La india por libre 2010 ✏️ Blogs de India

A las 6,30 alto, desayuno y nos vamos a dar una vuelta por el centro de Katmandú. Cogemos un ricksaw que en pocos minutos nos deja en una plaza bastante céntrica. Desde allí nombres en las calles, a veces es un poco difícil situarse, pero haciendo un poco de trabajo deductivo a lo Sherlock Holmes, se puede ir sacando.

La ruta se adentra en callejuelas estrechas llenas de vida, la gente está por todos lados, las motos y los coches te pasan rozando a toda velocidad sin perturbar apenas a los viandantes, te vas encontrando estupas y tempolos por todos lados y en todos están lleno de gente haciendo ofrendas florales y algunas monetarias, es impresonante ver como las dos religiones confluyen sin ningún problema, cada uno por su lado y ataviado con sus ropas de colores característicos de cada religión. Nuestra ruta acaba en la plaza Durbar, una enorme plaza de pago desde donde salen numerosas calles a donde te llevan a numerosos templos. El gentío es enorme y es que los residentes no pagan por acceder a este santo lugar. Después de numerosas fotos y visitas y algunas donaciones, que no hay que ser rácano, cogemos un ricksaw que nos lleva al hotel y desde allí un taxi para ir al aeropuerto.

En el aeropuerto tuvimos bastantes problemas para sacar mi billete debido al problema narrado anteriormente sobre mi apellido y que después de bastantes nervios, me entraron en un despacho y me dijeron que finalmente me lo podían arreglar gracias a que había algún sitio libre ya que mi asiento había sido vendido.

Bueno, el vuelo fue alucinante, nosotros que pensábamos que no podríamos ver el Himalaya, nos equivocamos. Fuimos ascendiendo en el vuelo hasta llegar a un nivel de vuelo superior a 8.000 metros y fue entonces cuando sobrepasamos las nubes y pudimos ver la cordillera en su apogeo, y el Monte Everest justo delante nuestro. Un espectáculo impresionante, estar volando a 8000 metros y ver las montañas a tu altura, algo inolvidable.

Al llegar al hotel no hay oficina para sacar billetes de tren así que decidimos ir en taxi hasta la estación de tren aunque sabíamos que ese día no podríamos encontrar billetes y que al día siguiente no había tren hacia Bikaner que era nuestro siguiente punto. Al llegar a la estación empezaron nuestras penurias, y como penurias las justas voy a intentar ser breve aunque os aseguro que ese día fue uno de los más largos de nuestras vidas.

Al llegar a dicha estación fuimos victimas de una amfia, no hubo manera de acceder dentro de la estación, unos “operarios” no nos dejaban entrar, cierto es que llevaban carnet y todo pero estaba claro que no eran operarios de allí, nos decían que sin ticket no podíamos entrar y que teníamos que ir a otro sitio, a una oficina supuestamente gubernamental, aunque no lo era, era una agencia privada, nos agarraban, nos insultaban y nos cerraban el paso, había uno en cada acceso a la terminal y ni un policía, y la gente que pasaba por delante de nosotros, ni caso. Nosotros con las mochilas acuestas, con el susto en el cuerpo y recién aterrizados en la India no sabíamos que hacer, era noche cerrada y después de mucho discutir entramos en una agencia privada para que nos dejaran en paz.

El chico de detrás del mostrador nos decía que no había billetes y que debíamos coger un coche con chofer, nosotros le decíamos que no lo queríamos y él erre que erre. Después de hacer tiempo allí dentro, salimos para volver a la terminal de trenes pero las mismas personas nos estaban esperando fuera de la agencia, un auténtico infierno.


No había manera de escapar de ellos, como teníamos la dirección de la única agencia de turismo gubernamental de la ciudad cogimos un ricksaw y le dijimos que nos llevara allí, pero cuál fue nuestra sorpresa que uno de los “mafiosos” se subió en el ricsaw con nosotros y nos dijo que nos acompañaba, la cosa cada vez se ponía más fea, nosotros queríamos parar pero el chofer del ricksaw no nos hacía caso, hasta que llegamos a una zona de obras y se paró en la bocana de un callejón, y nos dijó que allí dentro estaba la oficina. Estaba claro que si entrabamos en esa callejuela nos desbalijaban por lo que nos encaramos con él y empezamos a caminar a paso ligero, el nos seguía y nos llamaba, y en una rotonda enorme vimos al otro lado un KFC, casi sin mirar decidimos cruzar, la verdad es que casi nos atropellan un par de veces y nos metimos en el restaurante de comida rápida.

