Doble crucero por Egipto ✏️ Blogs de Egipto

Sí, es cierto, no puedo quejarme. El 18 de diciembre de 2008 volví de uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida, Argentina. El día 18 de diciembre de 2009 volví de pasar 12 días en Egipto, tras visitar, en el período de tiempo entre uno y otro, Escocia, Nueva York, dos veces París y alguna que otra escapada nacional (San Sebastián, Cantabria, Oviedo, Valladolid, León, naturaleza en Extremadura…). Hay que aprovechar antes de tener niños…

Como siempre, os dejo una guía de viaje con consejos y anotaciones varias, aparte de mi diario.


Cómo viajar

Hay varios tipos de viaje que puedes hacer. El primero, más típico, es contratar uno de esos circuitos casi-todo-incluido, en los que te despreocupas de organizar cualquier cosa y únicamente tienes que decidir la calidad de los alojamientos y alguna que otra excursión no incluida inicialmente. Las ventajas se basan en que te lo dan todo organizado, tienes explicaciones de todo lo que ves, etc. Por el contrario, estás muy atado a lo que el grupo quiera y es frecuente encontrar multitud de turistas en cada destino. Recomendado sobre todo para gente cómoda, gente algo más mayor que no se desenvuelva en ambientes distintos a los habituales, etc.

De otro modo, se puede optar por algo organizado, pero en plan aventura, saliendo de los destinos típicos y por consiguiente, encontrando menos tumulto a la hora de visitarlos.

Una tercera opción es contratar por tu cuenta desplazamientos y hotel y apañártelas en cada destino. Para ello recomiendo ir muy bien preparado organizativamente, porque Egipto, como la mayoría de los países árabes, es otro mundo.

Elegimos la primera opción, si bien he de decir que determinadas excursiones en El Cairo bien podríamos haberlas hecho por nuestra cuenta si hubiésemos tenido tiempo de prepararlas en España.

Paquetes de viaje

Por lo general y al margen de extensiones a la playa, crucero adicional por el lago Nasser, buceo y cosas por el estilo, los paquetes incluyen un crucero por el Nilo de unos 4 días. Los lunes se llega a Luxor y el crucero va dirección sur hasta Aswan. Los viernes, por el contrario, se llega a Aswan y hace el recorrido inverso. El crucero es exactamente el mismo.

Agencias y mayoristas

Según tengo entendido, el mejor mayorista para Egipto es Royal Vacaciones. Lo cierto es que no nos decepcionó y tanto guías (fundamental) como alojamientos y transportes fueron bastante buenos.

Lo que hicimos fue meternos en su web, descargarnos el catálogo, elegir paquete vacacional, buscar agencias afiliadas (en la misma web) y empezar a mandar correos pidiendo presupuesto. El mejor postor se llevó el gato al agua.

Dónde alojarse

En los catálogos (sean de Royal o de otros mayoristas) vienen los hoteles y motonaves. El tema de las categorías es un verdadero lío porque hay chorrocientasmil. Lo mejor es guiarse por comentarios de gente conocida y afín a tus gustos. Luego puedes meterte en foros de Internet y seguir investigando, pero hay que tener en cuenta que en todos ellos escribimos gente muy variopinta y mis gustos y exigencias pueden no coincidir con los tuyos.

Sí he de decir que en un país como Egipto en el que buena parte de los turistas acaban con diarreas debido a las comidas y el agua, es importante elegir un buen barco y un buen hotel.

Dicho lo cual, aconsejo:

Para el crucero por el Nilo: Amarante Isis, Amarante Osiris (naves gemelas) o el Nile Crown II (importante, no el I ni el III). Estuvimos en la Amarante Osiris y la comida es sota, caballo y rey, pero está bien y nadie sufrió inclemencias gastrointestinales. Limpio, etc.
Para el crucero por el lago Nasser, no tendréis mucha opción, pero el Eugenie está fenomenal. La gente de la recepción es bastante desagradable y seca, pero el resto del servicio es muy atento y la comida es muy buena (aunque tampoco hay excesiva variedad).
Para el hotel de El Cairo: Semiramis sin duda. Céntrico (a 5 minutos del Museo Egipcio), de categoría excepcional, desayuno buffet increíble, habitaciones de lujo…

Desaconsejo categorías de motonaves por debajo de las medias-altas y cualquier hotel de El Cairo que huela a “Pirámides”. Están todos lejos del centro y acarrearán atascos y gastos adicionales en taxis.

