Un viaje por Latinoamérica ✏️ Blogs de America Sur

CAFE BRITANICO

El Café Británico desde el año 1928 que está en Brasil y Defensa. Cerró en el 2006 y volvió a abrir al año siguiente.
Debe su nombre a varios ingleses veteranos de la Primera Guerra Mundial que lo tenían como punto de reunión. En 1982 durante la Guerra de Malvinas, se le quitó la sílaba "Bri" de manera que pasó a llamarse Café Tánico. Con los años recuperó su nombre. Se dice que allí Ernesto Sábato escribió su libro Sobre Héroes y Tumbas.




PIZZERIA LAS CUARTETAS

En Corrientes 838 se encuentra desde 1935 la pizzería Las Cuartetas. El negocio debe su nombre al escritor y cliente habitual Alberto Vaccarezza. Como no tenía dinero en pago escribía versos en las servilletas, cuartetas que la pizzería regalaba como recuerdo a sus clientes.



CAFE EL ESTAÑO

En el café El Estaño, en Corrientes y Talcahuano, trabajó el conocido magnate del petróleo Aristóteles Onassis cuando era sólo un adolescente y residía en Buenos Aires como refugiado.
En este bar, de vez en cuando el joven Onassis le servía café a Carlos Gardel.
Buenos Aires, una ciudad donde alguna vez fueron más los inmigrantes que los nativos.


UN CHALET EN EL OBELISCO

Si estás caminando por la avenida 9 de julio y mirás los altos edificios de la esquina de Sarmiento y Cerrito observarás un chalet arriba de departamentos !!!!.
Si, es así, porque en el año 1927 el mueblero Rafael Diaz en la terraza de su edificio de la calle Sarmiento 1113 donde funcionaba la entonces importante mueblería Diaz mandó a construir un chalet similar a otro que tenía en Mar del Plata.
¿Qué propósito tenía? Bueno, almorzar y dormir la siesta luego de su jornada laboral para volver en tren a su casa en Banfield.


LA CASA DE LA PALMERA

Esta antigua casa queda a una cuadra del edificio del Congreso Nacional en la calle Riobamba 144.
Cuentan que inspiró a Julio Cortázar para su relato " Casa Tomada". Debe su nombre a una palmera que está en el jardín.
Allí vivió la señora Catalina Espinosa de Galcerán con cinco hijos varones y su única hija, Elisa.
La leyenda dice que los varones tenían una vida licenciosa y eso trastornaba a Elisa.
A medida que sus hermanos iban falleciendo de manera misteriosa, Elisa clausuraba una a una sus habitaciones. Sólo quedó el sótano donde la encontraron muerta: había tomado el mismo veneno que utilizó para sus hermanos.
Cuando falleció Elisa en 1992 la casa quedó abandonada hasta que en 1997 abrió una escuela primaria que irónicamente se llamó PUERTAS ABIERTAS, la que funcionó unos años hasta que en el año 2008 se instaló el Instituto del Pensamiento Socialista.




LA CASA MINIMA



Está en el barrio de San Telmo en la calle Pasaje de San Lorenzo 380.
Es la casa más angosta de la ciudad de Buenos Aires. Su frente no alcanza los 2.50 metros de ancho.
Fue construida entre los años 1810 y 1815 y se dice perteneció a un esclavo liberto, ya que cuando ocurrió la abolición de la esclavitud en 1813 el propietario mandó construir esta casa para su esclavo.




LA CASA DE LOS LEONES

La historia cuenta que en una casa que perteneció desde 1880 al acaudalado señor Eustaquio Díaz Vélez y está ubicada en la avenida Montes de Oca 110 sucedió un hecho impresionante.

En la mansión había pasadizos secretos y jaulas por la obsesión de su propietario de tener leones en lugar de perros.

Parece que en la fiesta de compromiso de su hija, un león quedó suelto y devoró al novio. La joven Diaz Velez se suicidó y dicen que todavía hoy se escuchan sollozos por su amor interrumpido.

Luego de la tragedia Diaz Velez se deshizo de los animales y en su lugar construyó estatuas de leones que hoy están en los jardines. Una de las estatuas es de un león atacando a un hombre .

LA TORRE DEL FANTASMA

En la Avenida Guillermo Brown y Wencelao Villafañe, en el barrio de la Boca, hay un edificio con una inmensa torre y una historia.

En esa casa vivía una pintora, Clementina, que una vez fue entrevistada por una periodista la que sacó fotos de sus cuadros.

En las fotografías aparecieron tres duendes que no estaban en el momento de capturar las imágenes.

Dice la leyenda que estos duendes se enojaron mucho y nunca dejaban a la joven pintora terminar su obra. Le escondían sus elementos de pintura y a veces las telas de los futuros cuadros aparecían con manchas.


La frustración y desesperación de Clementina fueron tan grandes que sin pensarlo un día se arrojó desde la torre al vacío y terminó con su vida.

Cuentan los vecinos que a veces se escuchan pasos en la noche que vienen de la torre donde la joven tenía su taller.

Y muchas otras historias que hacen a Buenos Aires una ciudad increíble.

