![]() ![]() La Patagonia en el invierno de 2.024 ✏️ Blogs de America Sur
Viaje de algo más de tres semanas entre los meses de enero y febrero, tanto en la parte chilena como la argentinaAutor: Manurguez Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (8 Votos) Índice del Diario: La Patagonia en el invierno de 2.024
01: Llegada a Chile y traslado a la Región de Aysén
02: Las Capillas de Mármol y Cerro Castillo
03: Navegación al glaciar San Rafael y final de estancia en la Región de Aysén
04: Llegada a la Región de los Lagos. En el Parque Nacional Puyehue
05: El Parque Vicente Pérez Rosales. Los Saltos del Petrohué
06: Subida al volcán Osorno
07: El Parque Alerce Andino y llegada a Punta Arenas
08: Por Punta Arenas y la Isla Magdalena
09: La colonia de pingüino Rey de Bahía Inútil
10: Llegada al parque Torres del Paine y navegación al Glaciar Grey
11: El Lago Pehoé y el sendero al Mirador Cóndor
12: El Sendero Base las Torres
13: El Valle del Francés y ruta en coche por los miradores
14: Último día en el Torres del Paine. El Mirador Ferrier
15: En la parte argentina. El Calafate y El Glaciar Perito Moreno
16: Llegada a El Chaltén. En la Reserva Lago del Desierto
17: El Sendero Laguna Torre y final del viaje
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Etapas 10 a 12, total 17
![]() Llegada al parque Torres del Paine y navegación al Glaciar GreyViaje desde Punta Arenas al Parque Torres del Paine, con parada en Puerto Natales y navegación al glaciar Grey como primera actividad en el parque
A la mañana siguiente, volvimos al aeropuerto de Punta Arenas para recoger el coche de alquiler con el que íbamos en los siguientes días a recorrer el Torres del Paine y después pasar a Argentina para llegar hasta El Chaltén.
Ya llevábamos bastantes kilómetros al volante desde nuestra llegada a Chile y, salvo por lo inusual para nosotros de las carreteras de tierra, la conducción nos parecía segura y el estado del firme razonablemente bueno. Por eso nos llamó la atención, y también nos estremeció, ver tal cantidad de cruces en los arcenes con las fotografías de los fallecidos en accidentes, la mayor parte de gente joven. En otros casos eran pequeñas casas de madera con ofrendas y velas, pensamos que a modo de mausoleos donde se acogería el alma del difunto. No es ese exactamente su significado. Continuando el relato, dejamos Punta Arenas en dirección Norte, tomando la carretera 9, conocida como la Ruta del Fin del Mundo, que nos lleva en un cómodo viaje de tres horas a la localidad de Puerto Natales, que es punto estratégico para visitar el Campo de Hielo Patagónico Sur, tanto en su parte chilena como la argentina. Esta masa de hielo es la tercera del planeta en extensión, tras Groenlandia y la Antártida. En Puerto Natales nos pertrechamos de alimentos para los cinco días que íbamos a pasar en el parque, donde habíamos reservado una cabaña con cocina completa, ya que el abastecimiento dentro del Paine es escaso y los restaurantes quedan alejados y son excesivamente caros. Antes de marchar, llenamos el depósito de gasolina a tope, pues tampoco hay gasolineras ni en el parque ni en su entorno. Continuamos por la Ruta 9 hasta el desvío por la Y-290 que conduce, por la orilla del lago Toro, hasta el acceso sur al parque por la Portería Serrano, junto a la cual teníamos nuestro alojamiento. ![]() Al igual que muchos de los Parques Nacionales de Chile en que estuvimos, el Torres del Paine es de pago y los pases hay que comprarlos online y, al menos, un día antes de la llegada. En temporada alta es muy recomendable hacer la reserva con bastante antelación. Como el tiempo estaba algo lluvioso, dedicamos el resto de la tarde a informarnos del estado de los caminos (todos de ripio), los mejores senderos y cuándo hacerlos y en qué zona había más posibilidad de ver fauna, especialmente pumas. Al día siguiente, teníamos contratada la navegación al glaciar Grey. El día había amanecido con el cielo muy limpio, pero con algo de viento. Hicimos unos 45 minutos por carretera de ripio hasta el Hotel Grey, a orillas del Lago Grey, que era el punto de encuentro para embarcar. ![]() Desde el hotel hay que hacer una caminata de una media hora, primero a través de un bosque y después a través de la barra arenosa que separa el lago del río Grey, por el que desagua, y que lleva hasta el embarcadero del ferry que hace