El idioma

Los egipcios que te sueles encontrar chapurrean cualquier cosa. Su negocio es venderle cualquier historia al turista, así que se buscan la vida. Fuera de lo turístico, ni papa de inglés, francés o español, salvo raras excepciones.

Los egipcios

El turista está muy protegido. Personalmente no hemos tenido ningún tipo de problema en cuanto a seguridad y la gente ha sido muy amable. Eso sí, en los mercados intentarán venderte lo que sea, partiendo de precios engañosos. Es su negocio y su forma de ser, pero no existe más peligro alguno que desembolsar, por propia voluntad, más dinero del que realmente valen las cosas.

Cuidado con las mujeres en los mercados. Suelen tomarles las medidas de las chilabas “a mano”… ya nos entendemos.

Lo dicho, gente amable, aunque hay que tener precauciones como en todos sitios y recordar que es un país árabe, con todo lo que conlleva.

La policía

Egipto está plagado de policía. Desde el punto de vista de la seguridad personal es algo bueno. Nos sentimos bastante bien. No obstante, veréis que es habitual que exijan mordidas a los guías por hacer cualquier cosa (parar el bus para dejar a los turistas en un determinado sitio, recoger a los turistas en otro, pasar por una calle, facturar tu equipaje en el aeropuerto… sí, sí, como lo cuento). Cuando fuimos solos nadie nos pidió nada, pero no aseguro que eso se cumpla siempre. Tenedlo en cuenta para no asustaros si os pasa. Generalmente con uno o dos eurillos es más que suficiente, así que tampoco es un desembolso grave.

Por cierto, es muy complicado encontrar a algún policía que hable inglés o francés (ni hablar del español), así que poned a prueba vuestra habilidad para gesticular.

Trastornos intestinales

Lo cierto es que todo se reduce a diarreas y consiguiente deshidratación, debido fundamentalmente a tres factores: el cambio en el tipo de comida, la falta de higiene en algunos productos básicos y el calor.

Por un lado, daos cuenta que pasamos de comer dieta mediterránea suave a alimentos muy condimentados y a veces mal conservados. Por otro lado, el agua no es la mejor del mundo, así que mucho ojo con beber agua del grifo, tomar refrescos con hielo o tomar té por ahí. El té es lo que menos importa, porque es agua hervida, pero os puede dar un chunguillo al estómago.

Si además somos un poco guarretes y no nos lavamos las manos lo suficiente, es bastante probable que acaben en la comida y después, en el estómago.

Tened cuidado con lo que coméis y bebéis (que sean sitios de garantía como hoteles, barcos o restaurantes decentes, evitad los puestos callejeros y ojo con el zumo del desayuno… preguntad si está hecho con agua mineral). Intentad, en la medida de lo posible, lavaros los dientes con agua mineral. Lavaos las manos siempre que podáis y siempre antes de las comidas.

Por si acaso, es importante llevar suero (Sueroral, en farmacias, a disolver siempre en agua mineral), algún antidiarreico tipo Fortasec y quizá algún jabón de esos en gel, que no necesitan agua. Si os entra diarrea, no dejéis de beber suero, porque con el calor os deshidrataréis y acabaréis mal.

Cuándo ir

Las mejores fechas para ir son en nuestro invierno. Nosotros fuimos del 7 al 18 de diciembre y el calor era muy llevadero. Hasta tal punto que en más de una ocasión íbamos con un forro polar. De otro modo, soportaréis temperaturas muy elevadas.

Además, la cantidad de turistas se incrementa en los meses de verano, así que hacer este tipo de viaje fuera de las fechas habituales hace que estéis más cómodos en cuanto a cantidad de gente.

Cómo desplazarse

Se entra y sale del país, típicamente, en avión. Los desplazamientos dentro se suelen hacer en barco o autobús, salvo los largos (Luxor-El Cairo o Aswán-El Cairo) que se hacen en avión.

