre ellos: bebe tú primero que a mí me da risa. El León será el rey de la selva pero tiene a un cuervo que no le deja comer en paz. El cuervo parece decirle: ¿Pero todavía no sabes por donde vas a empezar la cebra? Y el león parece decirle, como me vuelvas a picar la cebra, me hago un llavero con tu pico. El uno por el otro, ni comen, ni dejan comer. Mientras hacen cola en la charca manadas de ñus, oryx, avestruces, cebras y pequeña gacelas. Y todos miran al león, a su desgraciada víctima, al agua y dicen: si tampoco tengo tanta sed. Se levanta el león y se acerca a beber a la orilla de la charca. Todos los animales salen despavoridos. Todos menos uno, el chacal que sigue por allí merodeando que el que se pega al rico siempre pilla algo. Mientras el cuervo aprovecha para picarle a la desgraciada cebra en alguna parte blanda. Es impresionante ver la enorme cebra que ha cazado él solo. Les explico a los niños que un humano no tendría ninguna posibilidad frente a ese animal, el más temible de los cazadores africanos. Nos deleitamos durante una hora o más observando la escena de tensión en la charca. Empezamos a tener hambre, estamos como a 80 km del campamento. Así que comenzamos a volver y buscamos una zona de picnic qué hay en un punto intermedio. El sol pica bastante sobre la piel. Abrimos la valla y la volvemos a cerrar tras el coche. Los lugares de picnic están cerrados para evitar precisamente que un león se come a un turista despistado. Eso crearía inmerecida mala fama al parque. En el sitio hay varios coches comiendo. Me acerco al baño y la verdad es que tengo que entrar con la nariz cerrada. El olor es nauseabundo. Luego comemos en una de las mesitas que hay en el sitio. Un sándwich bastante rápido y unas galletas. Media hora más tarde estamos saliendo del sitio, cerrando de nuevo la valla. Ahora nos dirigimos hacia el este buscando zona de praderas y el famoso Etosha Pan, la gran llanura blanca. Es también buena zona para ver leones y guepardos, estos últimos muchos más esquivos. Sin embargo no hay nada de buena suerte. Pasamos por la charca de Adamax, y ya en las charcas que bordean el Etosha Pan, nos cruzamos con varios vehículos. Les preguntamos y ninguno ha visto nada excepcional, solo algunos herbívoros. En las charcas también se respira tranquilidad incluso las gacelas están salpicando en el agua, señal de que no hay ningún peligro cerca. Estamos un poco bajos de ánimos: desde esta mañana apenas hemos tenido éxito con los grandes animales. Hemos recorrido las charcas de los bordes de Adamax y Etosha pan, sin demasiada suerte en la mañana, excepto por el león de la cebra. Debemos dirigirnos hacia el este, para ir acercandonos a nuestro campamento en Halali. Debemos estar a unos 100 km en línea recta. Imagenes relacionadas Etapas 13 a 15, total 21
Tarde de Leones, leopardos y rinocerontes en EtoshaTarde de leones en Etosha: de Okaukuejo a Halali rebuscando por los matorrales. Con leopardo y rinoceronte de extra.
Volvemos a cruzar frente al campamento de Okaukuejo y y ahora nos dirigimos hacia el sureste buscando una zona donde predomina el bosque, camino de la charca de Olifantsbad. Vamos también ajustando los tiempos para llegar al campamento de Halali antes del atardecer.