Una vez dentro y con las piernas temblando decidimos pedir algo para tranquilizarnos, les pedimos a los que allí trabajaban que nos marcaran en nuestro mapa en donde estábamos pero ninguno de ellos lo supo hacer, yo creo que nunca habían visto un callejero, ni siquiera el de seguridad lo sabía, y es que nosotros después de ir 10 minutos en ricksaw no teníamos ni idea de donde estábamos.

Finalmente vino el encargado del restaurante y más o menos nos indico por donde estábamos, le explicamos el problema que teníamos y le dijimos que queríamos ir a un hotel que salía en nuestra guía o a cualquier otro que estuviera cerca, él chico, porque no pasaba de los 20 años nos dijo que él nos acompañaría y supongo que en ese momento se nos iluminó la cara.

Se quitó el delantal y nos acmpañó a pie por esa oscura zona, él se disculpo diciéndonos que la zona estaba en obras porque el año siguiente se hacia la Comonwealth y la ciudad estaba patas arriba, pero la verdad es que no apetecía para nada anadar por ahí. Finalmente llegamos al hotel el chico subió con nosotros, desecho la propina que le queríamos dar, que menos! Pero de ninguna manera le pudimos hacer que cogiera el dinero, lo único que nos pidió es que nos hiciéramos una foto con él, con su móvil y me pidió mi mail para mandármela, alucinante…

El hotel fue caro, nos costó 2.530 R pero aunque nos hubiera costado diez veces más nos hubiéramos quedado, vaya nochecita, pero por fin estábamos en una habitación segura y nos fuimos a dormir aunque ninguno de los dos lo pudo hacer demasiado tranquilos. Por cierto, el hotel se llamaba 55 y la verdad es que no está mal, sale en la guía y supongo que yendo más pronto debe ser más fácil regatear.

Así que nuestra primera experiencia en la India fue horrible. Cuando te pasa esto, lo único que te apetece es coger un avión y volver a casa, a los dos nos paso por la cabeza, pero menos masl que no lo hicimos nos hubiéramos perdido cosas increíbles que ahora narraré.

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Nos levantamos todavía con el susto en el cuerpo, nos vamos a desayunar. Por el camino nos encontramos a un hombre que nos pregunta que a donde vamos y cuando le decimos que a la oficina de turismo se empieza a poner muy pesado y nos acompaña a lo que teóricamente era la oficina gubernamental, cosa que no fue, así que volvemos a estar delante de una oficina de turismo privada, sabiendo que la oficina gubernamental está cerrada los domingos decidimos entrar a esta oficina pirata, nos hace un presupuesto para un chofer por el Rajastan, le decimos que nos lo pensaremos y nos vamos a desayunar.

La cafetería está vacía, pero justamente se nos sientan dos chicos al lado nuestra y nos empiezan a dar conversación, la conversación se vuelve bastante personal y con preguntas un tanto descontextualizadas, como por ejemplo si nosotros entendemos el Indu, que si es su cumpleaños y lo están celebrando, que si nos acompañan a visitar los monumentos de la ciudad. Mi mujer me avisa varias veces que uno de esos chicos le suena mucho, pero la verdad es que yo no le hago caso, pero las alarmas se activan cuando el chico levanta el brazo y a la altura del bíceps lleva una marca de nacimiento igual que una sobrina nuestra y es entonces cuando mi mujer se da cuenta de que el chico en cuestión lo tenemos visto del aeropuerto, ¿mucha casualidad, no?.

Sé que esto parece una película de Van Damme, pero lo cuento tal como fue, ya un poco nerviosos pagamos y decidimos salir, ellos no se habían acabado sus bebidas, sin embargo al girar la esquina nos quedamos para ver si salen de la cafetería y efectivamente, salen a toda prisa y uno de ellos llamando por teléfono, así que empezamos a correr bajo la lluvia, encontramos un ricksaw y nos metemos dentro saliendo así de un posible problemón. Nunca sabremos si eso fue como relato o todo fue producto de nuestra imaginación debido a la psicosis ya vivida, pero por más que lo hablamos, mi mujer y yo coincidimos en que los dos chicos venían a por nosotros.

El Ricsaw, como los dos anteriores hace caso omiso de nuestra petición de ir a la oficina gubernamental, más que nada para confirmar que la oficina está cerrada. El ricsaw nos lleva a otra oficina privada cercana a la cafetería, entramos ya cansados de tanto engaño y le pedimos un presupuesto para un billete de tren a Bikaner y ya de paso que nos haga otro para un coche con chofer para algunos días. Empezamos a negociar, y dos horas y unas cuantas tazas de te más tarde llegamos a un acuerdo, acordamos un chofer para nosotros solos 11 días, más hoteles de una categoría más que aceptable con desayuno, más billetes de tren para el trayecto Agra –Jhansi, más el traslado y hotel de Jhansi a Orcha, todo por 850€ los dos.