Además, la típica excursión a Abu Simbel tiene la opción del autobús o el avión. En bus suele costar unos 100€ por persona y el avión, cerca de 200€. No por hacerlo en avión es más cómodo o se madruga menos. Es prácticamente igual. La diferencia es que el trayecto en sí dura menos, pero entre desplazamientos al aeropuerto, esperas, etc., es lo mismo por un lado o por otro.

En bus os levantan a eso de las 2 de la mañana. El autobús viaja en un convoy militar dirigido por el ejército egipcio. Ellos ponen las horas y las normas. No hay modo de hacer el viaje de otra forma, así que será inútil que protestéis al guía diciendo que es muy pronto. El viaje dura cerca de 5 horas.

Comer y beber

Aparte de lo mencionado en cuanto a los trastornos digestivos, al dieta allí es bastante pobre, en cuanto a variedad. Quitando cerdo, que no comen ni cocinan, encontraréis pasta y arroz en todos los buffet, ternera y cordero. Fuera de ello, unos pescados de sabor sospechoso (diría que eran del Nilo, jejeje). Además, dulces muy ricos. El vino es apestoso (cuando lo hay) y la cerveza es normalita, si consigues un sitio en el que la sirvan.

Dinero y propinas

La libra egipcia es la moneda oficial. No la podéis conseguir más que allí, así que no intentéis cambiarla en un banco español.

No obstante, allí el euro es comúnmente aceptado… con matices. Veamos, nosotros no cambiamos libras hasta llegar a El Cairo. En el resto de los destinos, sólo necesitas dinero para los mercados y en todos te aceptan euros. En El Cairo, depende. El Museo egipcio, los taxis (por lo general), las mezquitas y esos sitios, sólo cogen libras. Los comerciantes, depende. Habrá quien coja euros. No obstante, mi consejo es que en el propio hotel o en cualquier casa de cambio oficial cambiéis libras, pero ya en El Cairo, repito. Hay cajeros en los hoteles en los que metes los euros y te devuelve libras. Antes de salir de España echadle un vistazo al cambio para ver cómo está.

Consejos:

1. No merece la pena llevar dólares.
2. No aceptéis que os cambien por la calle. Ni de euros a libras, ni de libras a euros, ni que os den monedas por billetes. Las monedas de una y dos libras son bastante parecidas a los euros y os timarán seguro, SIEMPRE.
3. A ellos en los bancos no les cogen las monedas de euro, así que están deseosos de que les deis billetes en lugar de monedas. Es decisión de cada uno, pero si pagáis con billetes, ojo al cambio. Que os lo den antes de soltar vosotros el billete.

Compras

Los mercados son fabulosos… para el turista típico. Por lo general venden pañuelos muy bonitos HECHOS EN LA INDIA, figuritas de un material negro que venderán como ónix, pero que son de pasta de resina HECHAS EN CHINA, o de un material blanco que dicen que es alabastro, pero que vete a saber de qué son.

Las cosas buenas, cuestan más. En seguida notaréis la diferencia, pero en general no es más que un “Todo a 1 euro” gigante.

El regateo. Ese bello arte de engañar y ser engañado.

Veréis, después de comprar cualquier cosa, se queda una sensación de “me está engañando, lo sé”. Por eso el secreto del regateo es fijar tú el precio que consideras justo pagar por un artículo. El vendedor pondrá un precio de salida muy, muy superior al precio justo. Lo mejor es fijar el precio y mostrar indiferencia. Pongamos un ejemplo real, que me ocurrió.

Quiero comprar un conjunto de figuritas.

¿Cuánto?
280 (libras) amigo.
Jojojojo, ¿pero qué dices tío? Me estás timando. Te doy 50.
Nooooo, imposible amigo. Esto bueno. Otros malo, este bueno, piedra, ónix, mira, mira (y lo golpea contra el suelo, sin conseguir hacerle ni una rajita, lo cual me hace pensar que quizá es realmente bueno… pero la lógica me dice que no).
Que no, que no macho, ni de coña. Te doy 50.
No, no, no… éste bueno amigo, no puedo.

Así un rato.

Bueno amigo, cuánto pagas.
Te he dicho que te doy 50, ni una más.
No, no, bajo a 250.
¿Quieres 50 o me voy?

Total, que el colega, viendo que me piro, empieza a remolonear, baja un poco más, varias cantidades, 200, 180, 130, 100. Su última palabra, 100.