la navegación. ![]() La navegación toma unas tres horas en total, acercándonos a las tres lenguas en que se divide el glaciar en su llegada al lago. En función de las condiciones del viento, se puede salir o no a la cubierta durante la travesía. Cuando las condiciones son muy desfavorables, directamente se suspende la navegación. Nosotros hicimos la primera parte en la cabina, a través de cuyos ventanales podíamos ver acercarse los primeros grandes bloques de hielo desprendidos del glaciar y también como el oleaje arreciaba. Acercándonos a la primera lengua, autorizaron para salir a cubierta, que se masificó de golpe. El viento soplaba con fuerza y hacía bastante frío. ![]() El ferry no hizo un gran acercamiento al frente del glaciar y, al poco, tomó marcha atrás, lo que nos dejó un poco desconcertados, pensando si con esto terminaba la visita. Pero al poco volvió a virar y tomamos dirección a la lengua central del glaciar, que se encuentra separada de la anterior por un promontorio rocoso que se llama La Isla. ![]() Aquí sí nos acercamos al frente del glaciar hasta el punto que algunas personas tocaron el hielo con las manos. Estuvimos un buen rato maniobrando hacia derecha e izquierda para que todo el mundo pudiera tener buenas vistas desde la barandilla de cubierta o en los ventanales de la cabina. Después el barco se acercó a la tercera lengua y estuvo haciendo las mismas maniobras antes de emprender el retorno. ![]() En el camino de vuelta, el viento arreció de lo lindo y, pasando por la barra arenosa hacia el hotel, había que hacer esfuerzo para que las rachas no te arrastraran. Por allí vimos volar gorros y orejeras como si fueran cometas. Finalizada esta excursión, nos quedaba aún toda tarde de ese día por delante, que la íbamos a emplear en hacer un sendero corto, que relato en la próxima etapa del diario. Etapas 10 a 12, total 17
![]() El Lago Pehoé y el sendero al Mirador CóndorRecorrido en coche por la orilla del lago Pehoé y subida al Mirador Cóndor, como primera ruta de senderismo en el parque
Terminada la navegación, decidimos hacer el primer sendero de los varios que teníamos previstos en el parque y elegimos empezar por uno corto, el sendero al Mirador Cóndor, de una hora y media de duración, ida y vuelta, con un desnivel total de 200 metros.
Para ir hasta allí, siempre por carreteras de ripio, teníamos que retornar hacia el sur y llegar al lago Pehoé y pasar el puente Weber, que une la parte oeste del parque con la oriental. En el camino de vuelta, paramos en las praderas a orillas del río Grey para tomar un bocadillo y empezar a disfrutar de las magníficas vistas que ofrece el parque desde cualquiera de sus rincones, algo que sería una constante en todos los días de nuestra estancia. ![]() También nos topamos con la primera manada de guanacos, que son de la misma familia que las llamas y los camellos y presa favorita de los pumas. Aunque también los vimos en días sucesivos, no resultaron tan fáciles de ver como pensábamos, especialmente en manadas. ![]() El sendero al Mirador Cóndor empieza desde la carretera Y-150, en la orilla del lago Pehoé, donde ya hay unas espectaculares vistas del lago en tosa su extensión y los Cuernos del Paine al fondo. ![]() Todo el camino de ida es en ascenso, pero no dificultoso, con una vegetación de monte bajo que permite observar el paisaje del entorno. ![]() Desde arriba, se tienen amplias vistas de todo el lago y de los macizos montañosos nevados. El descenso se hace por el mismo camino que la subida. ![]() Este sendero fue un entrenamiento para los próximos días que fueron de largas caminatas. Lo próximo que nos tocaba era el reto de completar el sendero Base Las Torres. De regreso a la carretera, para terminar la jornada, nos acercamos al Mirador Pehoé, justo al lado del puente de madera que da acceso al islote donde está la hostería del mismo nombre, sin duda, un lugar privilegiado para alojarse. ![]() Etapas 10 a 12, total 17
![]() El Sendero Base las TorresJornada dedicada a hacer el sendero Base las Torres, que lleva hasta la laguna Las Torres, al pie de las tres agujas rocosas que son uno de los iconos del parque
Hacer la caminata del Sendero Base Las Torres es uno de los objetivos predilectos de los visitantes al Parque de las Torres del Paine y un auténtico reto para los no profesionales del senderismo, como es nuestro caso.