Nos parece aceptable, sabiendo que ese dinero en La India es mucho pero decidimos cogerlo para poder salir de una vez de la capital.

Para que veáis hasta dónde puede llegar la psicosis, nosotros solemos llevar el dinero en una bolsa que llevamos atada a la cintura y con el dinero repartido, a la hora de pagar, en euros, nos levantamos cogemos el dinero de dentro de la bolsita, mi mujer lo cuenta, me lo pasa a mi, yo lo cuento, y se lo doy al hombre de la agencia sentado a la otra parte de la mesa, y cuando nos estamos volviendo a colocar las bolsas en nuestras cinturas el hombre grita que está mal, que faltan 200€. Por Dios!!!, como puede ser que este hombre también nos intente engañar, al ver nuestra cara el hombre se levanta en seguida y nos pide que registremos todo lo que queramos pero que nos hemos equivocado y le hemos dado 200€ de menos, nosotros dos nos miramos, y ya resignados y con el alma al suelo le damos 200€ más, en ese momento os prometo que si hubiera podido coger un avión y volver a España lo hubiera hecho, llevamos bastantes viajes por libre y una cosa así nunca me había pasado, ni parecida.

Pero bueno, cogemos el chofer, nos lleva al hotel, recogemos las maletas y nos ponemos en marcha para salir de “la puta capital” con perdón, pero aprovechando la calculadora humana que es mi mujer hacemos cuenta de lo que hemos gastado y lo que llevábamos al principio y nos damos cuenta de que no nos falta nada, es decir, que efectivamente le habíamos dado 200€ de menos, ¡¡vaya alegrón!!, no por los 200€ que también, sino por la satisfacción de no haber sido engañados.

El coche es amplio, muy limpio, con dos cojines y con aire acondicionado, o sea, full equip y el conductor un tipo de latin Lover Indú, muy educado y solo habla cuando se le pregunta, eso sí con un Inglés-indio bastante peculiar y difícil de entender. Estando todavía en la agencia le preguntamos que si habla Inglés y él nos contesta que si pero que sin duda su profesionalidad es mucho mejor que su inglés, dejándonos claro que bilingüe lo justo, o sea, como nosotros.

El trayecto hasta Bikaner es muy largo, empezamos el trayecto a las 12.45 y pasamos por innumerables aldeas tremendamente pobres y cuando pasamos por ellas todo el mundo se nos queda mirándonos como si fuéramos unos maharajás. La conducción es un auténtico caos, para quien haya estado en Egipto es mucho peor, la conducción en la India es terrible, durante todo el trayecto nos echaron de la calzada una tres veces, literalmente, teniendo que irnos al “sembrao” y para el coche. En medio de la autopista hay vacas, perros, niños, motos, es una pasada, nuestro chofer, “Jackie” lo único que hace es esquivar coches y mirarnos por el retrovisor diciéndonos “you sleep”, ya!!, como si fuera tan fácil dormirse en esa situación. El tipo corría todo lo que podía y no sabíamos por qué, después lo averiguamos, si de día la cosa es difícil, de noche se complica todavía más, nadie lleva luces, y los que llevan utilizan las largas cegándote y haciendo la conducción muy difícil, para quien tenga pensado coger el Bus nocturno mejor que haga Puenting sin cuerda, es más seguro.

Yo no me considero miedoso, pero la verdad es que la conducción por allí es bastante complicada, aunque cada día que pasa te vas acostumbrando y te impresiona menos.
Solo paramos 10 minutos durante dos paradas para estirar las piernas y comprarnos patatilla en lugares bastante chungos, pero gracias a las patatillas fuimos sobreviviendo, hasta las 23.30 que llegamos al hotel, tras casi 12 horas de trayecto, nosotros estábamos molidos, no quería ni pensar como estaría nuestro chofer. La verdad es que el trayecto es impresionante, los poblados son muy pobres y si apenas nada, en algunos tienen una TV para todo el pueblo, y ves que todo el mundo está enfrente de ese invento tan moderno para ellos.

El hotel se llamaba “Hotel Sagar”, muy bonito y limpio, les pedimos si nos podían traer algo de comer a la habitación ya que el comedor estaba cerrado y nos fuimos a descansar.