Bueno, pues entonces adiós tío, no pago más de 55 por ellos.
Bueno, espera amigo, vamos a hablar con el jefe.

Me lleva a otra tienda donde está su jefe. Le explica la movida y yo pasando de ellos dos, indiferente total.

Amigo, 100.
Que no tío, hasta luego, ¿para eso me haces venir?

Total, tira y afloja un poco más, el tío me pone mala cara y al final, con un gesto despectivo y después de gritarme varias veces “¡¡60, pero cómo discutes por 5 libras!!”, acepta 55 libras.

La pregunta es, ¿si realmente fueran de la mejor calidad, creéis que las hubiera vendido por 55? Como podéis observar, aunque en otros países el consejo es empezar ofreciendo la mitad del precio fijado inicialmente, aquí suben muchísimo el precio para todo.

Lo dicho, el secreto es la indiferencia. Le dices lo que quieres pagar y si no te lo acepta, te vas. Si te lo quiere y puede vender a ese precio, ya se encargará él de seguirte e ir rebajando el precio.

Una reflexión: al final acabas regateando por una cuestión de orgullo, ya que la discusión final se reduce a entre 1 y 3€…

La tienda de Jordi

En el bazar Khan el Khalili existe un personaje que se hace llamar Jordi y al que todos los tenderos odian a muerte. Éste hombre un buen día decidió viajar por el mundo y en un determinado período de tiempo (un año aproximadamente) se detuvo en Barcelona, de ahí su apodo. Jordi tiene un grupito de tiendas en la parte superior de una casa. En cada una de ellas vende un tipo de artículos, todos ellos como recopilatorio de todo lo que se vende en el bazar. La particularidad de sus tiendas es que tienen precio fijado de antemano, jactándose de ser el más bajo del bazar (de ahí el odio del resto), mientras que en el resto puedes regatear. Al final, lo que te encuentras es un “todo a 100” con cientos de chorradas empaquetadas en papel celofán, con el precio en la etiqueta, lleno de catalanes que por el nombre se sienten más cómodos. No es despectivo, pero me pareció curioso que estuviera tan lleno de gente procedente de Cataluña. Al final, y lo digo por experiencia propia, lo mejor es darse un garbeo por la tienda, ver lo que te interesa, quedarte con el precio y regatear en el resto en base a ese precio. Si lo haces bien, sacarás lo mismo más barato en otro sitio. Por cierto, los dependientes de Jordi muy agradables y te atienden en español.


Taxis

Los taxis en El Cairo son de tres tipos.

Los blancos van con taxímetro. Tarifas normales tirando a elevadas.

Los amarillos son bastante caros, aunque nada comparable a algo en España, claro.

Los mejores son los negros. Son viejos y sucios… pero muy auténticos y mola regatear el precio con ellos. La táctica es la misma que en las tiendas.

Desde un hotel céntrico (Semiramis) hasta el Bazar Khan el Khalili o la Ciudadela, no más de 15-20 libras egipcias.

Fiestas

El viernes es fiesta. Es como intentar salir en domingo. Hay pocas cosas abiertas y poco ambiente. Una ventaja, no hay tráfico.

El cuidado del arte

En anteriores relatos he comentado lo estúpida, irresponsable, cafre, ignorante (y demás calificativos) que es la gente cuando viaja. ¿Por qué (una vez más lo diré) necesitamos tocar con los deditos las cosas que vemos? Mirad, no es lo mismo ir por el campo y tocar un árbol con la mano o incluso (y no digo que esté bien), arrancar una flor, que ir a un templo de 5.000 años y rascar con la uña una pintura o un grabado. Apoyar la espalda cuando te están contando la historia del lugar, pasar la mano mientras caminas por un pasillo o dejar nuestra firma para que otros miles de visitantes vean que alguien llamado como nosotros pasó por allí antes, es tan absurdo como estúpido.

Si después de 5.000 años veamos templos destruidos por el paso del tiempo, habiendo permanecido bajo la arena 3 ó 4.000 años, ¿por qué no nos paramos a pensar cómo estarán dentro de simplemente 25 años, si los miles de visitantes tocan con sus manos los grabados?

Desde aquí hago un llamamiento para que, por un lado, dejemos de hacer eso y por otro, para que si vemos que alguien lo hace, le llamemos la atención.