Lo más interesante con lo que nos cruzamos es con alguna jirafa suelta, pero ni leones (desde el de esta mañana), ni elefantes. Ni le hacemos caso. Comienza a lloviznar un poco, con lo cual nuestras posibilidades se van reduciendo: más agua, más sitios donde beber, más dispersión de animales. Hemos hecho muchos kilómetros casi sin encontrar lo que buscamos: grandes felinos o elefantes, empezamos a desanimarnos por la perspectiva del tiempo. Llegamos a la charca de Gemsbokvlakte se observa un poquito más de tensión. Con gran alegría descubrimos un león macho a lo lejos, caminando por la pradera y me dirijo a donde creo que va a cruzar el camino y allí paro el motor, pero el león se queda como unos 200 metros del coche. ¿Se habrá asustado? La gran pelea de leones De pronto salen de la maleza varios leones y leonas. No sé si se conocerán. Una hembra se acerca al león que estaba primero. Un macho la sigue y otro macho se mantiene algo más distante. Se oyen rugidos amenazadores que hacen temblar la pradera. Allí ante nuestros ojos, se produce una gran pelea. Es impresionante ver como estas dos bestias capaces de matar de una sola tarascada un humano, se enfrentan con uñas y dientes, en medio del claro. 3 minutos y medio de enfrentamiento ya hay vencedor y vencido. Uno de los leones como veremos luego, salido herido en una pata. Es el macho dominante que venía con varias leonas. Nos llama la atención de que no hay ninguna cría ni adolescente en la manada lo cual puede ser debido aquí el macho dominante haya cambiado hace poco. Leones machos suelen matar a los adolescentes y crías cuando hay un relevo en la jefatura de la manada. El que León macho mate a las cachorros no es ninguna maldad coma es supervivencia: al matar los cachorros las hembra destetada entran en celo y la siguiente camada será suya , siempre que no lo destronen antes a él. El reinado del león puede ser muy breve y necesita asegurarse la disponibilidad de la hembra lo antes posible. Suman 5 ó 6 hembras y 3 machos en en el claro. Las hembras parece que tienen buena relación entre sí sin embargo los machos no se pueden ni ver. Nos vamos junto a la charca a ver el llegar de las hembras y el comenzar a beber. Junto a nosotros se tumba una hembra y muy cerca de allí el macho herido. Pese a todo el macho mantiene su dignidad y no parece que las hembras se vayan a ir con el vencedor, con excepción de la primera que fue la que originó la disputa entre los machos. Después de un rato, con la emoción de las escenas que hemos visto, nos ponemos de nuevo en camino, esta vez en dirección noreste. Es una zona sobre todo de bosque bajo donde abundan los herbívoros. Les dedicamos un rato a las cebras y su srayas. Un poco mas adelante, observamos algunas cacas de elefante, pero no parecen frescas. Después encontramos el rastro inequívoco del el paso de una manada de elefantes, numerosas ramas por los suelos, algunas cacas frescas y las hojas caídas que también son frescas. Rastro de elefantes si que había, más que pista, autopista... pero no vemos los animales por ningún lado. Se deben haber internado en el bosque, porque no tiene cuerpo como para camuflarse detrás de un arbolito. Nos dirigimos a una charca cercana, a ver si hay suerte, pero no la hay, simplemente encontramos una manada de jirafas y un par de turistas. Así que disfrutamos de la vista. Volvemos a la carretera principal y ahora nos dirigimos a una charca que hay junto al Pan de Etosha. Aquí vemos algunas gacelas, ñus y algún kudu despistado. El Rinoceronte Pero toda la suerte se nos presenta otra vez en forma de rinoceronte negro entre los árboles. El rinoceronte no tiene ningún interés en nosotros y se dirige hacia la espesura, pero nos deja un grato recuerdo. Los rinocerontes son la especie gran mamífero más amenazada, en especial el rinoceronte negro. Lo primero decir es que para distinguir entre el blanco y el negro, aqui no vale lo "de que color es el caballo blanco de Santiago". No se diferencian en el color: ambos son grises. ¿Entonces de dónde viene el nombre? La distinción entre blanco y negro en realidad viene de una confusión, como muchas cosas en África. El blanco viene de la palabra wide (ancho) que fue confundida con white (blanco). El rinoceronte blanco tiene la boca ancha, pues es un herbívoro que come a ras de suelo fundamentalmente en praderas. El negro sin embargo tiene el labio puntiagudo y está más especializado en tubérculos y hojas de árboles y sus frutos. El mejor modo de distinguirlos es que si es bocachancla es blanco. Si tiene morritos, es negro. El blanco es más sociable mientras que el negro es solitario y vaga por medio del bosque. Además los machos del negro son más agresivos y tiene una elevada mortalidad por enfrentamiento entre ellos. Los adultos no tienen nada que