El Sendero Base Las Torres parte de Hotel Las Torres, pero para llegar hasta él hay que caminar un kilómetro y medio desde los aparcamientos junto al camping. En total, son 9 kilómetros hasta llegar al Mirador Base Las Torres, salvando un desnivel de 740 metros. El tiempo estimado para el camino de ida es de 4 horas y media, y está catalogado de dificultad media para las primeras tres horas y media y de dificultad alta para la última hora, desde la Guardería Torres hasta el Mirador. La vuelta se hace por el mismo camino que la ida. Ya habíamos sido advertidos que, en temporada alta, el sendero está más que concurrido y la recomendación, la habitual: empezar muy temprano para evitar la avalancha de media mañana, cuando llegan los autobuses desde Puerto Natales y desde El Calafate, en la parte argentina. Nos dimos un madrugón importante para cubrir la hora y media conduciendo que separaba nuestra cabaña del parking de la zona de acampada, máximo acercamiento en vehículo al inicio del sendero. Nos fuimos con lo esencial: varias capas de ropa para lluvia y viento, una mochila con un bocadillo, fruta y una pequeña botella de agua. Por el camino hay sitios más que sobrados donde reponer con el agua del glaciar. Mi cámara se quedó atrás. Nos valimos sólo de nuestros móviles para las fotos de la jornada. Al inicio del camino también había una buena selección de palos de ramas de árbol utilizadas por anteriores senderistas como apoyo para la caminata. Yo me hice de una de ellas y me fue más que suficiente para toda la excursión. La mañana empezó algo lluviosa pero sin viento y nos unimos a los primeros grupos de madrugadores para comenzar la caminata. La idea era ir a nuestro ritmo, sin intentar seguir a los que veíamos que iban más rápido, pero sin hacer más pausas que las necesarias para recuperar el aliento después de un repecho. El primer kilómetro es en ligero descenso, hasta llegar al río Ascencio, pasado el puente colgante, se empieza la subida por el valle de este mismo río. ![]() Se trata de un repecho con una subida continua, en la que, paulatinamente, se va viendo el cauce del río cada vez más abajo. Esta parte del recorrido es de escasa arboleda y, en algunos tramos, transcurre por los derrubios del pie de monte. De tanto en tanto, hay letreros advirtiendo del peligro ocasional por las fuertes rachas de viento. En esta parte del itinerario, el pequeño grupo que se formó al inicio se había deshecho y marchábamos solos, pasando y siendo pasados según el ritmo de cada uno. ![]() La entrada en el bosque coincide con un ligero descenso hasta llegar al puente que nos pasa, de nuevo, a la margen derecha del río. En este punto se encuentra el Refugio Chileno, lugar muy concurrido donde se pueden reponer fuerzas y beber o comer algo caliente. Hasta aquí pueden llegar también los que deciden hacer la primera parte del recorrido a caballo, el resto ya lo tienen que hacer a pie. Llevábamos una hora y media de camino y paramos sólo para tomarnos un zumo y reemprender la marcha rápido para no dejar que los músculos se enfriasen. ![]() Desde el refugio, el sendero discurre por la orilla del río, dentro de la arboleda y con cambios a una y otra margen. Esta es la parte más fácil del camino y permite un respiro para lo que viene a continuación. Un nuevo puente, junto a la Guardería Torres, nos pasa a la margen izquierda y se inicia aquí el tramo realmente duro del sendero. Se sube ya por los bloques graníticos de la antigua morrena del glaciar, que son como grandes escalones de una escalera casi interminable. La primera parte es aún dentro del bosque, lo cual protege tanto del sol (este día no) como del viento. Después se sale del bosque y se entra en la parte más difícil del ascenso, en un canchal con derrubios sueltos que propician los resbalones. Esta parte está completamente expuesta al viento. Los días de fuerte temporal, resulta muy peligroso por el riesgo de ser arrastrados. Nosotros lo hicimos con viento moderado. ![]() Y, por fin, se tiene ya la primera vista de la Laguna Las Torres. A partir de aquí, todavía queda un trecho de camino zigzagueante entre bloques graníticos, hasta llegar al mirador, que marca el fin del sendero. En total, incluida la pequeña parada en el Refugio Chileno, empleamos tres horas y cuarenta minutos en todo el recorrido de ida. Es decir, cincuenta minutos menos de lo previsto. Hubo otros que lo debieron hacer en bastante menos, sobre todo unos pocos que iban haciendo el recorrido corriendo, que debían de estar preparándose para pruebas de resistencia extrema. ![]() Como se ve en las fotos, tanto en el sendero como ya en el mirador, no había mucha gente. El madrugón había merecido la pena, así que nos tomamos nuestro tiempo para hacernos todas las fotos del mundo, charlar con la gente y descansar un rato. A resguardo, porque el viento empezaba a arreciar y hacía cada vez más frío. ![]() El espacio en el mirador es pequeño y la afluencia empezó a aumentar al mismo tiempo que el viento, así que era el momento de emprender el retorno. El camino de vuelta nos lo tomamos con tranquilidad, entre otras cosas porque había que pararse con frecuencia para que pasaran los grupos que iban subiendo. En el Refugio Chileno nos tomamos un café caliente, que nos vino muy bien porque el verano en estas latitudes no se corresponden en nada a lo que nosotros entendemos por ese término. Cuando salimos del bosque, ya con las vistas al lago Sarmiento, entendimos muy bien el porqué de los letreros advirtiendo de los vientos. Algunas rachas nos obligaron a ponernos en cuclillas porque parecía que íbamos a rodar ladera abajo. En total, fueron nueve horas de senderismo, incluyendo las paradas y el tiempo que estuvimos en el mirador, que fue algo más de una hora. En el camino de vuelta a nuestra cabaña, todavía tuvimos la suerte de ver un puma en el sector de laguna Amarga. El conductor de un microbús turístico nos indicó hacia lo alto de una loma. donde lo vimos pararse, mirar hacia toda la fila de coches que se habían detenido para verlo y después continuar tranquilamente hasta desaparecer. Al parecer, los primeros que llegaron lo vieron cruzar la carretera. Todavía nos quedaban dos días más de estancia en el parque, dedicados a recorrer miradores y, sobre todo, a hacer senderismo, lo que contaré en las siguientes jornadas. Etapas 10 a 12, total 17
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