Excursiones

En todos los paquetes te incluyen algunas excursiones y de no hacerlo, durante el propio viaje los guías os ofrecerán excursiones adicionales a diferentes precios. Desde mi punto de vista, hay algunas recomendables, otras nada recomendables y algunas de ellas que se pueden hacer por tu cuenta.

De todos modos, en El Cairo existe la posibilidad de contratar a algún taxista para que te haga de transporte y guía en la ciudad, por poca pasta. Aquí no daré mi opinión, porque sinceramente aún no la tengo formada. Eso sí, trillados muchos foros sobre el tema, extraigo algunas conclusiones:

- Existe un tal Aladino que debe ser el megacrack del asunto. Te lleva, te trae, te cuenta, te recuenta, te invita, es majo y económico. Como el negocio le ha ido bien, el colega tiene toda una flota de Aladinos (hijos, amigos, primos, hermanos, etc.). En esa amplitud, hay de todo. El que tima, el borde, el que cobra de más, el que te deja tirado… y los que son como el original, majetes y completos. Hay mil direcciones de correo y formas de localizar al tal Aladino (o a sus homólogos).
- Como el asunto de los Aladinos va de coña, ahora debe haber en El Cairo bastantes Aladinos que nada tienen que ver con el original, con idénticos resultados (los buenos y los malos).
- Por muy buenos que sean, no son guías, así que la calidad de sus explicaciones forzosamente se tiene que ver perjudicada.
- Los guías oficiales te darán, por lo general, una mala opinión. Al final, les quitan trabajo de una manera algo underground…
- En todos los foros de Internet encontraréis opiniones de gente a la que le fue genial con un taxista, que en el precio incluía entradas, comidas, bebidas, tansporte, explicaciones… todo. Y opiniones que son todo lo contrario. Al que cada dos por tres le pedía pasta, el que tuvo que costearse las entradas por su cuenta, al que le dejaron tirado en medio de la ciudad… para gustos los colores y si además le añadimos la cantidad tan variopinta de Aladinos, la cosa se multiplica.

---

DÍA 1. LUNES 7 DE DICIEMBRE DE 2009

El lunes es un día prácticamente perdido. Al ser vuelos de tipo chárter, es muy complicado conseguir un vuelo que salga pronto y llegue pronto como para aprovechar este día.

El vuelo salió al mediodía y llegó por la tarde-noche, entre retrasos y demás, a cenar.

Generalmente los barcos suelen incluir la cena del primer día, si la llegada es antes de las 20:00. Si es más tarde, depende del barco, aunque generalmente suelen dejarte en la habitación una cena fría a base de unos pequeños bocadillos. Mi consejo es que llevéis un bocata desde casa… que os sabrá más rico incluso después de varias horas en la mochila.

DÍA 2. MARTES 8 DE DICIEMBRE DE 2009

El “primer” día allí nos levantaron bastante pronto, cerca de las 5 de la mañana. Este día hay que ver muchas cosas y los barcos zarpan hacia el siguiente destino entre 13:00 y 13:30.

Una vez en el autobús que nos acompañaría en nuestra etapa, la primera parada la hicimos junto a los Colosos de Memnon.


La segunda parada la hicimos para visitar el Templo de la reina Hatseptsut. La panorámica es excepcional, con el templo enclavado a los pies de un gran circo de roca. Si además le añadimos que no había mucha gente, al visita fue magnífica.


Del templo, fuimos al Valle de los reyes. En principio, supone una pequeña decepción. Cuando oyes hablar del Valle de los reyes piensas en algo señorial, enorme, colosal… y cuando llegas, te encuentras con una cantera de gravilla. Veamos, el famoso valle no es más que un montón de piedras en medio del desierto. Lo que ocurre es que esas piedras tienen unos agujeros que descubren tumbas maravillosas. Pinturas perfectamente conservadas y antiguos sarcófagos.

La visita se organiza de tal modo que la entrada te da derecho a visitar tres tumbas, Tutankamón aparte. Nosotros visitamos la de Ramsés VI, Ramsés III y Ramsés I. Las tres distintas, pero todas con su encanto. La opción de Tutankamón no la valoramos, porque por lo visto no tiene nada más que las anteriores y sí algo menos.