CURIOSIDADES CULINARIAS DE BUENOS AIRES

POSTRE VIGILANTE

El postre vigilante (queso fresco con dulce de batata o membrillo) es bien porteño.
Dicen que adquirió su nombre allá por 1920 en una cantina de Palermo Viejo, muy frecuentada por los agentes de policía de una comisaría cercana.


DON PEDRO

Pedro, vecino y cliente del ya desaparecido restaurante Lo Prete de Saénz Peña al 700, en Monserrat, pedía como postre una bocha de helado de crema con el agregado de una medida de whisky. Al dueño del lugar le pareció interesante y pensó en ofrecer el postre a toda su clientela. La bautizó Don Pedro en homenaje a su cliente.
Cuenta la historia también que parece que el famoso Pedro no era un cliente sino el propio dueño Pedro Lo Prete que le ponía whisky al helado y no lo tomaba en un vaso para que sus hijos no lo retaran.

CHIMICHURRI

Es un condimento típicamente argentino. Hay muchas versiones del origen de la palabra.
Algunos dicen que los británicos hechos prisioneros a principios del siglo XIX tras las invasiones inglesas en el Río de la Plata, empleaban el término "give me curry" para denominar una salsa y que con el tiempo se convirtió en la palabra chimichurri.
Otra teoría es que un comerciante inglés llamado Jimmy Curry fue su inventor, palabra que con el uso derivó en chimichurri.

Nos estamos despidiendo de la Reina del Plata, mañana cruzaremos el río rumbo a Colonia en la República del Uruguay.

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Colonia del Sacramento es una ciudad colonial de Sudamérica, tiene un casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, sus calles son empedradas y apenas hay autos. Se caracteriza por su tranquilidad y pausas, sin el apuro de las ciudades.
Don Manuel de Lobo la fundó en 1680 y la llamó Nova Colonia do Santíssimo Sacramento. Fue el primer asentamiento de lo que hoy es Uruguay. A pesar de considerarse española, el príncipe don Pedro de Portugal quería fundar una ciudad para aprovechar el comercio y contrabando con Buenos Aires.
Siempre fue objetivo de la Gobernación del Río de la Plata, española, que muchas veces intentó conquistarla. Lo consiguió en varias ocasiones pero siempre por un motivo u otro volvía a ser portuguesa o española. Hasta llegó a ser colonia independiente durante diez años entre 1705 y 1715 e incluso británica.




La entrada al barrio histórico es la Muralla y la Puerta de la Ciudadela que fueron reconstruidas y que estaban allí desde 1745. En su reconstrucción se usaron piedras originales que se encontraron en la zona.
Hoy Colonia del Sacramento tiene una mezcla arquitectónica española y portuguesa.
El lugar más famoso es la Calle de los Suspiros, casi un callejón por su pequeño tamaño, y se mantiene tan en forma como cuando se fundó la ciudad.
Se dice que los condenados a muerte pasaban por allí suspirando camino a su ejecución y también había gran cantidad de prostíbulos a los que los marinos concurrían apenas llegaban a tierra suspirando ante las promesas de placer.





Callejear por el casco histórico es un verdadero placer, las antiguas casas, los coches antiguos, las calles empedradas, los faroles, las ventanas y sus flores, los talleres de los artistas y los artesanos.
La Basílica del Santísimo Sacramento es la más antigua de Uruguay. Y es muy bonita.




Si el día no está nublado y te subís al faro de colonia del Sacramento verás la desembocadura del Río de la Plata. Hay 118 escalones para llegar al mirador y abajo están las ruinas del convento de San Francisco que son las ruinas más antiguas del Uruguay. Es un faro que todavía está en funcionamiento y se construyó a mediados del siglo XIX.




Si visitás Colonia no podés de dejar de comer su famoso chivito uruguayo. Es un sándwich de carne con papas fritas y casi todo lo que uno se pueda imaginar. Tiene mayonesa, panceta, huevo frito, queso, maíz. Y también lechuga, tomate, morrones. Todo cabe en un chivito.
Desde Buenos Aires se puede viajar en ferry y tardan 1 hora los más rápidos. BuqueBus, Colonia Express son los más conocidos y varían los precios y horarios.
También otra opción diferente es ir a Tigre cruzar en barco hasta Carmelo en el Uruguay y desde allí en ómnibus hasta Colonia.
El alojamiento es variado y amplio. Hay posadas económicas, albergues en antiguas casas coloniales y hoteles de lujo.

Es un lugar para volver, no por mucho tiempo, pero sí muchas veces. Aunque sea una tarde para dar una vuelta.
Colonia del Sacramento te muestra las pequeñas cosas de la vida… como vivir sin apuro y ser amable. Una joyita uruguaya cerca de Buenos Aires.

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TILCARA – SAN SALVADOR DE JUJUY

Estamos otra vez en el departamento. Ayer llegamos de Colonia en el Uruguay. Nos levantamos temprano. A la mañana parte el avión hacia Salta. Fue un viaje corto y tranquilo. Llegamos al aeropuerto volando entre unas blancas y rosadas nubes que no dejaban ver hacia la tierra. Un taxi nos llevó a la ciudad. El ómnibus que iba a Tilcara demoraría dos horas así que fuimos al Patio de la Empanadas en la calle Esteco.
Jalena miraba asombrada las empanadas, parece que nunca las había comido. Jalena aunque hace poco vive en Argentina nació en Sarajevo - Bosnia y se está acostumbrando a vivir una cultura muy diferente.