temer a ningún gran cazador carnívoro con excepción del hombre, qué es el que lo ha llevado casi a la extinción. También entre las crías existe una mayor mortalidad natural en el negro que en el banco, debido a que que es más difícil cazarlos en una celada en campo abierto, la zona preferida por los blancos y muchas veces porque viven en grupo. Por último, las crías de blanco suelen correr delante de la madre y con un cuerno de un metro de alto y un tanque detrás, es difícil que ningún animal se atreva a intentar hincarle el diente. Sin embargo la cría del negro suele correr detrás de la madre siendo más vulnerable y, además, en un entorno de bosque dónde es más fácil la emboscada. Peor la desgracia del rinoceronte es causada por su cuerno y su deseo por el hombre: es uno de los trofeos más preciados por cualquier cazador. Los ricos de Oriente Medio lo buscan para hacer mangos de dagas y puños de espadas de lujo. Por último los asiáticos tienen el mito de que el cuerno, molido en polvo tiene propiedades curativas y afrodisiacas, así está muy demandado por la medicina oriental. Llegamos a la charca y observamos que los animales se están bañando con absoluta tranquilidad, así que nos damos una vuelta que ya queda poco sol y nos dirigimos hacia el campamento por la carretera principal. Estamos que nos salimos de satisfacción. Encontramos un vehículo que está parado y el conductor bajado, así que nos paramos a su altura para preguntarle si tiene algún problema. La solidaridad entre conductores es importante en este tipo de parajes deshabitados. Sin embargo, él nos hace una señal con una mano de que sigamos, mientras mantiene la otra a la altura de la cintura. Hay que ser melón para ponerse a hacer eso, en medio de una zona de arbustos donde no ves lo que hay a 15 metros. Si tienes una urgencia, se hace en la pradera abierta, donde uno puede controlar que no se acerque ningún gran depredador (entiéndase león) en el momento de más concentración. El leopardo durmiente Al rato nos cruzamos con un conductor que nos hace señales. Volvemos a parar a su altura y nos dice que unos 200 metros más adelante hay un leopardo tumbado junto a la carretera. Nos acercamos y allí está: una preciosidad de animal, al borde de la pista saliendo de su siesta. Bosteza pero no nos hace ningún caso y nosotros aprovechamos para hacer fotos a metro y medio. Tengo que avisar a los niños para que no saquen la cabeza por la ventanilla, los leopardos no comen humanos pero tampoco son gatitos. Los leopardos son el segundo felino más poderoso de África y un animal de gran éxito. Donde han desaparecido los leones, en su lugar proliferan los leopardos, que aprovechan el vacío de poder. Son hábiles trepadores de árboles y cazadores sobre todo nocturnos. Se camuflan muy bien y eso les permite poblar zonas, incluso habitadas por humanos. Si ellos no quieren, tú no los ves. Nos dirigimos ya hacia el campamento con las nubes grises que no auguran nada bueno. Pero todavía no encontramos con una simpática sorpresa: una tortuga en mitad de la carretera. Nos bajamos la madre y yo para cruzarla, ya que no parece una zona peligrosa, menuda imprudencia. De pronto me percato que hay una sombra a nuestra espalda. ¡Que susto! Es el enano que se ha bajado y dado la vuelta al coche sin preguntar a nadie. Le cae un enorme regañera. Comprendo que él tiene que estar confuso porque si hay algo que le llevo enseñado desde pequeño cuando se aleja de nosotros en un centro comercial, es un viejo proverbio: la cría que se aleja de sus padres en la selva se la come el león. Pero en estas circunstancias, hacer caso de aquella enseñanza puede suponer lo contrario. Pese al incidente, la tarde ha sido maravillosa y fructífera. Estamos muy satisfechos de nuestro primer día en Etosha. Solo nos han faltado los elefantes. ¿Pero se habrá acabado la aventura por hoy? Imagenes relacionadas Etapas 13 a 15, total 21
Atardecer inolvidable en HalaliHalali es es más moderno de los tres campamentos principales de Etosha. Esta situado en un colina rodeada por un enorme llano arbolado. En el punto más alto hay una antena de telefonía. Sus instalaciones son las mejores de Etosha y su charca aun mejor, pero al encontrarse en la parte central del parque, es un poco menos accesible. Está unida a los otros dos campamentos, Okaukuejo y Namutoni, por caminos de tierra (75 km a cada uno de ellos). Podemos decir que Halali es el corazón de Etosha.
Llegamos al campamento y nos registramos. Como se está nublando y veo relámpagos en el horizonte, pregunto por la posibilidad de cambiar nuestra plaza de camping por una d ela cabañas familiares. Me dicen que lo pierdo todo, pero que cuesta unos 900 N$. Me parece un chollo: unos 60 euros. Pero si le sumamos lo que hemos pagado por el camping, no es tan chollo.