Tras el Valle de los reyes le llegó el turno al Templo de Luxor. La verdad es que siempre piensas que este tipo de templos estarán en medio del desierto, pero muy al contrario, lo encuentras en medio de una ciudad como el que va por León y llega a la catedral. Este templo forma parte de eso que llamamos “el impresionante Egipto”. Ya la entrada da muestras de lo colosal que supone. Ver los grabados, los restos de las estatuas, las columnas… increíble. Y si además tenemos en cuenta el paso del tiempo y de las diferentes culturas, la sensación es fenomenal.

El Templo de Karnak. Al igual que nos venía ocurriendo (y quizá influenciados por el cine y las versiones modernas de “La momia”, con Brendan Fraser), pensábamos que a Karnak llegaríamos atravesando dunas. Sin embargo, el complejo de Karnak lo encuentras atravesando una enorme plaza. Como ya pasó con Luxor, el templo es una maravilla arquitectónica y entre sus ruinas te das cuenta de cómo debió ser en la antigüedad.

Del templo de Karnak, al barco, a comenzar la navegación hacia Edfú, atravesando la esclusa de Esna.

DÍA 3. MIÉRCOLES 9 DE DICIEMBRE DE 2009

Amanecimos en Edfú a una hora más apropiada y menos intempestiva. Desayuno y a visitar el Templo de Edfú, dedicado al dios Horus.


En este templo pudimos contemplar los mejores (a nuestro juicio) grabados. Magnífico… enorme… y lleno de gente. Viendo la cantidad de gente que había, no quisimos ni pensar cuánta gente habría en verano. Al salir, tuvimos que atravesar el mercadillo anejo y sufrir el acoso de los vendedores. Aconsejo (aquí sí), llevar todo bien agarrado, incluso a vuestras parejas femeninas. Siento ser machista en este aspecto, pero chicas, si no queréis que conozcan vuestro cuerpo de “primera mano”, agarraos a un compañero masculino que les mire con cara de “si la tocas, te toco”.

De allí, al barco, para navegar hacia Kom Ombo.

Llegamos a Kom Ombo al atardecer. El templo no es tan espectacular como los anteriores, pero tiene algo especial, al escuchar su historia y para quién estaba construido.


Al salir, un buen y agobiante mercadillo de esos que, como digo, te toman las medidas a mano.

Varios consejos aquí.

Chilabas. Los vendedores saben que este día tendréis fiesta de chilabas en el barco, así que estarán como locos por venderos una. Las chilabas malas valen de 3 a 5€. Las mejores, son más caras, lógicamente (a partir de 10€). Se nota enseguida cuáles son las buenas y cuáles las malas. El caso es que os dirán “chilaba 1€” y os la tirarán al hombro. Sin problema, la cogéis y se la devolvéis. Si no la aceptan, educadamente la dejáis sobre el poyete que hay frente a los puestos. Si la aceptáis a 1€, lo más probable es que os digan que sí, que muy bien, pero que faltan 10€. Vamos, un engañabobos…

Por lo demás, un mercadillo normal. Prefiero el de Aswan.

Si os apetece, junto al mercadillo hay algunos sitios para tomar el té, con música en vivo.

De ahí, a cenar al barco mientras navegaba a Aswan.


DÍA 4. JUEVES 10 DE DICIEMBRE DE 2009

Aswan es un destino sin mucho que ofrecer, sinceramente. Este día pasó sin pena ni gloria, salvo por el mercado, que aparte de acogedor, es muy grande y tiene de todo. Vayamos por partes.

La presa. La presa de Aswan es una obra arquitectónica de la que los egipcios están muy orgullosos. Personalmente y al margen de lo que político y económicamente implique, me parece simplemente un muro de piedra al que te llevan a ver, pero que no me aporta absolutamente nada.

Las fábricas de esencias. Típica visita donde te enseñan lo magníficos e hipermaravillosos que son sus perfumes y esencias, para posteriormente venderte algo. La mayoría acaban comprando algo que no usará en España, pero bueno, vosotros mismos. Me recordó a la fábrica de rosa mosqueta en Bariloche (mirad mi diario de Argentina).