-Qué lindas y doradas me dijo sorprendida.
-Pedí las clásicas de carne, jugosas y calentitas.
-Espero que la masa sea crocante y te guste.

Comimos un par cada uno y estaban para mi gusto muy sabrosas. La miré y enseguida me contestó:

-¡Qué ricas! , se parecen al burek que es la comida callejera de los Balcanes. Es una masa rellena de carne picada con cebolla y aromatizada con paprika, pimienta y canela, aunque también se rellena de espinaca o de queso y hierbas.
-Tienen gustos diferentes pero me gustan mucho y la sonrisa le iluminó la cara.

Salta Capital está a unos 200 km de Tilcara y el ómnibus tardó más de 3 horas. El viaje se hizo corto contemplando el paisaje que era increíble. Casas de adobe, capillas, arroyos, el campo árido, cálido y misterioso.

TILCARA

En un valle rodeado de montañas se fundó el 19 de abril de 1593 la ciudad de San Salvador de Jujuy.
En un marco natural su río Grande toma nuevos bríos recorriendo la extensa quebrada de Humahuaca.



Allí con su estilo colonial, calles angostas y cerros de formas extrañas y coloridas está Tilcara, un pueblo tranquilo y encantador.
Los extraños cactus o bien llamados cardones están como formaciones vigilantes apostados a lo largo de un pueblo con un singular paisaje indígena de creencias, leyendas y ritos paganos.




Allí vivieron los Tilcara que formaban parte de la Confederación política Omahuaca hace 900 años. En un clima seco y templado con vegetación pobre se dedicaron a la agricultura, el tejido y la alfarería.
Sus cuatro especies de camélidos, la llama y la alpaca como domésticos y la vicuña y los guanacos como silvestres eran muy importantes para las sociedades que habitaron y habitan hoy esta región.
Yendo hacia el pasado, 4.500 años A.C. las caravanas de llamas eran muy habituales en esos tiempos.



Y hoy sus descendientes siguen tejiendo maravillas con sus mantas multicolores y su alfarería rústica. La lana de las llamas, alpacas, guanacos y vicuñas fueron una de las mercancías más preciadas en la antigüedad. La conservación de los alimentos como la papa deshidratada (chuño), la carne seca (charqui) y las harinas de algarroba y de chañar) forman parte también de ese mundo cultural increíble.

-Sabés algo Jalena?

-Ahora después de centenares de años, se ponen de moda gracias a la alimentación orgánica.
El Pucará de Tilcara es uno de los numerosos poblados prehispánicos que se distribuyen a lo largo de la Quebrada de Humahuaca. Este sitio arqueológico se encuentra emplazado en la parte media de esta región, sobre un cerro de 70 metros de altura ubicado en la margen izquierda del Río Grande. Si bien fue definido como un Pucará (vocablo quechua que significa fortaleza o fuerte) no presenta construcciones defensivas.

Fue ocupado entre comienzos del primer milenio d.c. y el momento del contacto hispano - indígena. Presenta una gran concentración de estructuras arqueológicas y son parte de las antiguas viviendas, talleres, plazas, tumbas y espacios ceremoniales que habitaron los antiguos pobladores del Pucará.
En estos espacios los pobladores realizaban diferentes actividades como alimentarse, descansar y elaborar utensilios y herramientas para desarrollar trabajos vinculados a la producción metalúrgica, textil, lapidaria y alfarera.
La mística de sus tradiciones y costumbres autóctonas convierten a este
lugar en único.




TILCARA es caminar callecitas tranquilas, subir cerros de colores, aspirar el aroma de su tierra y respirar el aire puro de un lugar que está lejos del mundanal ruido.
Estamos rodeados de silencios espesos y de verdes espléndidos.



Con respecto al alojamiento y alimentos hay para todos los gustos y presupuestos: económicos para personas que lo tienen ajustado y son amantes de la vida sencilla y con altos precios para los que buscan otra manera de disfrutar su tiempo libre.

La paz y tranquilidad de la Quebrada se ofrece generosa a todos los que transitan su mágico paisaje.
Hoy nos levantamos temprano porque queríamos caminar hacia los cerros para ver el sol en el horizonte.
Nos costó encontrar el inicio del camino, preguntamos a la gente del lugar y algunas indicaciones nos confunden y vamos a parar a un sitio que no es.
Al final nos quedamos a mitad de camino de la subida al cerro esperando la salida del sol. Desde aquí hay unas vistas espectaculares del pueblo.
Unas pequeñas nubes hacen demorar la esperada aparición del sol que ilumina el pueblo y los cerros con su luz haciendo aún más mágica esta visión que ya llevábamos un buen rato contemplando.
Mañana nos espera Pumamarca, otro pueblito encantador de la Quebrada de Humahuaca.

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