Después de la tormenta de la noche anterior, no puedo permitirme el lujo de repetir experiencia. Por la paz familiar, más que nada. La zona de acampada de Halali es mucho mejor que la de Okaukuejo: tiene árboles altos que dan sombra, la instalación parece más moderna y las zonas comunes tienen sitios para hacer picnic y unos baños mejores que los el otro campamento. Además están mas cerca de la charca. Como nos falta algo de cena, nos vamos a comprar en el supermercado. Los pillamos cerrando. Mi mujer se extraña cuando me ve aparecer con unos filetes de carne de caza y un saco de leña. Esta noche hacemos barbacoa. Bueno si no llueve. No dice nada. Está demasiado cansada. ¡Santa mujer, que merece un monumento por su paciencia! Nos vamos a la zona de acampada. Eva quiere montar la tienda, pero yo prefiero acercarme a la charca porque los últimos rayos de sol iluminan el horizonte. La charca de Halali está a unos 250 metros del campamento. Para mi es la mejor charca de Etosha: por su altura sobre la charca y el paraje. La zona que lo rodea es bosque y los puestos de observación están en una ladera de la montaña, tiene una vista perfecta para observar a los animales. Hay bastante gente pero no se ven animales de gran tamaño, así que nos sentamos. Al par de minutos llegan tromba una gran familia de elefantes parece un espectáculo programado. La pista de un circo justo en el momento que salen los artistas. Es impresionante todo el mundo se queda en silencio. Bueno todo el mundo menos los dos niños. Están discutiendo porque se les ha quedado la cámara sin batería. Al final se la tengo que dejar la mía un poco. Conseguimos que también me llame la atención a mí. El espectáculo es increíble la manada tendrá 16 o 18 miembros muchos de ellos crías pequeñas. Las últimas luces del sol iluminan la charca justo antes de que enciendan los focos. Después aparecen varios rinocerontes hasta tres al final de la escena. Sin embargo los elefantes adultos advierten a los rinocerontes de que no se acerquen demasiado. Un rinoceronte es como un tanque, pero un elefante es como un tren y todavía hay categorías y jerarquía en la charca. Aparece una segunda familia de elefantes justo cuando sale la primera de la charca. A los rinocerontes le vuelve a tocar esperar... Mientras los rinocerontes discuten entre ellos y marcan también su propia jerarquía. Una vez la segunda familia se ha alejado le toca los rinocerontes el baño. Nos vamos a montar la tienda de campaña. Mientras nos dirigimos andando hacia la zona de acampada el cielo se pone más gris y comienza a caer un chubasco. Le digo a Eva qué preguntemos en recepción, a ver si nos pueden alquilar uno de los chalecitos de la entrada. Nos supone perder el dinero de la plaza de camping, pero después de la movida de la noche anterior casi que lo veo mejor. Pregunto de nuevo el precio del chalet y es tan bueno (quizás sea por la temporada baja) que aunue perdemos el dinero del camping no vale la pena arriesgarnos. Además incluye el desayuno, así que convenzo a mi mujer y aceptamos. Cuando me dan la cuenta el precio triplica lo que me había dicho la chica. Cuando le pregunto qué porque no coincide con lo que me habia dicho antes, me dice que era precio por persona y que los niños pagan la mitad. ¡Estoy de vacaciones, no importa! Decido pagar con tarjeta, porque eran unos 2800 $N, pero tenían el TPV ya desconectado, así que me dicen que vuelva por la mañana y me dan la llave del chalet. Al menos me queda el consuelo de que el chalet estaba muy bien. Teníamos nuestra propia plaza de aparcamiento a la puerta, barbacoa, dos dormitorios, un cuarto de baño muy espacioso y un saloncito. Las camas tiene mosquitera de dosel, un lujo porque hasta ahora solo hemos visto un par de mosquitos en Okaukuejo. Ni nos han picado, pese a que estamos tomando la profilaxis de la malaria para este parque. La barbacoa es exterior y está cubierta, con una pequeña terracita para comer. Cenamos en esa terracita y luego nos vamos a dormir, que la verdad es que estamos muy cansados. Las camas son grandes (king size) y acogedoras. Dormimos a pierna suelta. Amanece y aunque nos teníamos que levantar con las primeras luces, me hago el remolón. ¡Es tan cómoda la cama! Además tengo que amortizar lo que cuesta. No ha llovido esta noche. Sobre las 8 nos vamos a restaurante a desayunar. Luego nos acercamos a la charca, que ya no queda ningún turista, pero en la charca hay una manada de cebras bastante nerviosa y que salen en estampida. Tiene que haber un motivo para es espantada. Nos fijamos entre los arbustos y descubrimos a una leona que intentaba emboscar a algún miembro de la manada. Está claro que los sentidos de los animales son mucho mejores que los nuestros. Tras pagar la cuenta, me acerco al libro de los avistamientos de otros viajeros: y busco una palabra Cheetah. Tengo una espina clavada con ellas. Imagenes relacionadas Etapas 13 a 15, total 21
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