El paseo en faluca. Dar una vuelta en una barca, para el que no lo haya hecho nunca, pues bien. Pero vamos, que no es ni divertido, ni emocionante ni nada. Nosotros nos sentimos como al niño que le suben al burro, le dan una vuelta a la manzana y se acabó.


El pueblo nubio. El mayor timo de Aswan. Te llevan en una barca, te bajan en medio de un camino, en el que decenas de niños te asaltan, porque saben que llevas bolígrafos, caramelos o euros sueltos. Niños de esos que saben latín, para qué engañarnos. Te llevan por una calle en el que hay un mercadillo con las mismas cosas que en otros sitios. Las tres o cuatro mujeres nubias se ríen de ti, como tú te reirías del típico turista al que llevan a ver tu casa por fuera. Te meten en una escuela (que me da la sensación que no funcionaba desde los tiempos de Maricastaña) y te enseñan el abecedario y los números. Y como colofón, te llevan a ver cómo un tipo sostiene en su brazo una cría de cocodrilo, más asustada que otra cosa y cómo un cocodrilo más muerto que vivo está encerrado en una jaula de reducidas dimensiones. En definitiva, lamentable. ¿Os imagináis que a un montón de chinos les llevásemos a ver cómo viven en un poblado de chabolas y como colofón les metiesen en una para ver cómo un tío sostiene una cabra? De coña.


Por lo demás, el mercado, como digo. Después de la experiencia en Khan el Khalili (El Cairo), el mejor. De hecho, más cómodo que aquél, más espacioso… no sé, buena experiencia.


Por la noche, en el barco, al ser la última, tendréis la fiesta de las chilabas. Nosotros ni las compramos ni nos pusimos ninguna. Para bailar o tomarte algo no necesitas ir disfrazado y mi concepción del ridículo (pude comprobarlo), es bastante diferente de la del resto. Típicos juegos y bailes de campamento de niños, pero bueno… mola ver cómo las abuelitas se pican contigo porque les ganas en cualquier juego y se ponen furiosas gritando que has hecho trampas (lo que me pude descojonar allí…).

---

DÍA 5. VIERNES 11 DE DICIEMBRE DE 2009

Al no tener el mismo circuito que el resto de la gente, en este día hicimos el traslado del barco del Nilo al barco del lago Nasser. Realmente es un día prácticamente perdido, así que decidimos dar una vuelta por Aswan. Al ser viernes, pocas cosas abiertas, pero aún así, el mercado tenía algunas cosillas disponibles.

Pasear por la zona que rodea al mercado está bien. Desde luego, al ser un día en que no hay mucho turismo (típico día de traslado de barcos y demás), ves cosas que en otra ocasión no verías. Puestos de comida destinada a su gente, tiendas diferentes, etc.


El traslado al otro barco nos deparó una anécdota curiosa. Para llegar, teníamos que entrar en zona militar. Pues bien, nuestro guía tuvo que entregar unos billetitos al personal militar para poder cruzar una verja. Por este tipo de cosas (entre otras muchas) te explicas por qué hay países de primera, de segunda, de tercera…

Al llegar al barco te das cuenta que el segundo crucero va a ser diferente. La primera impresión no fue buena, pues a pesar de que el barco estaba vacío (y durante todo el viaje no lo ocupamos más que unas 40-50 personas), la gente de la recepción se negó a entregarnos un camarote de una planta más elevada y tuvimos que conformarnos con el que estaba junto a la entrada del barco. No obstante, nos encontramos un barco señorial, de estilo antiguo, inglés… muy como un club británico de hace muchos años. Un crucero para descansar, tomar tus cervecitas, tomar el sol, etc.


Deshicimos maletas, nos aseamos un poco y tomamos una barca para visitar, al atardecer y sin absolutamente nadie alrededor (con nuestro guía para nosotros solos), el templo de Khalabsha, con el Kiosko de Kertassi, en el que pudimos comenzar a apreciar las diferencias entre los grandes templos del norte y los más pequeños, pero cuidados, del sur. Además, pudimos disfrutar del Hemi Speos de Beit el Wali, un pequeño pabellón construido por Ramses II para conmemorar su victoria sobre nubios, asiáticos y libios. Originariamente a cierta distancia de Khalabsha pero trasladado junto a él por la construcción del lago, los grabados rememorando las guerras son una maravilla. Pequeño, nada que ver con Edfú o cualquiera de los anteriores visitados y gastado, pero encantador.