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AL levantarnos pudimos ver un poco más el hotel “Sagar” era una especia de Hacienda con una terraza central bastante bonita, la verdad es que el hotel estaba muy bien, lástima que no lo pudimos disfrutar. A las 10 ya estábamos desayunados y con las mochilas colgadas. Nuestra primera parada fue Deshnok a 40 Km de Bikaner.

Deshnok es el templo de las ratas, fotografiado miles de veces, es un templo en el que adoran a las ratas debido a la creencia de que cuando un niño moría se reencarnaba en una de esos bichos asquerosos y cuando digo ratas me no me refiero a los ratones que podemos ver merodeando por nuestra casa, sino que son ratas con un enorme rabo, negras y bastante asquerosas, para que nos vamos a engañar.

Para rematar te tienes que quitar los zapatos antes de entrar en el templo. Allí dentro la olor es nbastante fuerte y la suciedad está por todos sitios, hay ratas por todos los rincones y se te van cruzando por delante sin ningún miedo, es un lugar bastante curioso de ver si tu estómago te aguanta, sobre todo un enorme cuenco lleno de leche en el centro del templo que sirve de alimento a todas las ratas, incluso han colocado una reja en lo alto del templo para proteger a las ratas de las palomas, sus únicas depredadoras.

Con un calor asfixiante y tras treinta minutos de visita nos dirigimos a Junghart Fort, el Templo de Bikaner. El chofer nos dice que es mejor hacer las visitas en ese orden y no al revés, aunque tengamos que volver a Bikaner, así que lo hacemos de este modo y así llegamos al fuerte de Bikaner, la entrada cuesta 150 + 30 rupias por la cámara de fotos + 50 rupias si quieres entrar en el museo, nosotros lo hicimos y no vale para nada la pena.

La entrada te incluye un guía local, propina aparte, el nuestro fue bastante simpático y para nada se hizo pesado. El fuerte era la residencia del Maharajá y con las historias en Inglés que te contaba el guía y la información que nos daba nuestra guía te hacías una idea de cómo vivían los Maharajás en esos tiempos. La visita duró una hora, fue amena y bastante interesante, totalmente recomendable.

Hoy tosavía no hemos podido comprar agua al estar todas las botellas caducadas, tanto en Deshnok como en el templo de Bikaner, pero como ya no podemos más, a la salida del Templo compramos agua caducada de un mes. No pasara nada…. ¿o sí?

Sobre las 14.00 partimos hacia Jaisalmer, nuestra próxima parada para pernoctar. Bikaner dicen que es una ciudad caótica en cuanto a tráfico se refiere y nos damos cuenta de ello al intentar salir de esa ciudad, el tráfico es brutal y 45 minutos después conseguimos salir de ese infierno de cláxones.

La carretera se va haciendo cada vez más desértica, los poblados cada vez están más espaciados y son más pobres y es que recordemos que vamos dirección al desierto del Thar y al tener menos recursos la pobreza va apareciendo con cada kilómetro que recorremos. La carretera es buena pero solemos ir a un máximo de 80 Km/h debido a las vacas, a los pastores con el rebaño de ovejas, motos, camiones que ocupan nuestro carril, etc. La carretera en si es monótona pero cuando pasa por los poblados es bastante curioso de verlos, la verdad es que te hace reflexionar, ellos viven con tan poco y no se les borra la sonrisa de la cara, en cambio nosotros….

Sobre las 16.30 paramos en un bar de carretera a comer, por allí ha llovido mucho, incluso hay zonas bastante anegadas, claro que nosotros no sabíamos que a 600 kilómetros al Norte estaban sufriendo una de las peores inundaciones de su historia.

Comemos un plato de pasta bastante buena, somos los únicos en el restaurante aunque poco después llega un minibús de italianos que ya habíamos coincidido en el Templo de Bikaner, el baño del restaurtante es increíble, nunca había visto un baño tan sucio. En cuestión de treinta minutos ya hemos comido y continuamos nuestro camino, un elemento que solemos llevar en cada viaje son unos altavoces pequeños, de esos que van sin pilas y que se pueden conectar a nuestro MP3 y que gracias a ello, el viaje se hace un poco más ameno escuchando música, porque la verdad, la música Hindú un rato está bien, pero cuando llevas 6 horas escuchándola te entran ganas de tirarte por la ventana.

Po fin, a las 20.30 llegamos al hotel de Jaisalmer, Hotel Shanti Residency. El hotel es nuevo, de hecho creemos que todavía no está acabado. Es muy bonito y acogedor, cenamos de unos sándwiches, la leche no porque tenía una olor bastante mala y a dormir, por cierto, empiezo a tener retortijones en la barriga.

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