DÍA 6. SÁBADO 12 DE DICIEMBRE DE 2009

Después de comprobar una mejor calidad de la comida (aunque poca más variedad) en la cena del día anterior y en el desayuno de éste, el barco comenzó a navegar por las tranquilas aguas del lago Nasser.

El paisaje a orillas del lago es algo diferente del paisaje del norte. Mientras el Nilo baña tierras fértiles con pequeñas huertas, el lago Nasser baña desierto y más desierto.

Este sexto día comenzaríamos a visitar templos distintos, más pequeños, con un arte diferente. Diferente porque mientras en los grandes templos del norte encontrabas impresionantes grabados, aquí encuentras, además, pinturas policromadas, lo que dan un aspecto distinto.

En la zona de Wadi es Seboua (o Valle de los leones), existe un grupito de templos de la Baja Nubia. Entre ellos, construidos por Ramses II, los de Amón y Rahorajti. Además, también pudimos visitar el Templo de Dakka, consagrado al Dios Thot y construido por reyes posteriores (romanos, meroiticos…) y el de Meharakka, dedicado a Serapis.


El camino proseguía de manera tranquila, con fuerte sol por la mañana, que agradecíamos para poder disfrutar de la temperatura en Diciembre y de templo en templo.

Así, visitamos el Templo de Amada, dedicado a Amón-Ra y Rahorajti y construido por Tutmosis III y Amenofis II. La verdad es que aquí se notaba muchísimo los destrozos provocados por los seguidores de otros dioses (en este caso, de Atón).

Más adelante descendimos nuevamente del barco y tomamos nuestra pequeña embarcación para llegar a la orilla y poder visitar el Hemi Speos de Derr y la Tumba de Penut, un pequeño pero interesante cubículo con pinturas y grabados especiales.


DÍA 7. DOMINGO 13 DE DICIEMBRE DE 2009

Este séptimo día ya nos levantamos pensando en Abu Simbel. Desde España nos habían avisado que no era lo mismo pegarse el madrugón y ver Abu Simbel (por cierto, en Egipto ponen el acento en la “i”, diciendo “abusímbel” y no “abú simbél”, como decimos en España) con cientos de personas, que llegar en barco y verlo aparecer.

Sin embargo, antes nos esperaría Kasr el Ibrim que, dado su lamentable estado (ruinas totales), te explican desde el barco. Desgraciadamente, con tanto templo visitado y con Abu Simbel como telón de fondo, la práctica totalidad de los turistas que allí estábamos hicimos poco caso.

Y tras un rato de navegación, comenzó a sonar la música en la cubierta. Llegar navegando a lo Leonardo Di Caprio (en la proa), escuchando Carmina Burana y bandas sonoras impresionantes (y tomando un refrigerio), mientras los templos de Abu Simbel van creciendo según se acerca el barco, es una sensación impresionante. Una maravilla del mundo arquitectónico y artístico, amén de histórico, hay que disfrutarla como merece y a buen seguro que llegar en tropel con 200 autobuses más, no es lo mismo.

Y allí, después de comer, entre las 14:00 y las 15:00, nos plantamos. Alrededor, prácticamente nadie, como podéis ver en las fotos. Eso no tiene precio… poder visitar el templo principal, disfrutando de la sala de columnas, de sus pinturas, de sus grabados increíblemente bien conservados, sin tener que pegarte con dos mil turistas más, e incluso poder sacar una foto de las estatuas de la sala del fondo, desde la propia puerta del templo (dentro no dejan hacerlas), es una sensación inigualable.


Y allí estuvimos, disfrutando y dando vueltas por el lugar, creyéndonos que aquello es una única piedra tallada (posteriormente cortada en trocitos y trasladada, salvándola del lago Nasser, en una obra tan complicada y faraónica como la que creó el complejo hace miles de años).

Al caer el sol, espectáculo de luz y sonido. Con algo de abrigo y unos buenos auriculares (ese día tocaba audio en japonés), el espectáculo es precioso. La magia del lugar acompaña, desde luego. Buena música, una voz profunda… increíble.


De vuelta al barco, cena y copas para celebrarlo.

---